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Capítulo 36

"Supongo que he tenido una buena vida, pero está incompleta y no sé qué es lo que está mal conmigo. No me había dado cuenta de esto. Traté de ser un idiota con ego para encontrar un modo en el que pudiese hacerlo. Oh no, no sé quién demonios soy."

-Bad Word

(Judd)



 



Jungkook mantuvo las palmas de sus manos afianzadas sobre las de Taehyung y puso toda su atención sobre las palabras de este. Aprender acerca de la comunicación mental a través de un punto de vista diferente significaba que ahora estaba dispuesto a dejar que las costumbres norteñas se abrieran paso entre las enseñanzas en las que había creído ciegamente toda su vida. La subida a la cima de la montaña lo empujó a pensar mucho más de lo que lo habría hecho cualquier discusión o debate con el hijo de los Kim.

-Bien, concéntrate en mi voz. -Taehyung mantuvo sus ojos abiertos, observando con curiosidad las expresiones que Jungkook mostraba. - Y concéntrate en mí, en quién soy y lo que quieres mostrarme a través de tu mente en este instante. Imagina un lugar tranquilo para tí, uno en el que solo estamos nosotros y en el que puedes decirme todo aquello que deseas.

-¿Puedo usar el lago Crystallo? - Jungkook apretó levemente su agarre sobre las manos de Taehyung, comenzando a crear en su imaginación el lugar y la situación que Taehyung le había indicado.

-Puedes usar lo que quieras, simplemente debe ser una imagen mental en la que te sientas cómodo. Te ayudará a concentrarte y hará la tarea de permitir que nuestros lobos conecten mucho más sencilla. - el hijo de los Kim dejó que su aroma natural envolviese al alfa sureño, con la única intención de aportarle la tranquilidad suficiente como para que este pudiese aprender sin sentirse nervioso en exceso. - ¿Lo tienes?

Jungkook se imaginó el lago Crystallo durante un atardecer veraniego, con las nubes rosas cubriendo el cielo, el agua cristalina moviéndose con el fluir de la cascada y los ciervos bebiendo para sanar su sed tras un día en el que el sol no les había dado descanso. Allí, en la orilla entre el resto de animales, dos lobos se encontraban pacíficamente recostados sobre el fresco pasto verde y las margaritas blancas que se colaban entre la lavanda, con sus patas entrelazadas mientras uno lamía las orejas del otro.

Uno de ellos era del color del carbón, el otro tan blanco como la nieve. Jungkook sin duda parecía mucho más pequeño que el albino alfa blanco que se situaba a su lado, incluso si se trataba tan solo de una imagen mental. De alguna forma simulaba ser tan real que sus cabellos se erizaron.

-Lo tengo. - susurró.

Taehyung sonrió y deslizó su toque desde las palmas de las manos de Jungkook hasta el pecho de este. Se concentró en el sonido y la frecuencia de los latidos del corazón del contrario, sus ojos se cerraron y pronto todo a su alrededor desapareció dejando tan solo la imagen mental que él mismo había imaginado para su lobo. No tan diferente de la que el propio Jungkook mantenía viva en su cabeza.

-"Escucha mi voz." - habló el norteño con claridad. - "Sabes usar tu capacidad mental, ahora solo tienes que entenderla bien y eso llegará a través de la práctica. No hay fórmulas secretas en esto."

Jungkook no contestó, en lugar de eso mantuvo presente la imagen que había creado y se centró en la forma en la que el tono de voz familiar de Taehyung parecía sonar con más fuerza que en otras ocasiones dentro de su cabeza. Estar dispuesto a recibir un contacto así parecía hacer de la experiencia algo completamente diferente.

Le gustó percibir al alfa norteño tan cerca. El interior de su cuerpo se sentía más cálido y el aroma conocido a frutos del bosque que lo rodeaba le permitió saborear automáticamente la suave acidez de las frambuesas y los arándanos. En esa ocasión la experiencia difirió mucho de lo que fue en otras circunstancias, había recogido los sentimientos y sensaciones de Tae días atrás cuando ambos se encontraron sorprendidos por un celo inesperado y una luna llena demasiado adelantada. Pero obtener sentimientos de otro alfa casi por obligación había hecho que su lobo se sintiese culpable y vulnerable, ahora su lobo lejos de querer escabullirse parecía desear que la comunicación mental continuase fusionándose hasta que cualquier espacio y distancia quedase completamente cerrada.

-"Habla conmigo."

-"Es más intenso de lo que lo ha sido en otras ocasiones." - Jungkook relamió sus labios y sus párpados temblaron levemente ante la novedad de las sensaciones que recorrían como un cosquilleo todo su cuerpo. - "Puedo notar que deseas protegerme ahora, tu mente está abierta y expuesta completamente para que yo vea e investigue."

Taehyung asintió, todavía con sus ojos cerrados y las palmas de las manos sobre el pecho del sureño.

-"Lo está, así que eres libre de conocer lo que te estoy enseñando." - los dedos de las manos del norteño se curvaron y las yemas de los mismos acariciaron levemente sobre los pectorales de Jungkook. - "De la misma forma, eres libre de decidir lo que deseas enseñarme a mí y lo que quieres mantener para ti mismo. "

-"¿Cómo... " - Jungkook ni siquiera necesitó acabar su pregunta.

-"Baja tus barreras, dile a tu lobo que puede confiar en mí y él se encargará de dejarme ver a través de ti y tus sentimientos. Todo aquello que quieras que vea, lo veré y todo aquello que quiero que veas, lo verás."

Llevó tiempo, mucho tiempo. Ninguno de los dos había esperado realmente que en su primer día aprendiendo sobre la comunicación mental Jungkook podría llegar a abrirse completamente para Taehyung, que un lobo bajase las barreras mentales con otro estaba lleno de riesgos porque implicaba dejar todas sus sensaciones al aire para que otro pudiese recogerlas y manejarlas a su antojo. Controlar lo que uno deseaba enseñar no era imposible, pero sí difícil. Implicaba un total manejo y armonía entre el animal y la persona. Hacer algo así suponía cierta confianza, incluso si el norteño solo estaba enseñándole y Jungkook podría subir sus barreras nuevamente en cuanto lo sintiera necesario, todavía era una acción íntima que generalmente los padres le transmitían a sus hijos. Aprenderlo con otro alfa no era precisamente lo normal, menos todavía cuando ellos dos no se conocían desde hace demasiado tiempo. La mitad de un verano no parecía ser suficiente para lograr que el sureño decidiera simplemente permitirle al hijo de los Kim ver la presencia completa de su lobo y persona.

Taehyung conocía a Jimin desde su mismo nacimiento, pero ellos no se conectaron de esa forma hasta mucho después, tan solo cuando lo sintieron realmente seguro. Por eso no todos los que practicaban ese tipo de comunicación se abrían necesariamente a mostrar sentimientos a través de la misma, algunos solo hablaban mentalmente por costumbre o para evitar que conversaciones íntimas pudieran ser escuchadas por personas inadecuadas, pero nunca llegaban a iniciar una conexión más profunda de lo necesario. Sin embargo con Jeon Jungkook ocurrió eso que Kim Taehyung creyó que jamás sucedería. En el instante en el que la tarde llegó a Crystallo y las sombras creadas por el sol entre las hojas de los abedules se hicieron más alargadas. Cuando las risas de los cachorros lobeznos a lo lejos dejaron de escucharse y los pájaros comenzaron a cantar con mayor intensidad.

Para ese instante sus posiciones habían cambiado, los dos sintiéndose un poco agotados por la larga práctica y la imagen mental que no deseaban dejar decaer. Tras horas de práctica el norteño se había recostado de espaldas contra el pasto, con Jungkook acomodado sobre su cuerpo y la frente de este último firmemente apoyada en el hueco de su cuello.

-"Creo que lo tengo."

La voz de Jungkook sonaba cansada pero eso no era importante, lo importante era que además de sonar de ese modo Taehyung pudo sentir su cuerpo vibrar por el hecho de que no sólo había percibido un tono de cansancio sino que también había logrado captar las sensaciones de agotamiento que el sureño le estaba lanzando para informar a su lobo del estado que atravesaba.

-"Puedo sentirlo."

Los dos abrieron sus ojos, cegados por la luz del sol del atardecer tras permanecer horas con los párpados cerrados. Sus pupilas conectaron un segundo antes de que sus labios tropezasen en un beso torpe y oh, si Jungkook había sentido antes al hijo de los Kim ahora sencillamente podía notar su cuerpo completo fusionado hasta el extremo en la totalidad del contrario.

Cuando Taehyung lo besaba ya no solo percibía los suaves labios de este, sino los suyos propios a través de las sensaciones del contrario. Era extraño y tremendamente interesante. Jungkook ni siquiera podía evitar pensar en lo fácil que podría ser volverse adicto a una sensación así, todo aquello que Tae percibía estaba fluyendo a través de su piel como si él mismo lo sintiese.

-"Acariciame."

Taehyung sonrió, llevando sus dos manos hasta la espalda del lobo sureño para seguir la petición de este, Jungkook jadeó en un instante y el norteño no tardó mucho en realizar por instinto el mismo acto al percibir sus caricias a través de las sensaciones del sureño.

-"Es..."

-"No he usado mucho esto de la manera en la que lo estamos haciendo ahora, así que también puedo percibir que es intenso."

Jungkook lo comprendía mejor ahora, no necesitaba explicarle a Taehyung cómo se sentía porque mientras mantuvieran sus mentes conectadas el norteño podría saberlo al instante.

-"Generalmente envio sentimientos cuando necesito que alguien sea consciente de cómo me siento pero no he usado casi nunca mi comunicación mental para besar a otros y definitivamente jamás la he usado para acariciarlos."

Los dos lobos se miraron cuando sus labios se separaron para obtener un poco de aire.

-"Sí." - Taehyung sonrió. - "Es un asco que tengamos que separarnos para respirar."

Jungkook se quedó quieto, sin saber qué decir acerca del detalle de que ahora cualquiera de las cosas que atravesaran su mente podrían ser fácilmente captadas por Kim si no subía sus barreras de nuevo.

-Es tarde. - carraspeó, dejando que la imagen mental se disipase y sus barreras mentales regresaran a su lugar habitual. Los abedules y el anochecer se abrieron paso ante sus ojos en un instante. - No estoy seguro de cuántas horas hemos estado aquí. Todavía tengo que ir al hostal de los Jung, así que tal vez...

-Okay. - Taehyung asintió y llevó los dedos de su mano hacia la nuca de Jungkook para acariciar cuidadosamente la piel de este. - Descansa un poco antes de levantarte, definitivamente le hemos dedicado toda la tarde a tu lección y sé lo agotado que te sientes. El hostal no desaparecerá si duermes por una o dos horas. Deja que tu mente se recomponga un poco.

El Jungkook de un mes atrás quizás se habría negado a algo así, pero el Jungkook actual decidió rozar su nariz contra la glándula de olor del alfa norteño para impregnarse del aroma de este y solo después de sentir la esencia de los frutos del bosque llenándolo, se acomodó sobre el cuerpo de Taehyung nuevamente y decidió dormir un poco con el sonido del agua del río y la respiración del contrario como una perfecta canción de cuna.

Jungkook y Taehyung separaron sus caminos una hora después y con la luna brillando con intensidad sobre el firmamento.

-¿No volverás al sur? - preguntó con curiosidad el sureño.

-No todavía. - Taehyung negó. - Iré a ver si Jimin sigue con la mudanza de su anterior casa. Si no hay nadie, regresaré al sur.

Jungkook asintió, sus ojos completamente atentos a todas las reacciones de Taehyung. Después de haberlo sentido dentro de su cabeza durante horas, era en realidad un poco extraño volver a tener que esperar para saber lo que este planeaba decir.

-Me llevará al menos una o dos horas hablar con mi prima y el líder Yook, si para entonces sigues por el norte ven a buscarme y volveremos juntos. ¿Okay?

Taehyung asintió, con una sonrisa bordeando sus bonitos labios. Podía percibir todavía algunos rastros de su conexión con Jungkook pululando alrededor de él, el sureño había abierto sus barreras mentales para él mientras dormían y su lobo parecía realmente relajado en consecuencia.

-Okay. No me pasará nada de todos modos, guardia Jeon.

Jungkook negó levemente con su cabeza, un poco divertido y un poco desesperado por el hecho de que para Taehyung el norte seguía siendo un lugar confiable a pesar de lo ocurrido en la cima.

-Ven a buscarme de todos modos si dentro de dos horas estás en el norte. Prefiero prevenir y adelantarme a cualquier posible problema.

-No olvides que este alfa sabe defenderse solo, Jeon. Creo que incluso podría ser tan hábil como tú en algunas ocasiones.

-Ya... - Jungkook no borró la sonrisa de sus labios. - Mejor no lo comprobemos.

-Sí... - Taehyung también estaba sonriendo mientras hablaban. No podía evitar sentirse realmente bien esa noche. - En realidad no es que tenga muchas ganas de demostrarlo de todos modos.

Los dos dejaron escapar un par de pequeñas y sonoras carcajadas. Sus miradas conectadas y la distancia de tan solo dos pasos entre ambos separándolos.

-¿Nos vemos? - el sureño alzó su mano para despedirse, levemente reacio a dejar ir a Taehyung solo.

No importaba la mucha confianza y conocimiento que el hijo de los Kim tenía acerca de su territorio, Jungkook seguía pensando que la montaña había dejado de ser segura en el instante en el que alguien pudo llevar a cabo una matanza sin tan siquiera ser interceptado por uno solo de los muchos guardianes.

-Nos vemos, Jungkook.

Y aunque Taehyung fue el primero en avanzar, los dos miraron atrás para volver a despedirse antes de dividir sus caminos. El norteño iría hacia el lugar en el que tantas veces había jugado con su mejor amigo cuando eran unos cachorros revoltosos y el sureño se movería directamente hacia al hostal de los Jung, con el objetivo de trazar y estudiar un plan adecuado junto a los líderes de los dos clanes que habitaban la montaña y los guardianes de confianza seleccionados para la segunda expedición a la cima del norte.

Cuando Taehyung llegó a la entrada de la casa de Jimin, lo primero con lo que se topó fue esa vieja furgoneta gris que había visto usar a guardianes sureños con anterioridad para dejar la montaña siempre que querían negociar con los humanos. Los Jeon nunca habían tenido un enorme comercio agrícola pero antes de los incendios la furgoneta solía ser cargada al menos una vez al mes con frutas que los intermediarios entre lobos y humanos se encargaban de vender a los comercios cercanos. Algo habitual para los Yook, quienes veían su principal fuente económica en los productos naturales y de buena calidad que sus gentes cultivaban.

El modo de negociar siempre había sido difícil para sus manadas, si querían adaptarse a los tiempos actuales entonces debían tener contacto de alguna forma con esas personas que siglos atrás habían tratado de darles caza. Y esa necesidad de negociar a través de intermediarios fue lo que hizo que la unión se diese. Los incendios, así como ellos mismos y su exceso de ambición, terminaron con todo aquello que los Jeon podían vender y exportar.

¿Quién hubiera dicho que el imperio de guerreros sureños caería tan pronto como la naturaleza que tanto negaban también lo hiciese? Menospreciaron aquello que la Diosa Luna les proporcionó mientras sus dogmas narraban luchar por y para ella. En consecuencia tuvieron que pedirle ayuda a un clan que repudiaban.

Ahora los Jeon cultivaban en el norte, sacaban minerales de sus minas bajo sus propias normas y cortaban la madera justa para sobrevivir permitiendo que los bosques se recuperasen. Su camioneta gris era llenada más de cuatro veces al mes y cruzaba el río sobre puentes de madera improvisados prácticamente una vez por semana. Sin embargo, el modo en el que obtenían beneficios de la tierra y naturaleza era sin duda mucho más amigable. No tenían otra opción que adaptarse a las pautas que Yook Sungjae había puesto sobre la mesa a la hora de aceptar la unión, al fin y al cabo no eran sus bosques los que ahora les proporcionaban materiales sino los de los Yook. El norte estaba alimentando a toda una montaña, por mucho que la unión implicase que ahora serían solo un clan y una misma manada. El pasado estaba demasiado presente y cercano como para olvidar el importante hecho de que eran ellos quienes les estaban ayudando a sobrevivir a cambio de la paz.

En esa ocasión la furgoneta gris estaba siendo usada para cargar viejos trastos que probablemente la familia de Jimin deseaba trasladar a la cabaña del sur lo antes posible. Los señores Park se encontraban claramente centrados en la selección del material que podría servirles y el que era inútil guardar, con amplias bolsas de basura a sus costados y cajas en el frente mientras las luces naranjas del alféizar iluminaban sus movimientos.

-Buenas noches. - Taehyung correteó con las manos en los bolsillos de su pantalón vaquero para romper la distancia que los separaba tras atravesar el cancel de madera blanca que rodeaba la casa. - ¿Sigue Jimin dentro?

Los señores Park levantaron la cabeza para dedicarle una sonrisa, Taehyung los sentía casi como una segunda familia. Sus padres y los de Jimin llevaban siendo amigos desde que él tenía memoria. No sólo eran vecinos o miembros de una misma manada, eran las personas con las que siempre lograba sentirse en casa.

Los Park lo habían visto crecer y le habían dado consejos en cada una de las ocasiones que su yo más pequeño e inmaduro se enfadó por algún motivo con sus padres. Taehyung recordaba cada una de las ocasiones en las que decidió escabullirse de casa para esconderse en la habitación de Jimin y cada una de las veces en las que los padres de este lo convencieron de regresar a su hogar con palabras cariñosas. Se recordaba a sí mismo atravesando el patio trasero mientras la madre de Jimin le acariciaba la espalda y le decía que todo estaría bien, que era normal discutir con los padres de vez en cuando y que cuando fuese un adulto probablemente entendería mejor las decisiones que sus progenitores tomaban para cuidarlo.

-En su habitación, sigue seleccionando lo que no quiere dejar atrás. -La madre de Jimin resopló para apartarse el desordenado flequillo que resbalaba frente a sus ojos. - Aunque podamos volver, el sur desgraciadamente será nuestro hogar durante un tiempo y creo sinceramente que la unión no se equilibrará pronto. Así que es mejor hacer esto lo antes posible, pronto el sur será nuestra residencia habitual. Quizás durante un par de años... - indicó la señora Park. - Entra si quieres, le vendrá bien un poco de ayuda para decidirse. Oblígalo a seleccionar tan solo lo que vaya a necesitar, sé que te escuchará.

-Entraré para echar una mano entonces. Déjeme a mí la tarea de darle un par de empujones para decidir qué es lo que necesitará y qué lo que no. - Taehyung sonrió nuevamente y apuró sus pasos hacia el interior de la vivienda tras despedirse de los Park.

No necesitó pensar antes de subir las escaleras y caminar directamente hacia la primera habitación a la derecha del segundo piso. Había recorrido el sitio tantas veces que incluso podría hacerlo con los ojos cerrados.

Las cajas de la mudanza se encontraban desperdigadas por el pasillo con nombres escritos a tinta negra sobre las mismas. La luz naranja fluía desde la habitación de su mejor amigo y el sitio realmente se sentía un poco más vacío sin los retratos familiares que generalmente ocupaban gran parte de las paredes.

-Jimin. - Taehyung se apoyó en el marco de la puerta y levantó una ceja al notar la cara de indecisión en el rostro del omega. - ¿Qué es lo que te genera tanto debate?

-Papá ha dicho que no saben cuánto tiempo nos quedaremos en el sur hasta que la unión comience a solidificarse. - explicó, manteniendo dos camisas de franela en diferentes tonalidades entre sus manos. - Así que no sé si debería o no llevar ropa de invierno.

-Todavía estamos en verano y nuestra ceremonia de mayoría de edad es en el equinoccio. - explicó el hijo de los Kim. - Si aceptas mi consejo, yo me he llevado solamente la ropa que usaré durante el verano. Si más adelante necesito ropa de invierno simplemente vendré a por ella, no es como si no pudiésemos regresar y las cabañas del campamento de guardianes en el sur no son del todo espaciosas. ¿Por qué tus padres se han molestado en hacer esta mudanza ahora de todos modos? Pensé que ya teníais todo lo necesario.

Jimin se encogió de hombros y suspiró con frustración.

-Yo tampoco lo sé, mamá ha empezado a delirar sobre las muchas cosas que hemos dejado atrás por la unión y se le ha metido en la cabeza trasladar todo lo posible al sur. Está obsesionada con el hecho de que tendremos que quedarnos al menos dos o tres años allí, dice que es obvio el modo en el que los lobos se están negando a aceptar el proceso de convertirse en un solo clan y una sola manada. Ha estado hablándonos a papá y a mí sobre las peleas entre manadas y cómo la guardia tiene que poner toda su atención en ello constantemente para evitar que los lobos salgan heridos.

Taehyung suspiró, recordando sus propios pensamientos cuando varias semanas atrás sus padres le dijeron que irían a vivir a la zona adaptada para guardianes en la frontera entre el sur y el norte. Había sido complicado aceptar la noticia y definitivamente incluso entre guardianes tenía que soportar malas miradas por su familia o sencillamente por proceder del norte. Entendía los miedos de la madre de Jimin en cierta forma, el proceso de unión sería largo y tortuoso. Y ellos ni siquiera sabían acerca de lo sucedido en la cima...

-Supongo que está siendo duro para todos, estamos dejando una vida completa atrás por un tiempo indefinido. Incluso si podemos venir a nuestras casas siempre que queramos, todavía tenemos que residir la gran parte del tiempo en un sitio nuevo. - suspiró, entrando finalmente a la habitación y dejándose caer sobre la mullida cama. - ¿Qué harás después de la ceremonia de mayoría de edad? - preguntó. - ¿Vas a quedarte con tus padres o a regresar al norte antes de continuar con tus estudios?

Jimin no lo sabía. Por muy estúpido que sonase, todavía no tenía la menor idea de lo que haría más allá de quizás hacerse guardabosques o estudiar en alguna universidad humana para especializarse en una carrera que pudiese aportar novedades a su manada.

-No tengo la menor idea. Quería hacerme guardabosques pero tú mejor que nadie sabes que ahora eso también se siente como una idea que mis padres han implantado en mi. Parece que quieren que me quede en la montaña sea como sea, no les gusta la idea de que viva entre humanos.

-A ningún padre o madre le gusta esa idea, es un riesgo para nosotros. Incluso si tenemos control sobre nuestros lobos, nuestras costumbres y rutinas siguen difiriendo con las de un humano normal. ¿Cuánto tiempo podrías vivir sin dejar salir a tu omega? Papá S dice que esa es la parte más dura, encontrar un modo de dejar que el lobo salga a pesar de los riesgos que conlleva.

Jimin no respondió inmediatamente, en lugar de eso lanzó sus camisas lejos y se dejó caer en la cama a un lado de Taehyung.

-Odio tener que planear mi futuro, la ceremonia está cerca pero no tengo la menor idea de lo que hacer. Tú al menos sabes que quieres estudiar sobre las runas y la simbología de nuestra manada. -el omega giró su cabeza hacia Taehyung. - Y también estás decidido a estudiar en alguna universidad humana y a aplicar lo aprendido en nuestra manada... ¿Historia? ¿Arte? ¿Historia del arte? Algo así, me lo has dicho muchas veces.

-No estoy decidido completamente, es un plan que podría llegar a cambiar. - Taehyung suspiró, pensando en lo ocurrido en la cima y en cómo el conocimiento de eso había tambaleando sus planes. Ahora ni siquiera sabía si sus padres podrían intentar tener otro cachorro, la guerra ya no estaba activa pero quizás una amenaza mucho peor se empezaba a asomar en sus vidas. - No hay nada cien por cien seguro para ninguno de nosotros, Jiminie. Trata de seguir tus sentimientos y haz lo que sea que quieras, olvida aquello que tus padres desean. ¿Okay? Ellos no pueden empujarte a decidir, por mucho que te quieran y crean que están haciendo lo mejor para tí.

-Lo de ser guardabosques realmente era un buen objetivo hasta que comenzaron a preguntarme al respecto a cada momento. Sé que tratan de ayudarme pero a veces logran que me sienta como alguien que necesita que lo lleven hasta la línea de meta.

Taehyung revolvió levemente el cabello de Jimin, era consciente de lo mucho que la señora Park ansiaba que su hijo se convirtiese en guardián del norte. Los omegas eran un punto esencial a la hora de proteger el territorio, solo ellos sabían leer el ambiente y los rastros de humor de los lobos con casi total precisión. Y justamente su amigo era especialmente bueno con esa capacidad.

Entendía que la madre de Jimin quisiera verlo triunfando y alzando el apellido Park una vez más en la guardia norteña como llevaba sucediendo varias generaciones, pero la vida de Jimin era solamente suya y él debía elegir aquello que deseaba a pesar de lo que su progenitora quisiera.

-Últimamente solo hablamos de eso. ¿Por qué no me cuentas lo que sucede con ese barman? Ayer te vi mirándolo mientras jugábamos al billar y...

-Creo que es un lobo. Él oculta su rastro mucho mejor de lo que lo haría cualquiera de nosotros pero indudablemente hay algo más que un humano ahí. No he podido parar de pensar en ello desde que regresamos, se siente como un humano normal a veces y como un claro lobo en otras ocasiones. Por eso lo miraba, estaba tratando de leerlo pero simplemente me resultó complicado. Sus rastros eran casi invisibles, solo algún color desperdigado entre el humo. Nada que ver con la notable mancha que percibí cerca de la mesa de la entrada.

