CAPÍTULO 5
Todo Times Squere estaba en silencio, la gente se había quedado paralizada al ver aquellla escena. Jack por su parte estaba completamente confundido, sin saber qué decir o hacer, no fue hasta que Iron caminó hasta colocarse junto a él cuando empezaron a planear lo que a continuación harían.
—Amigo, ¿qué está pasando? —preguntó sin apartar la vista de aquel grupo de extraños seres.
—No lo sé —respondió fríamente, incluso comenzaba a desesperarse por la tención del momento.
—¿Son Alterados?
—No. Mira a esos dos —dirigió con sus ojos a quien debía ver—. Ellos estaban en los laboratorios Roderstrak, creo que son los experimentos.
—¿Cómo lo sabes?
—Encontré una carpeta llena de archivos, y ahí estaban ellos. No son Alterados, son algo más...
—¿Qué haremos entonces?
—¡¿Nos vamos a quedar aquí toda la noche, o vamos a pelear?! —rugió el hombre lagarto y comenzó a caminar lentamente hacia Los Defensores. Jaime Blood se le unió en el proceso.
—Jaime, ¿qué carajo haces? —pronunció su hermana al verlo avanzar junto al monstruo.
—El fenómeno tiene razón, no planeo quedarme aquí sin hacer nada —le sonrió a su hermana cubriéndose de energía. Al instante los demás se les unieron, dejando a Harold y a Jannet solos.
—Creo que ya sé que haremos —Iron empezó a caminar en dirección a ellos. Los demás le siguieron, excepto Jack, y Barry, ya que seguía en el Blackwing.
—Maldición —escupió ya resignado y caminó junto a su equipo. El monstruo sonreía mostrando sus dientes afilados mientras hacía crujir los huesos de sus manos preparándose para la pela. Iron lo miró seriamente y se arrodilló con rapidez, tocó ligeramente una tapa de alcantarilla y en un segundo se volvió de metal. El monstruo le sonrió una vez más y ambos bandos comenzaron a correr uno contra el otro, Iron se lanzó contra el monstruo y le propinó un poderoso puñetazo directo a su horrible rostro.
Para cuando empezaron a pelear, Quick y Jaime a toda velocidad corrieron el uno contra el otro, chocando en una explosión de luz que se movía a toda velocidad. Iron golpeó una y otra vez al monstruo, hasta que éste lo tomó de la pierna y lo arrojó con fuerza hacia un automóvil y antes de que pudiera liberarse pateó la gran chatarra y lo mandó a volar directamente hacia una pantalla en un edificio.
La bestia se burló, hasta que una pieza enorme de escombro le cayó directo en la cara, Jack saltó y pateó su pecho, la criatura salió volando un par de metros en el aire, pero a penas y tocó el suelo volvió a atacar. Lanzó un zarpazo con su enorme mano y Jack generó un escudo que lo protegió del ataque, justo a tiempo en que Cold golpeara su rostro con su puño cubierto de hielo. Una extraña luz verde cubrió el cuerpo de Cold y lo arrojó lejos, para después seguir con Jack. La energía lo hizo levitar en el aire sin poder liberarse, la chica del cabello púrpura estuvo a punto de hacer otro movimiento, hasta que Pepper apareció y le lanzó una enorme cantidad de energía a su enemiga.
—¡Déjalo en paz! —intensificó su fuerza y logró que la chica soltara a Jack. Cayó al suelo sin más, Pepper corrió y se arrodilló junto a él.— ¿Te encuentras bien?
—Sí, ¡cuidado! —movió su mano con rapidez y evitó que el sujeto con el traje volador hundiera unas afiladas cuchillas que empuñaba contra Pepper.
Ambos voltearon y la pelea continuaba, así que se levantaron y corrieron a combatir.
Quick atravesó de lleno la pared de un banco, la alarma comenzó a sonar, y Jaime lo miraba indiferente con los brazos cruzados.
—Patético —pronunció con una carcajada, Quick se enfureció y aceleró mientras él reía, está vez Jaime no reaccionó a tiempo y Quick le asestó un contundente y veloz puñetazo que lo arrojó directamente a la calle.
—¿Qué, a acaso voy muy rápido? — Quick sonrió arrogante, Jaime pasó su mano por su boca y limpió un poco de sangre, nuevamente sonrió y dijo:
—Muy bien, niño bonito, veamos si puedes volver a alcanzarme. —Salió corriendo y Quick tras él, a medida que corrían, arrasaban con las calles, todo lo que estaba cerca de ambos terminaba deshecho o lleno de quemaduras, como si un par de cometas compitieran en un duelo de velocidad y destrucción.
El lugar estaba en caos, la pelea se había vuelto mucho más intensa de lo que ellos pensaron, Cold luchaba contra el sujeto volador en la calle, había logrado congelar una de sus alas, pero aún así ese sujeto tenía un arsenal de armas y un muy letal estilo de pelea.
El sujeto saltó en el aire y golpeó el rostro de Cold, antes ya se había vuelto de hielo así que no hubo problema. No fue hasta que una llamarada lo impactó directamente, volvió a su forma normal y aquella pelirroja caminaba furiosa hacia él.
—Aléjate, Dimitri, él es mío —miró al sujeto volador y descongeló su ala.
—Como quieras. —Dijo con un notorio acento ruso y reanudó su vuelo con rapidez. Caminó hacia Cold cubriendo sus manos de fuego y él se levantó.
—Sabía que eras tú —extrañamente le sonrió durante unos segundos, Jannet se confundió y disparó su fuego. Cold evitó las llamas creando una muralla de hielo que en cuestión de segundos se volvió agua.
Disparó una ventisca que la congeló rápidamente hasta el cuello.
—No quiero lastimarte, por favor ríndete. —insistió completamente serio, pero ella hizo explotar el fuego y lo derribó.
—Cierra la boca —enunció al colocarse frente a él.
—Lo siento en verdad —pateó con ambas piernas y la arrojó con fuerza y a media caída la volvió a atacar.
El monstruo atacó una vez más, lanzó un puñetazo que Jack logró contener lo suficiente hasta que Iron apareció y nuevamente le propinó un golpe en el rostro.
—¿Me extrañaste? —le sonrió a la bestia y éste rugió.— ¿Por que no te metes con alguien de tu tamaño? —entonces se escuchó un poderoso rugido que captó la total atención del monstruo.
Blade Slash saltó y recibió a su enorme adversario golpeándolo con un automóvil.
—Te tardaste, grandote —Jack suspiró y el gigantesco lobo se enfiló contra la bestia y ambos comenzaron una brutal batalla.
Iron salió a pelear contra el sujeto volador, y cuando Jack estuvo a punto de seguirlo, un enorme rayo lo impactó directamente en el pecho. Salió volando a toda velocidad y se estrelló contra un edificio, después se estampó contra el asfalto.
—Tú... —pronunció acercándose hacia él. La gente que estaba cerca se alejaba gritado al verlo.
—¡Déjalo en paz! —gritó un adolecente que le arrojó una botella a la cabeza. Harold lo miró enfurecido levantó su mano.
—¡No! —Jack le arrojó un automóvil y mientras estaba distraído lo golpeó con tanta fuerza que lo hundió en el asfalto.
Harold gritó y una explosión de energía estalló, Jack alcanzó a crear una barrera que protegió a toda la gente que seguía atrás de él.—¡Corran! —gritó a penas conteniendo la electricidad. Finalmente cedió, y Harold se encarreró contra él, lo tomó del cuello y lo alzó en el aire junto con él.
—Todo es tu culpa. —Le dijo sin soltarlo, Jack veía todos los edificios desde arriba al igual que todos los veían a ellos dos.
—¡Harold, cálmate, estás cegado!
—Te equivocas, nunca había visto las cosas de una manera tan clara como ahora. ¿Cómo puedes llamarte a ti mismo héroe, si no puedes proteger a nadie?
—¡Estás demente!
—Ahora lo veo, ustedes lo único que hacen es destruirlo todo... pero ya no más —finalmente lo soltó, Jack comenzó a caer a toda velocidad directo hacia el suelo.
—¡Ahora no, maldición! —cerró sus ojos y cubrió su rostro antes de tocar el suelo. Cayó creando un enorme estruendo que levantó una pantalla de polvo.
—¡Jack! —Pepper le asestó un puñetazo a la chica de la energía verde y corrió directamente hacia él.
—Nadie más tendrá que sufrir las consecuencias de sus actos, si no hay más Defensores... —aterrizó en medio del combate y de él comenzó a salir una enorme cantidad de luz.
—¡¿Qué haces?! —gritó Jannet Blood sin poder ver nada que no fuera luz.
Harold estalló, pero esta vez fue diferente, toda la energía salió disparada con un nivel de destrucción aún mayor, la electricidad comenzó a arrasar con todo a su paso. Pepper abrazó a Jack, mientras esperaban el azote de la electricidad.
