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Capítulo 52

"Estoy completamente sola en este lugar vacío. Perdida en el laberinto, ahora me he vuelto loca. Este juego del escondite continúa. Estoy atrapada en tí, siempre repitiendo que estoy cansada de este juego, es como un largo invierno. Una tristeza se extiende en mí, sofocándome."

-Killing Me
(CHUNG HA)


Jungkook no recordaba la última vez que había tenido que tragarse sus propias palabras durante unos juegos de verano, aunque también podría tener en cuenta que era la primera vez de su vida en la que jugaba como un guardián a punto de graduarse. Su entrenamiento era en ese momento mucho mayor de lo que lo había sido cuando era un adolescente al que le gustaba actuar como el mejor entre todos los alfas de su generación. Y si su entrenamiento era mucho mejor en la actualidad, por supuesto la norma se aplicaba del mismo modo a cada uno de sus compañeros.

Fuera como fuese, eso probablemente no le serviría de excusa a la hora de enfrentar el ceño fruncido que su padre le dedicaba desde las gradas.

-Puedes rendirte cuando quieras, Jeon.

Jungkook apoyó las palmas de sus manos en el suelo del ring antes de poner sus ojos sobre la expresión divertida de Yugyeom. Podía sentir la forma en la que todo lo que había comido durante el día ahora luchaba por salir de su cuerpo y aún así se puso de pie por cuarta vez.

Cuatro veces, cuatro malditas veces Yugyeom lo había golpeado con todas sus fuerzas y él no había estado lo suficientemente concentrado para esquivar sus puños, su cabeza era una telaraña de sensaciones que lo llevaban más allá del juego con una insufrible constancia. Se dió contra el suelo del ring en cada ocasión en la que intentó tomar el control de sí mismo, de su lobo y de la pelea. A esas alturas sus huesos ya parecían comenzar a revelarse ante el hecho de que pretendiera ponerse de pie de nuevo. Listo para seguir aguantando la golpiza que su primo parecía más que dispuesto a dedicarle.

Podía notar el sabor a sangre en su boca y estaba seguro de que sus costillas tardarían en curarse más de lo normal tras dos ataques consecutivos contra estas. El primer golpe que su primo le había asestado fue lo suficientemente fuerte como para lanzarlo directo al suelo y después de eso los puñetazos no pararon de tocar las zonas críticas de su cuerpo.

-¿Eso es todo lo que Jeon Jungkook puede hacer? Pelea. No hagas que mi victoria sea tan fácil. - Yugyeom posó las manos sobre su pecho y lo empujó. - Despierta de una maldita vez, Jungkook. Si gano quiero que sea contra alguien que está a mi altura.

Estaba recibiendo el trato esperado por parte del único alfa en la guardia a su nivel, Yug no iba a perder la oportunidad de demostrar que era digno de convertirse en el jefe de su unidad cuando el momento de elegir a alguien llegase pero eso no significaba que el hecho de estar dándole esa paliza con tanta facilidad le resultase poco interesante. Se suponía que esa sería la pelea del año, se suponía que los dos estarían casi igualados en fuerza y potencia de ataque.

Y aunque Jungkook querría obligarse a sí mismo a pelear con más intensidad para ganar sobre el alfa que ahora se preparaba para lanzar un nuevo golpe contra su abdomen, en realidad su mente continuaba estando mucho más allá de esa batalla.

-Puedes rendirte ahora o puedes besar el suelo y ver cómo te robo a la omega que pretendes hacer tu esposa pero deberías luchar un poco antes de tomar cualquiera de las opciones.

Jungkook no dijo nada, porque en realidad no había nada que pudiera decir con su padre tan cerca. Con Taehyung observando y escuchando todo desde las gradas.

Así que se limitó a gruñir mientras alzaba sus puños para protegerse más que para atacar. Cuando los siguientes golpes llegaron, los aceptó con el aguante que solo el hijo de un guardián podría mostrar. Sus pies no se movieron ni un centímetro a pesar de la fuerza con la que Yugyeom trató de noquearlo reiteradamente.

-"Sal de ahí." - la voz de Taehyung explotó en el interior de la cabeza de Jungkook. - "Va a matarte si no te rindes. Sal de ese asqueroso ring."

Jungkook relamió sus labios mojados por la sangre que ahora resbalaba desde su nariz y alzó con fuerza uno de sus brazos para golpear a Yugyeom. Aunque su puño se estrelló fuertemente contra la barbilla de este, el alfa no se tambaleó ni un poco. En lugar de eso afianzó su postura y le devolvió el ataque con la misma rapidez y fuerza que había mostrado veinte minutos atrás cuando la campana marcó el inicio del primer asalto entre ambos.

-"Nah. Hace unos años que prohibieron el que las batallas en los juegos fuesen a muerte. A nadie le interesa que nuestra guardia se reduzca a la mitad, menos todavía tras haber perdido a tantos guardianes durante los incendios."

-"Estúpido sureño."

Jungkook pudo sentir el miedo y la rabia a través de la mente de Taehyung, lo que de alguna manera hizo que su corazón comenzase a doler como le había estado doliendo desde el día anterior. Sin embargo, se forzó a sonreír.

-"Lo que yo decida hacer no es tu maldito problema. ¿A qué has venido de todos modos? ¿No querías verme perder? Nadie en su sano juicio vendría a apoyar al alfa que lo ha rechazado. "

-"¿Por qué querría tal cosa?" - un fuerte golpe de Yugyeom sacudió el cuerpo lastimado de Jungkook y Taehyung simplemente no supo como reaccionar cuando a través de sus mentes conectadas el dolor del alfa sureño llegó hasta su propia cabeza. - "Si pretendes tener un futuro bueno, tal vez deberías escapar de ese ring. Yugyeom no parece tu amigo en este instante."

-"En los juegos no hay amigos y quién ha dicho que quiero ese futuro que tú deseas. Aquí, en mi clan, si queremos obtener un buen lugar dentro de la guardia debemos mostrar lo capaces que somos."

-"Entonces levanta tu culo y demuéstralo en lugar de permitir que Yugyeom te muela a golpes. Eres bastante más capaz de lo que estás mostrando esta noche."

Las palabras se llevaron todo rastro de duda que pudiera haber en la mente de Jeon Jungkook, sin embargo a esas alturas estaba tan cansado y dolorido que dar el mínimo golpe parecía el mayor esfuerzo del mundo.

Lo intentó. La Diosa Luna sabe que él trató por todos los medios de defenderse en cada uno de los asaltos pero ni siquiera en el último de estos logró causar en Yugyeom más que algunas costillas rotas y un labio partido.

-Tu error ha sido creer que puedes tener a una omega que no te quiere a su lado. - Yugyeom habló, consciente de que todas las personas a su alrededor podían escucharlo. Y si eran capaces de entender la actuación por parte de este que Jungkook estaba percibiendo, nadie se mostró preocupado por ello. - ¿Creías que me iba a quedar quieto mientras intentabas ganar para pedir su mano?

Jungkook gruñó incluso si las palabras de Yugyeom le resultaban del todo inofensivas. Podía ver a través de su amigo. Él le estaba tendiendo una mano, de alguna manera estaba tratando de apartarlo de un matrimonio que era tremendamente obvio que no deseaba.

-Yo, Jeon Yugyeom me presentó como alfa dispuesto a cuidar de su hija y proporcionar a su familia una estirpe de herederos que estarán a la altura de cualquier alto cargo en guardia cuando crezcan. Como futuro jefe de mi unidad y ganador de la inauguración de los juegos, reclamo el derecho que se me concede a tomar a la omega de mi elección.

Y esa omega era Lae Vanity. Jungkook había llegado a ver los resquicios de interés que Yugyeom mostró por la chica, incluso antes de que él le confésase que los padres de ambos pretendían unir a sus familias. Su primo siempre había mostrado cierta alegría a la hora de hablar con la muchacha en eventos sociales pero nunca hasta un nivel que a Jungkook le demóstrase que pretendía tomarla en matrimonio. Y ciertamente sabía que ese no había sido un objetivo para Yug, no al menos hasta que le notificó acerca de los planes que su padre y la señora Vanity tenían.

Aunque sin duda sería un alivio que Lae Vianea aceptase la propuesta de Yugyeom, él sabía que todavía quedaba una hermana Lae con la que muy posiblemente tendría que casarse para complacer los deseos de su padre. Por lo que todavía con el cuerpo temblequeante después de haber sido casi arrastrado por el ring, Jungkook se hincó de rodillas ante su padre.

