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Capítulo 53

"Oí que intentaste vender tu alma a otra, oí que intentaste bailar de un lado a otro con llamas que son hechas por ángeles encubiertos. Pero veo cómo ha cambiado tu rostro, como si hubieras perdido una amante. ¿Perdiste una amante? Y sé cómo continúa la historia, dices que de verdad lo intentaste, no lo intentaste en absoluto. Así que ahora odias al mundo y que él te odie a ti es tu excusa para la derrota. Dices que estás muerto por dentro, así que decides distanciarte de todos. ¿Eres un desconocido? Pero me resultas tan familiar."
-Eyes Don't Lie
(Tones And I)



El aroma a Jungkook persistía sobre cada zona del cuerpo de Taehyung y a pesar de que ya había tomado un par de duchas desde lo sucedido el día anterior, todavía no era capaz de deshacerse de esa sensación de que su lobo estaba empeñándose en mantener el olor del alfa fuertemente pegado a su piel.

-Aggg. Esto es insoportable. - Taehyung cerró la puerta de su armario con fuerza.

-¿Sigues sintiendo su olor?

Asintió.

-No puedo quitármelo de encima sin importar la cantidad de veces que me duche o el jabón que utilice, simplemente está ahí y mi lobo parece completamente bien con la idea de mantenerlo.

-No huelo nada en realidad. - Jimin olisqueó el ambiente. - Quizás es solo algo que estás somatizando, Tae.

El alfa norteño no dijo nada. En lugar de eso Taehyung se limitó a observar el techo de su habitación en silencio, no estaba seguro de lo que le ocurría pero definitivamente no podían ser imaginaciones suyas. El olor de Jeon Jungkook estaba sobre él, con la misma intensidad que si este se encontrase cerca. Y el problema ni siquiera era el aroma, sino lo que esté denotaba. Olía a tristeza, desesperanza y arrepentimiento.

-Pareces que has salido de una alcantarilla.

Hoseok se había topado con el lobo de Jungkook merodeando alrededor del poblado durante su guardia de esa mañana. Y aunque inicialmente pensó  que probablemente este se encontraba allí vigilando el terreno tras los ataques que últimamente sufría el norte de forma obviamente intencionada o tal vez buscaba al mestizo fugitivo, el aspecto de este le dejó saber que sus teorías estaban bastante alejadas de la realidad.

Había ojeras bajo la mirada del muchacho, las manos le temblaban y las heridas que obtuvo durante la inauguración de los juegos no estaban plenamente curadas todavía. No llevaba ni una sola prenda de ropa encima, tampoco había escondido algún pantalón de recambio en el bosque. En general, Jeon Jungkook se parecía mucho más a un cachorro en ese instante que a un orgulloso alfa del sur.

El chico tenía las mejillas llenas de tierra, el azabache cabello negro despeinado, los ojos acristalados y los labios rotos. Cualquiera que lo viese pensaría que se encontraba muy lejos de convertirse en el gran guardia que pretendía.

-Espera aquí, no creo que a los niños de las tribus les apetezca verte en ese estado, han empezado a moverse libremente por el hostal y ahora probablemente estén desayunando… Algo que desde luego tú también pareces necesitar. Te traeré algo de ropa y después podrás tomar una ducha en el hostal. Voy a llamar a los Kim de paso para que sepan que estás bien.

Jungkook negó y ese fue el primer movimiento que Hoseok pudo ver desde el instante en el que lo hizo caminar hacia los alrededores de su casa.

-¿Por qué no? Namjoon se está encargando de enseñarte todo lo que necesitas saber hasta tu graduación, la alternativa es llamar a tus padres pero realmente me gusta poco la idea de tener que conversar con un miembro del consejo que planea una votación en contra de los derechos que supone para nuestra gente la unión.

-Simplemente no llames a nadie. Estoy bien, mi lobo parece un poco afectado por lo que pasó ayer pero eso es todo. No es nada con lo que no pueda lidiar. No quiero molestar a los Kim y no quiero escuchar hablar sobre mi padre en un tiempo.

Hoseok suspiró, dudando acerca de lo que hacer. Había muchas cosas en su cabeza, por lo que tener que añadir la presencia de un Jungkook visiblemente hecho mierda a su lista de problemas no hacía más que ponerlo de los nervios.

En los últimos días, mientras que otros disfrutaban de las celebraciones en el sur a las que los norteños podían acudir por primera vez en siglos, él se había quedado en el hostal trabajando con sus padres para adaptar las estancias lo mejor posible a los niños de las tribus y al alfa embarazado que continuaba en una situación de riesgo mientras sus heridas se curaban. No recordaba la última vez que había logrado dormir más de un par de horas seguidas. Guardias nocturnas, la búsqueda de un fugitivo, arreglar muebles o construir otros debido a la escaseza de material que tantas personas refugiadas en tan poco tiempo suponían, comprar suministros,  el trabajo diario en el hostal con el que ayudaba voluntariamente, sus intentos de interrogatorio camuflado hacia las víctimas de Casiopea en caso de que hubieran visto algo que pudiese ser sospechoso… Había demasiado en su mente y Jungkook sumaba un problema más, porque si este no quería que llamase a los Kim entonces quizás las cosas estaban peor de lo que se había imaginado inicialmente.

-¿Qué es exactamente lo que pasó? Puedes hablar conmigo, solo dilo si lo necesitas.

Duda. Jungkook no pudo evitar mostrar la duda en su mirada antes de finalmente suspirar y asentir. Aunque Hoseok no era una persona cercana a él, todavía era alguien confiable. Ese alfa parecía cuerdo y dispuesto a cederle una mano. No importaba lo mal que se hubieran llevado en un inicio, ahora eran compañeros no solo en la guardia sino también en el pequeño grupo seleccionado por los líderes para continuar investigando acerca de quienes podrían estar atentando contra sus manadas.

-Mi padre intentó pagar con Tae mi derrota en una de las peleas de los juegos de ayer. Se supone que esa pelea me permitiría tomar la mano de una omega que a él le interesa,  porque nuestra unión significa más poder y propiedades para mi familia en el futuro… - suspiró.

Jungkook no sabía todavía con total exactitud si la derrota era algo que él mismo había deseado o si en realidad Yugyeom usó toda su fuerza para lograr mantener a la chica que le gustaba cerca aunque podía llegar a imaginar que se trataba de una combinación de ambas cosas. Tampoco le importaba demasiado, para ser honesto.

-Un buen amigo logró vencerme y le propuso matrimonio a la omega. -continuó hablando - Es parte de nuestra tradición el que el mejor lobo de la futura promoción de guardianes escoja a la omega que lo acompañará el resto de su vida durante su discurso de victoria. Así que yo perdí dos cosas en una sola noche, o mi padre lo hizo.

-¿Llamas buen amigo a alguien que decide dejarte esas heridas? Ni siquiera en forma de lobo se han curado por completo…

-Justamente por estas heridas que me ha ocasionado es que sé con certeza que es un buen amigo. Si Yugyeom me lo hubiera dejado demasiado fácil todos habrían empezado a hablar acerca de lo inútil que mi entrenamiento ha sido, lo habrían notado. Eso finalmente hubiese recaído sobre mi apellido, mi clan y sobre Joy.

-¿Es mucho más fuerte que tú? - Hoseok caminó hacia el cobertizo y tras alcanzar unos pantalones vaqueros se los lanzó a Jeon. - ¿Por qué necesitaría hacerlo fácil para tí?

-Porque mi cabeza estaba bastante más allá de esa pelea y probablemente él era consciente de que odio la idea de casarme con alguna omega que mi padre seleccione en base a su papel en la política del sur, como también sabe que estoy dispuesto a hacerlo sin rechistar si esa elección le aporta cosas buenas a mi clan. Yugyeom ha sido un buen amigo en todos los malditos aspectos a pesar de que cada vez nos vemos con menos frecuencia y además ha logrado mantener a la chica que le gusta lejos de las garras de un alfa que nunca la podría cuidar sin odiar la idea de mirarla a los ojos. Incluso si a ella no le gusta él, Yug podrá ser su amigo. Él podría tener un matrimonio más significativo en cuestiones de humanidad que el que ella y yo tendríamos, él podrá cuidar a los hijos que tengan y su puesto en nuestra familia no los hará sentirse como mierda si no logran tener un buen descendiente alfa. A Yugyeom no le va a importar si Vanity le da como heredero a un omega, a un beta o a un alfa, porque su propia familia estuvo llena de diversidad de clases. Cuando sus hermanos estaban vivos, antes del incendio…

Hoseok observó a Jungkook por un instante, apreciando y entendiendo el significado detrás de las palabras de este. Podía llegar a hacerse una idea.

