—C H A P T E R       S I X—

Arácnido.

El dúo se encontraba sentado sobre unas sillas de madera y con una mesa frente ellos dentro de una oficina policíaca. Ambos habían sido citados al lugar, más bien obligados a ir, por el Detective Mulligan, quien justamente ingresaba en la habitación.

—No le sirvo a nadie aquí. Pierdes tu tiempo—Aseguró el castaño.

El mayor colocó una carpeta en la mesa—¿Sabés qué no dejo de pensar?

—¿Por qué es tan viejo y feo?—Preguntó la fémina. Recibió una mirada fulminante del Detective y del castaño, a lo que se cruzó de brazos.

—No dejo de pensar en qué más Eddie Brock nos oculta de Cletus Kasady y de ella—Señaló a la fémina—¿Por qué quizo Cletus que Eddie viera su ejecución?, ¿y por qué no he encontrado ningún archivo sobre ella en los documentos del gobierno?

El castaño y la fémina se observaron de reojo ocultando sus nervios en el proceso.

—Pasan cosas malas cuando ustedes están—Abrió la carpeta, donde comenzó a mostrar algunas fotografías—Numerosos cadáveres en tu edificio el año pasado, el incidente con las langostas y sólo ustedes salieron de la Fundación Life cuando explotó todo su cohete—Recordó aumentando el volumen de su voz—¡Y ahora hay una psiquiatra muerta en un lugar que yo no sabía que existía hasta hoy! ¡Y las personas ahí hablan de mountros!

Emitió un leve sonido en un intento de burla—Todo lo que no comprenden, lo denominan como monstruo—Habló la castaña con cierto enojo.

—Pareciera que ya conoces esos Monstruos—Atacó Mulligan, dando inicio a una pelea de miradas entre ambos.

—¿Monstruos?—Intervino el castaño observando entre el par—P-Pero, ¿a qué se refieren con monstruos?—Balbuceó.

—¡Monstruos, Eddie!—Alzó la voz irritado—¡A dónde sea que vaya Cletus, se supone que va un monstruo!

—Ay, Dios—Pasa sus manos por su rostro con frustración.

—¡Háblame Eddie! ¡Háblame!—El recuerdo de la mordida en su mano por parte de Cletus se dejó ver en la mente del castaño— ¿Cómo lo hace Eddie? ¿Cuál es el secreto? ¿Cómo hace que la gente vea cosas?

—¡Cállate!—Soltó un gruñido—¿Cuándo dejas de hablar tanto?—Atacó la fémina ya frustrada.

—Ya. Ya—El castaño le tomó por el brazo—No puedo responderle más preguntas sin hacer mi llamada primero—Se dirigió a Mulligan.

El Detective guardó las fotografías en la carpeta y los observó con desgano, seriedad e impotencia.

—Te permitiré tu llamada—Prometió—Pero, ¿sabés qué quieren los secretos? Quieren salir. Por eso es difícil guardarlos—Observó a la castaña, quien giró su mirada en la dirección contraria mientras se mantenía pensativa.

—Creo que tiene razón—Habló la fémina rompiendo el silencio en la habitación.

El castaño se giró a verla con el ceño fruncido—¿Sobre qué?

—Los secretos—Respondió—Siempre salen. No importa cuánto intentes ocultarlos—Añadió observando un punto indefinido en la pared.

—¿Tienes otro secreto, además de lo que me contaste?

—¿Tú no?—Atacó observándolo a modo de recriminación—Porque si me dices que no, no voy a creerte—Sinceró con una leve risa irónica.

El castaño pasó saliva con su garganta mientras deslizaba su mano por la mesa.

—Tengo uno—Admitió.

La fémina giró su silla, quedando justo frente él—¿Cuál es?—Preguntó curiosa—Te he contado la mayoría, tú podrías contarme uno—Alzó sus hombros un poco ante su minuciosa negociación—Prometo no decírselo a nadie—Llevó su mano izquierda hasta su pecho y con la derecha dejó ver la palma de su mano, sonrió mostrando los dientes.

El castaño la escaneó con la mirada, mientras algo dentro de él se removía.

La fémina recargó sus manos en sus rodillas y se inclinó hacia el frente con curiosidad—¿Y bien?

El castaño giró su silla, de tal forma que ambos quedaran un frente al otro y se inclinó lentamente.

Los ojos avellanas de Eddie fueron a caer en los labios rosados de la fémina, quien le siguió con la mirada, y al hacerlo, los nervios se apoderaron de su cuerpo.

La puerta se abrió, dejando ver una cabellera rubia que la castaña solía amar.

Y que agradecía que llegara a tiempo.

—¡Anne!—Exclamó con emoción mientras se levantaba de su silla y se acercaba a ella.

Eddie gruñó por lo bajo y pasó sus manos por su rostro.

La rubia abraza a la castaña con emoción—Ese chaparrito es encantador, ¿no?

