Hey... hace mucho que no escribía por aquí, supongo que buscaba que algo realmente significativo ocurriera para hacerlo, bueno, creo que tal acontecimiento finalmente llegó.
Han pasado ya tres meses desde que nuestras actividades en la superficie cobraron relevancia ante el ojo público otra vez, pero en esta ocasión de una forma que jamás hubiera podido pensar.

Luego de que aparecimos, la gente comenzó a ver a los Alterados de forma diferente, mucho más después del nacimiento de ''Los Defensores''. Después de aquellos incidentes en los cuales nos vimos forzados a salir y actuar para salvar a las personas, dejamos de ser una amenaza y nos convertimos en algo más. Las noches se transformaron en la oportunidad perfecta para salir y ayudar a los inocentes ciudadanos de Nueva York, dejamos de ser los villanos, y nos convertimos en los héroes. Ahora, cada día la gente necesita más y más nuestra ayuda, nosotros estamos ahí.

Sé que es un riesgo, el más grande que he cometido hasta el momento, pero no dejo de pensar que si tenemos estas habilidades, es por algo, todos necesitamos un propósito y creo que el nuestro es ser los héroes que esta ciudad necesita. Hay ocasiones en las cuales pienso en que si lo qur hacemos está bien o no, tal y como Rainheart me aconsejó, pero las calles gritan por ayuda, y sorprendente o no, no somos los únicos comprometidos con la causa. Nuevos héroes emergen cada día y no solo en la ciudad, sino en el resto del país, incluso el mundo, hemos generado un impacto inimaginable, hemos salido de las sombras, y demostrado que la justicia sí existe.

Cerró su diario luego de leer todo lo que había escrito días atrás, suspiró y alzó la cabeza al cielo.

—Pocas veces he visto noches como ésta —mencionó mientras movía sus pies por encima de la cornisa en la cual estaba sentado sin ninguna preocupación.

—¿Cómo? —preguntó Cold igualmente mirando hacia arriba.

—Una tan pacífica, y llena de estrellas —miró con detenimiento aquel manto nebuloso y lleno de brillantes puntos colocados sobre el infinito.

—¿A caso estás drogado? —bromeó Fire Shoot al verlo tan pensativo. Cold le dio una palmada al hombro y sonrió.

—Solo está enamorado, ¿cierto Jack? —lanzó unas risitas y él solo negó con cierta gracia.

—Ya cierra la boca —alzó su dedo hasta dejarlo contra un pequeño artefacto sobre su oído—. ¿Chicos, me copian?

—Aquí Quick y Pepper, te escuchamos fuerte y claro, Jack —respondió la alegre voz del velocista tras el comunicador.

—¿Novedades?

—Un par de maleantes solamente, nada del otro mundo.

—¿Iron?

—Aquí Iron, por acá todo tranquilo.

—¿Y Barry, qué tal?

—Con frío, tal parece que el pelaje de nuestro gran amigo azul no solo es decorativo, estará bien.

—Bien, un par de horas más y terminamos con el patrullaje de hoy.

—Entendido y anotado, jefe, cambio y fuera —Iron acabó con la llamada al instante.

—¿Esperen, por qué Jack es el jefe? ¿No deberíamos someterlo a votación?

—Cambio y fuera, Quick.

—Está bien, está bien, puedes estar a cargo, igual todos saben que yo soy el segundo al mando —luego de eso se escuchó un golpe y algunos quejidos por parte del velocista, al igual que los regaños de Pepper de fondo, Jack soltó una carcajada y finalmente acabó con la llamada.
Regresó la vista a la inmensa ciudad repleta de luces, se levantó y cruzó los brazos, y justo cuando pensaba en ordenar la retirada, Fire Shoot llamó su atención.

—Chicos tenemos algo —exclamó mientras monitoreaba las calles desde una mejorada y muy eficiente computadora portátil que Cooper les había entregado para los patrullajes nocturnos.

—¿Qué sucede? —preguntó Cold acercándose.

—Parece que nuestros amigos rusos están desembarcando algo realmente extraño desde el muelle.

—¿Drogas, armas? ¿De qué se trata? —inquirió Jack Connors al acercarse también.

—No lo sé, pero sea lo que sea está emitiendo una gran cantidad de radiación —dijo y miró a sus compañeros.

—¿Pues qué estamos esperando? Vámonos —exclamó Cold Shock y al instante los tres Defensores saltaron del techo de aquél edificio y se apresuraron a llegar al muelle.

Aún con la poca estadía que Jack tenía en la comunidad de Alterados, fue suficiente para comenzar a aprender todo lo que sus amigos ya dominaban. Tal como lo era el movilizarse sigilosa y agilmente sobre la ciudad, claro que sus habilidades telequineticas eran un factor clave para hacerlo mucho más efectivo en eso de saltar y correr a través de los techos en la ciudad.

Por ello no les tomó mucho tiempo llegar a su destino. Los muelles de la ciudad estaban cerrados para el público en horas tan tardías como aquellas, pero las actividades ilícitas de las múltiples células criminales de la ciudad eran suficiente como para mantener el lugar bastante activo.
Los tres se colocaron en la cima de una de las grandes bodegas del lugar, y con cautela se dispusieron a ver lo que ocurría.

