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CAPÍTULO 7

—Jack —pronunció una voz en la oscuridad—. Jack —volvió a llamar, pero no había nada alrededor de él, solamente un profundo vacío negro, estaba frío y húmedo, pero en un segundo apareció una figura entre las penumbras. Una chica, una hermosa joven con un vestido blanco que sobresalía de entre la oscuridad. Jack caminó confundido hasta ella, y la vio, Willow. Estaba frente a él, tan bella como la última vez que la vio.

—Willow —dijo al verla. Pero al intentar llegar a ella una gigantesca muralla de fuego se interpuso.

—¿Por qué, Jack? —sus ojos comenzaron a llorar sangre.

—¡Willow! —gritó al ver que el fuego comenzaba a expandirse y empezaba a quemarla.

—¿Por qué me dejaste morir? —pronunció una vez que el fuego la cubrió completamente, ella gritaba sin control y Jack estaba completamente horrorizado.

—¡No! —gritó con todas sus fuerzas y despertó.
Para cuando abrió los ojos, todos los objetos cayeron de manera estrepitosa al suelo, igual que él. Cayó sobre su cama pero rebotó y se estrelló contra el suelo.

—Dios mío, ¿estás bien? —exclamó muy asustada Gwen mientras se agachaba junto a él.
Jack respiraba de manera agitada, estaba cubierto de sudor y no parecía estar concentrando en nada. Gwen colocó su mano en su pecho y después de mirarlo fijamente dijo:—Respira, solo respira.

Comenzó a tranquilizar su agitada respiración y después de volver a su compostura la miró.

—Listo, ¿estás mejor?

—Creo que sí. —Respondió llevándose las manos a la cara.— ¿Estaba...?

—¿Levitando? Sí. —Se sorprendió al ver que no todo había sido un sueño.

—¿Te lastimé? —la tomó de la cara y la revisó de manera nerviosa.

—No me hiciste nada, estaba dormida y empezaste a gritar. Fue cuando vi que casi llegabas al techo.

—No lo puedo creer...

—No sabía que podías levitar.

—Ni yo —estaba conmocionado, todo había ocurrido en segundos y ni siquiera se había percatado de ello.

—Jack, ¿qué te ocurrió?

—Tuve... tuve una pesadilla. —Ambos se levantaron sin soltarse, Gwen parecía más confundida que aterrada. Alguien tocó la puerta, sonaba urgente, Jack la abrió, eran Iron, Pepper y Quick.

—¿Qué pasó? —preguntó Iron completamente alarmado.

—¿De qué hablas?

—Estaba preparando el desayuno cuando de repente mi sartén comenzó a flotar. Y no vi luces rojas o azules así que... —lo miró pensando que él estaba enterado de lo sucedido.

—Escuché gritos —Pepper se cruzó de brazos y miró seriamente a Gwen.—¿Qué te pasó? —miró la sangre que caía de su nariz.

—Tuve una pesadilla —respondió él, obtuvo miradas confundidas al instante.

—Por una pesadilla dejé mi telenovela, fantástico. —expresó Quick retirándose de allí.

—No creo que sea normal eso, Jack, tal vez deberías dejar que Coop te revise.

—Iré con él en un rato, gracias por su preocupación, pero estoy bien.

—Si necesitan algo, estaré en la cocina. —Iron se retiró después de eso, Pepper miró con cierta preocupación a Jack y después de una mirada analítica hacia Gwen, se fue. Jack cerró la puerta y suspiró, limpió por completo la sangre de su nariz y miró a Gwen.

—Le gustas —dijo ella acercándose a la ventana.

—¿Perdón? —Jack se puso bastante nervioso después de oír eso.

—¿Me dirás que no lo notaste? —preguntó con incredulidad.

—Bueno, solo... —ella lo miraba como si estuviera mirando a un niño nervioso, sonrió y simplemente dijo:—Vamos a desayunar.

Casi todos estaban reunidos en la sala principal, juntos en la mesa disfrutando de un agradable desayuno que preparó Iron. Jack comía tranquilo cuando se percató de que en la mesa faltaba alguien.

—¿Dónde está Evan?

—Ha estado en el área de entrenamiento desde las seis, ese chico tiene fortaleza.
—respondió Barry sirviéndose un plato de huevos y tocino.

—Iré a avisarle, tenemos que hablar sobre que es lo que haremos ahora. —Habló Pepper, se levantó y fue directo al lugar en donde él estaba.
Quick devoró un pan tostado con tres mordidas, se limpió la boca y corrió hasta alcanzarla.

—Rojita, espera. —Ella se giró y sonrió.

—¿Qué pasa, Veloz?

—Escuché que iríamos a París en estos días.

—¿Y?

—Y... estaba pensando, solo pensando, no sé, tal vez tú y yo podríamos salir un rato, comer unos caracoles, o no sé lo que tú quieras. —Se rascó la nuca y miró hacia otros lados mientras hablaba.

—¿Me estás invitando a salir? —preguntó con una sonrisa incrédula.

—¡Sí! Es decir, tal vez, llámalo como tú quieras —sonrió de manera torpe, Pepper lo miró agraciada sin dejar de lado su semblante feliz.— ¿Qué-qué dices?

—Me gustaría, Quick.—le sonrió una vez más y siguió su camino. Quick saltó de la felicidad y gritó por la victoria.

—Es la ciudad del amor, bebé —dijo para sí mismo sin dejar de festejar.
Pepper llegó hasta el área de entrenamiento, Evan practicaba su técnica de pelea utilizando un muy extraño bastón metálico que al maniobrarlo dejaba un delgado hilo de color verde brillante. Ciertamente era un peleador nato, realizaba una serie de técnicas y ataques utilizando aquel bastón que incluso parecía que formaba parte de él. Saltó con fuerza y destrozó uno de los androides voladores de Cooper, unas muy curiosas máquinas que parecían pelotas con turbinas.

—Eso te lo cobraré después —dijo ella en tono burlón.

—El científico me dijo que no importaba, ¿como es que se llama? Cooper —recordó, girando con absoluto control su arma.

—Eres bueno. —Pepper accedió a los controles del lugar y observó sus grabaciones, Evan no había dejado de entrenar en horas.

—Gracias, ustedes también son muy buenos —finalmente dejó su arma, la cual, igual que su armadura, comprimió en un pequeño artefacto de a penas diez centímetros de altura. Tomó una botella con bebida energética y se acercó a ella.

—Necesitamos hablar, ven, todos están en el comedor.

—Bueno, vamos —ambos caminaron por el pasillo hasta llegar al comedor, todos seguían ahí.

—Evan, veo que al fin terminaste, ven únetenos —dijo Cooper al verlos.

—Sí, bueno acabé con todos tus androides así que no había más que hacer —se sentó y todos lo miraron. —. Lo siento.

—Eso no importa —comenzó Iron.—Lo que importa es conocer los detalles sobre la misión.

Evan volvió a sacar aquel cubo azul, lo colocó sobre la mesa y nuevamente volvió a salir una gigantesca proyección holográfica.

—La primera pieza para crear el arma se encuentra aquí —la imagen mostraba un gran edificio parecido a un museo. Pero con aspectos más avanzados y tecnológicos.— En el Centro de Investigación Científica Lumière Solaire. La pieza se encuentra en el sector más fortificado y protegido del lugar —mostró una zona subterránea repleta de seguridad.

—No creo que el gobierno francés nos permita acceder a uno de los más restringidos lugares que tienen solo por que se los pidamos por favor. —Comentó Barry analizando la proyección.

—¿Bromeas? Si somos super estrellas—dijo Quick.

—Por ello debemos llegar lo antes posible para así advertirles sobre la situación, con suerte les daremos tiempo a actuar y también podremos interceptar a Los Inhumanos. —Concluyó Evan tomando su aparato.

—Ya lo oyeron, equipo, salimos en veinte —Jack se levantó y todos de dispersaron rumbo a sus habitaciones. Entró en su habitación y Gwen ya tenía preparada una pequeña mochila.

—¿Qué haces?

—Lo sé, es muy pequeña, pero ni siquiera pude tomar ropa de mi casa.

—Gwen, no puedes venir.

—¿De qué hablas?

—Es una misión, no iremos de vacaciones. Puedes salir lastimada o peor.

—Sé cuidarme sola. Por favor, Jack, puedo ayudarlos —la miró durante un largo rato, la sola idea de ponerla en peligro lo aterraba de sobremanera.— Jack, confía en mí. —caminó hacia él y envolvió con sus brazos en su cuello—. No quiero estar sin ti, te necesito —juntó su frente con la de él y se besaron.

—También te necesito —respondió sin despegarse de ella—. Pero debes  entender, que si algo malo te pasara, jamás me lo perdonaría.

—Nada me pasará —pronunció, y en ese momento Jack recordó su pesadilla, su corazón comenzó a latir con miedo, pero logró tranquilizarse al verla sonreír.

—Está bien, pero te quedarás con Cooper en la nave.

—¡Sí! —lo besó nuevamente y comenzó a saltar de la emoción.— Te adoro.

