𝟬𝟰. 𝖨 𝗌𝖾𝖾 𝗆𝗒 𝗋𝖾𝖿𝗅𝖾𝖼𝗍𝗂𝗈𝗇 𝗂𝗇 𝗒𝗈𝗎𝗋 𝖾𝗒𝖾𝗌
—C H A P T E R F O U R—
Veo mi reflejo en tus ojos
A VECES, NO ES NECESARIO UN ESPEJO PARA VERNOS REFLEJADOS; BASTA CON LOS OJOS DE QUIÉN TENEMOS FRENTE A NOSOTROS. En la profundidad de esa mirada, encontramos una versión de nosotros mismos que quizá no sabíamos que existía. No son solo sus pupilas las que brillan, sino las partes de nosotros que, sin querer, se asoman cuando nos dejamos llevar por el latido de un instante compartido. En esos ojos, se revelan nuestros sueños, nuestras dudas, nuestras pasiones más secretas. Al mirarlos, no solo vemos al otro; también nos vemos a nosotros mismos, más completos y más vulnerables. Es como si, en ese reflejo, el amor nos ofreciera una visión más clara de quienes somos, de lo que deseamos y de lo que aún estamos por descubrir, mientras nuestras almas se entrelazan en ese espacio de pura conexión.
A pesar de la oscuridad que la noche brinda, en donde sea que se encuentren, Eddie observa los ojos avellanas de la mujer del espacio que yace unos centímetros por encima de él; se sostiene, recargando sus manos a los costados de la cabeza del hombre, con sus rodillas crea un soporte que le ayuda a no aplastarlo, mientras él permanece contra el césped del lugar.
Ambos pueden sentir como el fresco aire de la noche recorre sus cuerpos, creando una danza en sus rebeldes cabellos y erizando los bellos en sus pieles. A través de sus oídos, el sonido del viento crea una sinfonía que brinda calma a los invasores de ese universo, aunque eso ya no importa en ese momento, sólo ambos.
—¿Están bien?—. Preguntó la chica—. ¡Eddie!—. La palma de su mano izquierda pasó encima de su rostro.
—S-Si. Estamos bien—. Carraspeó, aclarando su tono de voz.
—¡Todo bien!—. Un tentáculo del simbionte fue visible, antes de ocultarse.
La fémina sonríe al par, se empuja hacia el lado derecho del castaño, impactando contra el suelo y suspira. La textura del césped le parece reconfortante, sintiéndose un poco como una sábana (o eso pensaba gracias a sus vestimentas); sus manos tocaron las pequeñas hojas verdosas en el suelo.
Sus ojos se abrieron ligeramente al observar el paisaje estelar a kilómetros de distancia. El cielo estaba despejado, un lienzo profundo de azul oscuro, que se mezcla suavemente con lo oscuro de la noche. Las estrellas parecen estar esparcidas cuál polvo de diamantes, cubriendo el firmamento con un resplandor tenue pero constante. Algunas tienen un brillo que las hace resaltar, mientras que otras titilan suavemente, como si respiraran en la lejanía.
La vía láctea, una franja lechosa y nebulosa, atraviesa el cielo de un extremo al otro, añadiendo un toque de misterio y belleza. La calma de la noche lo envuelve todo, creando una sensación de paz profunda, como si el universo mismo estuviera en silencio, observando.
—¡Wow!—. Exclama _______ con admiración; su vista está encantada—. Nunca había visto algo tan hermoso—. Comentó en un tono bajo, pero lo suficientemente fuerte como para ser audible.
Eddie, mirando entre la chica y el cielo, se dispone a sonreír; la observa de reojo.
No lo diría en voz alta, por lo menos no aún, pero para él _________ era la vista más hermosa que había visto en toda su vida.
"Estás enamorado, amigo". Afirmó Venom. Gracias a su unión, el simbionte conocía a la perfección cada pensamiento en la conciencia del hombre, sus sentimientos y demás detalles que su cuerpo transmitía.
Eddie indagó en la oración de Venom. Había conocido al par hace aproximadamente un año, año en el que habían vivido aventuras que jamás imaginó que sucederían; así como vivieron momentos donde sus corazones rompieron las barreras y, de forma minuciosa, expresaron aquellos sentimientos profundos que permanecían en lo oculto mediante pequeñas frases.
El castaño recordó la inocencia de la chica; recordó las veces en que tuvo que enseñarle o explicarle temas de la Tierra que desconocía, el funcionamiento de artefactos en estos; recordó su primer encuentro, las tristezas de la chica, su valentía, su esmero, su pelea cuando supuestamente "él la había traicionado". Su cerebro le arrojó todas las memorias que tenía sobre ella; su corazón latía con fiereza ante cada imagen mental de su anatomía y apariencia, y conforme veía sus virtudes y defectos, entendía que Venom tenía razón.
