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Capítulo 54

"Siguiendo nuestros dedos de derecha a izquierda, estamos demasiado borrachos como para caminar. Y de repente, tú empiezas a hablar de nuestros problemas, así que supongo que quieres hablar. Porque dicen que cuanto más grande es el amor, más dura es la caída. Bueno, yo me estoy estrellando contra el suelo."
-Stay Awake
(Dean Lewis)


Los ojos de Jungkook se posaron sobre el rostro cansado de Namjoon cuando este rodeó la mesa de reuniones. Decir que se sentía avergonzado por el compartimiento de su padre con la familia Kim sería quedarse corto y quizás por eso sintió la tentación de disculparse ahí mismo, sin importar el hecho de que varios guardianes más ya se encontraban situándose en su habitual lugar.

-Bien. - Joy dejó escapar un suspiro de sus labios, era evidente que estaba cansada de tener que convocar esas reuniones que poco a poco se habían comenzado a convertir en una cita semanal. - Vamos a dejar que ese chico se escape, de todos modos sabemos dónde encontrar a su gente y cómo conseguir información acerca de su paradero por las buenas o las malas. Tenemos asuntos más importantes que tratar y el líder Yook me ha ayudado a entender que encontrar a los responsables de dos masacres es quizás más urgente que perseguir posibles rebeldes. Incluso si las dos cosas pudieran estar ligadas de alguna manera… Iremos cerrando puntos abiertos antes de comenzar nuevas investigaciones. Es esencial que detengamos a los responsables antes de que cometan un crimen nuevamente.

Joy llevó su mirada hacia Sungjae, quién no tardó demasiado en asentir hacia ella con una pequeña sonrisa colgando de sus labios. Al igual que la prima de Jungkook, el líder norteño también parecía sentirse agotado.

-Lo que mi pareja está tratando de explicar es que incluso si existe la posibilidad de que se esté formando  una facción rebelde y esta se encuentre tras los ataques al Norte, no es algo de lo que ninguno de nosotros esté seguro al cien por cien. Vamos a investigarlo, que no os quepa ninguna duda de eso. - el líder Yook hizo una pausa para comprobar las expresiones de aquellos guardianes que se encontraban en la sala de reuniones. - Pero lo investigaremos en segundo plano, Joy y yo nos ocuparemos de ello en silencio mientras vosotros continuáis persiguiendo al culpable. Cada pista reunida, cada sospecha que tengáis, vamos a rodear todas y cada una de las posibilidades. El norte y el sur se blindarán, nada de fronteras mal protegidas y pescadores en la zona de costa que rodea el arenal. Solo entrarán y saldrán personas de confianza, los intermediarios que comercian serán sometidos a chequeos cada vez que sus camiones lleguen o los nuestros salgan para cargar con su mercancía. Y si eso todavía no funciona, si con las nuevas medidas siguen atacando…

-Toque de queda. - Joy suspiró. - Tan fuerte que solo aquel que pretenda hacer daño deliberadamente se atreverá a romperlo. Vamos a estrechar el maldito cerco y a darle caza a esos cabrones.

Namjoon se removió en su silla.

-¿Por qué el hecho de que un movimiento rebelde pueda existir tendría que ligarse de forma contundente a los ataques que ha estado sufriendo el Norte? - preguntó el padre de Taehyung. - Fueron los rebeldes quienes rescataron a muchas personas mientras el sur las masacraba en base a un dogma absurdo. Fueron también ellos quienes se negaron a continuar luchando una guerra de la que nuestros antepasados tienen la totalidad de la culpa.

Joy tragó saliva y sus ojos fueron hacía Sungjae, Jungkook podía notar como su prima había comenzado a apoyarse en el líder norteño. En esa habitación Yook era el único que la entendía por completo, el único capaz de apreciar lo que el puesto de Joy suponía y sin importar que fuese omega ella estaba comenzando a tomar la mano de este cada vez con mayor facilidad. Si había que tomar decisiones entonces los dos se miraban a los ojos antes de llegar a una conclusión, a veces diferían y otras estaban tan coordinados que daba miedo.