Pero ésta golpeó contra un objeto sólido que la neutralizó en segundos. Después de que la explosión devastara el lugar, y dejara casi todo Nueva York a oscuras durante unos instantes, una figura humeante emergió, un extraño ser que portaba un metálico traje oscuro que no dejaba nada al descubierto, como si portara una armadura. Ni siquiera sus ojos se veían, un casco con una lente blanca le cubría el rostro por completo, aquel sujeto volteó lentamente hacia Pepper y Jack que no acababan de entender lo sucedido.
—Sería mejor que se apartaran —emitió con una profunda y evidente voz masculina. Harold volvió a disparar, pero el sujeto alzó una gran y afilada espada que logró repeler con éxito su ataque. Harold de quedó tan sorprendido como todos, sin más aquel sujeto se lanzó contra Harold y comenzó a lanzar decenas de ataques con su espada, indudablemente sabía pelear, sus movimientos eran contundentes y efectivos, todos los ataques que él lanzaba a duras penas Harold podía contenerlos.
—A la mierda con el plan, vámonos de aquí —emitió Dimitri al ver que Los Defensores volvían a atacar, alzó sus alas y salió volando de ahí.
—Carajo —exclamó Jannet al ver sus compañeros salir de ahí con rapidez.
—Nos vamos, chispa —Jaime apareció y se llevó a Jannet cargando, despues llegó Quick que a penas podía mantenerse en pie.
—Harold, por favor —le imploró Jack, todo el equipo lo rodeó, estuvo a punto de atacar con más fuerza, pero un círculo de fuego verde lo encerró, y la chica de cabello purpura apareció llevándoselo de ahí.
—Esto aún no termina —el hombre lagarto saltó con fuerza hasta perderse entre la ciudad y abrirse paso después hasta el océano donde acabó por desaparecer en el agua. Barry volvió a la normalidad, el combate lo dejó bastante herido. Caminó junto a sus amigos, todos estaban exhaustos y heridos, excepto por aquel hombre de la armadura oscura.
—Muy bien, ya que esto terminó puedo preguntar ¿tu quien carajo eres? —exclamó Quick señalando al extraño. Él tomó su casco y con presionar un mecanismo lo levantó, era un joven, de una edad equivalente a los allí presentes, era afroamericano y tenía la cabeza rapada, con rasgos bastante varoniles y unos ojos oscuros.
—Me llamo Evan Robinson, vine a ayudarlos. —Pronunció mirando a todos.
—Jack, muchas gracias por tu ayuda.—le extendió la mano y él correspondió el saludo.
—No fue nada.
—Disculpa, no quiero ser grosera pero... ¿Por qué nos ayudas? —Pepper lo miró confundida, Evan volteó con una sonrisa a mirarla.
—Los he estado buscando, he encontrado algo que puede que les interese —todos lo miraron.
—¿De qué se trata? —preguntó Barry haciendo llamar la aeronave con un control remoto.
—Solo digamos que esto podría tener grandes consecuencias catastróficas.—Evan parecía decir la verdad, pero faltaba contexto.
—No podemos arriesgarnos, hay que volver a casa —dijo Jack al ver al Blackwing descender
—Tiene razón, hay que irnos ya. —Pronunció Barry entrando en la nave.
Jack estuvo a punto de entrar junto a su equipo, pero alcanzó a ver a Gwen en la lejanía.
—Esperen —dijo corriendo en dirección a ella.
—¿Qué le ocurre? —preguntó Evan.
—Está enamorado —respondió Iron.
Llegó rápido y Gwen lo miraba de manera curiosa.
—Hola —emitió él mirándola con una sonrisa.
—¿Te vas? —pronunció de manera triste—. A penas llegaste.
—Lo sé, pero me necesitan.
—Yo te necesito —ambos se miraron con tristeza—. Supongo que nos veremos luego.
—Esperaba que vinieras conmigo. —Le sonrió, ella abrió los ojos con felicidad y lo abrazó con fuerza.
—Te adoro —besó su mejilla y ambos caminaron a la nave. Iron lo esperaba en la compuerta de la nave con una sonrisa.
—Gwen, ellos son mis amigos. —La presentó ante todos. Ella estaba temblando de la emoción al verlos.
—Ho-hola —tembló y todos la miraron con una sonrisa.
—Quick Hit —corrió hasta ella y se presentó. Ella lo saludó sonriente.
—Chicos sujétense, nos vamos —dijo Barry alzando la nave en el cielo y se fueron.
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