-Entiendo. - los ojos serios del guardián norteño miraban a Jungkook como si las palabras pronunciadas por este significasen algo para sí mismo. - Tengo siete hermanos omega y nunca me había preocupado por eso hasta ahora. Ellos entrenan como un alfa, son tan buenos como uno, mucho mejores que algunos, pero si la propuesta de tu padre y sus compañeros del consejo llega a algún sitio… No puedo saber si mis hermanos podrán casarse por amor o si lograrán obtener el lugar en la guardia para el que se han estado entrenando durante toda su vida por decisión propia. Eso me empieza a volver loco últimamente, han nacido libres pero hay una pequeña posibilidad de que esa completa libertad que tienen se quede en la mitad de lo que solía ser.

Durante un par de minutos Jungkook mantuvo su boca cerrada, no se le ocurría nada qué pudiera decir para ayudar a calmar los nervios de Hoseok y quizás se debía a que él mismo era consciente de que este tenía razones para sentir esa preocupación de la que le hablaba. Así que se limitó a ponerse los pantalones que le había cedido el guardián norteño.

-Gracias por la ayuda. - mencionó finalmente.

Hoseok se encogió de hombros.

-Tendremos una reunión con los líderes en un par de horas para poner sobre la mesa la situación en la que nos encontramos y cómo debemos enfrentarla. No me lo agradezcas demasiado, estoy haciendo esto porque de todos modos no te hubiese dejado pasar al hostal con ese aspecto cuando el momento de reunirse llegase. No quiero que esos niños se asusten más de lo que ya lo están.

-Lo entiendo. - Jungkook se abrochó el botón del pantalón y estiró su cuello agarrotado. - No puedo culparte por eso.

-Vamos, si entras por la puerta trasera de la cocina solo tendrás que subir un piso para llegar al baño.

Hoseok rodeó los hombros de Jungkook con su brazo. Fue alarmantemente sencillo percibir en este el apestoso aroma a tristeza que le cubría la piel. Si bien decidió no preguntar, se obligó a sí mismo a no dejar caer más comentarios sobre los sureños o aquello que el consejo territorial pretendía con sus artimañas. Quizás en otra ocasión, cuando el muchacho estuviera un poco más entero y menos roto.

-¿Todavía no hay rastro del mestizo? - Jungkook lo preguntó antes de entrar en la cocina del hostal, donde el olor a galletas horneadas hizo crujir su estómago.

-Nada de momento, estamos comenzando a pensar que ha tenido ayuda de alguien lo suficientemente experimentado o inteligente como para cubrir y borrar sus rastros de olor.

-¿Qué hay de los rastros de humor?

Hoseok se rascó la nuca, pareciendo repentinamente cansado del asunto.

-Nada de nada. Hemos encontrado restos de su aroma natural dispersos por el monte cerca de la casa de tu abuela pero en cuanto al humor, ni siquiera nuestro mejor omega ha logrado obtener algo. Puede que esté conectado al hecho de que como un mestizo su rastro es menos evidente que el de un lobo.

-¿Y…?

-Duchate antes de hacer más preguntas. - los dos habían avanzado por el hostal hasta detenerse ante la puerta de una habitación. - Te dejaré algo de ropa y comida dentro. La reunión es en dos horas así que relájate y respira un poco, habrá tiempo para seguir investigando. Desgraciadamente, de hecho, creo que demasiado tiempo. Vamos a estar hasta arriba con todo el trabajo que empieza a acumularse.

Jungkook se limitó a asentir, en realidad no tenía muchas ganas de preguntar y crear hipótesis, solo lo estaba haciendo porque era parte de su trabajo y de alguna manera también parte de su rutina. La verdad es que su cabeza continuaba bastante lejos de sus deberes como guardián, todo en lo que podía pensar era en el hecho de que había dejado sola a su madre después de una horrible pelea con su padre… Y en los Kim, porque temía que con toda probabilidad estos se negarían a permitirle poner de nuevo un solo pie en el interior de su cabaña.