Jeon Jou se sentía asquerosamente harta de tener que solucionar o dar la cara por los errores que algunos miembros de su familia habían cometido en el pasado. Tomar el apoyo de Sungjae era un alivio, un soplo de aire fresco, una pausa en medio de la carrera para respirar y llenar su cuerpo de energía antes de comenzar a moverse nuevamente.

-Hay diferentes formas de crear movimientos rebeldes. - indicó la líder sureña. - Por eso es importante que Sungjae y yo nos tomemos en serio el trabajo de identificar bien a todos aquellos lobos que puedan ser potencialmente sospechosos de intentar crear una revolución en contra de la paz. Un rebelde puede ser rebelde mientras busca la forma de encontrar la estabilidad e igualdad para su pueblo pero también puede ser una persona con poder que influye sobre otras para hacerlas trabajar en una causa que le beneficia. Tal vez  ese mestizo de sombras solo fuese hijo de una loba con ganas de cambios pero también puede que los verdaderos responsables de los ataques, esos que lo tomaron a él y a otros de su especie como carnada…

-Podrían estar tratando de tomar el poder para sí mismos y con sus propios métodos, intentando imponer lo que ellos quieren sin tener en cuenta lo que el pueblo quiere. Eso solo tiene un nombre.

-Dictadura. - Jungkook lo sabía bien, su padre había sido un dictador en su vida. - Ellos podrían estar buscando la forma de imponer su forma de pensar sobre el resto y si no les gusta la unión entonces van a asegurarse de derribar cualquier intento de que esta prevalezca.

-Además, sabemos que existe una posibilidad de que los ataques se estén dando como una forma de mantener activa la guerra, solo el Norte ha salido lastimado y la enemistad de nuestro clan con el clan del sur ha ido creciendo desde que los ataques comenzaron. - Sungjae golpeó con sus nudillos la mesa de madera antes de continuar hablando. - Todos se acusan unos a otros y ni siquiera nosotros o nuestra guardia de confianza tenemos claro cuáles son las verdades y cuáles las mentiras. Los dogmas, la tradición y los estigmas de la guerra están funcionando a favor de quién sea que quiera enfrentarnos de nuevo. Mientras haya rencores latentes, habrá posibilidades de que la dinamita prensa y estalle con más fuerza que nunca.

-Eso podría tener sentido pero de todos modos estáis olvidando que no tenemos pistas de casi nada. - fue Hoseok quien decidió hablar, sus brazos cruzados y una expresión de intranquilidad recorriendole los ojos. - No hay una mierda que podamos hacer sin pistas o algún rastro que perseguir. Podemos poner a toda la guardia a hacer rondas y será como perseguir un fantasma si el culpable es alguien que conocen.

-Todavía tenemos a ese lobo de la Tribu del Viento. - recordó Sehun. - Ese chico definitivamente llegó siguiendo un rastro. Si él recuerda el olor es muy probable que recuerde a la persona.

Sungjae y Joy asintieron.

-Por eso tendremos que agilizar un poco más su recuperación. Los niños y ese muchacho son nuestro único medio de conexión con los culpables, junto a las balas de plata. - un carraspeo. - Necesito al menos a tres personas dispuestas a bajar la montaña para reunirse con algunas familias de cazadores. Todavía quedan líderes que han mantenido la tradición de la caza como una religión y le han cedido a sus hijos hasta los conocimientos que pueden parecer más sencillos. Conocimientos que aún así podrían estar repletos de información. A pesar de que nos encontremos en un limbo de paz que podría romperse si un solo humano es rozado, mordido o lastimado de la mínima forma por un lobo, debemos arriesgar algo para obtener respuestas.

-Por eso vamos a dejar escapar al mestizo. - continuó Sungjae. - La existencia de un medio humano podría ser una buena excusa para que todos aquellos que han estado deseosos de derramar sangre de  licántropo durante años empiecen a enseñar sus narices.

-¿Por qué necesitamos reunirnos con cazadores? - Jungkook apoyó los codos sobre la mesa mientras preguntaba. - ¿Por qué arriesgarnos a dejarles saber que hay una crisis importante en nuestras montañas?

Joy sonrió levemente.

-Porque solo hay una forma de introducir balas de plata en esta montaña siendo un lobo. Cualquier arma de plata en realidad, incluso ese polvillo que impregnó la herida del hijo de los Kim cuando lo atacaron mientras sofocabamos el incendio de Casiopea. No importa el tipo de arma, si lleva plata entonces los cazadores podrán identificar el origen de cada casquillo encontrado. Ellos mismos las construyen y venden. Si no ellos, sus antepasados. Conocerán cada sello y marca.

-Entonces me presento como voluntario para bajar la montaña. - Jungkook se relamió los labios con nerviosismo, recordando esa herida llena de polvillo de plata que mantuvo a Tae inconsciente durante horas. - Lo haré lo mejor que pueda.

-Quiero ir también. - Moon Byul alzó su mano.

-Los acompañaré a ambos. - Namjoon se limitó a afirmar sin necesitar preguntarle al líder Yook si podía o no tomar esa misión. Él probablemente sabía que su lugar como jefe de la guardia norteña le valdría una aprobación para su presencia en esa tarea. - Quiero saber lo que los cazadores tienen para decir, a los humanos les resulta complicado controlar su respiración cuando mienten sin importar la cantidad de entrenamiento que hayan recibido. Si hay una sola afirmación falsa, lo sabré identificar.

Sungjae apoyó una carpeta de cartón sobre la mesa.

-Entonces está decidido. Mientras tanto, en estos archivos se encuentra el censo de nuestras manadas. Los datos acerca de dónde viene nuestra gente y sobre el lugar en el que habitaron sus antepasados. No hay nada seguro sobre la ideología que tienen los descendientes de rebeldes que fueron apresados o castigados en el pasado, pero descartar posibles venganzas es un buen inicio. Joy y yo anotaremos los nombres de todas aquellas personas que puedan resultar sospechosas hasta por el más mínimo detalle.

Todos los reunidos alrededor de la mesa asintieron de acuerdo.

-¿Qué podemos hacer los demás mientras tanto? - Hoseok se recostó contra el respaldo de su silla. - ¿Cómo vamos a ayudar?

-Has hablado en más de una ocasión con ese muchacho de la cima del Norte. - Sungjae sonrió. - Creo que deberías explicarle todo sobre lo que hemos hablado en esta reunión. Si quiere ayudarnos necesitará conocer los detalles.

-Así lo haré, líder Yook.

-Bien, el resto puede subir de nuevo a la cima para analizar una vez más el terreno. Cada cosa que se nos haya podido escapar podría implicar una respuesta inesperada o un nuevo rumbo.

Un asentimiento más y todos y cada uno de ellos se comenzaron a levantar de sus sillas para iniciar el trabajo. 

-Jungkook.

El sureño se quedó quieto cuando la voz de Namjoon lo llamó.

-¿Si, señor Kim?

-Vuelve a nuestra cabaña cuando lo desees, un pájaro me ha susurrado al oído que has pasado la noche en el bosque de manzanos del poblado de guardianes.

-¿Usted…? ¿No están enfadados conmigo por lo sucedido durante la inauguración de los juegos?

Namjoon sonrió y envolvió con uno de sus brazos los hombros del sureño.

-¿Qué clase de guardián sería si juzgo a un lobo por los errores de otro? No es tu culpa el que tu padre piense de cierta forma o actúe sin honor. Mientras trates bien a mi familia, nuestras puertas continuarán abiertas siempre que necesites refugiarte o dormir bajo un techo.

-Gracias. Yo… Volveré. Lo haré.

El mundo de los humanos era demasiado grande y estaba lleno de peligros. Aquello era lo que Jungkook había pensado durante gran parte de su vida, lo que había aprendido y lo que lo mantenía lejos de la curiosidad de acercarse más de lo necesario a estos la mayoría del tiempo. Acostumbrado a que para él la zona sur de la montaña fuese todo aquello que su lobo vería durante el resto de su vida, resultaba complicado entender las enormes ciudades repletas de edificios altos y coches que no dejaban de moverse de un lado al otro incluso durante la madrugada. Porque sin importar lo altas que fueran las casas más grandes de su territorio, nunca llegaban a rozar el cielo.

Por suerte esa tarde no se dirigirían hacia el lugar más grande y tampoco abandonarían la zona de intermediación. Aunque la pequeña aldea que se encontraba más allá de la montaña resultaba ser una zona en cierta forma tranquila y envejecida, también era el perfecto lugar para que pensamientos lo suficientemente antiguos que se legaban de padres a hijos, mantuvieran viva la tradición de la caza.

Las protecciones se veían sin dificultad sobre una enorme cantidad de puertas, símbolos grabados en maderos que antaño alguien decidió creer que le servirían de advertencia a los lobos. Ideologías y modos de actuar que gritaban que ese poblado en concreto estaba conformado por personas que no dudarían ni un solo instante en disparar a un lobo si este asomaba su hocico más de lo recomendable. La idea de la caza  permanecía despierta entre esas gentes, incluso si habían pasado siglos desde la ocasión en la que lobos y humanos pactaron acuerdos de paz. No se matarían mutuamente, siempre que ninguna de las partes atravesara la frontera, procrease o se atreviera a hablar con algún cazador durante más tiempo del recomendado.

Los ancianos recordaban bien los puntos importantes de sus acuerdos y aunque por supuesto había gente joven en ese pequeño lugar cercano a la montaña, parecían ser muchos más los humanos de edad avanzada los que Jungkook podía observar desde su asiento de copiloto. Llevaban al menos veinte minutos de trayecto en el todoterreno que Joy le había cedido a Moon Byul y al padre de Taehyung. Veinte minutos de zonas verdes planas y plantaciones casi interminables.

Los huertos y animales que estaban ante sus miradas definían el comienzo de un territorio principalmente dedicado a la economía agraria y ganadera, allí se concentraban muchas profesiones que los muchachos de su edad no parecían ansiar heredar con demasiadas ganas.

Mucho trabajo a cambio de poco dinero, eso era lo que había mencionado el señor Kim. Y si la paz se mantuvo intacta durante tantos años el motivo claramente se encontraba motivado por el detalle de que los intermediarios humanos que comerciaban e intercambiaban mercancía en los puntos de encuentro residían ahí. Muchos no sabían qué o quiénes eran ellos o los cazadores, otros en cambio parecían poder oler en el aire su presencia. Un pueblo lleno de enemigos pero también formado con personas ajenas a aquello que escondía la montaña que nadie se atrevía a visitar.

Magnates de la madera, asesinos, fantasmas o dioses vengativos. Había muchas leyendas que se contaban y todas ellas provocadas con el afán de que el humano no decidiera entrar en el territorio de los lobos.

-Tienen mucha más superficie de cultivos que el norte. - Moon Byul observó. - Más que el norte y el sur juntos si me apuras.

-Nosotros estamos ligados a una montaña que pretendemos proteger y a la que ansiamos devolverle más de lo que nos ofrece por sí misma, ellos tienen el mundo entero para comprarlo si el dinero se lo permite.

-Supongo que ese es un buen motivo para quedarse. - Moon Byul suspiró. - En los últimos años hemos perdido una enorme cantidad de miembros de la manada. En nuestra montaña hay libertad pero no es plena. Estamos condenados a mantenernos dentro de un cerco para no provocar problemas.

-No hay nadie plenamente libre, ni en nuestro mundo ni en el de los humanos. - Namjoon sonrió un poco. - ¿Vale la pena regalar un poco de tu libertad a cambio de la seguridad de que nadie va a hacerte daño?

Jungkook pensó en la respuesta.

-Supongo que decir que sí, es la respuesta responsable.

