
1. Campamento Mestizo
Alexandra Jackson
—No es justo, ¿por qué tienes que irte? Me prometiste que pasaríamos juntos todo el verano —miré triste a Percy, me dolía demasiado dejarlo, pero debía ir al Campamento, y no era porque yo quisiera ir. Mamá pensó que ya era el momento, pero todavía a Percy no le diríamos nada.
Iba a hablar, pero mamá lo hizo primero.
—Percy, ya lo hemos hablado, tu hermana tiene que irse —le habíamos contado a Percy que era un internado y debería pasar ahí un tiempo, algo que no le pareció nada bien a Percy. Después de todo, los dos éramos demasiado unidos.
—Quiero que Lex se quede, mamá, no dejes que se vaya —me acerqué a él para abrazarlo y por un momento pensé que se alejaría porque no estaba muy feliz con la idea de que yo me fuera.
Pero se aferró a mí.
—Por favor no te vayas, dijiste que te quedarías conmigo —susurró él sin soltarme en ningún momento, se me rompía el alma escucharlo de esta manera
Es obvio que no quería irme, pero tenía que hacerlo. Estaba segura de que en unos años él estaría también ahí conmigo y seguramente yo vendría a pasar unas semanas con él, si es que el Campamento u otra cosa tenía planes para mí.
—Te prometo que siempre que me necesites yo estaré para ti, no importa la hora o el sitio, siempre estaré ahí por si me necesitas —susurré separándome un poco de él, y saqué de mi bolsillo un collar, era algo simple, pero nos ayudaría a comunicarnos.
Él miró todos mis movimientos y yo con cuidado le puse el collar.
—Si me necesitas, solo toca el collar y di mi nombre, no voy a tardar y voy a volver para ayudarte en todo lo que necesites. Eres más fuerte de lo que crees Percy y estoy muy orgullosa de ti y me llena de orgullo ser tu hermana. Simplemente, sé tú porque esa es tu esencia, y te quiero muchísimo —le dije con lágrimas en los ojos. De reojo pude ver a mi madre limpiarse alguna lágrima.
Sabía que ni siquiera mi madre quería que me fuera y era algo entendible, pero debía ir, aunque yo tampoco quisiera, era algo que debía hacer, además, no estaría siempre.
—¿Volverás? —susurró Percy viéndome con lágrimas en los ojos.
—Siempre que me necesites, puedes llamarme, ¿vale? —él asintió abrazándome de nuevo.
—Te quiero mucho Lex —sonreí abrazándolo.
—Yo te quiero mucho más, de mí no te vas a librar tan fácilmente. Seré una garrapata pegada a ti, te guste o no —sentí como asentía.
Una vez que nos separamos me acerqué a mi madre para abrazarla con todas mis fuerzas.
—Eres la mejor madre del mundo, ¿lo sabes? Gracias por estar siempre para nosotros en todos nuestros momentos, tanto importantes como los que no fueron tanto —ella soltó una pequeña risa sin dejar de abrazarme.
—Siempre voy a estar para vosotros sin importar nada, sois mis pequeños tesoros y quiero que sepas que estoy muy orgullosa de ti. Tal vez sientas que no he estado tanto para ti, pero si vi todo tus logros y estuve ahí. Siempre sentí que tú podías sola con todo, pero también sabía que si no podías con algo yo estaría ahí para ayudarte en todo momento, lo sabes, ¿no? —asentí dejando caer algunas lágrimas.
No sabía lo que me depararía el campamento y ni siquiera sabia si estaría bien ahí, pero debía intentarlo. Sinceramente, prefería estar con mi familia, pero mi padre tenía otros planes. Nunca entendí muy bien por qué los Dioses podían ser unos idiotas, ¿pero quién era yo para juzgar?
—Lo sé mamá, en serio no tienes que darme explicaciones. Sé que siempre que te necesite vas a estar ahí para ayudarme en todo. Siempre he sabido que estabas ahí, así que gracias por ser la mejor madre del mundo. Aunque ya te lo he dicho hace nada —los dos soltamos una pequeña risa.
Ella se acercó a mi oído.
—Tu padre está abajo esperándote —asentí ligeramente, ninguna de las dos queríamos que Percy se enterara, o al menos no todavía.
No era la primera vez que lo vería, es más, ya lo vi una vez disimuladamente y ni siquiera entendía por qué no podía vernos, después de todo era nuestro padre. Aunque sinceramente estaba bastante resentida en ese aspecto, porque no era justo para Percy. Nuestro padre al menos debía estar en la vida de él, pero ni siquiera eso podía hacer. Mamá me lo explicó, pero eso no hizo que sintiera lástima o algún otro sentimiento relacionado.
Me importaba poco, su hermano, nosotros éramos sus hijos, Percy lo era, lo menos que podía hacer, era tomar un poco de responsabilidad.
Si en el campamento me decían algo sobre él, estaba segura de que mataría a alguien.
Sé que tenía que ir al Campamento Mestizo, pero ya me había retractado, quería quedarme con mi verdadera familia.
—Te quiero mucho mi pequeña guerrera, eres lo más bonito que tengo junto a tu hermano y sois las luces de mi vida. No olvides que siempre que las cosas se pongan mal, yo voy a estar ahí para ti. No importa lo que pase, los tres somos una familia y siempre estaremos juntos, aunque tú te vayas —murmuró ella abrazándome más fuerte—. No dejes que te cambien cielo, tú eres increíble tal y como eres.
—Obvio, soy una Jackson —ella se separó un poco de mí para verme con una sonrisa.
—Exacto... Pero sobre todo eres Alexandra, eres fuerte y una guerrera que no necesita de nadie para demostrar de lo que es capaz. Haz que siempre te sientes orgullosa y ve a cumplir todo lo que desees. No dejes que ellos te intimiden, no dejes que ellos puedan tener poder sobre ti.
Asentí.
—Bien —ella se limpió las lágrimas—. No puedo creer que tenga que dejarte ir.
—Estaré bien mamá, te lo prometo —ella asintió con una sonrisa.
—Lo sé mi vida —sonreí viéndolos por última vez, yendo a por mi pequeña maleta.
Ni siquiera estaba segura de dejarlos con Gabe, un patán de primera que solo sabía estar sentado viendo estupideces.
Ojalá algún día tuviera la oportunidad de darle una patada en el culo y sacarlo fuera. Maldito desgraciado.
Hombres todos iguales.
¿Es que acaso no había un buen hombre para mi madre? Ella era un alma pura y los hombres que entraron a su vida, eran unos malditos idiotas, solo entraron dos, pero era suficiente para catalogarlos de esa manera.
Mi madre se merecía lo mejor del mundo y eso esperaba que fuera pronto.
Me despedí de ellos por última vez y salí del piso para bajar y encontrarme fuera a mi progenitor. No estaba para nada ilusionada, pero según mamá, él sería quien me llevaría al campamento. Sinceramente, no entendía del porqué ni mucho menos me comería la cabeza por ello. El problema sería con su hermano, el amargado, yo no tenía la culpa de nada. Así que sí quería ser mi escolta, perfecto.
Pude ver como me estaba dando la espalda y pude notar como movía su pie nerviosamente. Volteé los ojos para salir del edificio y rápidamente se giró para verme con una pequeña sonrisa. Tenía unas flores en su mano izquierda y seguía tal y como lo recordaba.
—Lex.
Mi viaje apenas comenzaba y hasta ahora lo único que quería era volver con mi familia.
NOTA DE LA AUTORA
¿Qué os ha parecido el primer capítulo?
Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es lvprongs también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia yo encantada de verlos #alwayswattpad ❤
Os amo❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro