27
Había olvidado la terrible desesperación y la constante necesidad de tener algo dentro de sí.
Tony se retorcio en la cama, respirando agitadamente y tratando de mantener su mente enfocada.
—¡Ah! —Con desesperación, se quito la ropa quedando desnudo.
Quiso maldecir; era como si este fuera su primer celo. Horrible e insoportable.
—Tony. —El Alpha en la puerta se recargo en la madera en cuanto los dejo a ambos encerrados.
Steve lo veia fijamente, incapaz de oler sus feromonas en el aire. Rogers era un Alpha incapaz de corresponder a su celo en ese momento.
Tony jadeo al sentir como la penetrante mirada de Steve parecía atravesarlo.
—Stev...
—¿Estás así por él? —Los ojos de Steve mantenían tantos sentimientos juntos. Culpa, arrepentimiento, celos, ira.
Tony gimió.
El rubio cerró los ojos molesto. Por un instante se arrepintió por no haberle arrancados los colmillos a Strange pero también recordó lo asustado que estaba Anthony.
Un nuevo pensamiento llegó a la cabeza de Steve desestabilizandolo y sacándolo de esa burbuja de tranquilidad que quiso crear.
Alarmado y con el rostro tenso llegó hasta el Omega. Lo encerró entre su cuerpo y la cama; el Omega lo miraba con ojos llorosos, esperando cualquier movimiento de su parte, atento.
—¿Estás preocupado por él? —Steve acarició la mejilla caliente del Omega— ¿Por eso no querías que le arrancará los colmillos?
—Steve... —Tony trato de tocar el rostro del soldado.
—¿Aún sientes algo por él? —Alterado, Steve no permitió que Tony lo tocará, tomó ambas manos y las encarceló con las suyas encima de la cabeza del Omega— ¿Es eso? ¿Aún lo consideras tu Alpha?
Tony jadeo. Su cuerpo quemaba, su cuerpo exigía ser follado, pero no por Strange.
Quería los besos de Steve, quería su cuerpo, su polla, su mordida.
—Steve... —Tony alcanzó los labios del soldado por la nula distancia que este había puestos entre sus rostros y lamio de manera seductora los belfos—, por favor... Necesito...
Rogers observó los labios del Omega, después sus ojos. Tony estaba en celo, pero no por él.
Fue ese maldito neurocirujano.
—Voy hacer qué lo olvides. —Steve dijo con voz ronca. Tony por un momento se sintió intimidado por la mirada decidida del Alpha—. Voy hacer que tu Omega me acepte.
Rogers beso hambriento los labios del joven, dejándolo sin aliento ante la ruda caricia. Ambos jadearon cuando Steve se separó de golpe.
—De esta habitación no sales sino es con mi marca. —Prometió el soldado al mismos tiempo que se levantaba para quedar sentado encima del castaño y se quitaba el cinturón del uniforme.
Tony jadeo al ver la ereccion que se remarcaba en los pantalones.
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