Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 15

El cielo nocturno era iluminado con cientos de colores cortesía de los fuegos artificiales.
Cold caminaba entre las miles de personas que disfrutaban de la música y el ambiente que el carnaval les ofrecía, era algo mágico, las luces, la gente, la vestimenta, era como vivir en otro mundo.

Siguió caminando entre la multitud, y a pesar de ver cientos de mujeres hermosas una sobresalió en su mirar.
Tenía un largo y hermoso vestido rojo como las llamas, que hacía juego perfecto con su cabellera carmesí, sonrió y se acercó disimuladamente mientras contemplaba como dos sujetos huían intimidados de ella.

—Dicen que las bonitas siempre son las más difíciles —llegó junto a ella y tomó una copa también. Ella casi escupió la bebida, lo miró seriamente.

—¿Qué carajo quieres? —pudo ver como una pequeña flama emergía de su mano.

—Tranquila, solo quiero hablar —levantó las manos en señal de paz, ella pareció relajarse un poco, lo cual lo tomó por sorpresa.

—No podemos... y lo sabes —comenzó a caminar pero él se apresuró, sujetó su brazo y ella volteó.

—¿Lo dices por ti, o por tu gente? —ella entrecerró los ojos—. Sé que no quieres hacer esto, lo veo en ti, por favor, permíteme ayudarte.

—Escucha, no tienes ni la más mínima idea de lo que quiero, así que vete antes de que esto se ponga feo.

—¿Por qué haces esto? —preguntó nuevamente, ella negó, no sabía qué o más bien cómo decirlo.

—Los Alterados lo merecen, solo saben causar dolor.

—Estudié tu caso, sé quién eres y lo que le ocurrió a tus padres... lo siento mucho —. Ella se acercó con rapidez y lo sujetó con fuerza del cuello del traje.

—No sabes absolutamente nada de mí, deja de entromerte o...

—¿O me matarás? Hazlo —su mirada cambió, ella estaba confundida al verlo tan tranquilo—. Te diré algo, sé exactamente como te sientes, pero también sé que no buscas hacer el mal, lo noto en tus ojos, además, si me quisieras muerto... ya lo estaría —ella lo soltó.

—¿Por qué haces esto?

—Ya te lo dije, no creo que estés haciendo esto por venganza, creo que lo haces porque no tienes otra alternativa. Pero la tienes, ven conmigo, te aseguro que todo estará bien.

—¿Cómo puedo confiar en ti? Ni siquiera te conozco.

—Me llamo Dylan Paterson, pero me conocen todos como Cold Shock —estiró su mano ente ella, Jannet miró incrédula aquel gesto—. Te juro que solo quiero lo mejor para ti.

En ese momento se escuchó una fuerte explosión, la gente comenzó a huir despavorida, más y más explosiones se escucharon en la lejanía. Jannet se alejó un poco.

—Dame una oportunidad para probar que puedes confiar en mí —ella lo miró unos segundos y después salió corriendo.
De entre la gente que huía Barry apareció luchando contra la corriente, él iba al origen del caos—. ¿Qué ocurre? —preguntó apresuradamente al alcanzarlo.

—Tengo una corazonada —llegaron hasta el epicentro del desastre, las casas y edificios estaban en llamas, Cold se apresuró a sofocar el fuego, cuando una gigantesca y verdosa mano lo atrapó, el enorme lagarto salió del fuego y lo arrojó contra una casa.

—¡Mierda! —exclamó Barry, el lagarto se veía distinto, mucho más fornido, con la piel más dura y resistente, y con sus facciones un tanto más humanas, pero eso no quitaba el hecho de ser una abominación.

—¡¿Qué esperas?! —rugió con fuerza y cargó contra él. Lanzó un par de zarpazos que logró esquivar con dificultad, después arremetió con su cola. Pero Barry saltó hacia atrás y cayó a salvo.
Cuando el lagarto lanzó nuevamente un golpe que alcanzó a cortarlo, tres enormes rasguños aparecieron en su cuerpo a la par que la sangre emanaba sin control. Sonrió y lanzó otro golpe.
Barry bufó con resignación, se levantó, alzó su puño y justo cuando iban a impactar, se transformó en Blade Slash. El choque de ambos puños causó una expansiva que sacudió el lugar.

—Idiota —pronunció el lobo celeste con su voz bestial. Arremetió contra el lagarto con otro puñetazo que fue bien recibido por su espantoso rostro. El monstruo salió volando y se estrelló creando un cráter en el asfalto.

—Bien... así está mejor —sonrió tras haber escupido sangre. Se levantó y comenzó a correr hacia él. Blade Slash hizo lo mismo.
Aquél par de bestias impactaron en una vorágine de golpes y zarpazos sin igual. El lagarto pateó fuertemente a Barry hasta arrojarlo contra una casa, la pared colapsó y terminó tendido en el suelo.
Escuchó un grito, y volteó rápidamente hacia arriba, una chica se sujetaba de lo que quedaba del barandal de una escalera. Se soltó, y Barry la atrapó, la chica gritó aún más. Nuevamente el lagarto apareció frente a él, lanzó un gigantesco zarpazo directo a su pecho, Barry lo retiró con su otra mano, pero aún así los cortes llegaban hasta él.

—Eres débil —alcanzó a soltarse, y le propinó un contundente cabezazo. Nuevamente cayó en el interior de la casa soltando a la chica—. Tú y tus amigos... no merecen los dones que tienen —se colocó encima de él, Blade Slash intentó zafarse, pero el lagarto lo contuvo dándole otro puñetazo y apresando con sus piernas sus brazos.
Se acercó a él y sonrió moviendo su lengua bífida.
Levantó su mano exhibiendo sus afiladas garras y justo cuando se disponía a atravesarlo: una roca chocó contra su rostro, la chica la arrojó. El lagarto miró la confundido por unos instantes, cuando Blade Slash logró librarse, levantó su torso y alcanzó su cuello con sus afilados dientes. El lagarto rugió de dolor sin poder retirar a Barry de él.

Finalmente lo soltó, solo para golpear su rostro, una, y otra, y otra vez. El lagarto se quedó aturdido por unos instantes, que Barry aprovechó para arrancar un pedazo de ormigón de las paredes de la casa y estrellarlo directo en su sien. El monstruo cayó rendido, igual que Barry, quien volvió a su forma humana completamente exhausto.

El cuerpo del lagarto desapareció tras haber sido cubierto completamente por un orbe color esmeralda, para entonces ni siquiera intentó detenerlo, estaba realmente cansado y sus heridas no habían sanado completamente. La chica corrió hasta él, farfulló unas palabras en italiano, sonrió con dificultad pued había logrado comprender lo último.

—Grazie —ella también sonrió.

¿Lo tememos? —oyó la voz de Cooper por el comunicador.

Lo tenemos, lo tenemos... —escuchó decir a Jack, se recostró en el suelo una vez más, y cerró sus ojos durante unos minutos hasta que escuchó el sonido del Blacwing acercándose.

—¿Se pondrá bien? —Pepper miraba realmente angustiada a Quick, quien estaba recostado en una cápsula médica.

—Sí, hace falta más que unas quemaduras para detenerlo —respondió su hermano mientras analizaba su estado de salud en una tableta. Miró a todos en la nave hasta terminar con Barry, quien estaba sentado hasta el final lleno de cortes y golpes por todos lados—. ¿Cómo te encuentras, Barry?

—Entero —miró nuevamente los enormes cortes en su pecho—. Eso creo...

—Llegaremos en unos minutos, sean pacientes.

Jack no apartaba la vista del luminoso ser que yacía frente a todos, Harold, inconsciente y atrapado en una cápsula magnética para evitar que utilizara sus habilidades eléctricas contra el Blackwing. Él había sido uno de muchos ''logros'' obtenidos en la misión. Habían logrado encontrar el Catalizador, gracias a su victoria en combate Evan había regresado con ellos y Gwen tenía un posible indicio sobre que buscaban hacer sus nuevos némesis.

Pero como en toda batalla, las consecuencias eran bastante notables, dos de sus compañeros estaban gravemente heridos, y el daño colateral era evidente, por fortuna ningún civil había resultado lastimado en Venecia.
La aeronave comenzó a descender en la isla y una vez que piso tierra todos comenzaron a movilizarse, Cooper se apresuró a llevar a los heridos a la enfermería, mientras que Jack y Gwen escoltaban a Harold.

—Realmente no puedo creer que esto le haya pasado... —miró a quien alguna vez pudo considerar un gran hombre—. Ahora ni siquiera sé quién es.

—Shock... o eso es lo que dijo Pepper cuando los atacó —respondió Jack sin mucho que pensar al respecto.
Llegaron a un área que Cooper diseñó como último recurso. Un gran espacio lleno de celdas de un cristal lo suficientemente resistente para contener incluso a Barry, si es que llegara a perder el control. Jack hizo levitar a Harold fuera de la cápsula hasta depositarlo dentro de la celda, en ese instante la sellaron.
Salieron de ahí luego de verlo por última vez.

Mientras tanto, Cold salió de la enfermería, había resultado levemente herido en el combate, pero se encontraba en buenas condiciones. Se encaminó a su habitación y una vez que entró se tiró en la cama y simplemente miró el techo. Se pasó unos instantes sin hacer o pensar absolutamente nada, hasta que el comenzó a sentir calor.
Era algo muy extraño, la calefacción estaba en una temperatura realmente baja, sopló liberando una pequeña nuve gélida, pero aún así el calor seguía. Se levantó en dirección al termostato, cuando su televisión se encendió de repente.
Volteó consternado hacia su cama, el control remoto estaba ahí. Dirigió su mirada a la televisión, los canales comenzaban a cambiar sin razón alguna, hasta que se detuvo en una transmisión en vivo en Central Park.

—¿Qué diablos...? —se acercó al televisor y colocó su mano en el vidrio, estaba caliente como las brasas. Finalmente el cristal sucumbió ante el calor, y comenzó a derretirse, pero a medida que el cristal desaparecía pudo ver como el nombre Central Park no era dañado—. Creo que entendí —finalmente el televisor estalló exparsiendo chispas por doquier.

—Jack —pronunció Gwen una vez que salió de un largo baño.

—¿Qué sucede?

—Hay algo que no te he contado... algo que pasó en Venecia.

—¿Qué es? Dime —se levantó y se acercó a ella.

—Me topé con James Maxwell en el baile... creo... creo que tal vez podría estar implicando con estos tipos a los que nos enfrentamos.

—Maxwell... eso no puede ser bueno.

—Creo que deberíamos investigar.

—¿Deberíamos?

—Sí... —lo miró confundida, pero algo en los ojos de Jack la hizo entender—. Escucha, puedo con esto, a demás, tengo la compañía más segura de todas —sonrió, y él también.

—Está bien, entonces hay que visitar las Industrias Maxwell.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro