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You ... my favorite moment

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7 de junio. 10:47 horas. Residencia Lindberg. San Francisco, California

Sinceramente, amo las mañanas, amo la calidad que adopta la luz antes del mediodía, es espectacular, recuerdo una mañana en la que tuve un desayuno familiar al aire libre, fue un verdadero desastre... pero, lo único que lograba hacerme sonreír de vez en cuando, eran los lindos colores que tenían las Bugambilias y los Tulipanes que tenía cerca mío, me distraje tomando algunas fotos por un largo rato, el clima era perfecto, y, el ambiente de los restaurantes es algo, ya saben, un poco bullicioso, pero agradable, me gusta mucho ese recuerdo

Aunque, lo lindo de las mañanas, al menos desde mi punto de vista, es que, son el inicio de un nuevo día, y se suele experimentar algo parecido a la euforia, yo, desde siempre, he tenido una sonrisa hasta para las cosas más insignificantes, por lo que, al menos en ese momento del día, quizá mi amabilidad y felicidad, sean demasiadas, en fin....

El joven pelirrojo, Camus, estaba haciendo su mejor esfuerzo por mostrar una linda sonrisa, y aunque eso era demasiado tedioso como para hacerlo todo el rato, era necesario, después de todo, el perfecto plan que tenía con Afrodita se basaba en fingir todo lo posible, y eso a él se le daba muy bien, vivir 19 años rodeado de personas falsas, o "plásticas", como él y su hermano solían decir, le había dado algo de, llamémosle "experiencia", o al menos algo parecido

Afrodita caminaba a paso rápido, había llegado algo tarde, bueno, seamos sinceros, no es como que haya sido mucha su demora, 17 minutos no es la gran cosa... aunque bueno, al parecer para los padres de este y el francés, Mystoria Fluorite, quizá su tardanza fue demasiada, después de todo, "La puntualidad define a una dama", según los pensamientos de los tres adultos ahí presentes

Todas las miradas voltearon hacia él, las risas cesaron, y unas cuantas sonrisas también — Buen día — Había dicho con una gran sonrisa, y un ligero movimiento de muñeca el peli celeste

Mystoria lo, bueno, "la" veía con indiferencia y aires de superioridad, mientras que sus padres, más específicamente su madre, Cardinale, parecía enfadada, la pálida piel de sus mejillas estaba algo roja, y sus hermosos ojos cual jade miraban a su primogénito con una pizca de enojo, su padre, Écarlete, simplemente miraba a su hijo sin expresión alguna, y Camus, quizá por inercia sonrío, o bueno, no precisamente, fuera de su perfecto plan, él de verdad apreciaba a Afrodita, lo veía como un amigo, bueno, "una amiga" para él — Buenos días, ¿Dormiste bien? 

Todos los ahí presentes le habían dicho un "buenos días", pero el único que sintió sincero fue el de Camus — Sí, bueno, más o menos, ayer fue un día muy cansado — Tomó asiento en una de las hermosas sillas de madera albina que yacían distribuidas alrededor de la mesa

— Y sobre eso, Camus, Mystoria, ¿disfrutaron la salida de ayer? —  Preguntó con su hermosa y fina voz la rubia

— Por supuesto, todos los lugares que visitamos fueron hermosos, personalmente, había escuchado hablar de la belleza del Golden Gate, pero nunca pensé que esta fuera tal, que deleitara tanto con la más mínima mirada —Dijo Camus

— La verdad es que, superó mis expectativas, me tomó por sorpresa la arquitectura de cada edificación... es una linda ciudad — Al parecer, Mystoria se había dignado a hablar 

— Oh, vaya, me alegra oír eso, y más viniendo de ti —   Dijo la rubia, para terminar aquella frase con una corta risita, misma a la que el mencionado respondió con una mueca y una leve vuelta a sus ojos

Al parecer todo iba yendo de maravilla, la comida era exquisita y perfecta para la ocasión, el ambiente no era el mejor, pero al menos era levemente agradable, las sonrisas y expresiones aunque eran fingidas, parecían tener un leve toque de sinceridad, o de algo parecido a una verdadera emoción... pero claro, obviamente las risas no llegaron a ser exageradas, puesto que, como una vez Cardinale en una de sus casi interminables lecciones de etiqueta le había dicho a su hijo de, en ese entonces una larga cabellera rubia, "¡Afrodita!, ¿Qué va pensar la gente?, una dama, o bien, una persona no debe reír a carcajadas, no es de buena educación"

La primavera estaba terminando y eso mismo impulsaba la libre lluvia de pétalos provenientes de grandes cerezos o bellas jacarandas, hablaban de temas triviales, tales como la carrera que se encontraba estudiando el menor de los comensales, el trabajo de los tres mayores... bueno, más específicamente del trabajo de los padres de Afrodita

 Resulta que a la pareja Lindberg Bloeme le pertenecían los muy prestigiosos estudios de rodaje "Vilda blommor", esta noticia fue algo inesperada para el francés menor, según recordaba, efectivamente, los progenitores de "la" peli celeste eran dueños de un reconocido estudio de filmación de largometrajes, sin embargo, en los escasos días que llevaba en aquella gran residencia, no le había cruzado por la mente la idea de que estos se encontraran trabajando, y mucho menos una vez ya casi entrado el verano, época de descanso laboral

Camus estaba levemente intrigado por eso, por lo que lo único que hizo fue masticar en silencio un delicioso panecillo sabor vainilla que, minutos antes  yacía reposando en una pequeña bandeja de reluciente plata fina frente suyo, y centrar toda su atención en él hombre pelirrojo, la rubia solo hablaba ocasionalmente, según lo que ambos decían, estos poco tiempo antes habían terminado de contactar con la mayor parte del equipo de trabajo que se encargaría de sesiones de fotos, publicidad, y teasers de la película que se encontraban produciendo

Cardinale mencionó que, hasta ese momento, ninguno de los dos ni de sus allegados, habían podido establecer contacto con uno de sus fotógrafos ni diseñadores gráficos, lo primero, solo sorprendió aún más al francés, y alteró ligeramente al padre de este, previamente Mystoria y Écarlete  tuvieron una leve discusión sobre eso aquel día que él y su hijo habían llegado de la hermosa Francia a dicha ciudad norteamericana, y aunque a este no le parecía del todo bien que su hijo decidiera hacer tal cosa, sabía que de una u otra forma sería un ligero lazo más entre la familia Fluorite y la Lindberg, por lo que terminó aceptándolo... a medias

Lo que de una u otra forma se notaba que insinuaba la rubia, desconcertó a Afrodita, pues él sabía que el trabajo de sus padres era un tema casi intocable en su casa, muy pocas veces sus padres se dignaban a hablarle de eso a él, sintió algo de recelo hacia el pelirrojo por ser alguien de mucha más confianza que él mismo para la pareja... pero decidió dejar esos pensamientos inmaduros de lado y concentrarse en una sola pregunta, "¿Por qué?", "¿Por qué extrañamente le harían una propuesta al francés para ser el fotógrafo de las sesiones de fotos de dicha filmación?"

El peli celeste recordó una cosa, una cosa que había sucedido hace ya, poco más de 17 años atrás, algo que le había cambiado su propia vida y la de una persona, o bueno... una familia más, lo recordó todo, los llantos del rubio y el daño que este se infringía a si mismo debido a aquello, escudándose en el "Tengo que ser más fuerte" que salía de los labios rosados del mayor cuando eso sucedía, Afrodita solo pudo apretar los dientes y cerrar los puños con todas sus fuerzas... se había enojado, y demasiado diría yo

Sus muchos pensamientos no lo dejaron escuchar nada más acerca del tema, solamente veía como el pelirrojo francés parecía alegre y entusiasmo por la noticia que le había anunciado la rubia segundos antes, esta sonreía dulcemente, de hecho, muy pocas veces, por no decir que sólo dos o tres, había visto a la mujer sonreír de esa manera, por su parte, Mystoria parecía ligeramente alegre, pero indiferente y distante como siempre, Écarlete sonreía extrañamente, bueno, siendo sinceros, todo era extraño...

El día anterior a ese, cuando los cinco habían ido a dar un recorrido turístico por la gran ciudad, Cardinale pudo notar lo bueno que era el pelirrojo con la cámara, ya que este podía captar la belleza y simpleza de las cosas con tan solo capturarlas en una foto, o una toma, y, de hecho, las que había tomado, no estaban para nada mal, y era de esperarse, pues la fotografía urbana es de las más increíbles y de las favoritas por parte de la audiencia, las ciudades al ser la unión de distintas culturas, intereses y gustos, ofrecen una gran gama de escenarios distintos, pero armoniosos entre sí, en una metrópoli como lo viene siendo San Francisco, las muchas calles, callejones, avenidas, plazas, museos, monumentos y rascacielos hacen una combinación impresionante, aunque claro, cabe destacar un punto extra, la hora del día, tanto en la fotografía, como en obras pictórica, las luces y sombras, siempre juegan un papel importante, los colores son lo que le dan la vida a una imagen, estos varían según la hora del día, el crepúsculo que esté ocurriendo en aquel momento, y al parecer Camus sabía jugar con las tonalidades, con los claroscuros, eso llamó la atención de la rubia

Al ya muy mencionado pelirrojo se le notaba demasiado emocionado, tenía dibujada una hermosa sonrisa en sus delicados labios, radiaba alegría de tan solo verlo, supongo que tu primer proyecto, o trabajo en el que te pidan participar, es realmente importante y emocionante, cualquiera estaría así de feliz

Antes de que el menor pudiera darle una respuesta a la señora Lindberg, el padre de este intervino con la ya muy conocida y hasta anticuada frase de "Tenemos que hablar", el joven francés solamente pudo soltar un suspiro casi inaudible y mirarlo de mala gana, pronunciar un "Si nos disculpan", para así, levantarse de su asiento y seguir al mayor hacia donde fuera que lo dirigiese

En cuanto los dos franceses abandonaron la meza el silencio se tomó la libertad de reinar aquel agradablemente falso ambiente que se había formado hacía pocos minutos antes, la madre del peli celeste seguía con una pequeña sonrisa formada en sus labios, y su padre simplemente sorbía un poco de café de la taza que tenía en manos, era el momento de que le explicaran lo que sea que insinuaban con la propuesta que habían decidido hacerle al pelirrojo

Estaba algo nervioso por la reacción que probablemente podrían tener sus padres, pero eso no importaba, quería respuestas, y esta vez las obtendría antes de siquiera derramar una mísera lágrima cristalina — ¡¿Me pueden explicar qué están haciendo?! — Había golpeado la meza con todas sus fuerzas, haciendo que la rubia diera un salto del susto

 — ¡Dios santo, Afrodita!, ¿Qué ocurre? — Habló su madre mientras trataba de calmar su respiración

— ¡¿Qué ocurre?!, ¡¿Quieren destruir otra familia?!, ¡La última vez que le hicieron una propuesta de ese tipo a alguien, ambos terminaron muertos! — Todas las escenas y discusiones que presenció sobre aquel incidente surcaron su mente, junto con su adorado pariente llorando como un loco, estaba al borde del llanto

— ¡¿Qué?!, ¡¿De qué hablas?! — Cardinale empezaba a enojarse, o bueno, preocuparse, muy pocas veces había visto a su hijo así

— Por favor, ¿Qué ocurrió aquél 30 de junio de hace 17 años?, ¡¿Siquiera lo recuerdas madre?! — Gritaba entre lágrimas el menor, odiaba recordar eso, esa no había sido una buena época ni para él, ni para nadie

Écarlete, que hasta ese momento había permanecido en silencio absoluto, al escuchar el último comentario del menor... se quedó helado, y al parecer, la rubia había hecho lo mismo que este, por supuesto que no lo habían olvidado, de hecho, no había día en el que no pensaran en aquella pareja de la que alguna vez gozaron de su amistad y compañerismo, solo que, no les gustaba la idea de recordar aquella horrible tarde veraniega de junio, no era algo precisamente lindo

La rubia sabía que su hijo quizá podría tener razón al estar enojado, pero no por eso iba a permitir que dijera cosas sin sustento alguno — Entiendo tu molestia, pero lo de Céline y Lugonis no fue culpa nuestra Afrodita — Trataba de tranquilizar su respiración, no le gustaba que las demás personas, y mucho menos alguien tan importante en su vida como su hijo, la viera derramar lágrimas

— ¡No te atrevas siquiera a pronunciar sus nombres!... supongamos que no lo fue, pero por ustedes, por la ilusión de que ambos pudieran hacer que una joven cumpliera su mayor sueño, por eso subieron a aquella estúpida limusina — Ahora estaba usando palabras ofensivas, estaba perdiendo el control de tantas lágrimas que hasta ese momento había derramado

Ninguno de los mayores dijo nada

— ¿Y saben qué pasó minutos después?, un niño de poco más de 6 años solo pudo quedarse en su casa llorando como loco cuando la noticia fue anunciada en la televisión...— Lloraba silenciosamente, pero fue interrumpido por su padre

Un estruendoso grito resonó por casi todo el jardín — ¡Cállate! — Al terminar dicha sentencia, limpió las pocas lágrimas que tenía en el rostro

El menor volteó hacia su dirección y lo miró incrédulo — Lo de Camus solo fue por el talento que tiene y nada más por eso, lo de tus tíos es algo completamente diferente, no tienes por qué mencionar sus nombres en todo esto... ¿Te queda claro jovencita? — Concluyó, para seguir sorbiendo el café de aquella pálida taza de cerámica fina

No dijo nada, ya tenía tiempo que había visto a cierta persona caminar de aquí para allá en los al rededores del jardín, además, si lo que su padre había dicho era cierto, Camus estaría demasiado ocupado, tendría que hacer quizá alguna prueba o algo parecido para convencer a sus padres de que las fotografías promocionales de su filme serían espectaculares, se le veía demasiado entusiasmado, por lo que no quería arruinarle el día haciendo dicha discusión con sus padres, aún más grande de lo que ya era, además, ya tenía tiempo queriendo hacer lo que estaba a punto de suceder, ya lo tenía preparado, simplemente había que ir a la oficina de correos para poder enviárselo a su destinatario

Terminó de tomar el delicioso té de frambuesa que le habían servido varios minutos atrás, tomó la servilleta en la que se encontraban reposando sus finos cubiertos de plata, y en ella puso unas cuantas galletas de almendra espolvoreadas con azúcar glass, para luego envolverlas en forma de un pequeño bulto lleno de delicias azucaradas, estas eran de sus favoritas, además, creo que es más que obvio que no iba a dejar que nadie más comiera

Estaba dispuesto a levantarse de su asiento, aunque claro, no sin antes decir unas cuántas palabras, "Madre, tú elegiste el menú, ¿cierto?, estuvo delicioso, provecho, padre", dijo mientras hacía una ligera reverencia, ante los mayores, su voz estaba impecable, era tan dulce y encantadora como siempre, ni siquiera llegaba a parecer que minutos antes había llorado y gritado como un histérico

— Ah, cierto, casi lo olvido, cuando Cam vuelva díganle que tiene mi apoyo, a mi llegada le traeré un presente, estoy seguro que logrará impresionarlos con su talento con lass fotografías — Decía con una sonrisa en la cara, parecía realmente feliz por su amigo

La rubia solo pudo asentir con una sonrisa gratificante formada en sus delgados labios — ¿Te vas? 

— Van a estar demasiado ocupados con lo de Cam, no quiero aburrirme, además, hacía tiempo que tenía que ir a la oficina de correos y a un lugar por algo, estaré bien no tardaré — Decía tranquilo

— ¿Vas sola?, ¿Acaso les pagamos a todos estos empleados para eso?, no puedes salir sola, no alguien de nuestro estatus — Decía elocuente Cardinale — De hecho, el otro día pensé en alguien que sería perfecto para esta tarea — Mientras más hablaba, el interés en dicha persona por parte de Écarlete crecía cada vez más — Ya hablé con parte del personal, y efectivamente, no tiene alguna labor importante que hacer... — La rubia al voltear la vista, casualmente lo vio caminando cerca del lugar, sonrió con aires de superioridad

Écarlete al voltear hacia donde tenía la preciosa mirada su esposa... se le borró la casi invisible sonrisa que tenía, recordó la 'plática' que había tenido con Shura aquella noche acerca de dicho chico italiano, pasaron por su mente las miradas que él y su "adorada hija" intercambiaban. La rubia con un ademán llamó al joven, el cual la miro extrañado, pero, después de todo, para eso estaba ahí, por lo que se acercó a aquella mesa en la que estaban los tres 

Al llegar hasta donde se encontraban los mayores, Ángelo solamente pudo ver el hermoso rostro de su linda serendipia con hermosos toques rosados en ambas mejillas, este se encontraba comiendo una de las galletas que previamente había envuelto en aquella servilleta, le pareció demasiado tierno ese detalle, le sonrió, y este le devolvió el dulce gesto, sacudió levemente la cabeza, y recordó el motivo al que había acudido ahí — ¿Me necesitaba para algo, señorita Lindberg? —Dijo el italiano

— Ángelo, ¿cierto? — El menor solo asintió — Bien, ¿estás ocupado, o algo por el estilo, niño? — Apretó un poco los labios, odiaba que le dijeran así, pero, en fin, no era como que pudiera decirle algo a la rubia — No... para nada — Écarlete veía con recelo la escena, no tenía toda la confianza del mundo en el italiano

 — Eso imaginé — "¿Qué dijo?", habló para sus adentros — Mi hija necesita ir a la oficina de correos urgentemente... me imagino que sabes conducir ¿O no?... — Asintió de nuevo, estaba completamente sorprendido, primero por la actitud de la rubia, no imaginaba que esta fuese tan 'intensa', por llamarlo de alguna forma, y, en segundo lugar, por lo que le estaba pidiendo, la respuesta que daría sería afirmativa, pero era algo que no se esperaba 

— Madre, no creo que sea necesario, ¿qué tal sí... — ¿Qué si era una buena idea?, por supuesto que lo era, simplemente, eran muchas cosas en menos de 15 minutos para asimilarlas todas en aproximadamente 1 minuto, además estaba demasiado nervioso, pero a la vez ansioso por pasar tanto tiempo al lado de su linda limerencia no sabía qué sí, y qué no hacer — Cállate o no vas a ningún lado, además, ya dijo que no tiene planes para ahora, y yo ni loca dejaré salir a mi pequeña sola — Decía la rubia mientras tomaba fuertemente las mejillas rosadas del peli celeste provocando así un leve quejido por su parte

— Bien, Afrodita te dará las llaves del auto enseguida... lo único que quiero es que no la dejes sola, la quiero sana y salva a su llegada, ¿Te quedó claro? — Dijo con superioridad el estricto mandamiento, arqueó una ceja, acto referente a su cuestionamiento  — Ah, sí — Negó con la cabeza como loco, esa mujer había logrado intimidarlo con solo una mirada 

Los dos menores se voltearon a ver, ambos se sonrojaron levemente —No se preocupen señor, señora Lindberg, su hija estará a salvo, no permitiré que nada malo le ocurra — Dijo Ángelo

El peli celeste dio una leve sacudida a su cabeza, casi como obligándose a "despertar" de las fantasías que se había hecho en esos escasos segundos — Bueno, ya que todo está arreglado, porque al parecer no puedo ir a una mísera oficina de correos por mi cuenta... supongo que nos vamos, no tardo, padre, madre — El joven se levantó de su asiento, hizo un ademán despidiéndose de sus progenitores, para así, alejarse a paso lento al lado del italiano

La rubia aún seguía con la mano extendida, una sonrisa formada en los labios, y los ojos ligeramente brillosos — Crecen muy rápido, ¿cierto? 

El pelirrojo solo volteó a verla fastidiado, la rubia río — Cielo, eres pésimo cuando se trata de disimular, el chico es de fiar, es conocido de ese joven, Shura, alguien tan responsable y meticuloso como él no metería a cualquiera a trabajar aquí, además, la oficina de correos está cerca de aquí, y esto no fue como si estuviéramos concediéndole la mano de nuestra bella hija a un vago cualquiera — Decía la mujer

Écarlete pensaba hablar, pero se vio interrumpido por su hermosa dama, esta colocó su dedo índice entre sus delgados pero rosados labios, su amado pelirrojo cuando se molestaba era demasiado tierno, y eso lo adoraba la de ojos esmeralda

 — Va a estar bien, ¿Sí? —  Terminó aquella simple frase con un beso fugaz en los delicados labios del contrario

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Ay no, ¿qué les digo?, primero que nada, disculpen la tardanza, evaluaciones finales, vida social, uno que otro problema, you know, en fin, disculpen eso

Ahora sí, apuesto a que nadie se esperaba esto, Vilda blommor studios, ay no, y luego lo de mi hermosa Céline y Lugonis, aparte, aquí medio se contó la historia de ellos dos y ah, son muchas cosas que procesar, jsjs ok no, ya, ¿Están preparados para cuando se cuente su historia completa, y cómo se relaciona con los estudios de grabación de la familia de Dita ?, si les soy sincera, yo no estoy lista... 

Por cierto, antes de que empiecen a surgir las dudas, Céline es... es alguien, una chica linda, literal, me faltaba una chica y fue tipo "Bien, vamos a crear a la pareja de Lugonis", jsjsjsjsjs

¿Qué pasará Cam aceptará ser el fotógrafo para los promocionales de la película?

Dita soñando despierto es lo más lindo del mundo

Bueno no y si, quizá lo habrá heredado de lo linda que es Cardinale siendo cariñosa con su familia, por cierto, déjenme explicarles, los Lindberg Bloeme son una familia extraña, se quieren, pero se odian, nadie los entiende

Ah, ya hablé mucho, disculpen eso, en fin, espero estés bien, y si no es así, te prometo que las cosas mejorarán, recuerden que Dita estaba así antes y de poco en poco su vida está mejorando, ah, que comparación tan extraña, en fin, el mensaje se entendió, everything's will be alright sweetie

En fin, gracias por haber llegado hasta aquí y por leer Always bloom, de verdad, me hacen muy feliz, nos leemos en unos días, los quiero mucho, un abrazo, cuídense  

29/06/2021

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