Por otro lado, _________ comenzó a reflexionar internamente. Pensó en su infancia, trató de recordar el rostro de sus padres y las personas con las que convivió en su planeta natal, obteniendo más que simples imágenes distorsionadas de sus caras; recordó aquellos sucesos traumáticos que la habían marcado: el fallecimiento de su familia, la destrucción de los planetas, las vidas que arrebató de manera indeseada, el trato de la humanidad hacia ella. Pero también recordó el momento en el que vio a Eddie en las instalaciones ocultas de la Fundación Life; pensó en los momentos vividos con el castaño, y también como la vida de él había cambiado drásticamente al tenerla a Venom y ella en su vida.
Aunque el castaño dijese lo opuesto, ella sabía bien que habían arruinado parte de su vida con la presencia de ambos. Sacudió su cabeza, tratando de eliminar el sentimiento de culpa.
Ahora pensó en Tony, Steve, Dan y Anne; los tres Peter, Michelle y Ned; todos ellos habían sido un rayo de luz a su oscuro tormento, habían traído alegría a sus vidas. Sin embargo, Eddie tenía el puesto número uno en su lista y en su corazón. Ese humano de humor raro, alocado, divertido, temeroso, valiente y de muchas mas cualidades, había llegado a iluminar su vida por completo, logrando opacar la mayor de sus oscuridades con su existencia. Suspiró y sonrió. El cielo sobre ella comenzó a verse borroso ante la acumulación de lágrimas.
No podía dejar de lado al simbionte. Por el momento era el único de su raza que le agradaba, porque aunque comenzaron con el pie izquierdo, poco a poco ambos fueron ganándose la confianza, respeto, cariño y lealtad del otro. Una pequeña risa brotó de los labios de la fémina al recordar todos lo momentos divertidos que había tenido con Venom, desde sus complots en los que eran reprendidos por Eddie, hasta sus desvelos tratando de aprender de la cultura cinematográfica de la Tierra.
—¿De qué te ríes?—. Eddie la miró curioso.
_________ inhaló y exhaló aire con profundidad, una lágrima se deslizó por su mejilla derecha—. Solo recordaba mis travesuras con Venom.
"Necesitamos más anécdotas". Sugirió el klyntar, oculto.
—Pronto—. Apoyó ella, escuchándolo. Giró su cabeza hacia Eddie, quien imitó su acción—. Gracias—. Dijo en un tono suave.
—¿Por qué?—. Él la miraba con atención.
—Porque mi vida ha sido mejor desde que me salvaste—. Respondió. Eddie abrió sus ojos con sorpresa ante la sinceridad—. Me diste un nuevo hogar, me diste luz y alegría. Ustedes dibujaron estrellas sobre mis cicatrices—. Expresó ella, con un nudo en su garganta mientras decía cada oración—. Sé que tenernos en tu vida ha sido difícil. Te has frustrado, te has cansado, pero aún así continuas a nuestro lado. Te lo agradezco mucho—. Alcanzó a decir en un hilo de voz. A pesar de que algunas lágrimas salían por sus ojos, se esforzó por sonreírle.
Eddie, viéndola, permaneció unos segundos callado. Cuando _______ limpió sus lágrimas, el habló:
—Si, mi vida ha cambiado mucho desde que los conocí. Me he cansado, me he frustrado, he estado al borde de la locura—. Agregó riendo levemente; su risa disminuyó hasta volver a un estado serio—. Pero no es algo que cambiaría. Quizás si cambiaría que no tuviéramos que tener problemas con la ley—. Se corrigió—. Pero que tú estés en mi vida, eso no lo cambiaría por nada en este mundo—. Honesto, la chica lo miró atentamente.
"¿Y qué hay de mí?". Le preguntó el simbionte, sin que la fémina lo escuchara. Eddie bufó por lo bajo al interrumpir el momento.
—Tampoco lo haría. Tiene sus ventajas estar contigo, aunque seas muy irritante—. _______ comprendió que ahora el par estaba teniendo un pequeño momento.
"Te lo dejaré pasar, sólo porque estamos sentimentales y no es el momento adecuado para interrumpir sus confesiones". Dijo él.
La castaña se inclinó hacia adelante, hasta conseguir estar sentada; Eddie copió su acción y se observaron.
Dudoso, Eddie tomó valor—. Ahora yo te agradezco a ti.
—¿Por qué?—. Preguntó ella ahora, curiosa.
—Por hacerme ver que puedo amar a alguien como realmente debe hacerse—. Respondió.
El palpitar de la fémina cambió drásticamente de un momento a otro. ¿Era acaso una confesión de amor?
Recordaba que habían tenido un beso no hace mucho tiempo, pero el tema no se había tocado de nuevo y no había querido preguntar nada al respecto. Si bien, llegó a fantasear con los posibles escenarios al darse la platica, nada estaba resultando cómo ella creía.