-Pido disculpas por haber perdido esta batalla y prometo dar todo de mí en la siguiente para demostrar la valía de mi lobo. Cuando eso ocurra tomaré la mano de Lae Victoria si su madre así lo desea, mientras tanto le suplico que me castigue privándome de obtener el permiso para desposar a Lae Vanity. Tómelo como una forma de poner sobre mis hombros el deber y la presión de mostrar lo que mi lobo puede hacer.

Su padre dejó escapar una sonrisa que pretendía ser amable, pero Jungkook sabía lo que los ojos de este ocultaban. El enfado que le recorría el cuerpo por ver a su hijo de rodillas como un perdedor.

Taehyung gruñó en el interior de la cabeza del sureño y el sonido casi hace a Jungkook perder la poca estabilidad que le quedaba.

-Bien. Mañana debes ganar en la lucha entre lobos, si no has demostrado lo que vales en tu forma humana, al menos deberías hacerlo en tu forma animal. Cuando eso ocurra, puedes rezarle a la Diosa Luna para que la señora Lae te conceda a su hija en matrimonio. No has demostrado ser un buen alfa esta noche Jungkook.

Él solo asintió. Cuando se puso de pie todo lo que pudo alcanzar a ver fueron las mejillas sonrojadas de Vanity aceptando la mano de su primo y el rostro lleno de dolor de Taehyung en la tercera grada, solo unos centímetros por detrás del asiento que habían tomado las mellizas Lae.

Su cabeza se inclinó en un saludo lleno de duda. Él…él querría ganar todas esas batallas por Kim Taehyung y sin embargo era consciente de que nunca podría hacer una cosa así.

Taehyung ni siquiera tuvo tiempo de caminar hacia Jungkook antes de que el padre de este le rodéase la nuca con la enorme palma de su mano para hacerlo caminar lejos de las gradas. La gente ya había empezado a dispersarse hacia otras zonas de lucha donde guardianes de generaciones más jóvenes comenzaban a pelear, hacer rugir sus lobos o sencillamente se colocaban en grupos con el objetivo de tirar de una cuerda.

-No sé qué mierda tu familia le ha metido a mi hijo en la cabeza pero espero que tu presencia en la inauguración de los juegos no haya tenido que ver con su derrota. - el hombre gruñó, sin ningún tipo de disimulo.

El padre de Jungkook parecía estar acostumbrado a la inmunidad que su puesto en el consejo territorial le proporcionaba. Su mirada, postura e incluso el modo en el que hablaba, todo en este gritaba que para él los demás lobos eran de segunda categoría cuando se colocaban a su lado.

-Suelte a Taehyung. - Jimin no había podido hacer nada para liberar a Tae del agarre del padre de Jungkook, pero al menos podría ser lo suficientemente escandaloso como para lograr que los presentes se girasen hacia ellos. - Sueltelo o se meterá en problemas.

-¿Oh? ¿Y cómo se supone que un inútil omega como tú podría llegar a meterme en problemas a mí? ¿Qué se supone que vas a hacer? Lloriquea si quieres, nadie en el sur va a decirle a un miembro del consejo lo que debe o no debe hacer. Por suerte para nuestra manada, aquí la pirámide de clases se respeta.

Taehyung se obligó a tomar aire varias veces antes de finalmente apartar la mano del padre de Jungkook con un manotazo. Diálogo. Diálogo… Se supone que él debía dialogar en lugar de responder con violencia ante el primer estímulo pero de alguna manera su lobo estaba ansioso por hacer sangrar a ese estúpido alfa que trataba de mostrar superioridad ante Jimin. Ante ellos dos en realidad.

-No vuelva a poner sus sucias pezuñas sobre mí o de lo contrario no me tomaré con calma sus ataques.

El hombre dejó escapar una carcajada de entre sus labios y el sonido casi le provocó náuseas al par de lobos norteños.

-Malditos deltas de mierda. Realmente parece que esos Yook os han dejado ir lo suficientemente lejos como para que os creáis con derecho a ser y opinar. - el señor Jeon escupió contra el rostro de Taehyung. - La Diosa Luna os castigará en algún momento. Sodomitas y viciosos, eso es lo que vosotros sois.

A pesar de que Tae estaba tratando de respirar hondo y tranquilizarse, todavía logró encontrar el pensamiento de que siendo mitad sureño podría poner como excusa por sus siguientes decisiones lo que su sangre llevaba a través de las venas. Así que tras limpiarse la cara con la tela de su camiseta y justo después de atraer a Jimin a su lado, Kim Taehyung decidió hacer de esa estúpida festividad de los sureños un verdadero espectáculo.

Su mano solo tardó un par de segundos en convocar una enorme serpiente de agua que hizo ahogarse en seco al padre de Jungkook cuando se coló por cada agujero del rostro de este. Oídos, nariz, ojos y boca. El hombre ya no podía hablar o soltar toda esa mierda sobre deltas en la que tanto creía. No. El hombre tan solo lograba llevar las manos hasta su garganta como una muestra de que la serpiente de agua que comenzaba a descender por su tráquea le estaba quitando hasta el mínimo resquicio de aire en los pulmones.

-¡Taehyung!

Fue la voz de su propio padre y no la de Jungkook, quién a lo lejos se había girado en ese instante con los gritos de los lobos que lo rodeaban, la que lo hizo bajar la mano. Y cuando sus dedos perdieron la tensión, la serpiente de agua que había formado con enorme facilidad se deshizo en un segundo dejando tan solo a su paso la tos tosca del progenitor de Jungkook y una mancha de agua inerte sobre la tierra del suelo.

-Puedes insultarme a mí pero la próxima vez que te metas con alguien que yo amo, sean mis padres, Jimin o tu propio hijo… - el omega respiró con fuerza a su lado. - Puedes estar seguro de que te haré tragar mucha más agua de la que has bebido ahora.

A los lejos sus padres se abrían paso entre la gente y Taehyung entendió que era probable que Jimin los hubiera advertido mentalmente, porque este estaba clavándole las uñas en el dorso del brazo con la suficiente fuerza como para mostrar su evidente estrés. Tan nervioso que ya ni siquiera podía disimular su aroma repleto de pánico.

-¡Taehyung! - uno de sus padres gritó de nuevo, su alta figura avanzando con pasmosa facilidad a través del tumulto de personas que habían comenzado a abandonar las gradas minutos antes. - Apártate de él.

Cuando Seokjin y Namjoon llegaron hasta su hijo, se detuvieron ante el señor Jeon de la misma forma en la que lo haría un enorme muro de hormigón. Porque aunque la unión estaba comenzando a forjarse, esta todavía era débil y la amenaza del consejo pendía sobre ellos con una incidencia horrenda.

-Deberías haber enseñado mejor a tu hijo, sucio traidor delta. - el padre de Jungkook estaba sin respiración pero no detuvo sus palabras afiladas ni siquiera cuando su hijo corrió para tratar de alejarlo de los Kim. - No creas que tú y tu asquerosa pareja podréis cambiar a mi hijo. Él no va a salir de esa casa vuestra creyendo que los alfas que se meten en la cama de otros alfas son normales. Mi hijo va a defender su clan y manada, nuestras creencias son demasiado importantes como para dejarlas en manos de un matrimonio sin sentido. Ninguna unión entre vuestro líder y Joy hará que la percepción que tenemos de vuestros asquerosos pecados cambie. ¿Lo habéis entendido?

-Es suficiente, padre. - Jungkook tragó saliva. Todavía tambaleándose tras la reciente pelea, sus manos ensangrentadas buscaron las de su progenitor para tirar de este hasta llevarlo lejos de los Kim. - Padre…

Pero el señor Jeon no pretendía dar su brazo a torcer, ni siquiera después de haber estado a punto de ser ahogado por el animal de agua creado por el engendro norteño. En lugar de callarse siguió hablando tras tomarse un solo instante para golpear el estómago de su único hijo haciendo a este caer contra el suelo con total facilidad.

Taehyung rugió y solo las manos de sus padres y Jimin pudieron detener su casi conversión. La parte animal que lo formaba estaba desesperada por morder, matar y defender a Jungkook frente a ese estúpido lobo. Verlo herido porque se había metido por voluntad propia en un juego de boxeo era una cosa, tener que observar al señor Jeon golpeándolo sin poder hacer nada en lo absoluto, era otra completamente diferente. Y no estaba dispuesto a tolerar esa mierda.

-¡Manteneos alejados de mi hijo! - gritó el señor Jeon. - Eso es algo que va especialmente dirigido a tu engendro, Namjoon. Manténlo lejos de Jungkook.

Taehyung gruñó pero el sonido de su aullido no fue nada en comparación con el de su padre, quién ahora se giraba hacia el señor Kim con los ojos bien abiertos y la runa en forma de luna iluminada sobre su cuello.

-¿Qué palabra has usado para dirigirte a mi hijo, Jeon?

-Engendro. Eso es lo que tu hijo es, un asqueroso engendro producto de la anormal unión entre dos deltas enfermos de vicio.

Los tres Kim dejaron que sus colmillos se mostrasen como respuesta a las palabras del padre de Jungkook.

-¿Acaso estoy mintiendo? Es un engendro nacido de un traidor. Tu engendro concretamente.

Jungkook gimoteó en voz baja, todavía contra el suelo tras haber tratado de levantarse ante la intensa mirada de Taehyung que nunca parecía abandonarlo. Alfa. Su cuerpo en ese instante parecía estar a punto de comenzar a soltar feromonas como si fuese un maldito omega, todo porque su lobo de alguna manera necesitaba a un alfa que prácticamente consideraba su pareja. Era absurdo seguir negándose a sí mismo eso que con total claridad sabía que sentía.

Y Taehyung solo amplió sus fosas nasales, olisqueando el aire mientras luchaba con las manos de uno de sus padres y de Jimin. No le importaba esa maldita discusión entre sus familias, todo lo que necesitaba y ansiaba era poder llegar hasta Jungkook para consolarlo y marcarlo con su aroma. Odiaba el olor a sangre que ocultaba la esencia natural del sureño.

-¿Quieres que mantenga a mi hijo lejos del tuyo? - Namjoon sonrió con ironía. - Eso tendrá que decidirlo él mismo. Yo no soy nadie para ordenarle a mi hijo con quién debe juntarse.

-¿No eres nadie? ¿Acaso tu asqueroso delta se folló a algún omega para tener a ese chico vuestro? No me extrañaría si no eres su padre, un vicioso delta solo es…

-¡Suficiente! - los ojos de Jungkook estaban llenos de brillo, mas sus lágrimas todavía no se derramaban cuando finalmente logró apartar la mirada de Tae para a continuación levantarse. - Estoy cansado de esto. Vámonos padre.

Su cuerpo dolía con cada movimiento realizado.

-Jungkook. - el señor Jeon gruñó, sin embargo su hijo se limitó a tirar del brazo de este lejos de los Kim y de Jimin.

-Lo siento de veras, hablaremos de esto cuando la semana de juegos termine. - el sureño bajó la mirada mientras se dirigía a los padres de Taehyung, no atreviéndose a mirar de nuevo a los ojos al alfa que hacía latir su corazón con fuerza en el interior de su pecho.

-No te disculpes con esos sodomitas.

Una vez más, Jungkook mantuvo su boca cerrada y tiró de la mano de su padre hasta prácticamente arrastrarlo de vuelta a casa.

Ya no le importaban los juegos, no le importaba haber perdido contra Yugyeom o esa omega a la que tendría que haberle pedido la mano. Lo único que le importaba en ese instante era el fuego que crecía en su interior después de haber visto a Tae lo suficiente lastimado como para usar el poder que se supone que los Yook solo usaban con buenas intenciones. Con toda seguridad el norteño se tuvo que ver obligado a utilizar su magia, tuvo que hacerlo por una razón asquerosa e injusta teniendo en cuenta que la naturaleza de este generalmente era pacífica.

Quiso lastimar. Taehyung realmente pretendió darle una lección al padre de Jungkook y eso solo podría haber sido provocado por las palabras lastimeras que este a menudo dejaba salir de entre sus labios.

-¡Siempre lo estropeas todo, padre! - Jungkook solo se permitió explotar cuando los dos cruzaron la entrada de su casa. - ¡Has estropeado mi vida desde el instante en el que nací y pretendes seguir haciéndolo a menos de una semana para que mi graduación se convalide!

Sus manos temblaban, las lágrimas quemaban en sus ojos y la garganta parecía le raspaba con cada palabra dicha mientras trataba de mantener su parte animal bien alejada de ese asunto.

-No digas estupideces.

El sonido de los pies de su madre corriendo por las escaleras de la casa para llegar al salón no logró que el enfado y la ira dejasen a Jungkook. El había visto y escuchado la manera en la que su padre le había hablado a los Kim, a su alfa… ¿Con qué maldita cara podría regresar al hogar de estos para pasar con ellos sus últimas semanas como aprendiz antes de finalmente obtener un buen lugar en la guardia como novato graduado?

-¡No son estupideces! - las piernas de Jungkook temblaron y sus rodillas se hincaron contra la alfombra del pasillo mientras permitía que las lágrimas brotasen de sus ojos. - ¡Es lo que siento! ¡A veces odio ser tu maldito hijo!

-Jungkook. - la voz de su madre sonó alarmada y él supo sin mirarla que trató de acercarse, sin embargo una simple mano en alto de su padre la detuvo en seco. - Hijo…

-¡Callate Sarah! Estoy cansado de ver la debilidad de este chico seguir creciendo, está claro que lo ha heredado de ti. Una omega débil y estéril como tú solo podría haber creado un alfa endeble como él.

Jungkook gruñó, sus colmillos comenzando a rozarle los labios hasta hacerlos sangrar. No de nuevo. No otra vez esa asquerosa charla acerca de que su madre solo había sido capaz de engendrar un único hijo a pesar de que su padre ansiaba poco menos que un ejército con el que unir su futuro a familias prominentes.

-¡No le hables así de nuevo!

Su padre tan solo dejó escapar una carcajada llena de un humor oscuro y vomitivo. Y aunque su madre dió algunos pasos hacia delante, todavía no se atrevió a romper por completo la distancia.

-¿A quién? ¿A tu estúpida madre? Puedo hablarle como me plazca, ella es mía por derecho.

-Ella no es un maldito objeto.

Jungkook dejó que sus ojos brillarán entre las hebras de flequillo azabache que le resbalaban delante de la mirada, sobre la frente sudada y manchada de su propia sangre.

-Si no te gustan las normas de esta casa entonces puedes irte, este techo es mío por lo que yo soy quién decide cómo hablar o lo que hacer con mi pareja. Ni la idiota omega con la que me tuve que casar, ni mucho menos este hijo mío, nadie salvo yo tiene opinión aquí. Eres lo suficientemente inútil y flojo como para atreverte a llorar ante mí. Defender a los Kim… Esos traidores merecen la muerte.

Dos segundos, a Jungkook no le llevó mucho más que eso transformarse antes de lanzarse sobre su padre. Las viejas lesiones del hombre no le permitían sacar a su lobo por lo que él tendría cierta ventaja, una que hubiese usado si no fuera por las peticiones entre sollozos que su madre le lanzaba mientras sus colmillos rozaban la piel del otro alfa presente.

Jungkook habría mordido de no ser por ella. Realmente ese día lo habría hecho.

-Hijo, hijo, hijo… No. No. No hagas eso… Solo te acarreará problemas con el consejo. Jungkookie, por favor deja ir a tu padre. Por favor. - la pequeña mano de su madre se coló entre el cabello de su espalda y su lobo se encogió levemente debido a las feromonas familiares que esta había comenzado a lanzar a medida que le acariciaba el lomo. - Por favor, hijo.

Jungkook obedeció, por ella pero no por el hombre que ahora gruñía desde el suelo de madera del pasillo. Sus pasos dieron marcha atrás y solo después de mirar a su madre encontró una forma de eliminar ese dolor que le llenaba el pecho y el alma. Y ese fue el instante en el que huyó. Corrió por los bosques que un día habían estado repletos de abetos y ahora eran tan solo ceniza, corrió hasta las rocas puntiagudas que bordeaban el río en la frontera que un día había dividido sur y norte, corrió a través de la lavanda y solo cuando llegó a ese lugar entre los manzanos desde el que lograba ver la luz anaranjada encendida en la antigua residencia de los Kim, solo cuando la silueta de Taehyung en la habitación del segundo piso se filtró en sus pupilas, solo entonces… Se dejó caer contra el suelo y durmió. El olor familiar envolviéndolo como si la propia Luna pretendiese abrazarlo y acogerlo en una nana tranquila cantada por la brisa veraniega de la madrugada.

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Hiiiii!!

Nuevo capítulo de Alpha War a pesar de que sigo sin mi pc y como sigo sin pc por favor disculpad las posibles faltas de ortografía. Principalmente aquellas que vienen dadas por la intromisión del autocorrector y que se me han podido llegar a escapar en la revisión.

Iba a subir este capítulo mañana pero debido a que estoy haciendo papeleo para apuntarme a un cursillo y mañana estaré algo ocupada, he preferido subirlo por adelantado en lugar de más tarde de lo habitual.

Un beso,
os amo
Mel
💜


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