Capítulo XIV
La policía estaba por llegar al lugar, aún habían varias personas corriendo como desquiciadas en todas direcciones.
-¡Minho! - gritó Changbin con toda la potencia de su voz.
Seungmin a lo lejos divisó la cabellera rubia de Minho en un automóvil negro que se ponía en marcha y se perdía de vista.
-Tenemos que irnos ya - apuró Bang Chan - O nos van a atrapar.
-¡No me pienso largar sin Minho! - gritó Changbin.
-Él ya no está - dijo Seungmin.
-¡¿Cómo qué no está?!- siguió gritando Changbin y empujando a Seungmin.
-¡Stop, stop! - dijo Bang Chan apartando al pelinegro de Seungmin.
-¡Lo vi marcharse en un auto negro! - respondió el castaño alterado.
-¿Con quién? - preguntaron al unísono Changbin y Bang Chan.
-¡No lo sé, no lo vi! - exclamó Seungmin.
-¡Chris! - gritó Yugyeom desde su auto - ¡Ya no hay tiempo!
-¡Maldita sea! - maldijo el australiano - Lo encontraremos - aseguró viendo directamente a Changbin a los ojos - Juró que lo encontraré, cree en mí, pero si nos encierran en este momento no podremos buscarlo, por favor - terminó rogando pero sosteniendo la mirada.
-¡MALDICIÓN! - gritó con sus fuerzas Changbin. Tomó del brazo a Seungmin y lo arrastró hasta la camioneta de éste. Bang Chan corrió hacia el auto de Yugyeom.
-¡Seungmin! ¡Nos vemos en el puente, no nos sigan, vayan por otra ruta! - gritó Bang Chan.
El auto de Yugyeom salió disparado a toda velocidad. Seungmin no se había percatado que se había subido al lado del copiloto hasta que el rugir del motor de su camioneta lo regresó a la realidad.
Changbin encendió el auto y sin esperar, presionó hasta el fondo el acelerador, los neumáticos rechinaron antes de que la camioneta se pusiera en marcha a gran velocidad. A unos metros detrás de ellos, Changbin observó por el retrovisor las luces de la policía.
-Sujétate - artículo y presionó aún más el acelerador.
El pelinegro conducía rápidamente por las calles, zigzagueando entre automóviles hasta lograr su cometido, perder de vista a la policía.
El celular de Seungmin comenzó a sonar, el chico lo sacó rápidamente de sus bolsillos, era una llamada de Jisung.
-Hyung - dijo Seungmin temeroso.
-¿Dónde están? ¿Atraparon a alguien? - preguntó el chico ansioso.
-Estamos intentando perder a la policía - dijo el castaño volteándose para observar por la parte trasera de la camioneta, ya no se podían observar las luces rojas y azules de la policía.
-¿Y Minho? ¿Cómo está?
El castaño sintió como un balde de agua fría le caía encima, cómo le daría la noticia al chico.
Changbin medio escuchó la voz del chico y con solo observar la expresión de Seungmin podía entender por dónde iba la situación.
Él se sentía furioso, impotente y muy ansioso, quería explotar, y el único que tal vez lo podría entender era aquel chico del otro lado del teléfono.
-Pon el altavoz - pidió tratando de controlarse.
-¿Eh? - musitó Seungmin sin entender.
-¡Que pongas el maldito alta voz! - le gritó Changbin rudamente.
Seungmin abrió sus ojos como platos, sin pensarlo dos veces, presionó el botón de altavoz, sus manos temblaban.
-¿Qué está pasando? ¿Por qué le estás gritando a Seungmin? - le recriminó Jisung.
-No está - dijo el pelinegro controlando su voz una vez más.
-¿No está? ¿No está quién? ¿De qué hablas Changbin? No entiendo.
-¡Minho no está! - volvió a gritar, quería llorar - ¡No sé dónde está!
Hubo silencio del otro lado del teléfono.
-¿Hyung? - susurró Seungmin con un temor aún mayor.
-¿QUÉ MIERDAS ESTÁS DICIENDO? ¿CÓMO QUÉ NO SABES DÓNDE ESTÁ MINHO? - explotó Jisung.
