Capítulo 40
"Cuando los días son fríos y todas las cartas han sido jugadas. Cuando los santos que vemos están hechos de oro. Cuando tus sueños se han arruinado y aquellos a los que alabamos son los peores de todos. Cuando la sangre está corriendo añeja... Quiero esconder la verdad, quiero protegerte pero con la bestia dentro no hay lugar alguno donde podamos escondernos."
-Demons (Imagine Dragons)
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Jeon Jungkook no recordaba un verano tan caluroso y a la par lluvioso como ese en muchos años, podía percibir el modo en el que el sudor recorría su cuello y espalda a pesar de portar una fina camiseta de algodón de manga corta. A medida que avanzaban a través de los abedules del norte y esquivaban las pequeñas rocas rotas que marcaban el inicio de una nueva franja de bosque, las nubes grises se cernían más y más sobre el pequeño grupo de guardianes que avanzaban con pasos apurados cerca de él.
El cielo estaba tan encapotado que el sureño comenzaba a pensar que moverse entre árboles sería el peor error para cualquier lobo inexperto esa tarde, una carrera precipitada y los rayos lo atravesarían sin duda alguna. Correr era malo cuando las tormentas eléctricas estaban tan cerca pero correr entre árboles en esas circunstancias podría considerarse casi como buscar la muerte sin pretenderlo. Su abuelo se lo había dicho cuando era tan solo un cachorro asustadizo que siempre se escabullía de los entrenamientos cuando las nubes cubrían de gris los cielos azules del sur. Un Jeon no podía permitirse ser tan estúpido como para temerle a algo así pero el Jungkook de diez años no pensaba demasiado en la responsabilidad que conllevaba su apellido, él prefería correr hacia las piernas de su madre para esconder la frente en el vestido de esta cada vez que veía un haz de luz cruzar el firmamento. No le asustaba el sonido, con esa edad ya sabía perfectamente cómo disparar escopetas o preparar explosiones distractoras de pólvora que resultaban más estruendosas que los relámpagos. La luz en cambio era diferente. Siempre resultaba cegadora y parecía ser capaz de cortar a la Diosa Luna en dos mitades.
Los nubarrones anunciaban la inevitable llegada del chubasco que pronto asolaría todo a su paso y complicaría mucho más su tarea de rastrear e inspeccionar todas y cada una de las cuevas de la cima. El instinto lo llevó a estirar su palma en el aire, encontrando sin problema las finas gotas de agua que se precipitaban sin prisa como indicación de que las lluvias pronto comenzarían a caer sobre la montaña.
-Ya está comenzando a llover. - Jung Sunghoon pateó algunas rocas a unos pasos de donde él se encontraba, obligándolo a esquivarlas.
Las ramas de los árboles habían comenzado a silbar como efecto de la brisa caliente que las atravesaba y movía, las primeras gotas de lluvia tropezaban contra sus rostros de la guardia, aliviando la sensación abrasadora que el bochorno les provocaba mientras se esforzaban por continuar su camino. Tenían que forzarse a obviar el importante detalle de que cuando comenzase a llover con fuerza las huellas que el responsable del incendio de Casiopea había dejado, se borrarían definitivamente. De lo contrario ninguno de ellos encontraría las ganas para forzar a sus lobos a seguir avanzando.
-Cuando lleguemos a la cima nos dividiremos en tres grupos para agilizar el rastreo. - informó el señor Kim. - Nunca he ido más allá de la entrada de las cuevas pero sé que sus túneles se bifurcan hasta el interior de la montaña en largos tramos. Por lo que algunos sanadores ancianos nos han contado, son caminos largos, estrechos y difíciles de situar para aquellos que no están acostumbrados a moverse por ellos desde el nacimiento. En muchos casos tendremos que avanzar en nuestra forma animal para poder recorrerlos en su totalidad, así que es esencial que controléis vuestros olores.
-¿Por qué debemos controlar nuestro olor? ¿No podría ser de ayuda para encontrar a alguien que huela nuestro aroma? - uno de los miembros de la guardia de Joy preguntó, su rostro mostraba curiosidad mientras observaba al padre de Taehyung en busca de una respuesta.
