- "Lo siento, Kara, pero esto es realmente importante para mí... Me reuniré con ellas la próxima vez, ¿de acuerdo?"

- "Sí... Claro... La próxima vez..."

Sólo que ... mi cumpleaños es hoy.

"Algo se está quemando."

- "Maldita sea." Kara se dirigió a la cocina para resolver el problema de la quema.

- "Gracias por el café."

- "De nada". Dijo en voz baja.

Estaban desayunando en silencio.

- "No has comido mucho". Dijo Lena, sin levantar la vista de su teléfono.

- "Sí... no tengo hambre..."

- "Oh, ¿has visto a mi mujer?" Preguntó Lena. "Rubia, amable... siempre con hambre..."

- "Yo... comí un montón mientras cocinaba".

- "Ya veo... ¿Segura que estás bien?"

- "Sí... es que... pensé que pasaríamos este día juntas, eso es todo". Dijo Kara. "Estuviste trabajando mucho las últimas dos semanas".

- "Cosas importantes".

- "Claro... Cosas importantes". Kara repitió en voz baja.

- "Vale, mira..." Lena le tocó la mano. "Haré todo lo posible por volver cuando tu familia aún esté aquí".

- "Nuestra familia..."

~ ~ ~

- "¡Hola chicas!" Kara les dio la bienvenida.

- "Hola cariño". Dijo Eliza y la abrazó. "Feliz cumpleaños".

- "Gracias". Dijo Kara. "Entra"

- "¡Tía Kara, hemos traído un pastel!"

- "¡¿Ah, sí?! ¿Podemos comerlo ahora?"

- "No". Kelly y Eliza dijeron en una sola voz.

- "¡Vamos, es mi cumpleaños!"

- "Más tarde". Dijo Eliza. "¿Cómo estás, cariño?"

- "Oh, estoy bien... bien, bien."

- "Pareces triste".

- "Bueno, no puedo comer mi pastel, así que..." Kara hizo un gesto vago.

- "No me refiero a eso. La chispa de tus ojos ha desaparecido... ¿Ha pasado algo?"

- "No... Es que estoy... Cansada... Sí, cansada".

- "¿Dónde está Lena?" Preguntó Alex.

- "Oh, ella... Tiene alguna reunión".

- "¿En fin de semana?" Alex levantó las cejas.

- "¿En tu cumpleaños?" Añadió Eliza.

- "Bueno, sí... Ella sabe que ustedes vienen pero no le recordé que es mi cumpleaños, así que..."

- "¿Qué?" Dijo Alex sorprendida.

- "Ella lo sabía el año pasado". Dijo Kara. "¿Por qué debería recordarle eso a ella?"

- "No lo sé... Mmm... ¡Tal vez para que pasará tu cumpleaños contigo!"

- "Ella dijo que trataría de venir más tarde".

- "¡Oh, qué honor!" Dijo Alex con ironía.

- "Chicas... Chicas... Nada de peleas hoy". Dijo Eliza con firmeza. "Entonces, ¿cuál es nuestro plan?" Ella cambió el tema. "¿Almuerzo, juegos y película?"

- "Sí". Kara asintió. "¿Qué te gustaría comer?" se dirigió a la pequeña

- "¡Pizza!" exclamó Esme.

- "¡Oh, una de mis comidas favoritas!" Kara le sonrió.

- "No te das cuenta del tipo de comida que estás comiendo... Te satisface cuando cualquier cosa que te llene el estómago y gotee grasa". Alex sonrió.

- "¡Eso definitivamente no es cierto!"

- "¿Quieres apostar?"

- "No."

- "Porque sabes que tengo razón".

- "No, no la tienes".

- "Entonces demuéstralo".

- "Chicas..." Eliza dijo con advertencia.

- "De acuerdo". Kara respondió a Alex. "¿Qué hay en la apuesta?"

- "Si ganas... Umm... Pagaré la pizza de hoy, además de pagar toda la comida en la próxima noche de juegos".

- "Ok." Kara asintió.

- "Si gano, te costará tres noches de niñera y tres botellas de vino de lujo de Lena".

- "No puedo apostar sus cosas".

- "No me importa, ella no está aquí... ¿O es que tienes miedo de perder?"

- "De ninguna manera, estoy dentro."

- "Las reglas; voy a pedir cinco pizzas diferentes y tienes que nombrarlas todas... Sin utilizar superpoderes".

- "¡Yo no hago trampa!"

- "No te creo, cuando hay la posibilidad de comida gratis, no hay mucho que te ayude".

- "¡Oh, muchas gracias!" dijo Kara con ironía. "¿Qué sugieres entonces?"

- "Estoy tratando de pensar en algo que no incluya la lámpara solar roja integrada en tu cama". Dijo Alex con disgusto.

- "¿Qué lámpara?" preguntó Eliza.

- "Créeme, no quieres saberlo, mamá". Dijo Alex rápidamente. "O tal vez sí, pero definitivamente no quiero pensar en ello".

Kara chasqueó los dedos.

- "¿Y la lámpara portátil de la sala de entrenamiento? Puedo volar por ella".

- "¡Genial!" Alex estuvo de acuerdo. "Ve por la lámpara, voy a hacer el pedido".

- "No". Eliza dijo con firmeza. "Felicitaciones, abrazos y regalos para Kara primero... Luego pueden realizar esa tontería".

~ ~ ~

El intercomunicador se encendió.

- "¿Hola?" Alex contestó.