-NO, NO SÉ DÓNDE ESTÁ, NI QUIÉN SE LLEVÓ - gritó igual de alterado el pelinegro.
-¡ERA TU RESPONSABILIDAD!
-YA LO SÉ IMBÉCIL, NO TIENES QUE RECORDÁRMELO.
-MIERDA, MIERDA,MIERDA -gritó Jisung.
-¡Calmense los dos! - exclamó Seungmin - ¡Así no lo encontraremos! Deben enfriar su mente, necesitamos un plan, Chan dij...
Las luces de un automóvil enceguecieron a Seungmin, iban a gran velocidad en dirección a un auto al lado contrario, iban a chocar. El castaño hizo un gritó ahogado y se cubrió instintivamente la cara. A pocos metros de colisionar, Changbin viró rápidamente subiéndose en la acera, mientras el automóvil pasaba a su lado, luego giró nuevamente para retomar el carril correcto. Habían tenido suerte, era tan tarde que no había ningún transeúnte. Changbin se mantenía firme y su cara se encontraba toda contorsionada en una mueca macabra. Seungmin bajó sus brazos asustado, no habían chocado, asombrado volteó a ver a su acompañante.
-¿Minnie? ¿Minnie? - escuchó a sus pies la voz de Jisung - ¿Qué está pasando?
Del susto había tirado su celular para cubrirse la cara, tanteó el piso del carro para tomarlo de regreso.
-Aquí estoy Hyung... - dijo tartamudeando.
Sentía náuseas, esos instantes habían revivido el momento en el que había tenido su accidente.
-¿Qué diantres pasó? - preguntó nuevamente - Sólo te escuché gritar.
-Bueno... Este... - siguió tartamudeando sin lograr conectar ideas.
Changbin lo observó por el rabillo del ojo, el chico se había puesto pálido y se aferraba con fuerza al asiento. Changbin recordó la primera vez que Minho se había subido a su camioneta luego del accidente, era la misma reacción, Seungmin estaba teniendo un episodio de pánico y ansiedad.
-Casi chocamos con un automóvil, pero estamos bien - dijo más calmado Changbin. Tenía que ayudar a aquel, chico en ese momento, se parecía tanto a Minho, su corazón golpeó dolorosamente al pensar en el rubio.
-Vamos a colgar, no es un buen momento. Bang Chan dijo que encontraríamos a Minho y yo buscaré debajo de las piedras si es necesario - dijo Changbin y sin esperar la respuesta de Jisung, tomó el celular de las manos del castaño, colgó la llamada y tiró el aparato hacia la parte trasera de la camioneta.
-Tienes que respirar o te pondrás peor, nariz boca, nariz boca - le dijo enseñándole cómo debía hacer la respiración - No pares hasta que te sientas mejor, no dejaré que nos ocurra nada, aún tengo que buscar a Minho.
Seungmin asintió torpemente y comenzó a respirar como le había enseñado el pelinegro. Changbin tensó nuevamente los músculos de su cara, el pensamiento de Minho solo o con un desconocido, lo torturaban, pero no podía poner en peligro la vida de Seungmin, así que se tranquilizó lo suficiente para mantenerse cuerdo y condujo lo más rápido que pudo en dirección al puente Banpo.
Yugyeom, Bang Chan y Hyunjin llegaron de primeros a las inmediaciones del puente. Los chicos se bajaron del automóvil, Hyunjin se dejó caer en el frío pavimento, sus rodillas le temblaban, nunca había experimentado algo así antes, huir de la policía como un criminal, montarse en un auto con desconocidos que manejan a gran velocidad, escuchar los gritos desquiciados de Jisung cuando llamó al australiano para reclamar por la desaparición de Minho. Sentía el estómago revuelto, tenía muchas ganas de vomitar, de huir, había sido una pésima idea asistir a esa carrera, la noche había empezado a ser un asco desde que tuvo que viajar en la parte trasera del auto de Jisung junto a Minho. Sin embargo, en el fondo se sentía mal por el rubio, y podía entender la desesperación de todos por el chico, y aunque le doliera debía admitir que nunca había visto tan fuera de sí a Jisung por una persona, tal vez Bang Chan tenía razón y él debía dejarlo ir.
