No tardaron mucho en alistarse y en cuanto estuvieron listos salieron de la casa tomados de la mano felices y con ánimos por lo que harían en el día, una vez llegaron a la playa decidieron sentarse a admirar la vista que tenían, era hermosa, no había necesidad de decir nada, era agradable el momento que estaban teniendo, pasaron aproximadamente unos veinte minutos cuando Carla decidió hablar.

Carla: Oye Zack.

Zack: ¿Que sucede?

Carla: Ya casi son las fiestas, se están acercando y quiero ir a visitar a mis padres y me preguntaba si tú... ¿Quieres ir conmigo?

Zack: No lose Carla, no sé a quien me encuentre ahí.

Carla: Por favor, acompáñame, así podrías visitar a tu familia y tal vez los chicos también vayan, hace mucho que no los ves tampoco.

Zack: De acuerdo, de acuerdo, tu ganas, te acompañaré, siempre y cuando tú también me acompañes a ver a mi familia.

Carla: No tienes que preguntarlo, claro que iré, gracias, gracias, gracias.

Zack: Por nada, ahora vayamos a disfrutar del mar, el último en llegar invita la comida.—dice poniéndose de pie rápidamente—

Carla: Oye eso es trampa!—dice poniéndose de pie siguiéndolo—

Ambos iban riendo y corriendo como si se tratara de niños pequeños jugando, en cuanto llegaron al agua comenzaron a lanzarse agua disfrutando de lo fresca que estaba el agua.

Paso muy rápido la tarde, entre risas y compañía el uno del otro, estaban más que felices, después decidieron que ya era hora de regresar a la casa y fueron caminando lentamente por la playa disfrutando de la mutua compañía

En cuanto llegaron a la casa decidieron que no habría cena pues habían comido bastante, así que optaron por acostarse y disfrutar de una película, un excelente plan para ambos antes de ir a dormir, cuando menos lo esperaron se habían quedado completamente dormidos.