Capítulo IV
Jisung se sentó de espaldas a Changbin, así podría escuchar mejor la conversación ajena.
Él solo sentía curiosidad sobre qué podían hablar esos dos. Se había dado cuenta durante la semana que compartía la mayoría de cursos con ambos chicos y siempre los veía muy juntos. Pero lo que más le causaba curiosidad era la forma en que el rubio le sonreía al pelinegro.
-Min - decía el pelinegro - sabes que podemos irnos cuando quieras, ¿cierto?
El rubio rió por el comentario. Su risa era un poco estruendosa pensó Jisung.
-Binnie, acabamos de llegar - dijo animadamente - Disfrutemos un par de horas y después podemos regresar.
El pelinegro suspiró profundamente - Solo un rato, mañana tienes que trabajar.
¿Trabajar? Se preguntó internamente Jisung. En qué podría trabajar aquel chico no vidente, ahora sentía más curiosidad al respecto.
Hyunjin comenzó a parlotear sobre los vestuarios de las personas del lugar, pero su amigo no le estaba prestando atención.
-Lo sé, lo sé - dijo el rubio - hace mucho no salimos, disfrutemos el momento. Puede ser el último…
-¡No vuelvas a decir eso! - sentenció su amigo un poco molesto, no soportaba la idea de perder al rubio - No entiendo como eres tan positivo y ver sólo las cosas buenas a pesar...
Se calló, su lengua conectó con su cerebro en ese momento y entendió que lo que iba a decir era muy grosero. Minho solo rió nuevamente.
-¿A pesar de que no puedo ver? Bueno para empezar es obvio que no puedo ver las cosas buenas de la vida - dijo riendo por el comentario de su amigo. Éste abrió la boca para disculparse pero su amigo siguió hablando - Simplemente tengo otra perspectiva y te das cuenta que uno simplemente no deja de vivir por dejar de ver.
La plática de los chicos siguió de forma trivial. Jisung no perdía detalle de la conversación hasta que la voz de su amigo lo distrajo.
-¡Jisung! - dijo alzando un poco la voz.
La conversación de Changbin y Minho se detuvo. El pelinegro volteó a ver a sus vecinos. Jisung sacudió la cabeza un poco.
-Lo siento - murmuró - ¿Decías?
Hyunjin bufó antes de responder.
-Nada, iré a bailar. ¿Quieres venir conmigo?
Jisung negó con la cabeza. Hyunjin hizo una mueca, se levantó y se dirijo a la pista de baile.
La fiesta transcurría alegremente, habían algunos chicos borrachos, gritando y haciendo escándalo. Jisung observó cómo el pelinegro pasaba a su lado atendiendo una llamada telefónica. Volteó a ver al rubio que claramente no se daba cuenta que lo estaban observando.
Viéndolo detenidamente era muy guapo, tenía una cara asimétrica, una nariz perfilada, labios no muy gruesos pero proporcionados entre sí, sus ojos eran más grandes de lo normal, tenía las orejas perforadas y había teñido su cabello de rubio cenizo; en otras palabras, era demasiado perfecto para ser real, hasta su piel parecía porcelana. ¿Podía existir realmente alguien así?
Jisung continuó observando cada detalle del chico. Minho vestía sencillo, unos jeans, y una sudadera verde, bastante grande para su talla. Sin embargo le lucían bastante bien, definitivamente aquello no era normal.
-¿Necesitas algo? - preguntó de repente.
Jisung se paralizó. ¿No qué no podía ver?
Minho rió divertido, su sonrisa era deslumbrante. Jisung notó que la risa que que le estaba regalando no era igual a la que le mostraba al pelinegro.
-No puedo ver, si estás pensando lo contrario - dijo sin dejar de sonreír y sin apartar la mirada del frente - pero tengo otros sentidos que me alertan. Escuchó tu respiración en dirección hacia mí, y de alguna manera puedo sentir tu mirada fija en mí, ¿me equivoco?
Jisung sonrió de lado, aquello fue bastante inesperado.
-Yo…no… - tartamudeó.
-No digas nada. Sé que es extraño que esté aquí…
-No es extraño - dijo seriamente- solo es un poco inusual.
Minho sonrió nuevamente. Realmente su sonrisa era increíble.
En ese momento Changbin regresó a la mesa. Se encontraba agitado, tanto que no prestó atención a Jisung.
-Min, ha sucedido una emergencia - dijo rápidamente - necesito irme, no puedo llevarte a casa.
Minho cambio su semblante a uno más serio.
-Entiendo, no te preocupes, yo puedo irme en un taxi…
-Lo siento tanto, de verdad es una de emergencia, te compensaré por esto - el pelinegro recogió sus cosas y tomó el brazo de Minho pero el chico no se movió, solo sonrió una vez más y quitó la mano de su amigo. Changbin se encontraba confundido ante tal reacción.
-Yo… Aún no me quiero ir - dijo sin dejar de sonreír - Pediré el taxi por mi mismo, no te preocupes estaré bien.
-Min no puedo dejarte aquí solo….
-Estaré bien - repitió - ahora vete, es algo importante ¿no?
Changbin dudó un poco, no quería dejar a su amigo desprotegido pero necesitaba marcharse. Después de pensarlo un poco más, suspiró profundamente, le dio un beso rápido en la frente a su amigo y salió corriendo del bar.
Jisung observó todo sin decir nada. Minho agachó la cabeza y suspiró para luego buscar sobre la mesa su bebida.
Los minutos pasaron y Jisung no comentó nada más, sólo se concentró en observar al rubio y analizar cada movimiento que este hacía. Minho tampoco habló durante el resto de la noche.
Ya de madrugada, Minho decidió que era tiempo de irse, por lo que se puso en pie y con ayuda de su bastón buscó la salida del bar. Jisung se removió nervioso en su asiento, siguiendo al rubio con la mirada. En ese momento Hyunjin se acercó a él, gotas de sudor corrían por su cara y cabello de tanto bailar.
-Jisung no haz comido nada, ¿quieres que consiga algo?
Jisung no apartaba la mirada del rubio que a duras penas podía esquivar a los universitarios, sillas y mesas.
-No gracias - dijo mientras se incorporaba rápidamente y se volteada hacia su amigo - Jinnie me tengo que ir, pide un taxi.
El chico no espero respuesta de su perplejo amigo y salió en carrera hacia la salida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro