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I wanna be the smile in your world
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París, Francia
Mañana en París, una pintoresca y quizá hasta folklórica ciudad, capital de Francia, un país, sin duda alguna, hermoso, con una interesante cultura, reconocido por sus vinos y su gastronomía sofisticada, o, gourmet como suelen decir por algunos lados, y claro, no es para menos, la repostería y la cocina francesas, según lo que me afirma mi propio paladar, son simplemente deliciosas, arte culinario como se suele decir en algunas partes
Históricamente hablando, siempre estuvo marcada por algún evento social relevante, de gran interés para la aristocracia europea, aunque, también ahí se desenvolvieron varios movimientos sociales, protestas, luchas, entre muchas otras. Su historia artística, era, es y siempre será increíble, ya que ahí fue la cuna de, entre otros, uno de los más importantes y, personalmente, de mis favoritos movimientos artísticos: El Impresionismo. Dicho movimiento, es puesto en un altar por mí y muchas más personas, principalmente, por desafiar y romper los cánones artísticos que se tenían a mediados del siglo XIX, además, se juega mucho con las temperaturas de los colores, su exposición a la luz, y los llamados 'claroscuros'; los temas tocados en la mayoría de las obras de este movimiento, vienen siendo: paisajes, o bien, la vida cotidiana en las pintorescas calles parisinas
En sus inicios, dicho movimiento, recibió múltiples críticas debido a sus "rápidas, descuidadas y espontáneas pinceladas", según las palabras del crítico de arte Louis Leroy, mismo individuo que, por primera vez, utilizó despectivamente el nombre "Impresionismo" para referirse al movimiento, debido a que, eso era lo único que le había causado ver estas obras, una impresión, sin más, ni menos, ya que, "era algo inconcluso y no trabajado", algo que, no iba de acuerdo a los cánones artísticos que, en su momento, imponía la Real Academia de Bellas Artes. Aunque, sí, quizá eso era, después de todo, los pintores plasmaban en sus obras, su impresión sobre la vida cotidiana parisina, sobre el mundo en sí, su forma de encontrarle algún sentido a una realidad, que, si bien, aburrida, ellos eran capaces de llenar de brillantes y pastelosos colores. En fin, eso es una larga historia, como para contártela completa...
Pero claro, ¿Qué decir de ahora?, París es famosa por sus firmas de alta costura, los museos de arte clásico, como el Louvre, y monumentos como la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, o hasta barrios y avenidas con hermosa arquitectura, como lo son los Campos Elíseos. Bueno, al parecer, hemos hablado mucho, supongo que lo que menos quieres es una asesoría de historia francesa en este momento
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6 de junio. 08:06 horas. París, Francia
Unos hermosos ojos con tonos violáceos y pequeños destellos lavanda, yacían posados en una de las elegantes y sofisticadas lámparas de esa inmensa y quizá hasta monocromática* habitación, los tonos de esta variaban, algunos podían llegar a ser los colores adyacentes*, o también llamados colores análogos de los tonos azules, que venían siendo los violetas y azules fríos, en general, colores con poca exposición a la luz
Su mirada pasó de estar fija en la pequeña lámpara que permanecía apagada, a dar una ligera vuelta en dirección hacia alguna de las dos inmensas ventanas de aquella refinada alcoba, ya se había despertado unos cuantos minutos antes, y lo primero que había hecho era abrir el ventanal, para así, suavemente anudar las cortinas, por lo que, posó aquellos orbes orquídea en el cielo matutino de esa hermosa ciudad
Su cama aún seguía con el cobertor y las sábanas arrugadas, algunas almohadas estaban por doquier, el chico sólo se había levantado para poder hacer el cuidado matutino de su rostro y dejar que la luz se colase libremente por las ventanas de aquel dormitorio. Y ahí estaba, sentado cómodamente en el pequeño sofá que yacía frente a un par de altos y antiguos muebles, llenos de libros que contaban toda clase de historias, ciencia ficción, misterio, fantasía, mitología, historia, arte, y, secretamente, una que otra novela romántica, solo unas cuantas obras tenían el privilegio de estar en aquellos estantes, solo sus historias predilectas; las manos del joven rodeaban la taza del delicioso café que solía tomar en las mañanas
Al parecer, el mirar un punto fijamente mientras se estaba absorto en sus pensamientos, ignorando lo que sucedía en su entorno, era de familia, puesto que, como su querido hermano menor, el peli oliváceo* acostumbraba a hacer eso casi siempre
El día estaba yendo bastante bien, o bueno, los primeros minutos de su día habían sido tranquilos, solamente se escuchaba vagamente el sonido, de lo que parecía ser un saxofón perteneciente a algún músico ambulante que, seguramente se encontraba tocando esas melodías en la avenida frente a su casa. Todo era paz y calma, hasta que, de la nada, su celular empezó a vibrar como loco. Dicha vibración e irritante sonido casi mataron de un susto al pobre chico, "Ah, mierda", se dijo a sí mismo, mientras estiraba su brazo para tomar el dispositivo que yacía encima de una pequeña mesa de cristal; al ver cómo tenía agendado a dicho contacto, solamente pudo rodar los ojos y tomar algo de aire, "Aquí vamos de nuevo", se dijo
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— ¿Diga?... —
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— Degel, Degel, Degel, cuánto tiempo, ¿No crees? —
— Solo ha pasado poco más de un día padre —
— Eso es demasiado diría yo, por cierto... — Luego de ese comentario, el mayor hizo una larga pausa
— ... — No dijo nada, pero, en cambio, arqueó una ceja
— ¿Recuerdas la propuesta que te hice acerca de venir a San Francisco, California? — La voz del mayor tenía un molesto tono un tanto manipulador
— Por supuesto que la recuerdo, pero quiero que sepas que mi opinión no ha cambiado ni en el más mínimo aspecto — Dijo el de orbes orquídea — Así que te quede claro esto padre, no me vas a obligar a poner un solo pie en el Golden Gate, y mucho menos respiraré aire tan contaminado como lo es el de aquella ciudad — En esas últimas palabras, su tono de voz cambió drásticamente, de uno relajado, aunque irónico, a uno verdaderamente molesto y quizá hasta sarcástico
— Degel no te pongas así —
— Oh, claro, ahora resulta que yo soy el que toma cierta "actitud" respecto a esta situación, veamos, ambos somos "adultos" legal y socialmente hablando, por lo que, considero que tenemos la suficiente "madurez" el uno y el otro como para percatarnos, e incluso digerir ciertas cosas, el simple hecho de hablarme con ese falso e irritante tono de voz es un acto excesivamente hipócrita y si lo quieres ver desde cierta óptica, hasta estúpido, o qué, ¿Me lo vas a negar? — Exclamó molesto el peli oliváceo
— Escúchame bien Degel Fluorite Dubois, solamente te quiero aquí en San Francisco, más tardar el próximo lunes 8 de junio, no me interesa si tienes que dejar sola a tu novia o quien quiera que sea aquella chica, y no te preocupes, si es necesario, cursarás los últimos meses escolares que te quedan en alguna prestigiosa universidad Californiana, ¿Te queda claro? — Después de aquel comentario, la llamada finalizó, dejando a un pobre chico francés de 23 años enojado consigo mismo, enojado con su progenitor, enojado con el mundo en general
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Los hermosos ojos orquídeas se posaron en la esquina superior derecha de la pantalla de aquel dispositivo, 08:08 horas
— ¿Una hora espejo? — Exclamó extrañado el joven
El valor de la hora gemela 08:08 es 16, este número tiene un alto valor en el reino espiritual, las 08:08 es una hora relacionada con la intuición, la sabiduría, la independencia y la introspección. Hablando del número en sí, 8 significa el comienzo, simboliza la transición entre el cielo y la tierra, escrito horizontalmente, representa el infinito, es considerado como el número de la justicia y de la equidad, por otro lado, 8, en numerología, es símbolo de dinero, ambición y audacia, pero también de orgullo, el 8 representa los ciclos de vida, los ciclos que deben ser cerrados, o hasta, ciclos nuevos de vida; quizá el propio universo, el destino, los dioses, o como quieras llamarlo, ese algo, le estaba dando a entender una cosa que, a sus ojos era bastante obvia, pero, por alguna razón seguía siendo borrosa o confusa para él, aunque, quizá, solo necesitaba un pequeño "empujón" como suelen decir por ahí, para dar el primer paso hacía un mejor destino, o al menos uno en el que fuera libre de hacer muchas cosas que, el "perfecto joven Degel Fluorite Dubois nunca haría", o inclusive, desafiar normas, reglas, o cánones que, "él nunca se atrevería a desobedecer", según palabras del propio Mystoria Fluorite Dubois
El peli oliváceo fue directo al balcón principal de aquella casa, puesto que, su alcoba solo contaba con unas dos, aunque grandes, simples ventanas, y amaba la vista que se podía apreciar desde el amplio balcón principal, ya que, daba directo a la calle, desde ahí podía apreciar la belleza de esa vasta ciudad, y, de paso, ver pasar a todo tipo de personas, a menudo los envidiaba por llevar esa vida tan apurada pero tranquila, por tener esa felicidad tan espontánea, y esas sonrisas tan genuinas, cuando veía pasar a alguna pareja solo podía suspirar pesadamente y sentir celos por esa hermosa historia de amor que, de seguro, aquellos dos jóvenes se encontraban escribiendo, él quería, no, él deseaba con todo su ser poder tener algo así algún día, aunque, pareciera que su destino se empeñaba en recordarle que eso nunca sucedería; usualmente solía dirigir su vista al inmenso firmamento que tenía justo encima suyo, siempre había sentido fascinación por las nubes, ya que, según había investigado, estas, estaban compuestas de cristales o gotas de microscópicas suspendidas en la mismísima atmósfera, increíble, ¿Cierto?
También, algunas veces solía dirigir su vista hacia el horizonte, y ahí estaba, el muy famoso Arco del Triunfo, aquella preciosa joya arquitectónica fue construida entre 1806 y 1836 por la orden de Napoleón Bonaparte para conmemorar la victoria en la batalla de Austerlitz, está situado en el VIII Distrito de París, sobre la plaza Charles de Gaulle, a unos pocos metros de la amplia Avenida de los Campos Elíseos (Av. des Champs-Élysées), la principal avenida de París, esta, mide 1910 metros de longitud, y va desde el Arco de Triunfo hasta la plaza de la Concordia. La Avenida de los Campos Elíseos está llena de cines, tiendas de lujo, grandes almacenes, prestigiosos restaurantes, sofisticadas cafeterías, entre otros
Cada que el joven peli oliváceo volteaba hacia el horizonte veía un espectáculo de colores, sus oídos percibían un, aunque escandaloso bullicio, este también era tranquilo, calmado, y hasta podría decirse que 'pacífico' y agradable, sus fosas nasales se inundaban del refrescante y encantador aroma de los días primaverales parisinos, y a la vez, de un delicioso, y adictivo aroma a café recién hecho, su precioso rostro era rozado por los tenues rayos de sol, sus mejillas eran acariciadas por la suave brisa parisina, al ser primavera, la época en la que todo florece, París estaba lleno de toda clase de combinaciones vívidas*. El chico se quedó un largo rato admirando la belleza de la concurrida ciudad mientras tomaba un sorbo de la misma taza de café amargo que se encontraba tomando antes de que aquella desagradable llamada se hiciera presente; 08:28 horas, eso era lo que marcaban unas de las manecillas del reloj que yacía prendado a su muñeca derecha
Aquellos orbes orquídea se iluminaron más que dos pequeños glaciares tocados por la luz, sonrió complacido — Bien, tengo poco más de media hora — 32 minutos para ser exactos
Al estar "corriendo contra reloj", el peli oliváceo solamente pudo arreglarse un poco, para así después, descender escaleras abajo, listo para abrir de par en par las amplias puertas de aquella inmensa mansión, y poder deleitarse respirando el hermoso aroma de la ciudad, de las flores primaverales y del rocío de la mañana. Ya tenía su día planeado casi en su totalidad, ya sabes, los signos zodiacales regidos por el aire suelen ser demasiado organizados y hasta excesivamente perfeccionistas, quizá eso, su indiferencia, seriedad, arrogancia, o hasta podría decirse que, su terquedad, es lo que los hace ser tan increíblemente atractivos para cualquiera, y es que, ¿Quién no caería rendido a sus pies?