-Supongo que lo es cuando tienes una familia. - le contestó Namjoon. - Tus prioridades cambian al entender que tu hijo o pareja podrían ser lastimados  si algún idiota decide jugar con los pactos sellados a sangre. Y eso es lo que vamos a intentar averiguar hoy también, si alguien ha roto alguno de los puntos esenciales para que los cazadores se mantengan en un limbo de inactividad.

-El mestizo de sombras, él dijo que había otros. - Jungkook tragó saliva. - ¿Crees qué…?

-No. De hecho estoy seguro de que ha pasado el suficiente tiempo como para que algunos cazadores olviden el detalle de que el pacto prohíbe que un humano cercano a la montaña y un lobo se junten y tengan descendencia. Para ellos es algo importante pero esa parte del pacto reside en que los mestizos no se usen como espías para lobos con ansias de poder, si no se da esa situación entonces con total probabilidad mirarán hacia otro lado, porque los mestizos siguen siendo medio humanos.

-¿No somos medio humanos también? - Jungkook observó al señor Kim con curiosidad, la forma en la que este se movía con facilidad por el mundo de los humanos le dejaba saber que él mismo había acudido a esas zonas en más ocasiones de las que lo imaginaba.

-Lo somos pero no de la manera que a ellos les gusta admitir, somos medio lobos para ellos. Eso es lo que les importa.

-¿Qué diferencia hay? - Moon Byul suspiró, colocando su cabeza entre los asientos delanteros del coche.

-Que nacemos de dos personas con sangre licántropa mientras que los mestizos nacen de alguien completamente humano y de alguien medio lobo.

-Absurdo. - Moon Byul bufó en voz alta y entonces se dejó caer de nuevo contra su asiento. - No me gustan los humanos y sus tradiciones.

-A mí tampoco. - estuvo de acuerdo Jungkook.

Estaban en el territorio de su enemigo, eso los convertía de lleno en una maldita presa. Ya no podían regirse por sus normas o entrenamiento, levantar una mano para defenderse podría derivar en un conflicto imparable, en una declaración de guerra sin tan siquiera pretenderlo. Acababan de salir de una, meterse en otra sería…

-Es aquí. - Namjoon sacó de la guantera del coche lo que parecían ser documentos identificativos de la guardia. - No habléis con nadie a no ser que sea necesario.

Finalmente. Llegar en coche desde la casa de líderes del sur les había llevado poco más de media hora pero el viaje a Jungkook le resultó en cierta manera eterno.

Estaba nervioso y le temblaban las manos. Después de una noche sin pegar ojo y con el cuerpo todavía dolorido, él ni siquiera sabía cómo o por qué se había atrevido a presentarse voluntario para esa maldita misión. Podría haberse pasado la tarde interrogando al lobo del norte con Hoseok o olisqueando la cima del norte en busca de pistas que se le hubiesen pasado por alto con anterioridad.

-¿Qué pasa si nos hablan antes? - Moon Byul se removió sobre su asiento.

-Entonces limítate a ser cortes, los dos. No muestres más respeto del que ellos merecen pero tampoco hagas que se sientan atacados. - Namjoon llevó sus ojos hacia la casa que los esperaba un poco más allá de la valla verde frente a la que habían dejado aparcado el vehículo, la parte superior de esta se encontraba repleta de alambres puntiagudos. - ¿Qué hace un lobo cuando un extraño se cuela en su territorio?

-Se prepara para atacar si es necesario. - mencionó Moon Byul.

-Exacto. Los humanos no son lobos pero sí son animales como nosotros, y lo son en el único mal sentido que esa palabra puede llegar a tener. Esos cazadores no van a jugar o a reírnos las gracias, no hablarán de nada si la situación no les beneficia y saben que este es su territorio. Así que, si queremos obtener información de su parte tendrán que ver sobre la mesa algo que llame su atención desde el primer instante.

Después de aquello ninguno de los tres dijo nada, en su lugar abandonaron el interior del vehículo y caminaron hacia la puerta de la casa.

-No toquéis nada, antaño los cazadores tendían a sentir la necesidad de impregnar las entradas de su casa con substancias que harían caer al lobo más fuerte. Es poco probable que tras tantos años de paz esa tradición siga viva pero no quiero arriesgarme a ver a uno de mis guardianes siendo lastimado si en mis manos se encuentra la posibilidad de impedirlo.

-¿Saben que estamos aquí? ¿Cómo nos verán si no podemos atravesar la entrada para llegar hasta su puerta?

-Lo saben. El líder Yook se ha encargado de pedirle a uno de nuestros intermediarios que informase sobre nuestra visita a esta familia en concreto. Eso fue ayer, así que con toda probabilidad se habrán pasado el día entero esperándonos. Estarán alerta y muy conscientes de que de esta reunión puede salir algo a su favor sin importar cuál sea el resultado del trato final.

Namjoon no se equivocó, como líder de guardianes había alguna información que él conocía antes que el resto. La misma con la que este podía hacer todo aquello que deseaba hacer, a quien cedersela y a quién no. Cómo jugar con datos extra para obtener confesiones si la situación lo ameritaba.

Así que cuando un hombre alto salió de la casa seguido de dos muchachos más jóvenes, todos ellos con armas en sus manos y las miradas repletas de odio, el padre de Taehyung colocó la primera ficha sobre su tablero antes de comenzar a jugar.

-Mi líder ha hablado con el tuyo, cazador. - Namjoon era respetuoso al hablar pero no realmente demasiado. - Déjanos pasar y podremos hacer nuestra oferta en un lugar en el que el viento no escuche.

-Lobo. - uno de los muchachos jóvenes gruñó. - Tus tatuajes lo dicen, lobo eres un maldito lobo. No hay nada vuestro que pueda llegar a interesarle a nuestra gente. Decidle eso a vuestros líderes y decidles también que no estamos en venta.

Pero el de más edad extendió su mano hasta detener al menor. La antigua generación poniéndose ante la nueva. Pasado y futuro.

-Pasad, mi jefe os espera. Qué os estemos recibiendo no implica nada, solo nuestra confianza en la paz que un día prometimos mantener juntos y esa que no deseamos que nuestros hijos tengan que volver a instaurar si alguno se deja llevar por viejas disputas.

Jungkook no creía en esas palabras, había algo que implicaba diversión en las pupilas de ese hombre.

-Pero padre…

Aunque el más joven alzó su arma y protestó ante la detención del mayor, pronto no tuvo más remedio que rendirse y obedecer ante las órdenes de un superior.

Así fue como ellos tres finalmente entraron en un hogar repleto de cazadores, se sentaron a su mesa y rechazaron el agua que estos le ofrecieron. Había cosas importantes que debían ser habladas, cosas que el señor Kim tenía muy presentes mientras sus ojos se posaban sin miedo sobre los de aquel que parecía el líder de esos cazadores. Y hubo reconocimiento, como si ambos fueran viejos adversarios.

-Nuestra montaña ha sido atacada. - informó, estaba usando muy pocas palabras. Las justas. No se arriesgaría a darles ventaja o dejar que estos supieran más de lo necesario sobre el ataque o el resultado del mismo. - Por el rastro que hemos seguido todo indica que los responsables podrían ser de hecho cazadores. - Namjoon dejó caer los casquillos de balas de plata sobre la mesa de mármol y estás tintinearon sobre la misma como si fuesen campanitas. - Dinos quién es el armador de estas balas y nuestro líder promete eximirte a tí y a tus hijos de cualquier posible responsabilidad. Los pactos de sangre se solucionan con más sangre cuando se rompen.

-¿Te atreves a venir a mi casa para amenazarme, lobo?

El líder de los cazadores era un anciano, cabello blanco y rizado y las manos repletas de cicatrices. Su rostro se tornó tan furibundo que por un instante Jungkook sintió a su lobo empujar en el interior de su pecho con la necesidad de iluminar sus ojos en advertencia.

Pero el señor Kim respondió con una carcajada repleta de ironía y desprecio. Como si el hombre ante sus ojos no fuese mucho más que una piedra en el suelo. Un pequeño obstáculo que había aprendido a esquivar.

