CAPÍTULO 19
La ciudad ardía sin control. El caos y los altercados plagaban las calles como si de una enfermedad se tratase. La Orden Carmesí había movilizado todas sus fuerzas cerca del edificio Maxwell, donde la mayoría de los conflictos se originaban.
Y para cuando Los Defensores arribaron, el escenario, más que una revolución, parecía el comienzo de una guerra.
—¿Y bien, cuál es el plan? —inquirió Iron, mientras admiraba la batalla que se libraba en las calles.
—Primero debemos mantener a salvo a los manifestantes —indicó Jack—. Por lo cual deberemos separarnos, una vez que tengamos la vía despejada nos adentramos al edificio y terminamos con esto de una vez.
Una explosión cercana les hizo actuar rápidamente. Un camión se cubrió en llamas justo a la mitad de la calle, así que el primero en actuar fue Cold.
Quien saltó desde la cima del edificio en donde estaban, cayó y rodó brevemente por la calle hasta que llegó frente al camión, rápido alzó sus manos y de éstas emergieron ventiscas heladas que apagaron el incendio en cuestión de segundos.
La atención cayó contra él, los agentes de La Orden se lanzaron para contenerlo. Cuando los demás atacaron.
Fire Shoot se dejó caer desde la cima tal y como un proyectil, impactó contra el suelo y una ola de fuego llegó contra los uniformados.
—¡Rápido, protejan a la gente! —ordenó Jack, desprendiendo del suelo enormes piezas de asfalto, las cuales pasó a arrojar en contra de los agentes de La Orden como si de poderosos proyectiles se trataran.
La primer oleada de agentes cargó contra ellos tal y como una fuerza militante. Las primeras filas arremetieron con armas de contención, las cuales disparaban proyectiles eléctricos, con los cuales pretendían contener a la gente.
Una corta ráfaga salió disparada contra él, pero rápido colocó una barrera que dejó a las balas tendidas sobre el viento.
Pepper saltó impulsada por su energía y al caer una expansiva arrojó a los más cercanos lejos de ahí. Sus ojos se iluminaron, y con un fugaz movimiento por parte de sus manos; barrió a los demás.
Una vez que una ligera brecha se abrió, Quick corrió a toda velocidad a través de las filas enemigas. Al movilizarse más rápido que un rayo, rápido alejó a la gente más vulnerable, al igual que sus fugaces y casi imperceptibles ataques dejaban a los soldados de La Orden repentinamente tenidos sobre el suelo. En cuestión de minutos las fuerzas de La Orden comenzaron a perder fuerza, y los Alterados y la gente que combatían a su lado lograron ganar terreno.
—Chicos... —escuchó repentinamente la voz de Cold a través de su comunicador—. Creo que tenemos compañía...
Luego de que Jack lanzara a uno de los agentes contra un automóvil, pasó a mirar hacia la distancia, donde aterrado contempló como una gran cantidad de vehículos blindados y fuertemente artillados arribaban al lugar.
—Mierda —dejó salir. Corrió presuroso. Pero el primer vehículo estaba a pocos metros de arrollar a unos manifestantes heridos.
Fue entonces que un colosal rugido se escuchó, al igual que un gran ruido que pasó por encima de él. Alzó la mirada y vio como el colosal lobo azul cayó contra aquel vehículo. Logrando destrozarlo sin mayores dificultades.
—¡Azul, te toca! —volvió a decir. El lobo miró a la caravana de vehículos y nuevamente rugió.
Cargó contra ellos, embistiendo así al primero y arremetiendo con zarpazos a los siguientes.
Si bien el gran Blade Slash había logrado contener a la mayoría de los vehículos, algunos más emergieron de calles cercanas, arribando así al combate.
Jack se apresuró a inmiscuirse entre el fuego cruzado hasta que llegó junto a Pepper, Cold y Cooper, quienes habían utilizando las ruinas de un vehículo blindado como cobertura.
—¡Debemos abrirnos paso de una vez!
—¡Eso será difícil! —respondió Cooper, mientras cubría a un sujeto con su energía azul y lo arrojaba lejos de ahí—. ¡El lugar está demasiado protegido!
—¡Al menos hay que intentarlo!
—¡Yo te cubro! —nuevamente el joven Cold Shock salió hacia el combate. Disparó una corta ráfaga de estacas que impactaron contra algunos agentes.
Jack salió también, pero justo cuando pretendían correr en dirección a la torre, uno de aquellos vórtices púrpuras se materializaron justo a la mitad del enfrentamiento, y de uno de ellos emergieron Alterados aliados con La Orden.
Ni siquiera logró acercarse cuando uno de aquellos Alterados disparó contra él una gran cantidad de rayos.
Gritó sin control, a la par que salió disparado contra un edificio. La fuerza eléctrica de aquellos rayos le hicieron impactar de lleno contra unos cristales, así cayendo violentamente contra el asfalto y los cristales rotos. Agitado y malherido trató de levantarse, y fue cuando observó a aquel Alterado, un hombre rubio que mostraba una gran y petulante sonrisa sobre su rostro.
—Así que ustedes son Los Defensores —cruzó el agujero causado por el impacto de Jack contra los cristales, y avanzó tranquilamente hasta llegar frente a él—. Quiero que sepas que no es personal.
Volvió a sonreír, entonces alzó sus manos y disparó otra ráfaga de letales rayos. La electricidad condensada en aquellos ataques le hizo gritar de nueva cuenta.
—Es la supervivencia del más apto —dejó de lanzar sus rayos, inclinó su cabeza y lo observó con cierta pena—. Te respeto, amigo, pero jodiste a las personas equivocadas, y ahora debes morir...
—Espera... una última cosa —enunció el debilitado Alterado aún sin levantarse. Aquel hombre lo miró con intriga—. Creo que hay algo que olvidas en todo esto...
—¿Y qué es? —alzó nuevamente su mano contra él.
—Que ustedes tampoco debieron meterse con nosotros —lo miró directamente—. ¡Ahora Pepper!
El hombre volteó, justo a tiempo para que la pelirroja lanzara un ataque contra él, lo cual lo levantó un par de metros. Entonces Jack lo atrapó, y con todas sus fuerzas lo estrelló contra el suelo. El hombre no volvió a atacar luego de eso.
Jack se mantuvo de pie durantealgunos instantes, hasta que el dolor le hizo perder las fuerzas y casi lo derriba en aquel lugar, de no haber sido por Pepper, hubiese caído completamente rendido sobre el suelo.
—De pie Jack, esto aún no termina —lo ayudó a caminar hasta que ambos salieron de aquel edificio.
Regresaron entonces a la batalla, donde las fuerzas de La Orden nuevamente comenzaban a cobrar ventaja sobre ellos.
Aquellos dos ni siquiera pudieron salir al auxilio de sus compañeros, puesto que todo un pelotón de agentes los rodeó de imprevisto, los estaban esperando.
—Carajo... —dejó salir la pelirroja tras ver a todos los soldados apuntando sus armas contra ellos.
—¡Al suelo, ahora! —rugió uno de los soldados del pelotón.
—¿Y ahora qué hacemos? —le preguntó ella. Jack apretó los dientes y cerró sus puños.
—Seguir peleando...
—Que conmovedor Defensores —exclamó una misteriosa y agraciada voz desde sus comunicadores. El par de Alterados se miró mutuamente buscando una respuesta—. Permítanme echarles una mano.
Fue entonces que una flecha cayó desde las alturas, y sin aviso, liberó un pulso electromagnético en contra de aquel pelotón. Pepper alcanzó a cubrir a los dos con un escudo, así que los soldados sucumbieron sin aviso.
—Pepper, mira... —más y más ataques lejanos comenzaban a llegar en contra de La Orden. Flechas, que hacían estallar los vehículos, que incapacitaban a sus soldados, y que le conferían más ventajas a los demás.
—Cielos —exclamó la pelirroja al ver con sus propios ojos como más y más gente se unía al combate. No solo personas normales, sino también Alterados y lo que claramente se percibían como héroes o vigilantes salidos de la nada.
Una flecha que contenía un cable cayó desde las alturas, y una figura descendió deslizándose. Era un hombre de capucha y atuendo color negro, quien portaba un arco y un carcaj repleto de flechas.
—Espero no haber llegado tarde a la fiesta —comentó mientras colocaba otra flecha y la disparaba contra una patrulla lejana.
—No... creo... creo que llegaron justo a tiempo —habló Jack, mostrando una pequeña sonrisa.
—Bien —cargó otra flecha—. ¿Cuál es el plan?
—Necesito que se queden en las calles, al menos en lo que nos adentramos en la torre y acabamos con Maxwell.
—¿Entonces qué estamos esperando? Yo los cubro.
El arquero activó un mecanismo y disparó la flecha tras eso, el ligero proyectil surcó los aires y a mitad de camino se dividió en decenas de pequeñas flechas que al impactar contra las fuerzas militantes; estallaban como metralla explosiva.
Mientras el caos se elevaba, Jack aprovechó y comenzó a correr en dirección a la torre.
—¡Chicos, necesitaré refuerzos! —exclamó, abriéndose paso entre la batalla.
Un Alterado enemigo trató de atacarlo con lo que parecía era una afilada extremidad que emergía de su espalda, pero a no estuvo ni cerca, cuando fue congelado por completo.
Cold emergió tras él, al igual que Fire.
—Lo tienes —dijo, Jack asintió y después volvieron a correr rumbo a la torre.
Siguieron combatiendo sin parar hasta que lograron acercarse lo suficiente a los escalones que llevaban a la entrada principal de aquel complejo.
Siguieron subiendo a tods prisa, y antes de llegar a la hilera de enemigos armados que los esperaban, un haz de luz celeste pasó sin aviso y los derrotó a todos en cuestión de segundos. Entonces Quick se mostró ante ellos.
—¡Cielos, ¿se dan cuenta? Es como rescatar una princesa de un castillo!
—Debes dejar de ver tanta televisión, Quick —enunció Cooper al llegar agitado a con ellos.
—¿Qué hay de los demás? —inquirió Fire.
—Los necesitamos en las calles también, con nosotros tendrá que bastar —habló Jack al mirar al resto del equipo junto a él. Cold asintió.
—Entonces dejemos de hablar y vámonos ya.
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