-Qué hemos hecho... Qué he hecho... - se recriminaba Bang Chan caminando en círculos.
-Chris, cálmate no fue culpa tuya - decía Yugyeom dulcemente.
-Claro que lo fue, yo prometí cuidarlo y si... - le tembló la voz.
Yugyeom se acercó y lo abrazó. Podía entender cómo se sentía su pareja, el australiano era como un padre que cuidaba a sus hijos, y aunque tenían unas cuantas horas de conocer a los amigos de Jisung, los habían aceptado rápidamente como parte del grupo, pues sabían que Jisung sólo llevaba a personas importantes para él a las carreras y luego de ver cómo trataba a Minho, era bastante obvio que el chico iba en serio con alguien por primera vez en su vida, así que ellos se sentían responsables de cuidar y proteger aquello que amaba Jisung. Además, Minho había demostrado su interés por Jisung y conocía de autos, así que eso había ayudado a que el chico encajara rápido con Stray Kids.
Los chicos aún estaban abrazados cuando escucharon el rugir de un motor. Por un costado apareció el deportivo de Jeongin, el chico se estacionó junto al auto de Yugyeom y se bajó rápidamente, observó a los mayores abrazados y luego divisó a Hyunjin que estaba aún en el piso con la mirada perdida, sin pensarlo dos veces se acercó al chico y se sentó junto a él.
-¿Estás bien? - preguntó el menor.
Hyunjin lo volteó a ver, tenía los ojos cristalinos pero su mirada estaba perdida, como si hubiera recibido una trágica noticia.
-No lo sé, me quiero ir - dijo sinceramente.
Jeongin por un impulso lo abrazó y le comenzó a hablar al oído.
-No sé qué pasó, pero no estás solo. Yo estoy aquí para ti, yo cuidaré de ti de ahora en adelante.
Las palabras del menor eran cálidas, Hyunjin creyó en ellas como su salvavidas en ese momento, necesitaba cerrar las heridas que tenía a causa de Jisung, por lo que se aferró a aquel chico, le devolvió el abrazo y comenzó a sollozar en su brazos. Jeongin lo abrazó más fuerte y siguió dándole palabras de apoyo.
Se escuchó el motor de otro auto, por otro extremo apareció la camioneta de Seungmin, la cual se estacionó al otro lado del auto de Yugyeom.
Los mayores deshicieron el abrazo, para su sorpresa quien se bajó del lado del conductor fue Changbin, que se acercó rápidamente al lado del copiloto para ayudar a Seungmin a bajar, el chico aún tenía el ataque de pánico y le temblaban las piernas. El pelinegro pasó un brazo del chico sobre sus hombros y los ayudó a caminar hacia donde se encontraban los otros chicos.
-¡Seungmin! - exclamó Yugyeom acercándose rápidamente al castaño para ayudarlo - ¿Qué te pasó?
-Casi... tenemos un... Accidente - tartamudeó.
Bang Chan se acercó también a ayudar.
-¿Cómo? - Yugyeom volteó a observar a Changbin.
-Jisung llamó, nos alteramos un poco, no vi que invadí el carril contrario y casi colisionamos, pero pude evitar el accidente, así que no pasó a más - explicó escuetamente el pelinegro - pero creo que él está teniendo un fuerte episodio de pánico.
-Seungmin, tranquilo, no pasó nada, estás bien, respira - le indicó Bang Chan.
Seungmin volteó a ver a Changbin detenidamente por unos instantes, luego se volvió a Bang Chan.
-Es el mejor piloto que he visto....- logró decir pausadamente.
Changbin abrió sus ojos como platos, en ese instante se escuchó otro motor. El auto rojo de Jisung apareció en el lugar y se estacionó ágilmente al lado del auto de Jeongin. El chico se bajó rápidamente y se acercó corriendo en dirección a los chicos, sin previo aviso le propinó un fuerte puñetazo a Changbin haciendo que éste se balanceara para luego tropezar y caer al piso sosteniéndose la mandíbula.
Jisung iba a lanzarse sobre el pelinegro, pero Yugyeom lo tomó por la espalda, ambos empezaron a forcejear.
-SUELTAME- gritó Jisung.
-¡No, debes calmarte primero! - le recriminaba Yugyeom.