-Sal a la calle y observa tu poblado. Los cazadores que quedan son ancianos como tú, hay pocos jóvenes que conozcan vuestros dogmas y tradiciones. - Namjoon señaló los casquillos de las balas. - No los obligues a luchar por una causa del pasado, a tomar la responsabilidad de otros después de haber vivido una vida de paz. Si te queda un poco de inteligencia, entonces te recomiendo informar acerca del creador de esas balas. Protege aquello que te importa mientras puedas, sabes bien lo que es una guerra Axel y también sabes que ya no tenéis los recursos para ganar una. No ahora que norte y sur son uno. Porque… ¿Lo sabías? Somos una manada y un clan ahora.

Algo pareció brillar en los ojos del anciano y tras clavar su mirada sobre la de Namjoon por al menos un minuto, finalmente pareció claudicar.

-Sí, y también sé que la sangre llama a la sangre.

-Entonces escoge tus actos con inteligencia. Sé que siempre has decidido con cuidado, no me decepciones.

El anciano tomó asiento de nuevo y entonces sus manos temblorosas buscaron los casquillos de las balas.

-Incluso sin mis gafas… - las yemas de los dedos del anciano acariciaron la marca sobre los casquillos. - E incluso si estuviera ciego… Podría decirte quién es el creador de estas balas.

Silencio. Hasta los más jóvenes cazadores parecían curiosos al respecto.

-Solo hay un problema para tí, Kim. - el anciano sonrió. - Mi buen amigo y armador Lee, murió durante la última purga cuando trató de cazar al líder del norte por sí mismo aprovechando la inestabilidad que provocaban vuestros conflictos internos. Lo sabes bien.

Un latido de sorpresa llenó el pecho de Namjoon.

-¿De verás no reconoces estas balas, lobo?

-Tenía mis sospechas, pero nunca he sido especialmente amigo de Lee. Ese cazador mató a mis propios padres.

El anciano llamado Axel sonrió felizmente, sin ocultar el placer que detonaron sus pupilas.

-Lo hizo y al hacerlo también te liberó de una carga. - el anciano se mantuvo mirando a Namjoon. - Parece que alguien ha decidido tomar el relevo en la importante tarea de vaciar esa montaña vuestra para devolvérsela a quien siempre debió tenerla. Ahora ya tienes tu respuesta, si no quieres nada más te recomiendo que te marches de mi casa, de lo contrario algún cazador novato podría cometer el error de ponerte la zancadilla y ninguno de nosotros quiere desencadenar una nueva guerra. ¿No es cierto?

Axel sabía que los pactos recogían cláusulas que pendían de un hilo. Un simple pellizco y la persecución de cazadores hacia lobos podría reiniciarse con un solo chasquido de su parte.

-Una cosa más.

El anciano asintió.

-¿Tus cazadores han visto a algún lobo por los poblados cercanos a la montaña?

Jungkook y Moon Byul fruncieron el ceño con preocupación.

-No que yo sepa, los chicos que salen de vuestra montaña siempre se alejan hacia las ciudades grandes. Si un lobo se quedase aquí, entre cazadores, sería un idiota.

El padre de Taehyung asintió, tras tomar los casquillos de bala de vuelta tan solo se levantó y caminó hacia la puerta, siendo consciente de que Moon Byul y Jungkook lo seguirían. No quería compartir ni una sola mirada más con Axel.

No hubo una sola palabra más hasta que los tres se acomodaron de nuevo en el coche. Entonces Namjoon gruñó.

-Ha mentido. En lo último que ha dicho, ese viejo idiota mintió.








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Hiiii!!!

Nuevo miércoles y nuevo capítulo a pesar de que es un poco más tarde de lo normal. Cómo podéis ver y de la manera en que los líderes lo han explicado, el cerco se está cerrando cada vez más.

Quiero leer todas vuestras sospechas 🤔

Gracias por leer Alpha War una semana más y gracias por animarme a seguir escribiendo con vuestros comentarios llenos de amor.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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