Jimin revisó las ventanas de la casa de los padres de Taehyung desde la entrada de su hogar en al menos un par de ocasiones antes de finalmente aventurarse hacia el interior, era poco probable que estos sospechasen solo por verlo entrar en una vivienda que de hecho le pertenecía, pero nunca estaba de más prevenir. Sobre todo si tenía en cuenta que el señor Kim era un guardia experimentado y ahora se encontraba plenamente enfadado tras su discusión con el padre de Jungkook.

Las manos del omega temblaron a medida que giraba la llave en la cerradura de la puerta principal para asegurarse de que nadie podría entrar tras él. Después de comprobar todo aquello que lo rodeaba corrió escaleras arriba, incluso si no resultaba necesario moverse con prisa por el interior de su propia casa. Había dejado pasar un día completo desde el instante en el que vió a Taemin por última vez, ese chico no era plenamente lobo, no podría aguantar sin comer tanto tiempo como uno. Todavía menos sin beber.

-Taemin. - Jimin lo llamó en el instante en el que abrió la puerta cerrada con candado del desván. - Taemin.

Le llevó un par de segundos percibir la figura del mestizo de sombras acurrucado sobre un viejo y empolvado sofá que no habían llegado a mover durante su mudanza, tenían otros mejores y completamente nuevos en la planta baja. Todo lo que quedaba en ese sitio que él había usado en multitud de inviernos lluviosos para crear cabañas de sábanas con Tae durante su infancia, eran muebles viejos, juegos de mesa, peluches y cajas con ropa a las que no le dieron suficiente importancia como para moverlas.

-Hei. Despierta, Taemin.

Incluso aunque el mestizo había apartado la tela que anteriormente cubría el viejo sofá de tres plazas, el olfato de Jimin era capaz de percibir el profundo olor que dejaban las motas de polvo sobre la tapicería que hace tiempo fue de un intenso color anaranjado.

-Taemin. - Jimin llevó una mano hacia el hombro derecho de este y lo movió levemente, cansado de insistir en llamarlo. - He traído comida y un par de garrafas de agua fresca. Si te despiertas ahora podrás comer caliente.

El rostro del chico era tranquilo mientras dormía y al omega le resultó difícil animarse a despertarlo. Ese cabello negro suyo de un color plenamente azabache, se mantenía enredado tras todo lo que había tenido que atravesar desde el instante en el que Jimin y Taehyung decidieron seguir el rastro de este.

-Oye, despiértate. Son patatas asadas con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta, por experiencia te digo que es algo que debes disfrutar caliente sin importar que sea verano. Crujirán en tu boca y…

La mención de la comida pareció funcionar porque el mestizo de sombras finalmente abrió los ojos y llevándose una mano a la espalda comenzó a murmurar sobre algo en la funda del sofá que continuaba clavándose en su espalda a pesar de sus intentos por esquivar la zona. Sus musculosos brazos se estiraron y algo en su cuerpo crujió dejándole saber al omega que la protesta sobre el sillón no había sido del todo infundada. Luego movió el cuello y este también sonó haciendo que ambos se miraran en silencio por un instante.

-Estoy seguro de que este sofá tiene algo dentro, es imposible que la espuma se clave de esa manera en mi espalda. - Taemin finalmente se puso de pie. - Si tengo que pasar tres días aquí por mi propio bien y el tuyo, entonces creo que dormiré directamente sobre el suelo.

Jimin frunció el ceño, pero antes de pararse a comprobar lo que Taemin mencionaba decidió extender una manta de apariencia impecable sobre el suelo de madera. Estaba a punto de abrir la ventana cuando recordó que nadie sabía que él estaba en su antigua casa, lo que significaba que abrirla podría atraer a vecinos dispuestos a saludarlos y aunque generalmente él estaría feliz de recibirlos, no parecía una buena situación para ello. Hacía tiempo que no se cruzaba con muchas personas que habían decidido quedarse en el norte a pesar de pertenecer a familias de guardianes, personas cercanas a sus padres y a él mismo.