En tareas de búsqueda de lobos perdidos o sobrevivientes tras algún incidente, en el sur era frecuente que los guardianes dejasen rastros de olor para animar a otros a salir a su encuentro. Se realizaba principalmente cuando las zonas eran demasiado amplias y debían dividirse por los distintos lugares de la montaña por los que el lobo o lobos podrían haber estado moviéndose.
Como un camino de migas de pan. Quienes necesitasen ayuda solo tendrían que seguir el fuerte aroma de sus tierras hasta llegar a la base creada por algún guardia.
-No sabemos quién es el responsable del ataque a sus tribus. - informó. - Si estuviéramos buscando a sobrevivientes de nuestras manadas sería de ayuda dejarles percibir aromas familiares que se puedan ligar a nuestros bosques, pero en este caso y con aromas así es probable que tan solo corramos el riesgo de asustarlos e instar a que se escondan todavía más o decidan recibirnos con un ataque sorpresa. Tratad de camuflar vuestras sensaciones lo mejor que podáis y si sentís claustrofobia en los tramos más difíciles salid para no afectar a la tarea de rastreo y mucho menos a vuestros propios lobos.
Jungkook avanzaba en silencio a un lado de Hoseok, sus pies clavándose sobre las rocas en el tramo final que los llevaría hasta esas cuevas en las que anteriormente tuvo que enfrentarse a la peor imagen con la que se había cruzado después de los incendios que asolaron el sur tiempo atrás. No había sido la primera vez que él veía cadáveres, pero sí la primera en la que el aroma a pánico, sangre y muerte fue tan fuerte como para revolverle el estómago y causarle pesadillas durante días. No deseaba escabullirse de nuevo como lo había hecho en esa ocasión, pronto sería un guardián graduado y cosas horribles le esperaban a su mirada. Debía ser fuerte y aguantar la respiración cuando los aromas del crimen que impregnaban el sitio, envolviesen con demasiada intensidad a su lobo.
Él sabía que los cadáveres ya no estarían allí, el señor Kim y algunos de sus hombres de confianza se habían encargado de darles un entierro digno sellado por fuego después de que los sanadores dieran su veredicto acerca de los signos más importantes que mostraban los cuerpos. Huellas que los asesinos habían dejado en los lobos muertos y huellas que quizás podrían ayudar en su investigación. Pero incluso si las víctimas de las tribus del norte habían obtenido su ceremonia de despedida correctamente para que la Diosa Luna los acunase en sus brazos antes de devolverlos a la Tierra en generaciones futuras e incluso si sus cenizas habían sido correctamente esparcidas por las tierras en las que estos vivieron y cazaron para sellar sus destinos, nada de eso ayudaba en la tarea de evitar la sensación de mareo que nuevamente llenaba la garganta y cuerpo del sureño provocándole arcadas.
-¿Para qué son los rollos de hilo? - Jungkook trató de entretener su mente, así que decidió avanzar un poco más cuando vio al señor Kim depositar contra las planas rocas esa enorme mochila que había cargado a sus espaldas durante el largo trayecto.
-Los túneles son largos y se bifurcan. Como expliqué antes, es bastante difícil situarse en los mismos y encontrar la salida si uno no se ha criado entre ellos. - el padre de Taehyung le cedió un rollo de hilo al hermano de Hoseok. - Por eso marcaremos nuestros pasos con hilo fosforescente sobre el suelo. Si algún lobo se pierde en el interior o comienza a sentir ansiedad, solo tendrá que ir recogiendo lo que ha soltado para regresar sobre sus propios pasos a la entrada.
El padre de Taehyung se giró para señalarles algunos pequeños arbustos que rodeaban las entradas a las cuevas.
-Cada grupo tendrá que caminar a la par desde las entradas, no quiero que nadie se quede solo porque es posible que si algún lobo se encuentra escondido en los túneles su modo de supervivencia se active en cuanto huela o escuche a un posible enemigo. Es por eso que cada uno de nuestros grupos será liderado por un omega que pueda rastrear bien las huellas de humor que permanecen desperdigadas sobre el aire, seguido de dos guardias que se puedan centrar en todo lo demás.
-Cuando un omega está siguiendo rastros de humor, queda completamente ciego ante estímulos externos. - explicó el líder Yook. - Si estamos concentrados en analizar y seguir los rastros, nuestros ojos tan solo verán los colores pintados en el aire.
-¿Podéis escuchar lo que sucede a vuestro alrededor? ¿Si os advertimos de...
