Hidden Leaf Village: 9 años después

Habían pasado nueve años desde que Goten fue dado en adopción en la aldea de Hidden Leaf por Chi-Chi debido a la interferencia de Towa y Mira en la línea de tiempo, pero en esos nueve años las cosas en la aldea habían cambiado un poco. Aparentemente para el ojo no entrenado, si uno mirara a su alrededor, parecería como si el tiempo hubiera estado fluyendo normalmente como lo hizo en su historia natural, pero si uno fuera experto en la manipulación del tiempo, notaría la diferencia. Por ejemplo, había un niño de pelo puntiagudo antinatural con una cola de mono durmiendo tranquilamente en medio de un patio escolar en un planeta que no era el suyo.

Goten se acostó en medio del patio de la escuela de la Academia durmiendo tranquilamente, una pequeña sonrisa adornó su cara mientras soñaba con un país de las maravillas cubierto de chocolate. Su fisiología saiyan le permitía dormir al aire libre durante la brisa de otoño de la madrugada sin obstáculos.

Normalmente, esto no parecería nada fuera de lugar, un simple ninja en entrenamiento que lo hizo y se quedó fuera hasta tarde y lo más probable es que no le ganara nada más que una severa hablando también de sus maestros y padres. Si sus padres vivieran en este planeta, y lo más probable es que su padre estuviera orgulloso de ver su dedicación a su entrenamiento y probablemente fuera castigado y obligado a estudiar por su madre para evitar ser un vago de karate con muerte cerebral como la madre se refería a ellos.

Pero se suponía que Goten no estaba en este mundo, se suponía que debía ser entrenado a tiempo parcial por su padre, que él mismo estaba tratando de alcanzar un nuevo reino de poder mientras se veía obligado a estudiar a tiempo parcial por su madre sobreprotector. En su lugar, estaba en una Tierra aparentemente similar, se matriculó en la Hidden Leaf Ninja Academy y estaba en su segundo año de entrenamiento shinobi.

Más abajo, Hiruzen Sarutobi salió de la mansión Hokage y se preparó para dar su paseo matutino. Físicamente, Hiruzen no había cambiado mucho, ya que solo su línea de cabello se había retirado un poco más atrás y había perdido todo su color debido a la edad y el estrés.

Poco a poco, el Tercer Hokage dio su paseo matutino por el pueblo, tomó nota del aire fresco de otoño y del cambio de las hojas. Iba a ser un invierno temprano este año, pensó con una sonrisa mientras pasaba por el pueblo siendo recibido por los aldeanos tanto ninja como civiles con sonrisas amorosas y afecto.

Mientras caminaba por la Academia, aún cerrada, no pudo evitar notar un paquete naranja y negro durmiendo profundamente cerca del área de entrenamiento.

Tomando un pequeño desvío de su camino habitual, cruzó el patio de la escuela y entró en el campo de entrenamiento y, al observar más de cerca al joven, se dio cuenta de que era Goten. Su camiseta naranja manchada de suciedad y sudor, el puesto de entrenamiento que había estado usando para su taijustu había sido destrozado en astillas y había una serie de cráteres y objetivos quemados colgando por el campo. A pesar de todo el daño que el niño había hecho y el papeleo que se aproximaba, tendría que firmar para esto más tarde, el tercero no pudo evitar sonreír.

"Se ha desayunado".

"¡Desayuno!" Goten se sentó, con la cabeza mirando de lado a lado tan rápido que hizo que Hiruzen se preguntara si el niño tenía latigazo cervical, a pesar de su apariencia, el niño tenía toda la energía de un cable en vivo.

"Pensé que habías dicho desayuno"

Era un espectáculo que Hiruzen nunca se cansó de ver, el niño era un glotón desvergonzado y con la mera mención de la comida resucitaría como los muertos casi nueve veces de cada diez.

"Lo siento, debería haber dicho que iba a desayunar, ¿quieres unirte a mí?" el tercero preguntó a qué Goten asintió sin dudarlo.

"¿Tu regalo?"