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Avenida Marceau. 8:37 horas
Una linda y amplia avenida, tan amplia como la de los mismísimos Campos Elíseos, y es que, no es de extrañarse, ya que, ambas están prácticamente una junto a la otra, son unas de las 12 avenidas que parten del mismo punto, el Arco del Triunfo, también son unas de las más importantes de todo París. Las flores estaban por doquier, las había de todos los colores, rosadas, lilas, malva, o hasta blancas, y, ¿qué decir de los árboles?, solamente en primavera pueden verse verdes tan vívidos como aquellos, la iluminación era perfecta, el sol hacía menos de 2 horas que se había asomado desde el lejano horizonte, la brisa que se respiraba era tan suave y delicada como cada mañana que veía esa hermosa e inspiradora ciudad. Todavía era temprano como para que tanta gente, y, principalmente, los turistas estuvieran libremente recorriendo las calles, deambulando por ahí y por allá, como mariposas, danzando mientras se enamoraban más de los hermosos tonos primaverales que habían teñido, casi en su totalidad a dicha ciudad
Si viéramos la imagen de aquel momento, seguramente, de entre la poca gente que ocupaba esa extensa avenida, distinguiríamos una fina figura masculina recargada en uno de los muros exteriores de algún establecimiento comercial, esta, viste una elegante, pero a la vez casual chaqueta color almendra, las demás prendas vienen siendo oscuras, logrando así, un excelente contraste con su pálida piel, negro y blanco, el color que refleja todas las ondas cromáticas, y el que, en cambio, las rechaza sin excepción alguna, una de las mejores combinaciones, polos opuestos, pero a la vez, opuestos complementarios. Los cabellos plateados como la luna volaban al viento, mientras el poseedor de ellos, miraba despreocupadamente su celular, probablemente algún artículo sobre ciencia había atrapado su atención, se encontraba leyéndolo hasta que, de la parte superior de la pantalla, casi de la nada, emergió un pequeño recuadro blanco, era una notificación de unos cuantos mensajes escritos por su mejor amigo, ante esto, el peli plata sonrió, aunque, algo molesto tuvo que dejar ese interesante artículo para después, sin embargo, él sabía muy bien que las conversaciones con aquel joven peli oliváceo siempre eran, o interesantes, o para quedar de verse en algún lugar cercano, por lo que, no dudó tanto antes de abrir dicho recuadro
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"¿Ya se fue a trabajar?, son casi las 9 a.m."
"Por cierto, buen día, a todo esto, ¿tienes planes para hoy?, debo decirles algo a ambos, además, hace mucho que no pasamos algo de tiempo juntos, de la mañana a la noche solo los tres, hoy el día se ve muy hermoso como para desperdiciarlo en cualquier cosa"
"Sí, sí, salimos hace unos minutos, ella fue a hacer sus cosas y yo las mías"
"Veo que te acuerdas de mí, ¿Al menos sabes cómo me llamo?, no has parado de parlotear sobre ella desde el invierno pasado, o no, corrección, desde el invierno de hace 7 años"
"Muy gracioso, la pregunta fue otra, deberías que contestarla en vez de hablar tonterías"
"Uy qué miedo me da, señor Fluorite"
"Habla"
"No, la verdad no tengo ni idea de para qué salí de mi casa, simplemente tenía curiosidad o yo que sé, aunque no fue para que cualquier loco invitara a salir a mi hermana y de paso a mí para que no se viera tan 'sospechoso', o 'sugerente' de su parte, eso te lo aseguro"
"Vaya ocurrencias las tuyas, lamento arruinarlas todas y cada una de ellas, pero si ese es el verdadero problema, para la próxima no te invito a la 'salida' "
"Cállate"
"En fin, ¿Estás en casa?"
"¿En dónde más estaría?"
"Estamos en una de las ciudades más grandes y hermosas de la Tierra, podrías estar en cualquier parte"
"¿Vienes, o voy a donde sea que estés?"
"Me gusta ir a tu casa, amo su decoración, además, pasar por los Campos Elíseos a esta hora del día, siempre es un deleite visual"
Visto a las 08:45 a.m.
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Pocos segundos después de que finalizara dicha conversación, se pudo ver al peli plata sacar de un pequeño estuche negro, lo que parecía ser un par de los muy famosos Air Pods, audífonos inalámbricos Bluetooth, los más cómodos y recientes del mercado; un poco de su playlist preferida, y pudo emprender su camino hacia aquella casa que bien conocía, aquella casa donde, sus residentes siempre lo habían recibido con una sonrisa, aquella inusual casa donde siempre había algún ligero aire que hiciera alusión a un ambiente incómodo, aquella casa que le provocaba unos cuantos escalofríos, pero sabía que, al menos ésta vez, solo se encontraba el primogénito de dicha familia, y eso, eso era mejor
Llegar hasta los aposentos del joven Fluorite no fue una tarea complicada, simplemente tuvo que caminar unos cuantos metros hasta topar con pared, dar una vuelta corta, seguir su camino, y saldría directamente a la concurrida avenida de "Los Campos Elíseos", en la que se ubicaba la inmensa residencia de aquel peli oliváceo
El, ya mencionado y quizá, ya hasta "famoso" peli oliváceo, se encontraba sentado sobre uno de los escalones que daban a la entrada de dicha propiedad, al umbral de una imponente puerta con grabados floreales en su madera; ahí estaba él, tenía un pequeño cuaderno entre sus lindas manos, y una fina pluma reposaba casi a su lado, había volteado su vista al cielo desde ya hacía rato, por lo que no se percató de la penetrante mirada que recaía sobre él, y que bien conocía, que había observado desde, como bien dijo minutos atrás el peli plata, desde, ya, 7 inviernos consecutivos
Una delicada figura masculina se acercó con sigilo al de orbes orquídea, cuidando hasta el más mínimo movimiento, su amigo se encontraba, muy probablemente, sumergido en sus memorias, lo que hacía todo más fácil, desde pequeño, solía "asustarlo", aunque claro, estamos hablando de "asustar" a una persona con una gran fama de ser alguien indiferente y hasta "inexpresivo", por lo que, podemos fácilmente intuir, que el involucrado, reaccionaba así solo para sacarle una sonrisa a su amigo, y, de paso a su habitual acompañante
— ¿Qué escribes? — El intento de "tono carismático", como siempre, se hizo presente en la voz de dicho joven peli plata
Los orbes orquídea se vieron cubiertos un par de segundos por algunos de los parpadeos provenientes de aquel peli oliváceo — Ah, no demoraste mucho, no es nada, nada importante al menos — Un peculiar tono indiferente se encargó de matizar aquellas simples palabras
El menor, terco, como siempre; se acercó al de orbes violetas — Oh, vamos, ¡déjame ver! — Dijo
El mayor se molestó, y simplemente cerró el susodicho cuaderno, tomo su bolígrafo, y seguido de eso, se levantó algo "indignado" — ¿Vienes? — Lo miraba fría y distantemente
No se le hizo extraña la reacción del mayor ante aquel comentario, por lo que no quiso decir algo más al respecto, nunca había sido una buena idea poner su paciencia aprueba — Si no tengo otra opción — Finalmente habló
Y así, se puede ver a dos jóvenes dar unos cuantos pasos en dirección al umbral de aquella refinada residencia
— Y, ¿Para qué entramos?, creí que ya nos íbamos — Habló el menor
— ¿Prefieres esperarme aquí fuera? — Decía irónicamente el peli oliváceo, seguido de eso soltó una tenue risita — Tengo que dejar esto en mi habitación y tomar mi chaqueta — Dijo señalando con su mirada aquel par de cosas que llevaban sus manos
El peli plata no dijo nada y simplemente siguió el paso del joven frente suyo. Éste sacó de entre su bolsillo un par de finas llaves plateadas como la mismísima luna, sutilmente adornadas con grabados minimalistas, unas cuantas vueltas a dichos objetos y las cerraduras cedieron ante ellas, dejando así el paso libre a ambos jóvenes, esta vez entraron, el peli plata que, por cierto, su nombre era, Unity Gólubev Petrov, un muchacho alto y casi siempre, perfecto, muchas de las cosas que hacía le salían de maravilla, estudios, música, patinaje artístico, y poesía; colgó su almendrosa chaqueta en el perchero más cercano, el que se encontraba en el largo corredor de la entrada
Su amigo, subió inmediatamente a su alcoba, tenía que poner a salvo los objetos que llevaba consigo, especialmente, la libreta que colgaba de su mano derecha; entró a su habitación, dejó aquel bolígrafo en uno de los muchos organizadores de su escritorio, todos sus materiales estaban organizados por colores, tinta China por aquí y por allá, hojas de todo tipo de gramaje habido y por haber en uno de los costados del mueble de madera, lápices y plumas de diversos tamaños, tipos de punta, e intensidad de tinta ordenados cuidadosamente en estuches acrílicos; y para la libreta, abrió una modesta cajita de metal, parecida a una vieja caja de galletas de lo que, alguna vez fue la Época Contemporánea, en sus inicios más concretamente, ya saben, de cuando, en Europa, las locomotoras, los barcos a vapor, la imprenta y todo tipo de maquinaria eran la sensación, el arte junto con la fotografía florecían, y burgueses ricos con gustos extravagantes estaban por doquier, todo hermoso, hasta que mencionamos a la muy oprimida clase obrera, pero eso es otra historia...
Dicha cajita de metal, tenía en su tapadera una hermosa pintura, "Le Jardin de l'artiste à Giverny", o, "El Jardín del artista de Giverny", una pintura que data del año 1900, originalmente realizada a óleo sobre lienzo, ¿Su autor?, Oscar-Claude Monet, uno de los primeros exponentes, y de los más importantes del movimiento, o vanguardia artística al que hoy en día conocemos con el nombre de Impresionismo, además de ser el precursor de este. A Dégel le encantaba apreciar dicha pintura cada que se presentaba la oportunidad, adoraba la exposición de los tonos liláceos, malváceos, purpuras, blanquecinos y verdáceos primaverales de aquellos brillantes lirios, los protagonistas de la obra, mismos que, se desbordaban de los senderos libremente, la viñeta de sombras que se creaba en la parte superior era de sus cosas favoritas, además de los diferentes tonos de verdes profundos junto con tenues marrones; esa obra era hermosa, y quizá hasta, como hubiera sido considerada por las críticas, "espontanea", pero eso le encantaba, le encantaba deleitarse con las efímeras sombras y luces que yacían inmortalizadas en aquella composición artística
En el interior de ella, se albergaba todo tipo de recuerdos, pequeñas cartas a sí mismo, que el joven había escrito un tiempo atrás, un fino anillo de plata, el cual tenía incrustada cierta piedra preciosa, una Fluorite* púrpura, en honor al distinguido apellido del ahí presente; unos cuantos pétalos secos provenientes de una de sus flores favoritas, una Begonia, muestras de color de algunas de sus acuarelas predilectas, y algunas palabras escritas con la perfecta caligrafía que practicaba a diario,"Dégoûtant comme du miel", un día había escuchado esa frase en la lírica de una canción extranjera, claro, en su idioma original, "Sickeningly sweet like honey", y, en nuestro idioma, aquello se podría traducir como un: "Repugnantemente dulce como la miel"; la frase por alguna razón le había encantado, solo que no tenía a nadie con quien pronunciarla, al menos no sinceramente, mientras le profesaba su amor a ese 'misterioso alguien'
Introdujo la pequeña libreta de bolsillo a dicha cajita, acomodó todo lo ahí dentro, de tal forma, que pudiera caber sin problema, y seguido de eso, la cerró cuidadosamente, de uno de los libreros que tenía, sacó unos cuantos libros de su lugar, para poder colocarla detrás de ellos, así, dicha cajita de recuerdos, quedaba fuera de la vista y el alcance de cualquiera; había muchas cosas importantes dentro de ella como para darse el lujo de dejarla a la intemperie
Dejó sus lentes en su estuche, no era como que los necesitara todo el tiempo, especialmente cuando solo iba a estar paseando por ahí y por allá al lado de sus queridos amigos. La chaqueta que pensaba usar la había dejado sobre uno de sus cómodos sillones, la tomó, rápidamente, cerró las ventanas y seguido de eso, las cortinas; se aseguró de que llevara todo consigo, llaves, dinero, tarjetas, y su muy preciada, caja de pastillas montosas, que, por cierto, si te soy sincera, era una de sus sanas adicciones, sin destronar a la lectura y al café, por supuesto
Degel descendió escaleras abajo, para toparse con la imagen de su amigo que, "pacientemente" lo esperaba
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Monocromático: Los colores monocromáticos son todos los colores (tonos, tintes y matices) de un solo tono, los esquemas de color monocromáticos se derivan de un único tono de base y se extienden utilizando sus tonos, tonos y matices
Colores adyacentes: Los colores adyacentes son sinónimo de colores análogos, ya que hablamos de los vecinos de la izquierda y la derecha de un color en el círculo cromático
Oliváceo: De un color parecido al de la oliva verde
Vívido: Que tiene una luminosidad intensa
Fluorite: La fluorite presenta formación de buenos cristales cúbicos, es una da las piedras preciosas fluorescentes más conocidas del mundo y es a partir de ella que se conoce el término: "fluorescencia". Además de su fluorescencia la Fluorite se distingue por sus bandas bicolores o multicolores. (Esta piedra también es llamada Fluorita en países hispanohablantes)
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Uff, si les soy sincera, este se ha convertido en uno de mis capítulos favoritos. Siento que le puse mucho de mi verdadera "yo", y eso me encantó, y ah, eso
Los primeros días en los que escribía esto, la parte referente al Impresionismo y a las avenidas parisinas, visité París, bueno, al menos por Google Maps, y ah, es una ciudad hermosa, estuve unos cuantos minutos 'recorriendo' las dos avenidas mencionadas, Los Campos Elíseos y la Avenida Marceau, ambas avenidas son hermosas, uff, pero claro, qué decir del Arco del Triunfo y la Torre Eiffel, arte, unas verdaderas maravillas arquitectónicas sin lugar a dudas
En fin, ya hablé mucho, los dejo, pero antes, por si lo necesitas, te mando un abrazo, gracias por leer la historia, gracias por todo
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"El Jardín del artista de Giverny" - Claude Monet
¿Soy la única que ama esta hermosa pintura?
04/05/2021
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