Jisung se encontraba fuera de si, no paraba de gritar e intentar alcanzar a Changbin para descargar su ira en él. Aún no podía entender cómo aquel chico que cuidaba a Minho a toda costa y trataba de tenerlo en una burbuja de cristal, había dejado que esa situación pasara. El monstruo en su interior crecía más y más, pidiendo venganza.
-¡ES SU MALDITA CULPA! - continuó gritando Jisung en dirección al pelinegro.
Changbin se incorporó, Bang Chan por acto reflejo se interpuso en su camino, pero el pelinegro sólo tensó los músculos de su cara antes de responder.
-Es tu culpa, tú nos trajiste aquí - dijo fríamente mientras se limpiaba la sangre que salía por la comisura de sus labios.
Jisung dejó de forcejear, había sido un golpe bajo el comentario del chico. Tenía razón, él era el culpable de la desaparición de Minho y no Changbin, todo por quererlo tener cerca sin pensar en las consecuencias.
-Pero es mi culpa que no se pudiera defender - agregó Changbin.
-¿De qué hablas? - preguntó Jisung mirándolo fijamente, comenzando a bufar.
-¡MINHO ESTÁ CIEGO POR MI CULPA! - gritó Changbin.
Todos se quedaron en silencio sin saber qué decir o hacer. Changbin se agachó y comenzó a sollozar.
-¿Qué quieres decir? - preguntó Jisung conteniéndose.
-¡Paren los dos! - los regañó Jeongin - ¡¿No están viendo lo que hacen?!
Los chicos voltearon a ver a su alrededor, Hyunjin aún seguía sentado en el piso y unas gruesas lágrimas caían por sus mejillas; Seungmin se había deslizado hacia el piso y se abrazaba las rodillas intentando respirar.
-Innie tiene razón, debemos calmarnos, así pensaremos fríamente en un plan para encontrar a Minho. Changbin luego hablaremos de esto, nadie es culpable de nada - comentó el australiano.
Jisung relajó su cuerpo pero no dejó de bufar por la furia, se sentía tan impotente por primera vez en su vida.
-Minnie, ¿Qué fue lo que viste? - preguntó Bang Chan agachándose junto al castaño.
Seungmin levantó la cabeza y respiró profundamente para controlar su cuerpo y voz antes de poder contestar.
-Solo vi la espalda y cabello de Minho montado en un auto deportivo negro.
-¿Deportivo negro? - reiteró Yugyeom.
Seungmin asintió con la cabeza.
-¿El auto nuevo de Taehyun no era negro? - preguntó Jeongin.
-¡Mierda! Taehyun no compitió hoy, no estaba en la carrera - dijo Jisung apretando los dientes y puños.
-Eso quiere decir que él secuestró a Minho... - señaló Seungmin.
Taehyun había logrado obtener lo que quería, a Minho.
-Él lo planeó desde el inicio, cuando lo alejamos de Minho - meditó Bang Chan- ahora todo tiene sentido, él llamó a la policía y aprovechó el caos para apartarlo de nosotros así Minho no pondría resistencia.
Los chicos sintieron una penumbra invadiéndolos, pensar en Minho a merced del peliverde los llenaba de desesperación, tenían que encontrar al rubio inmediatamente.
-Creo que deberíamos separarnos para buscar a Minho - propuso Yugyeom - Si nos dividimos por sectores podríamos abarcar más terreno.
-Estoy de acuerdo - dijo Bang Chan - vamos a dividirnos, Hyunjin y Seungmin se quedarán aquí hasta que se calmen, Jeongin tu los cuidaras y si ocurre una emergencia nos avisas de inmediato. Jisung, Changbin, Yugyeom y yo buscaremos en los lugares a los que posiblemente Taehyun pueda llevar o esconder a Minho. Seungmin préstale las llaves de tu camioneta a Changbin.
-Él las tiene - recalcando que aún no se las había devuelto - solo cuida a mi bebé.
El pelinegro asintió sin decir nada.
-Si encuentran alguna pista o al mismo Minho deben avisar, ¿ok? - añadió el australiano.
Los chicos hicieron señas afirmativas, se disponían a partir cuando Hyunjin por fin pudo decir algo.
-¿Y Felix?
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