-Siéntate y come algo, puedo intentar recolocar un poco la espuma de los cojines del sofá pero no prometo nada… Debe haber pasado al menos medio siglo desde que mis padres subieron esta cosa al desván. - Jimin se rascó la nuca. - Te subiré algunas almohadas y mantas después, quizás un colchón si decides portarte bien.

Taemin solo asintió con su cabeza antes de sentarse sobre la manta extendida. Las patatas asadas estaban calientes, como Jimin había mencionado, y el agua de las garrafas de barro se mantenía todavía lo suficientemente fresca como para aliviar el calor insoportable que permanecer encerrado en ese desván durante el verano le había ocasionado. Sin una pizca de aire y con el sol colándose hacia el interior a través de la ventana redondeada del techo. Incluso mientras trataba de dormir se despertó varias veces percibiendo su cuerpo repleto de sudor.

-No debería ser muy difícil… - el omega bajo la corredera de la funda del cojín y tiró con fuerza de esa espuma que parecía metida a presión en esta. - Puede que mis padres cambiasen de sofá por lo que dices, tal vez simplemente es incómodo. Cuando era pequeño mi madre trató de confeccionar una almohada y la rellenó de maldita hierba seca, puedo jurar que todavía me recuerdo a mí mismo lanzándola lejos porque algunas zarzas se colaron entre la paja y me lastimaron las mejillas.

-No. - Taemin se encogió de hombros. - No parece un problema del sofá en sí, puede que del relleno de la espuma pero por mucho que a tu madre le gustase confeccionar no tiene sentido poner algo puntiagudo en…

Una caja. Jimin había sacado la espuma con un tirón contundente y lo que esta dejó caer en el instante en el que lo hizo fue una caja cuadrada de metal. Las esquinas puntiagudas probablemente fueron las responsables de ese dolor de espalda del que Taemin se había quejado.

-¿Qué es eso?

Jimin negó, con la confusión y la curiosidad llenando sus bonitos y grandes ojos.

-No tengo la menor idea, no recuerdo haberla visto antes.

Pero sí había algo en ella que Jimin había visto con anterioridad, se trataba de la runa con forma de luna que permanecía gravada con alguna especie de tinta burdeos sobre el metal de la cajita como si se tratase de un sello. Recordaba haber observado ese dibujo en muchas de las carpetas de la guardia norteña, también lo había visto en esas cajas que sus padres movieron durante la mudanza.

-¿Un joyero en un cojín del sofá? Los lobos sois más raros de lo que recordaba.

Taemin no dijo lo que estaba pensando a pesar de su intento por bromear pero Jimin no necesitó que lo hiciera. Era sospechoso, incluso si él confiaba en sus padres y la guardia, resultaba obvio que esa caja había llegado al cojín como una manera premeditada de esconder su contenido.

-¿Vas a abrirla? - Taemin dejó la comida a un lado y se acercó hacia la zona del suelo sobre la que había aterrizado la caja de metal. Después de eso la alzó y se la tendió a Jimin, podía ver la notable curiosidad asomándose a los ojos del omega. - Si está en tu casa es tuya, piénsalo de ese modo. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Parece un joyero de todos modos…

-Es un sello de la guardia norteña, generalmente no meto mi nariz en los asuntos de mi madre.

-Es tu decisión. - Taemin volvió a estirar su brazo con la cajita metálica entre sus manos.

Las manos del omega dudaron mientras alcanzaba la caja y también lo hicieron mientras abría la tapa. Todo él dudó, incluso antes de mirar hacia el interior del joyero… Pero cuando lo hizo todo lo que logró fue dejar caer de nuevo al suelo tanto la caja como su contenido. No solo se trataba de lo mucho que haber encontrado aquello le dolía, era su instinto natural apartar eso de sus manos porque lo que contenía…

-Balas de plata. - murmuró Taemin. - Material usado frecuentemente por  cazadores.


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Holiii!!

Espero de verás que os haya gustado el capítulo, abro apartado para que me dejéis saber vuestras teorías acerca de las balas de plata que Jimin y Taemin han encontrado 😗.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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