—Hablando de Cooper, debo ir con él, te veo en la pista. —Le sonrió y salió de la habitación, pasó nuevamente por la de Pepper, pero ella no estaba, siguió caminado por la hermosa estructura cilíndrica de color blanco que brindaba una vista al bosque y llegó hasta el laboratorio de Cooper.
Él estaba haciendo algo, no se veía con claridad, solamente se veían las chispas saliendo desde abajo de lo que parecía una gran máquina cubierta con una manta.

—Coop —gritó un poco pues la herramienta que estaba utilizando hacía bastante ruido.

—Hola, Jack, ¿qué pasa? —salió de aquella máquina cubierto de aceite.

—Podemos... ¿podemos hablar? —Jack lucía bastante serio.

—Seguro —se levantó, ambos caminaron hacia una mesa y se sentaron—. Dime, ¿sobre qué querías hablar? —dijo mientras se limpiaba la cara con una toalla.

—Hoy tuve un... incidente.

—¿Te refieres a la anomalía anti-gravitatoria? Sí, la sentí.

—¿En serio?

—Jack, estaba aquí haciendo unos cálculos cuando mi taza de café empezó a levitar, igual que casi todo.

—Diablos —exclamó asombrado—. Significa que casi todo se vio afectado.

—Cuéntame, ¿qué ocasionó la anomalía?

—Una pesadilla —Cooper soltó una ristita entre dientes y Jack lo miró confundido.

—Lo siento, Jack, no hay nada de que preocuparse, la pesadilla debió incrementar tu capacidad telequinetica y eso causó que muchos objetos se vieran afectados.

—No solo es eso, Coop, estaba levitando.

—¿Bromeas? ¿En verdad eres tan fuerte? —se mostró bastante sorprendido luego de escuchar eso.

—No lo sé.

—Escucha, puedes aprovechar esto, puedes intensificar tu alteración mucho más, solo imagina, si tu telequinesis es tan fuerte, podrías llegar incluso a volar. —Cooper se mostraba entusiasmado ante eso, pero Jack se veía más nervioso—. ¿Qué ocurre?

—Hay algo más, he estado teniendo una serie de... visiones.

—¿Sobre qué?

—La veo, Coop, a Willow, en los espejos, en los callejones, en mi habitación, hay ocasiones en las que ni siquiera sé si es real o simplemente me estoy volviendo loco —se apretó la cabeza y miró asustado el suelo.

—Jack, escucha, todo lo que te ocurre tiene una explicación lógica. Tienes un trauma, sigues afectado por haberla perdido tan de repente. Por eso las visiones y tus pesadillas.

—Pero, se siente tan... real.

—Hay ocasiones en las que los sueños o las alucinaciones pueden llegar a ser tan nítidos como lo es uno mismo.

—Tal vez. —Jack buscaba creer en sus palabras, pero muy en el fondo sabía que no todo podía ser explicado de manera científica.

—Mira, puedo hacerte un bloqueo mental, borrar tus recuerdos y evitar que te siga atormentando.

—Ni hablar.

—¿Por qué no? ¿Qué no se supone que verla te está haciendo daño?

—Si permito que me hagas eso, borrarás todo recuerdo que me queda de ella, y olvidarla me dolería más que cualquier alucinación.

—También puedo quitarte ese dolor.

—Hay ocasiones, Coop, en las que se debe de sentir dolor, eso nos recuerda que estamos vivos.

—Chicos, ¿están listos? —dijo Iron, todos venían cargando enormes valijas y equipo.

—Seguro.

—Chicos, les tengo una sorpresa —dijo Cooper acercándose a aquella máquina cubierta.— Estuve viendo la nave, resultó bastante dañada estos últimos días, y ya que el equipo se a hecho significativamente más grande, decidí terminar un proyecto que tenía olvidado.

—¿Qué hiciste, Coop, una novia robot?

—Muy gracioso Quick, pero no —quitó la manta y dejó al descubierto su nuevo invento —. Les presento al Blackwing 2.0 —era bastante más grande que el anterior, pero con un diseño similar, una aeronave impresionante, dotada de grandes alerones, una poderosa turbina, y un intenso color negro con algunos toques de rojo.

—¡Cielos, es bellísima! —exclamó Barry accionando la compuerta trasera, la rampa bajó y todos pudieron admirar su interior.
Incluso parecía más grande y sofisticada que por fuera, todos estaban extasiados con la nave, era un gran punto a su favor.

—¿Que estamos esperando? Veamos como ruge éste bebé —comentó Cold tomando asiento, todos lo imitaron. Cooper se colocó al mando de la gran bestia metálica y después de encenderla dijo:

—Abróchense los cinturones, gente, nos vamos —La aeronave se elevó unos metros en el aire, y sin más salió volando en dirección al cielo azul.











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