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LA JORDANA ESCOLAR HABÍA SIDO BASTANTE PECULIAR, DESDE LA MAÑANA CON Darla y Candy, hasta con Kumon, quién ya no estaba demasiado empalagoso, sino, amigable y que "se había rendido".
Se habían vuelto amigos, incluso, Mayra había logrado encontrar gustos en común con el pelinegro y era agradable poder tener un amigo... no es que no los tuviera —o bueno, realmente Kavin y MJ podían considerarse como un par, ¿no?—, pero al vivir dentro de una burbuja donde solo era ella-trabajo-Somchai se había descuidado y permitirse abrirse como persona le hacía feliz.
—¿Entonces, están saliendo?
—Solo fue algo de niños—se encogió de hombros— además, hay chicas que son más su tipo, ya sabes...
—Si dices "bonita" juro que voy a -
—Iba a decir con "clase", porque soy bonita, todas lo somos
—Bueno, hay chicas feas, pero no físicamente, sino, de adentro... de alma—negó— pero tienes clase, elegancia e incluso, eres igual que todas esas chicas con las que él sale
—Sin los lujos, vale decir
—Da igual, ellas tendrán dinero pero tienen un corazón tan pobre —negó con la cabeza— ¿y te gusta?
—¡¿qué?!—soltó con una mueca, haciéndolo reír— no no, no me gusta
—¿Me estás diciendo que yo tengo oportunidad?
—Kumon...
—Ya ya—levantó sus manos en son de paz, riéndose— me detengo, pero... si no te gusta, ¿no deberías decirle?
—Solo fue un beso
—Mayra, nadie se graba besando a alguien si no siente nada
—Las series de televisión y los actores en obras de teatro—enumeró con un par de dedos.
—Sabes a lo que me refiero, además, sea error o no, lo grabó y eso no lo hace cualquiera
—Sigo diciendo que están exagerando todo, me están haciendo creer cosas que ni siquiera están pasando
—Aveces eres muy ingenua, May-May...
—¿Y qué quieres decirme con eso?
—Que es tu encanto y al mismo tiempo, tu peor debilidad frente a los chicos, preciosa
KAVIN MIRABA IMPACIENTE SU TELÉFONO, NO HABÍAN NOTICIAS NI MENSAJES DE MAYRA y eso le ponía levemente tenso.
Estaba solo en su auto, batallando si debía ir o no a la escuela de la castaña, si debía mensajearla o simplemente hacerse el desinteresado... realmente no sabía que hacer, decidiéndose luego de un par de segundo que al final iría por ella, hablarían del tema y llegarían a alguna respuesta.
Tomó su teléfono también, entrando a line y apretar su chat, viendo la fotografía de Hello Kitty sacada de pinterest que le provocaba una sonrisa de imbécil.
—Sigo preguntándome como fue que me gusta una niña que ama a una gata animada a una supermodelo—se recriminó a si mismo, dejando el teléfono a un lado y comenzar su camino.
Tomó atajos que waze le indicaban para llegar supuestamente "5 minutos" antes a su destino, sin embargo, pareciera que estaba atrasándose porque no veía indicios de la institución.
LOS PATINES DE MAYRA ESTABAN HACIÉNDOLA ANDAR SOBRE EL SUELO MIENTRAS QUE la música se reproducía en su mp3 para simplemente quitarse estrés y preparar una rutina para su última competencia.
Sus brazos y piernas parecían ser demasiado delicados, los movimientos finos y elegantes que salían con las canciones que se reproducían de manera aleatoria, haciendo una hermosa performance.
Kavin por su lado, la observaba desde las gradas con una sonrisa en grande, sintiéndose privilegiado de poder ver esa faceta de ella, era como si su alma se hubiera desnudado frente a la suya, así, como la suya con la de ella.
Comenzó a aplaudir, acomodándose mejor en aquellas gradas cuando Mayra conectó su mirada con la suya, lanzándole un beso juguetón que la hizo sonreír y respirar hondo.
—Eres asombrosa—habló desde su lugar.
—¡¿Qué?!, ¡¿apestosa?!—gritó desde la cancha, acercándose hasta el inicio de las gradas.
Soltó una risita, negando con la cabeza—¡Asombrosa!
—¡¿Deliciosa?!—la vio quitarse un auricular— ¿por qué sería apestosa y deliciosa?
Y Kavin se levantó, decidiendo bajar hasta ella a pasos lentos y seguros, como si fuera un modelo.
—No lo se, ¿por qué lo serias?
—Bueno, en el caso de que a un canibal le guste comer gente sudada...—respondió encogiéndose de hombros.
—Siempre con tus respuestas rebuscadas, niña astuta—le tocó la punta de la nariz.
Soltó una risa nasal, cruzándose luego de brazos— ¿cómo entraste aquí?, digo... hay un ejército de chicas custodiándome todo el día
—Bueno, solo entre y le pregunté al portero donde estabas y me mandó aquí—se encogió de hombros.
—¿Y qué excusa le diste a Dante para que eso ocurriera?—alzó una ceja.
—Que eras mi novia—se encogió de hombros— de todas formas, ¿no estás feliz de verme?—hizo un pucherito.
—Bueno, luego de saber en el lío que me metiste por grabar lo que sea que grabaste, no mucho—admitió.
—Eso fue un accidente, lo juro
—Lo se, y los besos fueron una cabala—dijo obvia.
Y reprimió sus labios en una línea, odiando las palabras de la castaña, como si no hubiera sentido nada en lo absoluto, siendo que el lo había sentido todo... quizás era su karma por ser un rompecorazones que quiso meterse en una apuesta sin salida.
—Además, no se cuál es el alboroto, eres parte de los H4 o lo que sea, digo, que te des un beso con alguien siendo una figura pública es algo normal—rodó los ojos, meciéndose suave sobre los patines— tienes derecho a ser feliz, no puede ser que hasta porque te saques un moco el internet te ataque por eso
—¿No estas molesta conmigo entonces?
—Bueno, lo estoy...
—¿Helado de rollito?
—Mejor una cajita feliz con un juguete de princesa—sonrió inocente, enrojeciendo sus mejillas e inflándolas.
Asintió riendo suave— bien, te espero aquí... ve a cambiarte
Y Mayra besó su mejilla poniéndose de puntitas para ir a los vestidores patinando, dejándolo parado con la mano en su mejilla y con el corazón latiendo casi tan rápido como si estuviera frente a una manada de leones... porque al parecer, Mayra Srisawat si era su karma.
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