—Sea lo que sea que lleven en esos contenedores debe de ser valioso, de lo contrario no habría tanta seguridad —mencionó Cold Shock al ver a tantos hombres armados resguardando la entrega.

—Pensé que aquel arquero mantenía este sector limpio —enunció Fire Shoot sin despegar la vista del lugar.

—No se puede estar en todos lados, amigo —respondió Cold, pasó a mirar a Jack, quien trataba de usar sus habilidades para mirar a traves del pesado y enorme contenedor que bajaban desde un buque carguero—. ¿Puedes ver algo?

Siguió forzando la vista hasta que sus ojos dejaron de brillar, después negó cin cierta incredulidad.

—No sé exactamente qué sea, pero algo bloquea mis habilidades, no puedo percibir qué hay adentro de ese contenedor.

—Entonces será mejor que improvisemos algo —dijo Cold al ver que algunos hombres se acercaban al contenedor.

—Hey, Pietro —elevó la voz un mercenario—Revisa el almacén por...

Una bola de nieve le cayó en la cara silenciándolo. Confundido miró en todas direcciones sin entender del todo lo que había sucedido.

—¿Pero qué mier...? —nuevamente una esfera de nieve mucho más grande le golpeó en el rostro.

Entonces Jack saltó encima del mercenario, dejándolo inconsciente, y al momento, movió su mano y así estrelló a su compañero contra el suelo.

—Bien hecho —felicitó a Cold Shock a la par que dejaba noqueado a un hombre con una ráfaga de hielo.

Rápido se acercaron al enorme contenedor, Cold Shock colocó su mano frente al metal y éste en cuestión de segundos se congeló, después, bastó con una pequeña bola de fuego por parte de Fire Shoot para que esta se destruyera cual cristal, una vez que se disipó el vapor pudieron contemplar lo que había adentro.

—¿Pero qué...? —dejó escapar el joven y confundido Alterado de habilidades piroquineticas.
Adentro del contenedor yacían al menos una docena de jóvenes, todos conectados a una serie de escalofriantes maquinarias que suministraban a sus cuerpos lo que parecía era una sustancia azul brillante. Todos estaban inconscientes, físicamente deshechos y sin esperanza aparente para una recuperación.

—¿Qué demonios está pasando aquí?—exclamó Jack sin despegar la mirada de los pobres jovencitos atados a las máquinas.

—¡Cuidado! —gritó Fire y retiró a su amigo abalanzándose contra él.
Una ráfaga de balas impactó de lleno en donde antes estaban ellos. Los rusos los habían descubierto. Cold salió de cobertura y disparó una bocanada de viento helado, el cual congeló a un pequeño número de mercenarios.

—¡Ahí están los malditos! ¡Mátenlos!—indicó un ruso que corría a toda velocidad junto con un escuadrón armado.
Sin problema alguno: Jack hizo levitar a todo el grupo de mercenarios y los lanzó directo al océano como si no pesaran nada.

—Liberen a los niños —indicó mientras se acercaba a un mercenario que aún estaba consciente—. ¿Para qué los necesitan? ¿¡Qué hacen con ellos?! —rugió tomando del cuello al mercenario. Pero éste sólo balbuceaba, entonces golpeó fuertemente su rostro y volvió a interrogar—. Responde...

Fijó su mirada y el cuello del mercenario comenzó a cerrarse con un potente agarre por parte de sus habilidades telequineticas.

—No son niños... imbécil —escupió entre ahogos. Lo soltó para que pudiera seguir hablando.

—¿De qué mierda estás hablando?

—Son Alterados —aseveró histérico.
Nuevamente Jack quedó helado ante la respuesta.

—¿Para qué los necesitan?

—¿Tú qué crees? Son soldados, ¡él está formando un ejército! —exclamó entre risas causadas por la adrenalina.

—¿Él...? ¿De quién hablas? —preguntó, solo para escucharlo reír otra vez, el mercenario se calmó y lo miró directamente a los ojos.

—Lo llaman Ax, y él es el causante de toda la mierda que les ha pasado a todos ustedes... ¡putos fenómenos! —gritó fuertemente y Jack le propinó un puñetazo al rostro.

—¿Lo que dices no tiene ningún sentido?

—Eso ya no importa —escupió sangre—. De todas formas ya están muertos.

En ese momento un poderoso rayo celeste impactó contra ellos, la explosión causada por el ataque fue tan potente que cubrió el lugar de llamas, y dispersó al pequeño equipo de Alterados por todo el lugar.

Jack acabó atravesando estrepitosamente un viejo bote pesquero que yacía en el lugar, se levantó con dificultad mientras sentía todo su cuerpo adolorido. Alzó la mirada y fue cuando se encontró con alguien yendo hacia él. Portaba un uniforme negro y una atemorizante máscara de calavera color cromo. Caminaba entre las llamas azules mientras de sus manos lentamente comenzaba a brotar aquel plasma azul.
Jack se levantó, sabiendo perfectamente que de él no se libraría.

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Una sincera disculpa a todos mis lectores, lamentono haber actualizado hace tiempo, pero estuve algo ocupado, pero ya está aquí el capítulo.

En la multimedia Fire Shoot y su "Alteración"

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