—Es un molesto—Responde separándose.

Suspira—¿Qué tanto me tengo que preocupar por ustedes?—Interrogó tomando asiento.

—Metí la pata—Sinceró el castaño acomodando la silla.

Anne caminó hasta la silla de enfrente y se sentó—Okey, ¿es muy grave?

—No podría ser peor, y todo es culpa mía.

—Eso no es verdad—Interrumpió la fémina—Es mía y de Venom.

—No importa lo que sea—Interrumpió Anne—Dile la verdad a la policía—Observó al castaño.

—No, no, no. No puedo decirles que persiguen a un asesino en serie, que tiene un extraterrestre dentro de él y es capaz de matar a todo el mundo—Explicó.

Anne, confundida y no muy convencida, recargó sus codos sobre la mesa y entrecerró sus ojos—¿Estás ahí, Venom? Haber, dime qué pasó.

—Nos abandonó—Respondió la fémina.

—No está aquí.

—¿Es un "no está aquí" de mentira o es un "no está aquí" de verdad?—Cuestionó.

—Se marchó—Respondió la castaña nuevamente. Extrañaba al simbionte.

La rubia suspiró—Piensa, Eddie. Piensa—Insitó, tratando de encontrar una solución.

—No lo sé. Sólo sé que no puede pasar mucho tiempo sin comer, entonces come gallinas y chocolates y eso es todo—Explicó—Y no sé si todavía está obedeciendo las reglas—Agregó—Hay que encontrarlo.

—Yo debo encontrarlo más bien.

—Nosotras—Corrigió la fémina hacia Anne, quien terminó por asentir.

—Tú no puedes salir de aquí—Habló Eddie.

—El problema lo tienes tú, no yo—Alzó sus hombros—Además, será más fácil encontrarlo.

—¿Y qué crees que dirá Mulligan cuando vea que no estás aquí?

—Da igual—Dijo restándole importancia. Sus ojos se tornaron azules al igual que sus manos—Adiós.

Sin más tiempo que perder, terminó por teletransportarse.

Anne parpadeó un par de veces—Sigo sin acostumbrarme a eso—Expresó—Pero veo que ella sigue teniendo el control por aquí—Sonrió.

—Yo arreglaré todo—Comentó Eddie ignorando el comentario.

—Con los dos. No sólo con él—Indicó señalándolo con su dedo índice—Crea una distracción para que no noten que se fue.

La castaña caminaba, y corría de vez en cuando, por las calles escaneando y tratando de encontrar al simbionte en cualquier rincón posible.

"Responde, inútil". Habló por telepatía. "Perdón el insulto, estoy preocupada por ti. Y te extraño". Sinceró.

Y por intentar comunicarse con el simbionte, no se dió cuenta que estaba cruzando una calle y que justamente un automóvil se acercaba a ella.

—Carajo—Murmuró.

Por inercia cerró sus ojos, esperando sentir el impacto, pero eso no sucedió. En cambio, pudo sentir como sus pies dejaban de tocar el suelo y el viento golpeaba su rostro y cuerpo, un brazo  rodeaba su cintura y ella rodeaba el cuello de alguien con los suyos.

Nuevamente sus pies tocaron el suelo, a lo que abrió sus ojos esperando ver al simbionte, en cambio, divisó una máscara roja con algunas líneas negras y unos ojos blancos.

—¿Estás bien?—Preguntó en un tono preocupado.

—¡Eso, Spiderman!

—¡Así se hace!

Una pequeña multitud que pasaba por ahí felicitó a viva voz al arácnido por su gran hazaña.

—Spiderman—Murmuró en un estado de trance e intentado procesar la información. Inclinando su cabeza hacia un lado, observó una larga telaraña que colgaba en uno de los edificios.

¿Cuántas personas podían hacer eso?

El chico debajo de la máscara emitió una leve risa—Debes tener más cuidado, no quiero que te conviertas en un waffle—Bromeó.

__________ sonrió con emoción luego de unos segundos—Eres como yo—Se inclinó hacia enfrente y plantó un pequeño y rápido beso en la mejilla del arácnido, quien se tensó un poco y permaneció en shock en su posición—Gracias, Spiderman—Susurró, se soltó de su agarre y corrió del lugar.

La ventaja de ser una bruja, era que podías leer los pensamientos y las intenciones de las personas.

Ella se pasó un poco de más, debido a que descubrió quién se encontraba debajo del traje:

Peter Parker.

Y con ella no tenía malas intenciones, pudo ver eso. Pero lo que más la alegraba era que él también era diferente a ella. También tenía poderes.

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Corregido 18/07/2022

ANDREW GARFIELD MI HOMBRE, MI MACHO, EL PADRE DE MIS HIJOS, EL.... 🛐🛐🛐

Ya me calmo JAJAJAJAJA

user02135041
Kiuboooo✨✨✨
Muchas gracias por apoyar, tqm❤️

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©-mandaloriana76