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25

EL SILENCIO EN EL AUTO PRODUCÍA UNA ATMÓSFERA INCÓMODA, SOBRE TODO LUEGO DE LA ESCENA que Kavin había hecho en la carretera.

—Mayra lo siento, yo... perdí los estribos hace un rato y-

—No te preocupes—respondió de manera vaga interrumpiéndole , jugando con su Bella de juguete.

—No es que... yo no soy así, no se qué pasó pero...

—Kavin, esta bien, relájate...—trató de calmarle.

Y se quedó callado, mirándola de reojo notando todo lo contrario al tono de voz que había utilizado, ojos cristalinos mientras mordisqueaba sus labios buscando distracción en el objeto en sus manos, de cierta manera le recordaba como cuando su padre discutía con su madre cuando era un niño, sintiéndose un imbécil por repetir lo mismo y no romper el ciclo. Quizás estaba en sus genes ser de esa manera y profundamente lo odiaba en esos momentos, odiaba todo lo que implicaba ser una figura pública y llevar una larga lista de corazones rotos y besos femeninos....

—¿Qué tal tus clases hoy?, ¿aprendiste algo nuevo?

—Todo bien y no, lo mismo de siempre

—Yo aprendí hoy que los dálmatas también tienen manchas dentro de su hocico—trato de buscar un tema y cambiar la atmósfera.

—Ya lo sabía

—¿Qué?, ¿eres una enciclopedia humana?—trato de ser gracioso, pero ni siquiera los labios de Mayra se curvaron para formar una sonrisa.

—Aveces las mujeres que no somos muy atractivas debemos buscar maneras para llamar la atención—respondió de manera vaga— no quiero decir que soy fea, solo que aveces a algunas nos toca difícil

—Bueno, eres bastante atractiva Mayra

—Lo dices porque eres mi amigo, no porque sea algo que realmente sientas—se encogió de hombros mientras que Kavin reprimía una mueca volviendo a apretar el manubrio y tensó su mandíbula— al igual que Somchai y mi tía, solo lo dicen por compromiso

—¿Qué fue lo que dije sobre que hablarás así de ti?

—Bueno, no lo estaría haciendo si finges interés en algo y luego me dejas por dos hermosas universitarias—se excusó— y no, no estoy celosa, solo que si ibas a invitarme a comer, mínimo esperaba atención

—Si sirve de consuelo, lo había hecho para saltar la fila...—su mente buscaba crear alguna respuesta que sirviera.

—Kavin, nadie nos estaba apurando, ¿o acaso tienes cosas que hacer?, digo, no soy rica, no se que responsabilidades tienes

—Me equivoque, tampoco es que tengas que señalarme con tu dedo por eso...

—Lo siento, acabo de olvidar que eso fue muy doloroso para ti

—No uses el sarcasmo conmigo, Mayra

—Y tu no juegues a ser la víctima cuando no la hay en este problema

Y se quedó callado, Srisawat había sido la primera mujer que lograba cerrarle la boca sin siquiera levantar la voz o siquiera usar un tono molesto.

EL SILENCIO EN LA CASA DE LA CASTAÑA ERA RUIDOSO, DEMASIADO PARA estar sola ahí dentro. Extrañaba cuando Somchai llegaba a casa con pollo frito o cualquier platillo para comer mientras miraban la televisión o cuando simplemente estaba por ahí rondando.

Detestaba sentirse sola y atrapada en una bruma de emociones que no entendía; se sentía insuficiente, toda su vida se había esforzado por hacer cosas y obtener el reconocimiento por ellas siendo completamente opacada por su hermano mayor desde que tenía memoria, dejo de prestarse atención para dársela a Somchai, cuidándolo del mundo cumpliendo el rol de hermana mayor cuando debió ser al revés, con Kavin parecía ser lo mismo, se había acercado con intenciones coquetas para luego irse con dos chicas bonitas, elegantes y arregladas... mientras que ella, no... compararse estaba mal, cada persona tenía sus cualidades y virtudes, por lo que, no caería en un truco tan tóxico de su mente, porque si, se descuidó por los demás, pero eso no significaba que debía seguir adaptándose a eso.

—¿Dónde demonios hay música en esta casa?—habló comenzando a sentir un nudo en su garganta.

Extraba a MJ, aquel moreno de coleta había sido su ángel que había desaparecido apenas había colocado una de sus manos en Thyme, ¿le había espantado?, probablemente.

LA ROPA DEPORTIVA SE CEÑÍA PERFECTAMENTE A SU CUERPO MIENTRAS QUE soplaba los fideos instantáneos en la plaza cerca de su casa, pensando en todo lo que había hecho en su vida buscando alguna respuesta del porque su vida se había complicado con la aparición de ambos magnates codiciados, parecía sacado de un mal guionista de televisión.

Escuchó un motor y se hecho los videos a la boca con ayuda de los palillos, ignorando a quién sea que haya ido a esa hora —al igual que ella—, a ver, respetaba los espacios y los problemas ajenos, sin decir que no tenía ánimos de hablar con quién fue a buscar aire de los problemas, porque lo más probable es que terminaría llorando y no era precisamente lo que quería.

—Disculpa, ¿sabes si Mayra se encuentra en casa?—volteó al escuchar aquella voz masculina.

Sus mejillas estaban infladas por los fideos mientras que sus ojos se conectaron con aquellos orbes oscuros que brillaban de una manera peculiar, aquel brillo que conocía de las miradas que la gran parte del tiempo: culpa.

—Mayra se encuentra en casa

—Pero estas comiendo noodles instantáneos...

—¿Entonces para que preguntas?—y volteó, para seguir comiendo.

—Se que estás molesta...—habló, acercándose con algo entre sus manos— y es comprensible

Y ella no respondió. Estaba demasiado ocupada buscando cualquier cosa en su mente para no romperse frente a MJ.

—Te deje sola, no intervine cuando Thyme intimidaba a tu hermano y simplemente deje de verte—habló, sentándose a su lado, dándole la espalda— pensé que lo más sano era simplemente alejarme al ver que Kavin estaba cerca, ya sabes, los códigos de amigos

—¿Y qué tal es ella?—preguntó dejando caer sus lágrimas en silencio.

—¿Qué?

—Hueles diferente...

—Ella es genial a decir verdad, decidí darme una oportunidad... —sonrió— ya sabes, se que no durará por siempre pero vale tomar el riesgo

—Me alegro profundamente

—¿Qué tal Kavin?

Soltó una risa, echando la cabeza para atrás y cerró sus ojos para frenar cualquier tipo de sollozo.

—Solo somos amigos, no hay necesidad de malinterpretar las cosas...

—Oh bueno, te traje un obsequio como disculpas—y decidió extendérselo desde su lugar y apoyar su cabeza en la espalda de la castaña.

Mayra lo tomó, agradecida de que el poleron de la sudadera cubriera su cabeza porque algo de lo que Mayra odiaba de la gente profundamente era esa, recibir regalos para cubrir los daños...

—No era necesario, pero gracias

—Lo era, lo vi y pensé en ti... —su espalda se tensó— y también, me tomé la libertad de enviarme tu id de Line desde el teléfono de Kavin, incluso te llamé y te envié mensajes para avisarte que vendría, pero no contestaste y me preocupe

—Dejé el teléfono en casa—respondió, tomando un poco de la sopa.

—No deberías salir sin teléfono, Mayra, es peligroso

—De todas maneras, ya estás aquí, ¿no?

—No por mucho—lo escuchó suspirar— debo volver a casa en unos minutos

—Buen viaje entonces

—¿Te sientes bien?

—Solo estoy cansada, eso es todo

—¿Has dormido bien?

Y Mayra se levantó, haciendo que MJ perdiera el equilibrio.

—Deberías irte a casa, MJ

—Bien, pero ábrelo primero

—Lo haré en casa

—No me voy a ir... tendré que quedarme aquí entonces...

Y abrió el regalo sin antes lanzar con cuidado el envase con los palitos a un basurero cerca, acertando en este.

—¿Qué se supone que es esto?—dijo mirando con dificultad debido a la pésima iluminación.

—¿No lo ves?, bueno.. claramente con estas farolas de mierda es imposible—sacó su teléfono para encender la linterna y alumbrarla.

Mayra tragó saliva, sacando otro bolso de la colección de Hello Kitty de Sanrio, siendo una bolsa que era la cabeza de Kuromi.

—Vi que te gustaba Hello Kitty y bueno, no demore mucho en encontrarla

—No era necesario, vuelvo a repetirlo

—Cuéntalo si quieres como una disculpa por no haber celebrado contigo tu cumpleaños

—Tampoco es que lo celebre demasiado...

Y el pelinegro soltó una risita, acercándose luego de levantarse de la banca y besarle la frente, bajando a propósito la capucha.

—Buenas noches, chocolate—le sonrió alejándose, caminando de espaldas.

—Buenas noches, palanca de camión—respondió, sintiendo su corazón martillar.

Y sobre todas las cosas, Mayra estaba cansada de la vida y más aún porque su ángel de la guarda tenía a otra pobre diabla que cuidar, dejándola sola.

Nota de la autora:
Estoy arrepintiéndome por haber juntado las cuatro historias, solamente porque MJ y Mayra volvieron a verse😭 como lo arregló sin arruinar nada de las otras @yahoorespuestas

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