-Podemos, pero nuestra capacidad de reacción no será tan rápida como la de alguien que no ha estado forzando a su lobo a concentrarse. - explicó de nuevo Sungjae. - Es por eso que cuando un omega rastreador recibe una misión en la guardia del norte, siempre será acompañado por otro guardián. No importa la clase de este pero es esencial que exista una correcta comunicación para que puedan trabajar juntos. Hoy los omegas que nos acompañan, y yo mismo, necesitarán un par de ojos extra. Es importante que os coordinéis en vuestra forma de trabajar para que no surja ningún imprevisto.
El líder Yook no dudó antes de tomar el rollo de hilo que Namjoon le estaba ofreciendo.
-¿Alguna duda? - el señor Kim observó el ennegrecido cielo sobre sus cabezas. - Deberíamos comenzar a formar los grupos antes de que la lluvia comience, la bajada de la montaña resultará complicada si comienza a formarse lodo y es probable que algunos tramos de los túneles contengan huecos o goteras por los que el agua pueda llegar a colarse.
Era la primera vez en su vida que Jungkook vería trabajar a un omega del modo en el que Taehyung le había explicado que estos solían hacerlo, la primera ocasión en la que tan siquiera tendría el mínimo contacto con rastros de humor.
-Hoseok, Sunghoon y Jungkook. - Yook Sungjae les dedicó una sonrisa. - Confío plenamente en que vuestro grupo pueda obtener el equilibrio adecuado para que todo salga bien.
Jungkook asintió, le habían enseñado a obedecer órdenes, a luchar y a rastrear desde que era un crío. Si se trataba de hacer bien el trabajo para rescatar sobrevivientes, entonces estaba dispuesto a dar todo de sí en el proceso. Por eso había elegido ser un guardián, mucho más allá de lo que su padre, tíos y clan esperasen de él por llevar el apellido Jeon.
Era un Jeon y era un guardián. Debía lograr hacer honor a las dos características que lo completaban.
Los túneles de las cuevas eran ciertamente tan estrechos como Kim Namjoon les había advertido pero lo que comenzaba a dificultar el avance de los tres guardianes no era eso, sino la falta de aire que comenzaba a hacerse presente a medida que la entrada se quedaba más y más a sus espaldas. El lobo de Jungkook era grande, aunque no lo suficiente como para que su lomo chocase contra los techos de los largos caminos oscuros. La situación estaba siendo algo diferente con los dos hermanos Jung ante sus ojos, pues estos habían tenido que comenzar a reptar por el suelo mientras estiraban sus patas para evitar que los leves roces de su espalda contra las rocas afiladas del techo los dañasen de alguna forma. No podían permitirse que una herida sangrante manchase una escena que todavía no habían analizado completamente, así que ni siquiera importaba lo rápido que lograrían curarse si ocurría simplemente debían evitarlo en la medida de lo posible.
Sus patas estaban enterradas en algo que parecía barro, sin embargo su olfato no lograba situar el aroma concreto de aquello que le rodeaba las pezuñas como si se tratase de una ponzoña casi sólida que complicaba su tarea de avanzar con rapidez. La única luz que iluminaba un poco su avance, se basaba en esas bonitas runas que decoraban el cuello de los lobos Yook. Estrella y luna. Omega y alfa respectivamente. Dos hermanos que no habían gruñido o ladrado ni una sola vez desde que habían entrado en ese asfixiante lugar pero Jungkook era consciente de que muy posiblemente los dos estuviesen conectados en un nivel que iba más allá de las palabras. Las familias del norte solían comunicarse mentalmente con aquellas personas que formaban parte de su núcleo cercano, mucho más de lo que lo hacían con lobos simplemente conocidos y el hecho de convertir un acto como aquel en rutina derivaba en una bonita conexión entre sus lobos que habían nacido conociendo la mente de sus padres. Las palabras sencillamente sobraban. Kim Taehyung también le había enseñado eso.
-"¿Derecha o izquierda?" - la pregunta de Jung Hoseok sonó en el interior de su cabeza y Jungkook sintió la intromisión como algo menos prohibido en esa ocasión.
