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San Valentín, 5:00 pm
Luego de que limpiaran todo el almacén y pasara la hora de sacar el helado, ambos chicos se dirigieron al parque. —Este helado quedó muy bueno. —Le dijo Lea luego de comer un poco.
—Debemos ponerle un nombre. —Le dijo. —Algo que suene lindo, ¿Qué tal ZacLea? Es una mezcla de nuestros nombres.
— ¿Por qué tu nombre está primero?
—Porque Leazac suena del asco. —Le respondió, ella le dio un pequeño empujón provocando que él riera. Se acercaron a un chico que se encontraba pintando. — ¿Podrías hacernos un retrato? —El chico volteó a verlos y asintió sonriendo.
—Pueden sentarse ahí. —Señaló un banco, ambos se sentaron el él. —Pueden hablar pero no moverse, así no nos tardamos mucho. Serán diez dólares. —Zac asintió y sacó de su billetera el pango. Ambos se acomodaron para que el chico pudiera empezar con el retrato.
—Es la primera vez que sirvo como modelo de algo. —Le confesó Lea.
—Yo no, mi hermana solía tomarme muchas fotos cuando estudiaba en la universidad.
— ¿Hace cuánto no la ves?
—Casi un año. —Le respondió. —Ella me dijo que podía pagarme el pasaje pero si te soy sincero quiero ir como un logro mío. Al menos sólo una vez quiero lograr hacer algo solo.
—No se muevan tanto —Le dijo el chico, ambos respondieron con un okay para seguir con su conversación.
—A veces me siento así, trabajo para comprarme las cosas que quiero por mi cuenta. —Le dijo.
—Así sientes que no le debes algo a alguien.
—Exacto—Le dijo y pasaron a un momento incómodo. —Quiero comprarme mi propia cámara.
— ¿Te gusta la fotografía? —Ella asintió.
—Me encanta, pero mis padres están en contra de eso. No les gusta el arte a menos que sea el que mi hermano mayor hace. Toca el violín y eso para ellos es algo magnífico.
—Sigue tus sueños, Lea. No importa lo que diga el resto. —Ella suspiró y asintió.
El chico pintor terminó de hacer su obra, sonrió por lo bien que le había quedado y los felicitó por no haberse movido tanto. Les entregó su pintura y al verla Lea sonrió, había quedado muy linda, Zac decidió que ella se lo quedara y Lea estuvo más que contenta con esto. Caminaron hasta uno de los bancos y al sentarse Zac rodeó los hombros de Lea con su brazo, esta se recostó en él y así pasaron un rato mientras veían correr a las personas que pasaban por ahí.
—Este día ha sido muy lindo. —Le dijo la pelinegra.
—Te prometí algo grandioso, preciosa. —Ella se sonrojó ante el cumplido que él le había dado. —Y aún falta la cena con tus padres, ¿Debo ir en traje o algo por el estilo?
—Es una vestimenta casual. —Le informó. —Sólo no lleves jeans. Yo usaré un vestido.
—Seguro te verás linda. —Le dijo. —Bueno, más de lo que ya eres. —Apoyó su cabeza en los hombros de la pelinegra y suspiró.
Ambos permanecieron en silencio, pero no resultó nada incómodo. Es más les gustó mucho estar así, era como si el silencio hablara por ellos y se debatiera mil un preguntas sobre los momentos lindos de la vida y diera como respuesta lo que ambos estaban sintiendo. ¿Amor? No, eso no pasaba de tal forma, pero sí había algo entre ellos, algo que superaba una amistad, algo que quizás no fuera sólo de una cita falsa, algo que podía crecer y convertirse en algo lindo y mágico y a mí parecer eso era mucho mejor que el amor.
N/a: Adivinen mi edad aksjsh quiero ver que imagen tienen de mí (? No se vale si me conoces (Esto es para ti Verónica) o si ya de por sí la sabes. La primera o el primero que adivine, le dedico un capítulo!
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