17
KAVIN OBSERVABA A MAYRA COMER AQUELLOS ROLLITOS DE HELADO DE GALLETAS OREO CON CAFÉ, mientras pequeñas lagrimitas aún caían de sus ojos, dándole un aspecto adorablemente triste.
—Entonces... ¿cuánto salió su teléfono?
Su pregunta había sido para empezar un tema de conversación, pero al ver que sus labios hacían un pucherito para volver a llorar lo alarmaron.
—N-No llores, solo preguntaba por si querías que...
—No importa, trabajaré y volveré a recuperar ese dinero—le interrumpió, sorbiendo su nariz— además, ando algo sensible, eso es todo...
—Oh bueno... —dijo desconfiando y luego, abrió su boca, haciendo un ruido de "aaaaa".
—¿Qué estás haciendo?
—Quiero que me des helado, yo lo pagué
—Quédatelo entonces, ya no lo quiero—se lo puso enfrente, cruzando sus brazos y haciendo otro pucherito, provocándole una risa— ¿de qué te ríes?
—Eres demasiado infantil
—Y tu muy tonto
—Y tu muy fea
—¿Qué?
—Pensé que decíamos mentiras—apoyó su mentón en su mano, devolviéndole el helado.
—No digas esas cosas
—¿Te dan vergüenza?
—No, me dan cringe
Y se hecho otro poco de helado, haciéndole al chico suspirar y desviar la mirada con incomodidad, pareciera que nada de sus encantos resultaba en Srisawat.
—¿Pero no te pone nerviosa ni un poquito?
—Noup, nada de nada ...
—¿Hace cuánto no vas a revisar tu vista?
—El mismo tiempo en el que tú no vas al otorrinolaringólogo a revisarte las orejas
—¿Sigues molesta por lo de esta mañana?
—Si—se encogió de hombros, mirando los últimos dos rollitos de helados que estaban derritiéndose lentamente.
—Mayra, yo se que te debo una disculpa... o sea, no debería dártela porque realmente no tenía ni la menor idea de que tu y Somchai eran hermanos—y mintió, con el dolor de su alma.
—Sabes algo... no puedes mentirle a un mentiroso
—Lo digo en serio—llevo una mano a su corazón y con otra, cruzó los dedos bajo la mesa, rompiendo su juramento— y aunque lo hubiese sabido, no podía decirte que tu hermano estaba pasando por eso... ¿si fuera al revés, tu me lo dirías?
—Yo hubiese intervenido desde el primer momento en que ese... ese patan que no sabe combinar estampados sobre mi hermano—gruñó, comiéndose otro rollo— ¿y tarjeta roja?, ¿en qué tiempos estamos?, ¿en la cacería de brujas?, es ridículo
—Bueno, para ti es ridículo... para alguien que fue criado bajo la mir—fue interrumpido.
—No es justificable, no me gusta comparar la realidad con la ficción, pero es como si me dices que Draco Malfoy no tuvo opción y si la tuvo, y Sirius Black es el mejor ejemplo
Y por alguna extraña razón, eso fue bastante atractivo, verla justificar sus palabras con argumentos y cosas. Por primera vez, por unos segundos por el cerebro de Kavin había observado a Mayra de otra perspectiva, rompiendo la imagen de "hermanita de Thyme".
—¿Usaste Harry Potter para decirme que mi amigo "tiene opción"?
—No, uso a Harry Potter para demostrar que hay caos peores que los de uno y aún así, rompen barreras y paradigmas... los grandes cambios parten por uno y luego se vuelven grandes
—Waoh... reflexionando te ves realmente atractiva, bonita—le tocó la nariz, sonriendo ladino.
Y bajo los nervios, le embarró del helado en la nariz a Kavin, poniéndose de pie para irse, haciéndole reír y seguirla, limpiando su nariz con la servilleta y tomarla de la mano.
KAVIN ESTABA FELIZ Y SE SENTÍA EN LA NUBE 9, MÁS ALLÁ DE ESTAR SUJETANDO LAS MANOS DE MAYRA y olfatearle su perfume de manera discreta en algunos momentos, se sentía distinto...
—¿Crees que me quede bien un corte de cabello?, ¿o debo pintarlo?
—Me gusta así como está, largo, sedoso...
—No te pregunté si te gusta, te pregunto si se me vería mejor corto o de otro color
Y sonrió, la Mayra dura de roer había vuelto.
—Mmm... calva te verías mejor
—Calva su abuela
—Uy.. ¿y con esa boca besas a tu mamá?
—Kavin, mi mamá ya no esta—dijo tranquila, haciéndole cerrar los ojos— ¿pero sabes que si beso con estos labios?—los apuntó, haciendo boca de pato.
—Estoy ansioso por saberlo...
—Pues a mi comida, ¿qué esperabas que te dijera?
—Pensé que dirías algo como "a un guapo de gafas" o no se, "Kavin" también era una buena opción
—Mmmm... no, no lo era—negó divertida— ¿qué tal un piercing?
—Mayra...—le regañó.
—Debo cerrar ciclos, me siento enferma con el pelo largo, ¿sabes desde cuanto está largo?
—Sabes, el día en que cortes ese cabello, tu y yo nos vamos a casar—amenazó.
Y notó la mueca de horror en la cara de la menor, soltándose de su mano y limpiarla en su ropa.
—No digas eso, fue aterrador... no podré dormir por tu culpa—soltó asqueada.
—Oh vamos, ser mi esposa no sería tan terrible... te compraría cosas, haríamos viajes...
—¿Vas a ser mi esposo o sugar daddy?
Y el fue quién se ruborizó, carraspeando incómodo mientras los dos orbes chocolate lo miraban con una sonrisa divertida.
—Espero que ninguna de las dos
—Si sigues molestándome, voy a besarte
—Que asco
—¿Por qué es tan terrible que quiera besarte?
—Porque... ¡mira, Lady Gaga!
Y cuando iba a voltear, sintió a Mayra queriendo irse y su reflejo fue sujetarle la mejilla y atraerla a su pecho, haciéndola chocar y la abrazó de las caderas.
—¿Ibas a dejarme?—alzó una ceja, conectando ambas miradas.
Sus mejillas se ruborizaron y desvió la mirada— bueno... técnicamente sigo enojada contigo y tengo trabajo que hacer...
—Renuncia
—¿Qué?—quedó confundida.
—Quiero decir... renuncia a uno, tienes que vivir tu juventud como cualquier otra jovencita de casi 17 años
—¿Te refieres a hacer tik toks?
—Me refería a que conocieras gente, haz amigas, pijamadas, sal con chicos... no lo sé
—Realmente me gusta mi estilo de vida, no sirvo para socializar—respondió, apoyando su mejilla en el pecho ajeno, haciéndole acelerar sus latidos— no puedo dormir si no es mi casa y con respecto a los chicos... no es algo que realmente me desespere por hacer
—¿No?, yo digo que deberías intentar... hay tantos chicos en este mundo, ¿quién sabe si hay alguien que hasta se enamore de ti?
—Ya accedí a eso, Kumon se hizo mi amigo o algo así, creo...
Y suspiró frustrado, Mayra era demasiado tonta en aspectos de cosas adolescentes y volvió a maldecir a Somchai, era demasiado visible que la menor nunca había vivido su etapa adolescente como correspondía y debió asumir roles y responsabilidades que no le correspondían.
—¿y qué si te digo que conozco a alguien que si lo está?
Le dió un pequeño golpecito con sus dedos en la frente, separándose del abrazo y acomodar su uniforme.
—No me interesa, viejo chismoso
—Chismosa su abuela—se defendió.
—Bueno, pero que tiene que ver eso con... ¡No puede ser!
—¿Qué pasó?
—¡Hello Kitty!—y la vio correr hacía una botarga fuera de una tienda de Miniso.
Y negó, expulsando aire de sus pulmones y yendo hacía ella, algo celoso porque una botarga le había robado la atención de la castaña.
—¿Nos tomas una foto?—preguntó sonriendo, sacando su teléfono de su bolsillo de la sudadera.
Y Kavin lo tomó confundido, ahora comprendió del porque nunca pudo pedirle su teléfono o siquiera instagram, quizás la vida le había ayudado a no ver... aquello.
—¿Y esto como se ocupa?
—Pues hay una aplicación que se llama "cámara", con las flechas te mueves y el botón del medio es como un "okey"
Y asintió, tomándole una fotografía con aquel nokia la cuál se veía algo pixeleada y luego, sacó su teléfono para tomarle la fotografía en mejor calidad —aunque realmente la quería y era imposible recuperarla de esa roca del siglo 5–, capturando a Mayra abrazada a esa gran gatita blanca, con una sonrisa tan grande que mostraba emoción y sus ojos brillaban de inocencia, y en ese momento Kavin supo que estaba perdido y que no le podría romper el corazón si no se lo rompía el suyo primero.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro