¿Conoces ese sentimiento que te presiona el pecho, que hace que tu respiración sea entrecortada y que duele a morir cuando escuchas la respuesta a tus sentimientos, a los sentimientos aprisionados durante tanto tiempo? Así es como me sentí hará un año más o menos. Tomaron mis sentimientos en un puño y los estrujaron hasta dejarme sin lágrimas. Después de declararme, las cosas volvieron a ser poco a poco tal y como eran al principio, éramos mejores amigos por aquel entonces, y continuamos siéndolo hasta... hasta que llegó ella.

Ella era la novia actual de Jimin, una chica preciosa, pero a la vez falsa, superficial, e irritante. Llevaban dos cortas semanas saliendo, tiempo suficiente para demostrarme el hecho de que tenía el súperpoder de perforar tímpanos con el uso de su chillona voz. Todo en ella me irritaba, su voz, la forma en que tocaba su cabello como si estuviera bañado en oro, la forma en como movía las manos, la forma tan peculiar que tenía de caminar contoneando sus caderas, casi llegué a pensar que se le había descolocado la cadera por como andaba, incluso su forma de respirar me irritaba.

Suspiré. Era la hora de la salida y Jimin se estaba atrasando más de lo normal, ¿qué demonios estaba haciendo?, sabe perfectamente que siempre le espero para ir juntos a casa puesto que su apartamento se encuentra en la calle de al lado de mi casa. Jimin se había mudado hace más o menos dos años, dijo que ya era adulto y necesitaba su espacio, pero estoy segura de que hay un motivo oculto tras su decisión.

Y por fin, Miss Contoneo De Caderas aparece echa una furia, saliendo a paso rápido de la escuela, como si la vida le fuese en ello, pero... algo pasaba. Se dirigía a mí, mirándome fijamente, mirándome con odio. Observé cómo Jimin aparecía andando de igual manera detrás de ella, ¿a caso estaba haciendo otra de sus pataletas?. De repente, un tirón de pelos, mis ojos se ensanchan por la sorpresa y escucho de su irritante boca salir gritos maldiciéndome. Puta loca. Finalmente, consigo reaccionar. Tomé su brazo y tiré de él, consiguiendo arrancarme a mí misma algún que otro pelo sin importancia, y haciendo que me soltase al sentir la presión del agarre, a pesar de la poca fuerza que poseo, conseguí retorcer su brazo, haciendo que girase como acto reflejo, quedando de espaldas a mí. Para cuando miro al frente, por encima de su cabeza, Jimin ha llegado a nosotras, la empujo contra él, soltándola de una vez por todas y resoplando para apartar los mechones que caen por mi rostro. La chica sale corriendo entre llantos y Jimin se queda paralizado, observándola desaparecer por la puerta de la escuela, y alternando la mirada de la puerta a mí. Resoplo de nuevo, algo cansada por el repentino alboroto.

-Ve con ella, te esperaré aquí para irnos juntos - dije mientras me sentaba en el bordillo que había pegado a la pared, reposando el peso de mi espalda y mi cabeza en ella. Lo único a lo que no estaba dispuesta a renunciar en la vida, era a Jimin. En los momentos en que mi mundo parecía derrumbarse, no era mi familia la que estaba ahí; no era mi madre, que pasaba su tiempo libre en citas bobas que luego tendrían el mismo final; no era mi amiga del alma, que prefirió creer las mentiras de la pareja que la engañaba con otra; y no era mi padre, quien nos abandonó a mi madre y a mí pocos meses después de quedar embarazada; no, no era ninguno de ellos, era Jimin, la única persona en el mundo en la que podría apoyarme incluso cuando tuviesemos tontas discusiones, y no iba a renunciar a eso. Noté cómo se acercó a mí y dejó caer su peso a mi lado -. Deberías ir, estaba llorando - aconsejé, a pesar de que mi parte egoista pedía a gritos que se quedara conmigo. A diferencia de esa chica, yo no iba a ponerme a llorar así cómo así, mi mundo se derrumbaba a veces, sí, como el de cualquiera, pero eso no quería decir que fuese débil y llorara por cada pequeñez.

-Ella se lo buscó - se encogió de hombros.

-Romperá contigo y comenzará a esparcir rumores sobre el mal novio que eres - dije, acompañando el comentario de una breve risa.

-Bueno, para eso te tengo a tí, seré mal novio pero buen amigo - sonrió y pasó su brazo por mi espalda, apretándome contra él y dejándome sentir el calor de su cuerpo -. Además, ya no somos novios.

-¿Por fin te diste cuenta de que era una superficial? - pregunté indiferente a si la pregunta le hacía sentir incómodo o no. Suspiró y apoyó la cabeza sobre la mía, que se encontraba apoyada en su hombro. Asiente contra mi cabello y encoge el cuerpo -. No sé cómo has podido estar con ella...

-Solo quería olvidar lo que me rondaba la cabeza.

-¿Qué te rondaba? - pregunté curiosa, Jimin no tiene muchos secretos conmigo, pero los pocos que tiene parecen ser muy grandes. Niega con la cabeza, haciendo que suspire. Cuando dice que no, es que no, por mucho que insistas.

-¿Debería pagarte el implante de pelo? - preguntó con una amplia sonrisa.

-Ja ja - reí sarcástica mientras ponía los ojos en blanco, Jimin comenzó a reír, y de algún modo, repercutió en mi risa, contagiándomela. Tras un momento, la risa cesa y para cuando nos miramos, nuestros rostros se encuentran a centímetros el uno del otro. Jimin me aprieta el brazo con la mano y me hace despertar. Me aclaro la garganta y me levanto, sacudiéndome el trasero -. ¿Vamos a casa?

[Gracias a fallen_1004 por mostrarme como hacer una llave de Taekwondo en defensa personal ❤]