Los chicos se habían acomodado en las sillas alrededor del gran desayunador que había en medio de la cocina. Todos observaban atentamente a Changbin, Bang Chan no pasó por alto que Felix tenía al pelinegro sujeto de la mano. El australiano se encontraba situado ligeramente detrás de Changbin y  no dejaba de observarlo, por su parte el pelinegro tenía un ligero rubor en sus mejillas y no apartaba su vista del suelo. 

Luego de unos largos minutos en silencio, el pelinegro apretó sus ojos e inspiró profundamente varias veces, podía sentir como Felix apretaba su mano para darle ánimos y él agradeció que el australiano estuviera ahí, y rogaba que después de escuchar su historia no se alejara, necesitaba a alguien que lo pudiera salvar después de lo que estaba por revelar. 

Changbin abrió sus ojos y miró a los chicos, ninguno se había movido dándole tiempo al pelinegro hasta que estuviera listo para hablar. 

-Siento que es muy pronto para hablar de lo que pasó con Minho, apenas nos conocemos hace un par de horas - dijo Changbin, los chicos asintieron - Sin embargo, ustedes han hecho más por Minho que cualquier otra persona, incluida su propia familia, así que... Así que creo que merecen una explicación. 

-Si sientes que aún no puedes hablar, no lo hagas, no queremos presionarte - comentó Yugyeom. Todos volvieron a asentir. 

-Es tiempo de hablar, yo... - susurró -... Yo lo necesito. 

-Entonces te digo que escucharemos y no vamos a interrumpir - dijo Bang Chan dando una mirada de advertencia a sus compañeros, deteniéndose especialmente en Jeongin, el pequeño solo asintió y entrelazó su mano con la de Hyunjin, éste lo volteó a ver pero no quitó su mano.
Changbin volvió a suspirar y comenzó a relatar su historia junto a Minho. 

-Conozco a Minho desde el kinder garden, era un niño muy alegre y sociable, hablaba con todos los niños y siempre sonreía, todo lo contrario a mí, era muy solitario y no me gustaba sonreír así que no sé porqué me habló, solo recuerdo que un día a la hora de la merienda se acercó a mí y me dijo que si podía regalarle una galleta de las que yo había horneado junto a mi madre, eran con forma de gato, con chispas rosadas, yo le regalé una y él quedó encantado. A partir de ese día, se empezó a sentar junto a mi, me esperaba para comer y comenzó a jugar conmigo en los recesos. Mis padres notaron que ahora yo sonreía y quería ir todos los días a clases, así que se interesaron en Minho y me dejaron llevarlo a casa a jugar o a quedarse a dormir. De pronto, no sólo yo y Minho nos llevábamos bien, sino que nuestros padres también se llevaban bien, íbamos a paseos juntos o celebrábamos los cumpleaños como si fuéramos una misma familia. Así pasaron los años, fuimos a la misma primaria y secundaria, Minho se volvió un chico realmente guapo y sociable, yo seguía siendo lo contrario, antisocial y dark; sin embargo, solo junto a Minho me sentía en casa. La familia de Minho tenía muchos problemas, la familia paterna no quería a la madre de Minho, nunca la habían considerado digna de pertenecer a los Lee; por su lado, la familia materna aseguraba que el padre de Minho había engatusado a la señora Lee. Los padres de Minho se habían conocido en la universidad, se habían enamorado y en pocos meses la señora Lee estaba embarazada, lo que causó mucho revuelo en ambas familias, más que no estaban casados, pero ellos de verdad se amaban, así que se casaron en secreto y se alejaron de sus familias, eso llevó a que Minho no tuviera ningún tipo de relación con ningún familiar más allá de sus padres. Cuando estábamos en secundaria, Minho era aún más hermoso, tanto chicas como chicos morían por él, Minho aparte de destacar por su buen físico, era muy bueno bailando, así que era muy conocido y muchas personas se le acercaban en plan de amistad y algo más, muchos hipócritas en mi opinión. Minho no había querido enamorarse ni salir con nadie, estaba enfocado en que quería ser un bailarín reconocido. Todo iba bien hasta que un día... - le tembló la voz. 