- "Buenas tardes... Entrega de pizza para la Sra. Danvers".

- "Que suba, por favor".

Alex tomó una bufanda del estante.

- "Bien, hermana, es hora de vendarte los ojos".

- "¿Por qué me tienen que vendar los ojos antes de que llegue la pizza?"

- "Porque eres una nerd de la comida por lo que eres capaz de reconocer los tipos según las manchas de grasa en la caja". Dijo Alex, dirigiéndose al sofá donde Kara ya estaba sentada bajo la lámpara.

- "Es la bufanda de Lena".

- "Oh... Entonces no deberías ensuciarla porque probablemente haya costado más que tu sueldo mensual". Alex lo ató sobre los ojos de Kara. "¿Puedes ver algo?"

- "No".

Alex hizo un par de movimientos rápidos frente a la cara de Kara, sólo para asegurarse.

La timbre del loft anunció que la pizza estaba allí.

- "Buenas tardes, señoras". Dijo el joven. "Sus pizzas están aquí, oh..." Hizo una pausa cuando vio a Kara. "¿Está todo bien, Sra. Danvers?"

- "Oh, hola Tommy". Kara saludó en dirección a su voz. "Sí, sí , todo está bien". Confirmó. "Mi hermana no cree que pueda reconocer el tipo de pizza que como".

- "Ya veo".

- "Sí, así que no le digas los tipos que nos has entregado". Dijo Alex. "Toma, quédate con el cambio". Ella le dio dinero y tomó las cajas.

- "Gracias... Diviértanse". Dijo. "¡Adiós Sra. Danvers, acabala!"

- "¡Oye! ¡Te di una gran propina! ¡No puedes estar de su lado!"

- "Lo siento señora, pero la Sra. Danvers es nuestra cliente más valiosa". Se encogió de hombros.

- "¿Quién es el segundo?" Preguntó Alex.

- "El equipo de baloncesto".

- "No me sorprende". Murmuró Alex con ironía. "Gracias de todos modos".

- "Cuídate, Tommy". Kara llamó tras él.

- "Entonces, mi querida hermanita. Tienes una última oportunidad para abandonar esta competencia". Dijo Alex, abriendo las cajas en el mostrador.

- "¡De ninguna manera!" Kara negó con la cabeza.

- "Vale entonces... ¡Voy a cortar pequeñas muestras, para que nos enseñes lo que llevas dentro!"

- "¡Deprisa! Tengo hambre".

- "Ya voy..."

- "Eliza, eres un jurado, en caso de que quisiera engañarme". Dijo Kara.

- "Por supuesto, cariño".

- "Ok... creo que estamos listas". Dijo Alex, caminando hacia el sofá con dos platos. "Así que... Cada vez que ponga un trozo de pizza en el plato, entonces cogeré tu mano para que puedas tomarla". Se arrodilló entre el sofá y la mesa de café. "Pruebas la muestra y nos dices qué es, ¿vale?"

- "Sí". Kara asintió. "Prepárate para perder".

- "Puf... Sólo en tus sueños..." dijo Alex. "La primera muestra".

Una mano en la muñeca de Kara hizo que la suya se acercara al plato.

Kara cogió un trozo y se lo llevó a la boca.

- "Pepperoni".

- "Eso es correcto". Alex confirmó. "Vamos por otro sabor".

Se repitió el procedimiento.

- "¡Alex!"

- "¿Qué pasa?" Preguntó divertida.

- "¡¿De verdad me has hecho comer una hawaiana?!"

- "Sólo un trocito". Alex se rio.

- "Quiero un pañuelo de papel para limpiar esa desgracia de mis dedos". Kara extendió la mano y esperó a sentir el pañuelo en ella. Se limpió la mano y la boca.

- "Dos puntos para ti... Asi que aquí viene mi arma secreta".

- "Lo juro por Rao, si pones una vegetariana en ese plato, ¡te arrepentirás!"

- "Sí claro... Estás bajo la lámpara... No eres una amenaza para mí". Alex sonrió.

Su mano volvió a guiar a la de Kara.

Kara la movía lentamente hacia abajo para encontrar el plato, pero sus dedos tocaron algo más.

Se quedó sin aliento.

Su otra mano voló hacia arriba para quitarse el pañuelo de los ojos.

- "¡Es un... es un...!" Volvió a jadear y miró a su alrededor para ver que todo el mundo le sonreía. "¡Es un...!"

- "Feliz cumpleaños". Lena, que estaba sentada en la mesa de café frente a ella dijo.

- "¡Es un PERRO!" Exclamó Kara tan alto pero tan alto que el cachorro gimió un poco y se movió en el regazo de Lena, más cerca de su abdomen.

- "Oh, no, no, no". dijo Kara tranquilizándolo. "No tengas miedo". Se sentó en el suelo junto a las piernas de Lena. "Estoy bien, sólo estoy súper emocionada de verte". Puso un brazo alrededor de la cintura de Lena y movió el otro lentamente para que el cachorro la oliera.

Kara jadeó cuando el perro tocó tentativamente su mano con la nariz y luego la lamió.

"¡Oh, qué bonito eres! ... Lena, mira las patitas..." Susurró, temblando de emoción.

- "¿Debo entender que estás contenta con tu regalo de cumpleaños?"

- "¡Sí! ¡Rao, sí!" Kara se levantó sobre sus rodillas, le dio un beso a Lena y la abrazó felizmente. "¡Eres increíble, te amo!"

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Suenan las campanas se acerca el ultimo cap.