II
Harry salía de su clase, ya era hora del descanso por lo que fue a su casillero, dejó su mochila ahí, se vio en el espejo pegado a la puerta y dió un pequeño brinco al ver a la persona detrás de él.
–Me asustaste Lou.– cerró el casillero y volteo a ver a su novio.
–Lo siento.– enseguida enrolló sus brazos a la cintura del menor y lo besó.
–¿Que haces aquí?– Dijo Harry entre medio del beso.
–Es el descanso.– Louis se separó y lo miro con el ceño fruncido.– Vamos a la cafetería ¿No?
–Pero, ¿Juntos? No te sientas obligado a hacerlo, si no quieres...
–¿Por qué no querría?– Harry suspiró y bajo la mirada.
–Por qué no quiero avergonzarte.
No sabía por qué, pero cuando estaba en una relación nadie lo quería cerca, solo se veían algunas veces en los pasillos, afuera de la universidad o en las habitaciones. Parecía que todos sus ex-novios se ponían de acuerdo o se avergonzaban de él. Así que ya era una costumbre.
–¿Por qué haría eso Harry?– el castaño en serio estaba confundido con la actitud de Harry.– ¿No quieres estar conmigo?
–Tú, tú no quieres estar conmigo, y eso está bien, lo entiendo, ya estoy acostumbrado.–se mordió el labio en un acto nervioso, el ceño de Louis se hizo más profundo.
–No entiendo, eres mi novio ¿No?– el menor asintió.– Bien ahora, explícame eso, por qué de verdad no comprendo.
–Cuando... Cuando tengo algo así como una pareja,– baja la mirada.– él no me quiere cerca, así que tú...
–Yo no soy ninguno de ellos.– toma el mentón de Harry y hace que lo mire.– y acostumbrate, me tendrás pegado ti como una sanguijuela.– el rizado sonrió.
–Me agrada la idea.– abrazo a Louis del cuello, se paró de puntitas y lo besó.
Liam y Niall iban por Harry a su casillero para después ir a la cafetería, el rubio moría de hambre. Caminaban contentos un tanto apresurados, estaban hablando sobre lo que había descubierto Niall en la sala de cómputo. Entonces el chico subió la mirada, se encontró a Louis acorralando a Harry en los casilleros.
–¡Tomlinson!– camino más rápido hasta llegar a ellos.– suéltalo, suéltalo, suéltalo maldito depravado.– lo alejó después de forcejear un poco.
–¿Que mierda te pasa estúpido rubio mal teñido?– reclamó el castaño. Niall abrió la boca indignado.
–Si gustas gritarlo, adelante, ¡creo que no te escucharon afuera!
–Niall...
–Harry.– volteo a verlo.– ¿Estás bien? ¿El imbécil no se sobrepasó contigo?– vio mal a Louis.
–No Ni.– sonrió.
–Te tenía acorralado Harry. Te estaba besando, casi metiéndote la lengua a la garganta, ¿No quieres vomitar? Te puedo...
–Es mi novio idiota y lo puedo besar cuando se me de la gana.– habló en tono molesto.
Liam y Niall vieron al rizado muy sorprendidos, era algo extremadamente nuevo. Hasta donde ellos sabían, Louis trataba mal a Harry, se odiaban.
–Harry, ¿eso es cierto?– preguntó Liam, el chico asintió.
–¿Qué? ¿Y cuando pensabas decirnos?– soltó el rubio con el ceño fruncido.
–Paso ayer Ni, a esa hora ya estabas en tu tercer sueño.
–Pero... regresamos de vacaciones ayer, no puede ser posible ¿Cómo pasó?– Harry se sonrojó al recordar.
–Lo que no puede ser posible es que no te calles un segundo.– apartó con un brazo a Niall y tomó la mano de Harry para empezar a caminar.
–Lou, eso fue grosero.
–Me estaba irritando.
–¡Harry!– Louis gruñó y soltó la mano de su novio.– ¿Te irás sin nosotros? Esperanos.– Liam trotó hasta llegar a un lado de Harry y caminar de nuevo.
Louis iba a comenzar a caminar pero una mano en su hombro lo detuvo. Volteó a con Niall.
–Se que soy pequeño y debilucho pero si le haces un mínimo daño a Harry te juro que te arranco la polla Tomlinson.– advirtió.
Louis asintió y caminó hasta llegar a Harry y rodear su cintura. Niall, a distancia, suspiro y negó con la cabeza. Después de unos minutos corrió para alcanzar a sus amigos.
[1 año y medio después]
[H-19 / L-20]
–¡Louis, no! ¡Déjame!
Harry se levantó como pudo y trató de correr al baño pero se tropezó con una almohada en el piso. Sintió unos brazos levantarlo.
–¡No!– pataleo al aire.– ¡Bájame!
Fue tirado de nuevo a la cama, en cuanto los brazos a su alrededor lo soltaron trato de levantarse de nuevo y correr. Falló cuando fue jalado del tobillo y calló boca bajo en el colchón.
–¡Louis!– fue jalado hacía la otra punta de la cama y lo voltearon boca arriba con las manos encima de su cabeza y el cuerpo de su novio encima de él.
–Te tengo. Otra vez.– habló Louis con una sonrisa divertida.
–¡No es justo! Ni siquiera me diste tiempo de correr.
–Claro que si.
–Pero me tropecé... Por tu culpa.
–¿Mi culpa? ¿Acaso yo tiré las cobijas y almohadas al piso?– levantó una ceja.
–No... Aún así, sigue siendo injusto, me hubieras dado más tiempo para pararme.– hizo un puchero que provocó una sonrisa tierna en Louis.
–Podemos hacerlo de nuevo amor.– pasó dos dedos sobre los labios de Harry.– podemos intentarlo las veces que quieras.– le dijo provocativo a centímetros de su boca.
–No, ya me cansé y tengo hambre.– Louis asintió.
–¿Vamos a comer?– Harry se quejó.– Bien, ¿Pedimos algo?
–Mejor, quiero una amburguesa y papas fritas, si voy a engordar que sea siendo feliz.– Louis se quitó de encima con una risita saliendo de sus labios.
–No vas a engordar amor, solo... Ganarás un poco de peso.– agarró su celular para comenzar a teclear.
–Eso es engordar.– se sentó en el borde de la cama matrimonial.
–Listo, la comida llega en 20 minutos.– volvió a dejar su celular sobre el mueble.
–Lou... ¿Me seguirás queriendo si soy gordo?– preguntó con la mirada baja. Louis se acercó y se arrodilló frente a el.
–Te amare aún más, no me importa tu condición física, te amo igual.– agarró entre sus manos el rostro de Harry y lo besó.– además, no me quejaría si éstas bellezas doblan su tamaño.– pasó las manos por las piernas de su novio sacándole una risita.
Luego de unos minutos, el mayor fue a la puerta a recibir la comida.
–¡Hazz, a la cocina!
–¡Voy!
[Dos años después.]
[H-21 / L-22]
–Amor, ya llegué.– entró a la cocina y se sentó en una de las sillas de la barra.
–¿Por qué tardaste tanto?– le acercó un plato con comida.
–Estaba con Niall.
–Mmh ese idiota solo te...
–Louis, basta de ser malo con él, solo me cuida.– comenzó a comer.
–Yo te cuido.– recalcó el "yo".
–Niall también puede hacerlo.– Louis iba a decir algo pero Harry lo cortó.– Y ni una palabra más, es mi mejor amigo, además yo nunca me he quejado de Zayn.
El castaño guardó silencio, era una de esas ocasiones dónde Harry se ponía serio y le daba muy válidos argumentos para callarle la boca.
–También... También hablé con mi mamá.– Louis levantó la mirada.
–¿Y como está?
–Bien, me dijo que hoy salió con la mamá de Ni. Que se compró bonitos vestidos y que encontró algunas cosas que cree que te gustarán. También las compró.– sumergió la cuchara en su plato y luego la llevo a su boca.
–¿A mí?– Harry asintió.– ¿Por qué a mi?– el menor se encogió de hombros, luego tragó.
–Tal vez, sea una excusa para visitarla.
–¿Y no quieres visitarla?
–No lo sé, tal vez.
–¿Tal vez?
–Si amor tal vez, ya no quiero salir.– se puso de pie, fue a la nevera y sacó una jarra de agua, se sirvió en un vaso para luego volver a su asiento. Todo bajo la mirada de su novio sobre el.
–¿Y por qué no quieres salir? Es temprano todavía.– Harry levantó una ceja.
–Tengo un novio muy preguntón.
–Ya deberías estar acostumbrado.– Louis saco una cerveza de la nevera.
–Tu madre nunca se ha acostumbrado, seguiré sus pasos.– miró a Louis y le guiño.
–Entonces... Stella.– Harry suspiró.
–¿No puedo sacarte de un tema verdad?– tomó de su vaso de agua.
–No, que tenga algo para mi significa que ya me quiere.
–Bien, quería pasar tus vacaciones de otra forma pero está bien.– se comió lo último de su plato, luego se levantó y se acercó a su novio.
–Ni siquiera son vacaciones, es un "castigo".– rodó los ojos.
–Para mi lo son, puedo tenerte aquí todos los días a toda hora.– su mano subió al pecho de Louis.– Y, tal vez yo podría, agradecerte porque– dejó un pequeño beso en la mandíbula.– has sido muy bueno conmigo, me cuidaste mucho. Y creo que...– lo abrazó por el cuello y acercó su boca al oído.– Te mereces un premio.
Ahora pensaba seriamente si ir a casa de su suegra o quedarse a una buena sesión de sexo. Al pobre lo tenían en abstinencia desde que Harry tenía trabajo y llegaba cansado.
–Pero iremos a casa de mi madre si eso quieres. Iré a ducharme.– se dió vuelta y caminó moviendo las caderas.
Incitando a Louis a seguirlo, así que fue lo que hizo, llegó por detras, lo agarró de la cadera y lo pegó a el.
–Eres un tramposo por querer cambiarme así la conversación, pero te tomo la palabra amor, voy a reclamar mi premio y después iremos con tu madre.– cargó al amor de su vida al estilo nupcial bajo su risa y se metió a la habitación.
[Dos años y medio después]
[H-23 / L-24]
–¡Mi amor! Sabía que te haría venir.– abrazó a su hijo, luego siguió con Harry y le sonrió.– Hola cariño.
–Hola Kass.– le devolvió la sonrisa.
–Pasen, hice postre de limón y galletas.
Los tres se adentraron a la casa y fueron directamente al comedor. Algo que destacaba de la casa Tomlinson, eran las muchas fotos en las paredes. Era tan linda y muy hogareña, a pesar de ser muy grande en una colonia residencial.
Pasaron el rato entre la degustación del delicioso postre y una rica taza de té, entre pláticas sobre la vida de la linda pareja y las encantadoras vivencias de Kassandra.
Ahora se encontraban los tres sentados en la sala hablando sobre el tema más importante que habría en sus vidas.
–Entonces, ¿Como van los preparativos de la boda?– preguntó Kass.
–Bien.
–Mal.– Harry miro a su novio, frunció el ceño y tomó de su té.
–¿Como?– la mujer los miraba a los dos.
–Es... Algo complicado.
–Complicado por qué tú quieres.– aclaró Harry
–Amores no entiendo.
–Solo son los arreglos y elegir el salón para la recepción.– Louis miró alrededor aburrido.
–Oh, no se preocupen por eso, dejenmelo a mi, ya había pensado en algo y les va a encantar.– miró a Harry.
–Confío en ti, de todos modos puedes llamarme para lo que sea.– el rizado sonrió.
–Claro que si cariño, de hecho podemos ir juntos a ver el salón, te va encantar te lo aseguro, es precioso.
–Te creo, tienes un excelente gusto.
Louis observó a su futuro esposo y a su madre convivir, desde el inicio ella estaba encantada con Harry, y él con ella, eran una buena dupla cuando se trataba de chismes o en este caso, preparar su boda.
Lamentablemente no podría decir lo mismo de su padre, miró el reloj en su muñeca, ya estaba por llegar, tenían que irse, no deseaba cruzarse con él en esos momentos.
–Tenemos que irnos.– Louis se acercó a su progenitora, la abrazó y dejó un beso en su mejilla y fue por su pareja.
–Oh, ¿Por qué? Tu padre está a nada de llegar, pueden quedarse a comer.
–Mañana hay trabajo.– Kass rodó los ojos, siempre era lo mismo con su hijo.– es tarde.
–No puedes ignorarlo y darle la vuelta siempre, se quiere disculpar.– intentó retenerlo unos minutos.
–¿Y son sinceras o es obligado por ti?– la observó suspirar.
–Amor...
–No, no me sirve que lo obligues.– se dio la vuelta para caminar a la salida.
–Nos vemos Kass, me llamas.– exclamó Harry, que era casi arrastrado a la puerta.
–Hasta luego cariño. ¡Cuídense!– volvió a suspirar rendida.
[Un año después]
[H-24 / L-25]
El camino fue silencioso, el sentimiento de molestia sintiéndose en el aire. Al llegar Harry salió rápido del auto y cuidando que su falda no se alzara, fallando por su caminar rápido y el aire helado. Después de años aún le gustaba usar faldas, no con la regularidad de antes, pero lo hacía. Corrió a la entrada, el frío lo mataba, regañandose internamente por no haberle hecho caso a su esposo en ponerse los jeans.
Louis detrás de el, subiendo las escaleras del pórtico, con una sonrisa de lado por el espectáculo frente a el. Harry abrió la puerta, entró y de un momento a otro estaba siendo acorralado en la pared.
–Quítate Louis.
–¿Sigues enojado?– comenzó a dejar besos en el cuello de su esposo.
Rió al no recibir respuesta. Cuando quería, Harry se podía comportar como un niño berrinchudo y mimado, y él lo consentiría hasta que el berrinche se fuera. Dejó un último beso y levantó la mirada, el ojiverde la mantenía baja.
–Amor, mírame... Harry mírame.– levanto el mentón del chico haciendo que lo mirará, se acercó a sus labios.– Te amo más que a nadie y lo sabes, ese chico a lado de ti es nada, por qué tú eres precioso, lo único que amo en el mundo entero. Eres perfecto...– dijo sobre el ahora, puchero de Harry.– Eres bonito, mío, lo más hermoso que tengo, eres con quién decidí pasar el resto de mi vida así que no dudes jamás de que te amo. Y siempre lo voy a hacer Hazz.
Agarró entre sus dientes el labio de Harry, deshaciendo el puchero, para luego besarlo.
Y de la nada, el beso se hizo profundo, Louis bajo las manos a las piernas de su esposo para que las enredara en su cadera. Harry quitó el saco del castaño y lo tiró al piso, luego le comenzó a desabotonar la camisa y también la quitó.
El mayor reafirmó el agarre y camino a la habitación, tropezandose una que otra vez en las escaleras. Al llegar depósito al menor en la cama y le quitó el suéter junto con la blusa de abajo. Bajó al abdomen ahora un poco más rellenito y repartió besos ahí, rozando su lengua de vez en cuando.
El menor respiraba un poco agitado, el calor comenzaba a hacerse notar, había olvidado el frío característico de Londres en esas fechas. Sintió una mordida en el vientre, y sonrió, recordando lo que lo había hecho ir tan alegre al trabajo de su esposo.
Lo había estado pensando por mucho tiempo, desde esa plática de madrugada a unos días antes de casarse, ya había pasado un año y medio de eso.
Tal vez era el momento.
Tomo con sus delicadas manos el rostro de su esposo y lo acercó a él, lo besó profundamente y dijo sobre sus labios:
–Quiero un bebé Lou.
Cuando el castaño por fin pudo procesar lo dicho por Harry, sonrió y las lágrimas no tardaron en aparecer, besó a su bonito rizado y escondió el rostro en el cuello.
–Tendremos un bebé amor.– besó el lugar.– todos los que quieras.
[Tres años después]
[H-27 / L-28]
–Eli, a comer... ¿Bebé?– entró a la habitación, la cama estaba destendida aún y un par de juguetes estaban regados por el piso. Frunció el ceño y salió de la habitación.– ¿Eli?
Fue hasta su habitación, al entrar su cama igual estaba destendida, miró hacía la puerta del baño y ésta estaba abierta de par en par, entró, se paró en medio de la habitación con los brazos en jarra.
–¿Lou? Amor, ya está el almuerzo.– fue a la ventana, la abrió y vio hacia abajo, frunció el ceño, luego sonrió y negó.
Caminó por la habitación "buscando", se agachó para mirar debajo de la cama. Escuchó unos susurros, volteo a todos lados hasta dar al cuarto del closet, fue hasta ahí, caminando lento y silencioso, tomo la perilla y abrió la puerta rápidamente.
–¡Los encontré!– el grito de felicidad de un pequeño niño se escuchó por toda la casa, junto con algunas risas de los adultos.
Se escondian entre toda la ropa, Louis se encontraba parado con su hijo en brazos, que trataba de esconderse en el pecho de su padre mientras de su boca salían risitas.
–¿Que hacían ahí niños?– Harry habló, recalcando el "niños" mirando a su esposo.
–Nos escondíamos de tí, obvio.– habló Louis, dejando al niño en el piso.
–¿En serio?– preguntó con fingida sorpresa.
–Papi.– Eli jaló el pantalón de Harry, quien bajo la mirada a su hijo– ¿Ya comed... Comrde... Comemos?
–Si amor, vamos.– cargó al niño, fue a la puerta a punto de salir, retrocedió unos pasos y observó a su esposo a nada de meterse a la cama de nuevo.– También tú Lou.
Los tres bajaron las escaleras, en unos minutos se encontraban almorzando. Al terminar fueron al jardín, dónde "jugaban". Ese era de los pocos días que los padres tenían libres, ya que sus trabajos ocupaban mucho tiempo, pero Harry siempre estaba al tanto de su pequeño bebé, al igual que Louis.
El ojiverde comenzaba a sentirse cansado, fue al columpio y se sentó, balanceándose lento mientras sentía el aire pegar en su rostro y moviendo su cabello ondulado. Dirigió la mirada a su esposo y su hijo, que se encontraban aventándose una pelota, pretendiendo jugar fútbol. Dejó salir una risita cuando Eli anotó en la portería que su padre trataba de cubrir con esmero.
–Eliot, es una falta de respeto ganarle a tu padre.– un puchero apareció en la carita del niño.
–No es cierto Eli, puedes ganarle a tu padre, no es tu culpa que sea un mal perdedor.– una sonrisa burlona apareció en el rostro del menor.
–Papi pededor.– dió un pequeño brinquito mientras alzaba las manitas.
–Eliot, papá no es un perdedor.– el de rizos dejó salir una pequeña risita mientras se tapaba los labios con una mano. Louis sonrió.
–Vengan.– Dijo Harry, abriendo los brazos.
El bebé tomo entre su manita, tres dedos de la mano de Louis, mientras caminaban hasta el columpio. Louis se sentó del lado derecho, pasando su brazo por la cintura de su esposo, el niño sobre las piernas de Harry. El último pasó un brazo sobre la pancita de su hijo para sostenerlo. Louis comenzó a balancear el columpio suavemente.
Sentía los besitos que su esposo le daba en la mejilla, las caricias en la cadera, como Louis lo acercaba a su cuerpo. A su hijo jugar con sus manos, intentando contar sus dedos. Cerró los ojos y respiró profundo, el olor característico de su bebé, a loción suavecita y a las cremas, el de su esposo, la colonia varonil que usaba.
Eso era lo que toda su vida había soñado. Tener una familia unida, un esposo que lo amara por sobre todas las cosas, hijos que lo vieran como el mejor. Y ahora tenía mucho más de lo que pidió, no podía sentirse más pleno y feliz de lo que ya lo hacía.
Amaba su vida, era perfecta. Ahora tenía una familia por la cual dar todo y cuidarla.
– Lou, Eli.– habló bajito, recibiendo un "mnh" al mismo tiempo por parte de los mencionados.– Los amo.
–Yo amo a papi.– el bebé asintió a sus propias palabras.
–Amamos a papi Harry, Eli.– fue el turno de Louis de hablar.
Harry mantenía una sonrisa enorme, sus hermosos ojos vidriosos por lágrimas de felicidad, por qué no podía pedir más, era completamente felíz, y se lo agradecía a quien sea que le haya regalado ese destino.
No cabe duda que las almas gemelas existen, estas son para ser felices por toda la eternidad, por qué Harry creía que todo ser humano, por más malo que sea, merece un poco de amor y que allá afuera, el amor de su vida lo espera.
Él encontró al suyo, ahora nada ni nadie podría arrebatarle esa felicidad.
–Mios. Mi mundo.– Susurró tan bajo que, creyó, apenas escucharse él.
–Siempre tuyos mi amor.
Y tal vez Louis lo escuchó, haciendo una promesa silenciosa, dónde cada uno se jura amor, dónde se prometen estar juntos pase lo que pase.
Fin.
🍒
Espero les haya gustado esta breve historia, hice esto por que me ha pasado que cuando leo One shot's, me quedo con la intriga de saber que sigue, que pasa con los personajes después. Entonces hice esto.
Mejoré los episodios, agregue cosas, quite otras, espero el corazón que esta nueva versión de esta linda historia les guste. Fue creada desde el fondo de mi corazón y con todo el amor ❤️.
All the love, Pau. Xx.
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