Todo era una desgracia para ti en esos momentos...

Todo lo que te estaba pasando estaba mal, si materialmente estabas mejor que nunca, pero mentalmente... Era horrible la destrucción total que te dio la noticia de la boda del chico. No era como si nunca pasaría, pero siempre pensabas en las palabras "persona indicada, momento equivocado"

Pero no... Ahora solo eran momentos equivocados lo que te pasaba cada día, como ahora que estabas en el baño de un restaurante lujoso tratando de calmar tus nervios, ni siquiera sabías qué en la empresa que trabajabas estaba haciendo negociaciones con la empresa del chico. Apenas te habían dicho como iba a llegar unos minutos y ahora tenías que calmarte.

No es que lo ibas a volver a ver con lágrimas en los ojos sintiendo nostalgia y aunque quisieras, eso no iba a pasar.

Pero ahí estabas en ese momento, recibiendo a las personas de la otra empresa y viéndolo nuevamente, que había pasado que ahora te sentías nuevamente como la adolescente en su momento que volvía a ver a su amado.

[Nombre; edad (24-26); bias]