"¿Preguntaría si no lo era?"

Goten se puso de pie arrebatando el hokage de dos veces por la manga y arrastrándolo por el pueblo sin pensarlo dos veces, ignorando alegremente las obscenidades gritando su camino por su perturbación de la rutina matutina habitual.

Un viaje corto más tarde y dos docenas de platos vacíos más tarde y tuvo un Goten muy satisfecho y un Hiruzen enojatado financieramente. El pobre Hokage había alejado su magra placa de su apetito después de haber disminuido.

"Qué inquietante, creo que rompiste tu viejo récord, ¿qué te olvidaste de comer anoche?"

Goten solo podía sonreír y asentir mientras agarraba dos platos más de panqueques y huevos, envolviendo sus huevos revueltos en los panqueques antes de ahogar la confitería en jarabe antes de inhalar los burritos de turno de marca.

Pero a medida que Goten continuó metiéndose, nunca se dio cuenta de la forma en que el tercer hokage comenzó a evaluarlo. Nunca se dio cuenta de la sonrisa melancólica que se le presentó.

"No me di cuenta mientras dormía, pero puedo sentir el poder rodando de él, la mayoría de los chunin no tienen un aura como esta", el tercer pensamiento con asombro "Los días en que yo pueda justificar tu lugar en la academia han llegado a su fin"

"Es hora de Goten",

"¿Es hora de qué?" el saiyan preguntó

"Por un lado, tus clases comienzan en media hora, y dos necesitas un baño, hijo mío, y necesitas uno, no me creas, sigue adelante y huele"

Goten se tomó un segundo para olerse y mientras miraba el reloj, era seguro decir que el pobre niño estaba un poco maduro. Le dio al anciano una sonrisa tímida.

"Siento decir que me ha estado matando lentamente durante bastante tiempo", bromeó el anciano.

30 minutos y una ducha caliente más tarde.

"Oh mierda, oh mierda, voy a llegar tan tarde", gritó Goten mientras se abría camino por las calles de la ciudad y los callejones.

Las ventanas se sacudieron y los civiles fueron derribados de sus pies por los vientos de los chicos mientras hacía todo lo posible para no correr directamente a través de la gente. Aunque en retrospectiva probablemente habría sido más rápido usar los tejados que pensaba.

Sin embargo, justo cuando llegó al último callejón que lo llevaría directamente al patio de la escuela, encontró su camino obstruido.

Goten ralentizó su ritmo frenético mientras se daba cuenta de al menos media docena de chicos rodeando a un niño rubio. Algunos de ellos que observó llevaban diademas. Dos de los niños estaban reteniendo los brazos del niño rubio mientras un niño mayor lo cinturó en la cara.

La rubia a la que reconoció como su compañero de clase Naruto.

"¿Qué pasa si estabas hablando tan grande hace un minuto?" El líder preguntó golpeando al niño de nuevo "Piensa en tu tipo de tiro caliente porque eres el chico de Fourth Hokages, ¿eh punk?"

"...." El niño solo colgó la cabeza hacia adelante con el flequillo cubriendo su cara sin tratar de gritar.

"Bueno, las noticias flash para sí, ¡no lo eres!" Gorgaba antes de recibir otro disparo seguido de una rodilla en el intestino que le sacaba el aire. "Estás escuchando a Narutard, todos los demás en este maldito pueblo pueden estar besándote el culo, pero estoy seguro de que no"

Uno de los genin que restringía sus brazos le arrebató a Naruto por la parte posterior de la cabeza obligándolo a mirar al líder que la pandilla esperaba que estuviera llorando, pero todos fueron devueltos con la sonrisa salvaje en su cara antes de que escupiera su sangre en la cara de sus atacantes.

"Eso es todo lo que tienes", preguntó Naruto riéndose en la cara mientras los chicos mayores se retorcían de rabia mientras se limpiaba la sangre de los ojos.

"¡Mantente firme!" El niño gruñó mientras amartillaba su puño malas intenciones escritas en su cara mientras canalizaba el chakra a su mano. Sin importarle las consecuencias de sus acciones, se balanceó con toda su fuerza.