Durante misiones importantes, a los Jeon se les permitía comunicarse de ese modo de vez en cuando. No estaba rompiendo normas, mucho menos cuando Jeon Joy se encontraba en otra de las cuevas acompañada de su guardia de confianza. Su prima probablemente también estaría siguiendo las indicaciones que Yook Sungjae marcaba mientras perseguían posibles rastros de humor que los pudieran llevar hasta sobrevivientes.
Jungkook solo esperaba que el atacante de las tribus no fuese alguien en quien estas habían confiado, porque aunque los cadáveres indicaban exactamente que el ataque los había tomado por sorpresa... Sería incluso peor de esa forma. Alguien conocido probablemente estaría lo suficientemente familiarizado con las cuevas como para perseguir a lobos que hubiesen pretendido escabullirse.
Joy se lo había dicho, algunos de los lobos que los sanadores habían tenido que analizar estaban en proceso de conversión. Mitad lobo y mitad humano cuando las balas los perforaron una vez tras otra hasta hacerlos caer. Ni siquiera les había dado tiempo a dejar salir su forma animal.
-"Derecha." - Sunghoon no dudó en indicar.
Una sola palabra llenó a Jungkook de tranquilidad, el hermano de Hoseok no estaba dudando demasiado en su camino y eso significaba que el rastro de humor que este estaba siguiendo desde el instante en el que se adentraron en la cueva era certero y estaba bien marcado a pesar del paso de los días.
Otra de las cosas que les aportó tranquilidad a los tres lobos fue el gran espacio que se abrió ante ellos cuando su camino a través de la bifurcación los llevó hasta una enorme sala llena de rastros que incluso los dos alfas pudieron olisquear y sentir en sus propias lenguas, había miedo en ese lugar. Un miedo que se podía percibir fácilmente y que comenzaba a impregnar sus pieles.
Los techos eran altos y la luz del día parecía abrirse paso por alguna zona al final de la sala, haciendo que el sitio se encontrase en penumbra mas no en total oscuridad.
-"Agua." - Hoseok habló primero. - "Puedo escuchar el agua correr."
Esa era una buena señal, si él tuviese que buscar un lugar para esconderse probablemente sería un sitio oculto pero cercano a recursos que le permitieran sobrevivir el mayor tiempo posible sin necesidad de alejarse demasiado del refugio.
-"Inspeccionemos este lugar, después podremos ir hacia el agua si os parece bien." - Jungkook no esperó respuestas, en lugar de eso depositó sobre el suelo el rollo de hilo que había estado portando entre sus afilados caninos y se giró hacia las oquedades de las paredes que se encontraban al nivel del arenoso suelo.
En momentos como ese agradecía los duros entrenamientos a los que todos los alfas del sur eran sometidos desde el instante en el que aprendían a aullar. Él había perdido la cuenta de las veces en las que pudo salir a correr con el grupo de lobos de su misma edad a través de los bosques oscuros, sus pupilas se habían acostumbrado perfectamente a los escenarios en penumbra. Era un lobo, no podía olvidarse de eso. La noche y la luna estaban ligadas a su vida.
-"¿Percibes rastros cerca?" - Hoseok preguntó a sus espaldas, mientras Jungkook olisqueaba el terreno que los rodeaba.
-"Hay rastros muy claros pero no podría decir si hay personas aquí todavía, parecen extenderse por otros caminos también." - respondió Sunghoon.
-"Si el agua está cerca es posible que se hayan movido en más de una ocasión hacia esa zona." - opinió el sureño. - "Para que un refugio funcione del modo adecuado debe tener recursos cerca. Esta zona cumple bastante bien con las expectativas de un sitio bueno en el que esconderse, si tan solo hubiera alguna salida por la que los lobos escondidos pudiesen escabullirse en silencio para cazar algo de comida en las montañas..."
-"Hay luz, es poca pero la hay." - Hoseok se acercó a la oquedad de la pared que Jungkook se mantenía olisqueando. - "Buscaré la zona de la que proviene, Sunghoon podrá seguir mi rastro si llego a perderme por las bifurcaciones de los túneles. ¿Podéis encargaros de continuar buscando aquí mientras echo un vistazo?"
Jungkook no necesitó contestar, en lugar de eso se limitó a mover su cabeza en forma de asentimiento. Aunque la sala repleta de piedras, arenilla y tierra parecía grande, no dejaba de ser un círculo. Dos lobos preparados podrían rastrearla sin demasiados problemas.
Y así fue, Sunghoon comenzó a caminar hacia la derecha y él hacia la izquierda hasta que después de varios minutos de exhaustiva búsqueda los dos se toparon hocico con hocico.
-"Aquí." - pensaron casi a la par.
Los rastros de humor y olor se detenían cerca de una pequeña gruta que se abría paso en una zona alta de la pared de roca. Solo tendrían que encontrar la forma de subir y entonces podrían confirmar si algunos sobrevivientes se encontraban escondidos en las oquedades de esas paredes llenas de humedad.
-"Estamos debajo del río." - Hoseok parloteó, entrando de nuevo a la enorme sala en la que Jungkook y Sunghoon se encontraban quietos en medio de un debate mental. - "¿Qué ocurre?"
Bueno, estar debajo del río significaba que habían recorrido un enorme tramo desde la entrada de la cueva hasta ese lugar y también explicaba el motivo por el que las paredes parecían encontrarse en un avanzado estado de humedad que generaba limo sobre la piedra.
-"El rastro se detiene en lo alto de la pared pero no sabemos cómo subir, podría haber una gruta detrás de alguna de las oquedades." - aclaró Sunghoon. - "El humor es tan intenso en esa zona que puedo sentirlo fluir por todo el techo como una enorme capa sobre nuestras cabezas. Estoy seguro de que hay más de una persona o de que al menos las hubo hace poco."
Jungkook estaba a punto de aclarar que no habían llevado con ellos sus ropas tras tener que convertirse poco después de adentrarse en la cueva. Tomar su forma humana en ese instante sería poco recomendable, si hubiese sobrevivientes escondidos en las oquedades de la pared quizás ver a hombres desnudos llegando hasta ellos quizás los asustaría. Pero eso al guardia Yook no pareció importarle demasiado y cuando Hoseok se convirtió, ellos ni siquiera dudaron un poco en seguirlo.
-Empujad mis pies hacia arriba, os ayudaré a escalar si percibo algo interesante.
Y así lo hicieron, Hoseok subió primero haciendo caso omiso del roce de su piel contra la pared y solo unos segundos después su rostro asomó por la oquedad para advertirles.
-Hay una gruta lo suficientemente grande para esconderse bien. - una pausa. - Y cinco niños... - susurró. - Necesito que alguien vaya a por el líder Yook en este instante, parecen asustados y dispuestos a atacar si es necesario, aunque a juzgar por la delgadez de sus extremidades dudo que tengan fuerzas para convertirse muy a pesar de sus gruñidos. No creo que hayan probado un bocado de comida desde el ataque.
Jungkook y Sunghoon se miraron durante un par de instantes.
-Iré yo. - informó el omega. - Seré más rápido, tengo que seguir el hilo para salir de la cueva pero podré volver rápidamente a vosotros sin necesidad de mirarlo. Conozco el rastro de humor de mi hermano a la perfección.
-Bien... - Jungkook asintió. - Antes de irte... Revisemos si hay más oquedades, has dicho que el techo está lleno de rastros de humor.
La hipótesis de Jeon Jungkook no fue equivocada. Tras revisar el total del resto de oquedades que se encontraban entre las paredes de la sala circular y ordenados casi como panales de abejas, se toparon con dos grupos más de niños asustados y desnutridos a los que probablemente sus padres habían instado a esconderse en grutas desconocidas para lobos como ellos. Sus heridas no habían sanado, sus cabellos blancos como el azúcar estaban repletos de sangre y suciedad, sus labios secos y rotos, sus cuerpos delgados y temblorosos.
Un camino tan estrecho... Tan solo cachorros podrían haberlo recorrido con la suficiente rapidez durante un ataque inesperado y por supuesto, solo niños podrían llegar hasta a ese lugar sin tener que convertirse y por lo tanto sin dejar un exceso de aroma natural tras ellos en el proceso.
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Hiii!!!
Hoy os entrego el capítulo un poquito antes porque de veras quiero saber vuestras reacciones al respecto. Para mí este genero es nuevo y estoy en medio de un proceso de aprendizaje mientras lo escribo. Nunca antes me había atrevido con la fantasía, eso significa que Alpha War es mi primer omegaverse y el principio de muchas posibilidades para futuras fics.
Espero que os haya gustado.
Un beso,
os amo
Mel
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