Felix se acercó al pelinegro y le tomó fuertemente la mano para darle a entender que no estaba solo, los demás chicos no apartaron la vista ni comentaron nada esperando a que Changbin estuviera listo para continuar su relato. Después de unos segundos de respirar profundamente, pudo continuar. 

-... Se acercaba mi cumpleaños, yo quería celebrarlo con Minho, así que lo llamé y le dije que saliéramos, él me dijo que no podía, que se sentía un poco mal, yo no lo quise escuchar así que le insistí bastante, hasta lo persuadí diciéndole que saliéramos todos juntos, tanto su familia como la mía, y después de mucho rogar él aceptó. Habíamos quedado de ir a cenar a un restaurante camino a Incheon, mis padres y yo llegamos primero cuando ocurrió... - su voz se quebró nuevamente. 

Bang Chan se apresuró por un vaso con agua y se lo entregó al chico, el cual lo bebió completamente y se lo devolvió al australiano susurrando un gracias. Volvió a inspirar profundamente y continuó. 

-... Ese día ocurrió el accidente. Ellos iban camino al restaurante, iban tranquilamente por la autopista, el señor Lee nunca fue de manejar a una alta velocidad, pero ese día iba más rápido de lo normal pues iban tarde para mi cena de cumpleaños. Ese día había una competencia ilegal de autos en la misma autopista, uno de los autos perdió el control e invadió el carril contrario metros antes de donde venían los Lee, el señor Lee solo pudo girar rápidamente, pero a la velocidad que iban no pudo controlar el auto y este se salió de la pista dando vueltas. El conductor del otro auto no tuvo ni un rasguño y se dio a la fuga, pero los padres de Minho no sobrevivieron, murieron antes de llegar al hospital y Minho estaba herido de gravedad, tenía varios huesos rotos y cortes profundos en su piel por los vidrios. Nos enteramos del accidente por que nos llamaron del hospital, éramos los contactos de emergencia de los Lee. Cuando llegamos al hospital nos anunciaron que los señores Lee habían fallecido y Minho estaba en cirugía. Luego, el doctor nos dijo que Minho había perdido la vista, fue espantoso... Darle la noticia a Minho fue lo más duro que he visto en mi vida, primero lucía tranquilo, creo que no procesa bien la información de la muerte de sus padres y su nueva condición física, verlo llorar, gritar, querer arrancarse los ojos, toda su vida cambió en un instante y todo por... por... mi culpa. 

Changbin no soportó más y comenzó a llorar, la culpa lo carcomía, se había guardado todo aquello por tanto tiempo, su vista era borrosa por el mar de lágrimas que fluían de sus ojos, comenzaba a faltarle el aire por su sollozo. Felix lo abrazó fuertemente, Changbin correspondió el abrazo enterrando su rostro en el pecho del Australiano. 

-No es tu culpa - murmuró Jeongin, sintiendo lástima por el chico. 

Changbin negó con la cabeza, pero solo podía sollozar. 

-Jeongin tiene razón, no es tu culpa, tu no ibas manejando - dijo Seungmin. 

-Pero... si yo... no hubiera... insistido... ellos... él... - logró articular entre hipitos. 

-No pienses eso, estoy seguro que Minho tampoco lo piensa así - añadió Yugyeom. 

Bang Chan se removió nervioso, algo comenzaba a encajar en su mente y no le agradaba la idea, tenía que averiguar si sus pensamientos eran correctos. 

-Eh... Changbin - llamó su atención y se aclaró la garganta - ¿en qué fecha ocurrió el accidente?
Changbin despegó su cabeza del pecho de Felix y le dedico una mirada llena de tristeza y dolor. 

-Ocurrió el 2 de Agosto del 2014... 

El vaso que Bang Chan tenía en sus manos cayó al piso quebrándose estrepitosamente sobre el piso de la cocina, todos lo voltearon a ver. El australiano palideció y sintió que el aire le comenzaba a faltar. Aquello no podía ser verdad, era un muy horrible juego del destino. 

-Chan... ¡CHRISTOPHER! - gritó Yugyeom.

El aludido saltó del susto y los volteó a ver a todos. 

-¿Qué? 

-Te estamos hablando, pero te perdiste en tus pensamientos, ¿estás bien? - cuestionó su pareja. 

-Eh... Si, si - mintió - Solo se me resbaló el vaso, traeré algo para limpiar. 

Después de decir eso salió apresuradamente de la cocina. 

-Eso fue raro - comentó Jeongin.

 
-Solo fue un accidente - excusó Yugyeom. 

-Lo que digas - replicó el menor y comenzó a jugar con unos mechones de cabello de Hyunjin, el cual había permanecido callado meditando sobre todo lo vivido y escuchado esa noche.

 
-Changbin, ¿Quieres continuar la historia? - preguntó dulcemente Felix. Changbin asintió suavemente pero no se apartó del abrazo de Felix. Bang Chan entró en ese momento con una escoba y pala para recoger los vidrios. El pelinegro volvió a respirar y prosiguió su historia. 

-Al inicio todo fue un completo caos, Minho debía adaptarse a su nueva vida, aprender a leer braile y a depender de otros para hacer algunas cosas. Las cosas no mejoraban, cada vez estaba más deprimido hasta que un día llegó a la escuela un alumno nuevo, se llamaba Park Hyung Shik, un chico guapo, llamativo y adinerado. Él se fijó en Minho al instante y comenzó a cortejarlo, Minho al inicio lo trataba como a todos los demás y no le prestaba mucha atención, hasta que el tipo empezó a insistirle, comenzó a darle regalos y a inventar cursilerias, Minho se dejó llevar por él, ilusionado que por fin alguien lo quería a pesar de su circunstancia, pero el tipo resultó ser un completo imbécil. Después de estar saliendo por tres meses, Minho lo escuchó hablando con otro chico, que todo había sido una apuesta. Minho le reclamó y ambos al ser descubiertos se burlaron de él sin piedad, ese día le arrojaron pintura, lo golpearon pero nada fue comparado con lo que habían hecho en su corazón. Así que a partir de ese momento, Minho se cerró al mundo y sólo me dejó entrar a mi, y yo solo he dedicado mi vida a protegerlo, es mi culpa... 

-No lo es y no le des más vueltas, ¿Minho sabe cómo te sientes? - preguntó Yugyeom, Changbin solo negó con la cabeza - lo harás sentir mal si te sigues culpando, estoy seguro que él no piensa que seas el culpable. 

Unos leves sollozos salieron de la boca del pelinegro, Felix lo apretó contra su pecho.
El silencio se hizo presente, toda aquella información era demasiada para ellos, no sabían que decir o hacer, pero sí tenían en claro que Minho había sufrido lo suficiente y sentían que debían protegerlo como lo había hecho Changbin todos esos años. 

-Hyung - llamó Jeongin rompiendo por fin el silencio- creo que ahora se me apetece comer... 

-Eh... Claro- balbuceó Bang Chan sumido en una clase de pensamientos muy diferentes a los de sus amigos. 

El rubio se acercó a la refrigeradora para sacar algunos ingredientes y preparar unos sandwiches. Aprovechó ese momento de espaldas a sus compañeros para respirar profundamente mientras mordía su labio inferior intentando no dejar salir nada. Saber la historia de Minho, había sido lo peor de todo lo que pasaron esa noche. ¿Cuánta mala suerte tenía ese chico? Pero lo que lastimaba su corazón era imaginar la reacción de Jisung cuando se enterara de cómo pasó el accidente, o debería temer más la reacción de Minho cuando descubriera como sucedió en realidad aquel accidente y quién era el conductor del auto contrario. Su corazón empezó a doler, y sus ojos se cristalizaron, no iba a llorar para no tener que que dar explicaciones, esperaría a que las cosas se aclararan por su cuenta en el momento correcto. 

Con todos esos pensamientos y tristeza en su corazón, Bang Chan empezó a preparar los sandwiches para su nueva familia.