Goten había visto lo suficiente moverse más rápido de lo que nadie en el callejón podría esperar para mantenerse al día con el salto delante del puñetazo

CRACK

El sonido de los huesos rotos resonó arriba y abajo por el camino del callejón mientras Goten estaba allí atrapando la mano de los chicos mayores con la suya. Lentamente apreta su agarre sobre la mano del genin ganando un aullido de dolor.

"¿Por qué no intentáis molestarme en su lugar?", preguntó.

"Oh, diablos, es el monstruo del mono", soltó uno de los genin.

Goten lo miró fijamente antes de apretar su otra mano en la muñeca de los líderes y comenzó a girar antes de lanzar al líder al que lo llamó un monstruo. Goten se alejó de la vista de todos antes de adornar a los chicos sosteniendo a Naruto

"Cuatro abajo y dos a la izquierda, ¿estáis seguros de vuestros verdaderos ninjas?" se burlaba con una sonrisa antes de volverse hacia Naruto. "¿Estás bien, tío?"

Naruto solo podía asentir con la cabeza por lo que estaba viendo.

"Genial, soy Goten, por cierto", el saiyan se presentó no cien por cien seguro de si había conocido formalmente a Naruto. Una vez más, Naruto solo pudo asentir con la cabeza antes de señalar al grupo de chicos que parecían reagruparse en el otro extremo del callejón.

Mientras tanto, los matones susurraban entre ellos, luchar contra el hijo de Hokage muerto era una cosa, pero allí los padres siempre les habían advertido que evitaran Goten. Por lo que podían recordar, habían estado volando rumores de que era una especie de monstruo alienígena disfrazado de forma humana y después de ver una velocidad y fuerza tan extrañas, podían creerlo. No dispuesto a arriesgarse más en el caso de Goten, el genin estaba en formación con kunai listo.

"No te preocupes, tengo esto", le dijo a Naruto antes de lanzarse en su dirección. En una explosión de velocidad súper humana, Goten aplastó a través de su guardia rompiendo kunai y dejando caer a cada niño con un solo toque.

"Bueno, eso no fue divertido", dijo Goten con un puchero reapareciendo a un lado de Naruto con la diadema de cada niño a cuestas.

"Después de lo que acabo de ver, ya no creo que ustedes los necesiten" y luego, con ni siquiera una fracción de su verdadera fuerza, aplastó las placas de la cabeza en un fino lío polvoriento antes de girar para ayudar a Naruto hasta ponerse de pie, la clase ahora lo más lejano en su mente Goten comenzó a escoltar a Naruto a la enfermería de la escuela.

Sin embargo, como los dos chicos dejaron fuera el otro lado, ninguno de los dos se dio cuenta de la considerable multitud que se había reunido para ver la conmoción y ahora que todo estaba dicho y hecho, más de unos pocos susurraban en voz alta allí, conmoción

"¿Puedes creer la velocidad que tiene ese monstruo?"

"Sabía que deberíamos haber presionado a Lord Hokage para que lo matara cuando tuviéramos la oportunidad de que se estuviera volviendo demasiado fuerte"

"Mi hijo es un Chunin y nunca lo he visto moverse la mitad de rápido que eso"

"Dios nos ayude cuando ese chico llegue a su mejor momento"

"Alguien llama a la Fuerza de Policía y consigue a esos chicos un médico y que alguien traiga el Hokage y le diga que su bestia está fuera de su correa... Pero no le digas que lo dije:"

Mientras la multitud se dispersaba allí estaba un hombre que pasaba desapercibido mientras una simple ilusión proyectada a su alrededor comenzaba a desvanecerse, repetía la escena en su mente con una sonrisa en la cara mientras su corto y desordenado pelo negro era borlado por el viento, un abanico rojo y blanco prevalecía en su camiseta negra mientras caminaba por el callejón antes de girar en la dirección opuesta a la de los chicos, la torre Hokage era su destino.