Podía asegurar que era la cena más incómoda que había tenido en toda su vida.

Había atinado, su padre había traído una nueva novia a la casa, no le importaba y tampoco le molestaba, su padre estaba en todo derecho de volver a buscar pareja.

Sin embargo, el hecho de tener que estar fingiendo ser otra persona le asqueaba de gran manera, no estaba acostumbrada a la buena actitud que demostraba su padre hacia ella y hacía un gran esfuerzo para no hacer una mueca ante esto.

—¿Quieres más comida, cariño? —preguntó su padre, no alzó la mirada, lo más seguro le había hablado a su novia—, ¿Chaeyoung? —ahí vió a su padre.

—Perdona, andaba perdida en mis pensamientos —sonrió tensamente viendo a su padre sonreírle—, no gracias, así estoy bien.

—Pero casi no has tocado tu comida —comentó Skylar, una americana que estaba en Corea por el puesto de secretaria que había conseguido en la empresa de su padre.

Cliché.

—Es que comí bastante en la tarde —mintió viendo como la mujer asentía con la cabeza.

Durante el tiempo que estaba la mujer en la casa, la había tratado de buena manera, aunque no sabía si es por la presencia de su padre, lo más seguro fingía y terminaba siendo la madrastra malvada.

O tal vez veía muchas películas y se estaba volviendo paranoica.

Lo más seguro era esa última opción. Trataba de no hablar mucho, no quería sonar tosca o grosera y ganarse un golpe de su padre.

Su cabeza aún dolía por el golpe con el libro, no era algo que sucediera a menudo gracias a su falta de comunicación con su padre pero si fue algo muy presente en su infancia.

Nunca recibió algún amor paterno y menos un amor materno, siempre fue ella sola.

Eso hasta que su padre la llevaba a dónde sus abuelos los fines de semana, esos días se sentía amada de gran manera, sentía el amor que su padre no le daba.

Siempre esperaba con ansias los fines de semana para ir a ver a sus abuelos, pero todo paró cuando su abuelo enfermó y falleció, las visitas no eran tan a menudo.

Su padre se negaba a volver a aquella casa, le había dolido bastante aquella muerte, por lo cual, Chaeyoung a cortar edad comenzó a usar el transporte por su cuenta sin importarle si le pasaba algo en el camino, para ella era más importante su abuela que pasaba por un mal momento.

Y así fue siempre hasta que su padre decidió irse del país a Corea, se había despedido de su abuela prometiendole que apenas entrara en vacaciones iría a visitarla.

Por lo cual, tenía de objetivo conseguir trabajo y ahorrar dinero para cuando tenga vacaciones de la escuela ir hacia allá.

Chaeyoung miraba su comida con desgano, no tenía ganas de comer, algo que era bastante raro en ella, pero no se sentía cómoda, y no por la presencia de la americana.

Era por su padre, su padre la ponía incómoda, le incómodaba cómo su relación era no hablarse a estar en una mesa soltando chistes como si así fueran de toda la vida.

Eso le incómodaba, miró a su alrededor para ver cómo los adultos habían finalizado de comer por lo cual se levantó.

—Iré a lavar los platos —anunció para recoger los platos y dirigirse a la cocina.

Apenas entró, soltó un suspiro mientras sentía sus músculos aliviarse, su cuerpo se volvió liviano y su respiración se volvió calmada, realmente se encontraba muy tensa en aquella mesa.

No le gustaba lavar los platos, algo que odió de la cocina era lavar los platos, pero sabía que su padre no la dejaría ir a su habitación así que aprovechó esa oportunidad de liberarse de aquella situación.

Por lo cual comenzó a lavar los platos escuchando las risas de su padre y de su novia de fondo, una mueca se formó en sus labios.

Se preguntaba que se sentiría ser amado por alguien que no sea tu familia.

Esa pregunta siempre rondaba su mente, nunca había tenido una relación, nunca había sentido algún tipo de atracción sexual hacia un hombre o hacia una mujer.

No sabía si le gustaban los hombres o las mujeres, nunca había tenido pareja y no se sentía atraída por ninguno de esos dos géneros, por lo cual no sabía su orientación.

¿Heterosexual?

¿Bisexual?

¿Lesbiana?

¿Asexual?

Se sentía más identificada con el último, la atracción sexual es algo que nunca le llamó la atención, no sentía lo que otros sentían con sus parejas o hacia alguna persona en específico.

Nunca había dado su primer beso y no se sentía cómoda cuando alguien le tocaba así fuera sin querer.

Siempre le incómoda aquel acto, y su mente viajó hacia la pelimorada que cada vez que la veía la tocaba.

Kim Jisoo.

No entendía cuál era el afán de tocarla, no entendía la confianza que le tenía para hacer tal cosa.

Sabía que Jisoo sabía que no le agradaba el contacto físico, se lo había hecho saber al siempre evitar aquello pero de alguna manera siempre se las ingeniaba para hacerlo.

Definitivamente, Kim Jisoo era lo contrario a Park Chaeyoung.

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¡Holaa!
Espero que hayan tenido buen fin de semana.

Espero que les esté gustando la historia, si no es así, por favor díganmelo.

Acepto críticas.

Espero y se estén cuidando, nos vemos el domingo.

<3