—Creo que no lo sabías, pero Anne y yo tuvimos algo antes de conocerte—. Siguió hablando él.
—¿Anne?—. Eddie asintió. Entonces ________ entendió los comportamientos de la rubia y ciertos comentarios que el azabache, su prometido, había hecho en algunas ocasiones.
—Ella tenía razón cuando dijo que solo me interesaba en mí mismo—. La castaña lo miró atenta—. Le hice daño; creía que en realidad estaba haciendo algo bien, pero en realidad no supe darle el amor que ella merecía. No me justifico, pero supongo que el no haber recibido enseñanzas de mi madre y estar con un padre que me odiaba y que no me formó en nada, me hizo ser terrible con las mujeres—. El hombre rió nervioso, y a la vez con cierta amargura. La chica lo miró con pena—. Si te soy sincero, no creí que habría otra mujer para mí después de Anne—. Siguió relatando—. Me deprimí; comencé a hundirme porque las cosas empezaron a salir mal para mí, pero entonces apareciste. Una mujer rota, al igual que yo, pero con quién poco a poco fui sintiendo esperanza de nuevo, que me motivó a tratar de corregirme y ser mejor; con quien comencé a sentirme vivo, y a quien esta vez si pude ayudar con sus necesidades, aunque seguí siendo torpe—. Rascó su cabeza nervioso—. Y ahora digo puras incoherencias.
Ella negó rápidamente y se dobló sobre sus rodillas, girando noventa grados para verlo mejor—. No son incoherencias. Por favor, sigue si es que aún tienes más por decir. No tengas miedo de expresarte—. Pidió ella.
Brock la observó atentamente—. Cada vez que te veo, pienso que eres más bonita.
_________ agradeció que la oscuridad de la noche no le permitiera ver al castaño como sus mejillas ardían con intensidad.
Eddie se dobló sobre sus rodillas quedando frente a ella; nervioso, colocó su mano derecha sobre la mejilla de la chica, quien dio un pequeño brinco en su lugar por el repentino toque, aún así no lo apartó. Eddie deslizó lentamente su pulgar por su piel. Se sentía tan suave, y a la vez fría por el viento que golpeaba contra su rostro. Observó cada zona en su rostro con sumo detalle, apreciando cada parte de su ser.
—Vuélvete azul—. Pidió el hombre en un susurro.
—¿Qué?—. Cierto temor la recorrió. Temía que el encanto de la noche cambiara si volvía a su apariencia real.
—Quiero verte, como en realidad eres—. Se sinceró.
_______ formó una mueca con sus labios y agachó un poco su cabeza; observó el césped dudosa. Eddie nunca había hecho un comentario negativo hacia su apariencia, pero esta vez temía que si la veía en su estado natural, cambiara de opinión sobre lo que sentía.
Aún así lo hizo.
Los ojos del castaño observaron cada zona que dejaba al descubierto partes de su piel. No estaba equivocado en lo que diría:
—Sigues siendo hermosa—. La fémina abrió sus ojos con asombro y levantó su cabeza. Sus ojos se encontraron con los de Eddie, quien colocó su otra mano sobre su mejilla libre—. Espero que algún día todos puedan verte como yo te veo, que no tengan miedo de ti y puedan respetarte y quererte por quien eres, no por lo que puedes hacer—. Expresó con sinceridad.
—Yo espero que el mundo pueda ver que has cambiado para bien. Eddie, seguro tu madre estaría orgullosa de ti—. Dijo ella, con honestidad y anhelo.
El castaño se inclinó y la besó.
Sus labios se encontraron con delicadeza, sin prisa, como si cada segundo fuera un suspiro compartido. La suavidad de ese contacto hace que su corazón latiera un poco más rápido, pero sin sentirse agobiada, más bien acompañada. __________ estaba asombrada, si bien ya habían tenido una situación similar, esta se sentía diferente.
Era un beso que no necesitaba ser largo ni efusivo, porque lo importante era la ternura con la que se entregaban. Las manos de la fémina rodean el cuello del castaño, mientras las de él rodean su cintura con cuidado; ambos abren sus ojos y se observan su reflejo en los del otro, las miradas se suavizan lentamente hasta cerrarse; el roce de los labios se convierte en un gesto lleno de cariño y de una conexión tan profunda que parece que el universo entero pudiera caber en ese pequeño momento, más solo se volvía un cómplice su amor.
Hacia falta algo de romanticismo entre estas criaturas🥹
Nunca me van a amar así😭😭😭😭
Fuera de broma, lloré poquito escribiendo esto, porque tenía las siguientes canciones reproduciéndose: Die With A Smile, The Night We Meet, Somewhere Only We Know, Dusk Till Dawn...😭
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©-MANDALORIANA76
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