-¿Por qué un lobo trabajaría como barman en el local más cercano a la montaña? - Taehyung estaba preocupado al respecto, eso se pudo percibir en su voz.

Quizás se le había pegado el dramatismo de Jungkook, porque ahora él comenzaba a sentirse hipersensible hacia cualquier cosa que rompiese levemente la rutina habitual a la que estaba acostumbrado.

-Muchos lobos que dejan la montaña deciden no volver pero por la edad que aparenta, si hubiese vivido en la montaña podríamos reconocerlo. No debe ser mucho mayor que nosotros dos.

-A no ser que sea un sureño...

Jimin se levantó de la cama tan rápido como si esta hubiese quemado su piel. El movimiento repentino casi hizo a Taehyung caerse contra el suelo.

-¿Qué...

-Deberíamos llevar a Jeon a ese local. Solo es un año menor que nosotros, si el barman es un lobo y ha vivido en el sur, es imposible que Jungkook no lo reconozca. Las edades posiblemente son cercanas, él sabrá quién es y quizás también pueda explicarme porque no logro leer sus rastros de humor.

Taehyung negó.

-Jungkook está hasta el tope de trabajo últimamente, ir a un bar fuera de nuestra montaña por una sospecha que ni siquiera sabemos si tiene sentido no entrará dentro de sus planes en un tiempo. Además, lo has dicho tú mismo. Muchos lobos se quedan entre los humanos cuando salen de la montaña. ¿Para qué se supone que tiene que ir Jungkook a confirmar o negar que es un sureño?

-Pero...

La protesta de Jimin fue interrumpida.

-¡Jimin, baja las cajas del pasillo! ¡Se está haciendo tarde y todavía no las hemos revisado!

-A por las cajas. - Taehyung zanjó la conversación rápidamente. Era consciente de que Jimin no sabía todo lo que había sucedido en la cima del norte y ansiaba contárselo en algún momento, pero hasta ese instante se trataba de un suceso que debía permanecer entre la menor cantidad de lobos posible. Debido a eso no pretendía poner más cosas sobre la espalda de Jungkook, él le confió algo que correspondía a la guardia. Lo hizo solo como una medida para desahogarse y el hijo de los Kim no planeaba traicionar su confianza.

Además, esa tarde había podido comprobar por sí mismo lo confusa y agotada que estaba la mente del sureño. Poner más cosas en su camino era algo que sencillamente no planeaba hacer. Sería tremendamente injusto abusar de la mano que este le estaba tendiendo para abrir su mente sobre aquello que envolvía las tradiciones norteñas. Tae había prometido enseñarle y también mantener aquello que revelaba la mente del guardián como un secreto que solo los dos podrían conocer.

-Aggg. Ni siquiera quieres escuchar mis razones.

-A por las cajas. - canturreó Taehyung.

Decir que los Park estaban llevándose lo esencial sería quedarse corto. El pasillo del piso superior de la casa estaba repleto de cajas que todavía necesitaban ser revisadas y clasificadas, muchas de ellas probablemente sacadas del desván a juzgar por el polvo y telarañas que permanecían adheridas al cartón descolorido.

Taehyung había perdido la cuenta del número de objetos que había tenido que mover de un lado a otro de la casa para cuando se topó con algo que hizo saltar su curiosidad. Una de las cajas amontonadas en el fondo llevaba el dibujo de una runa de luna que le resultaba de alguna forma familiar.

-¿Qué es eso? - sus manos estaban llenas de tacitas decoradas por Jimin, regalos para sus padres que pintaron en el colegio cuando eran niños. Tae tenía algunas de esas en casa y sus padres continuaban usándolas a diario para su propia desgracia.

-Mmm... Papeleo de la guardia. Nada interesante realmente, mamá guarda en esa caja todos los casos archivados y resoluciones de reuniones.

-Oh. - Taehyung lo entendió. - Supongo que por eso me ha resultado familiar la runa.

Quizás la había visto en el despacho de su padre en alguna ocasión porque sin duda la extraña luna que se encontraba dibujada sobre el cartón estaba haciendo a su lobo sentirse tremendamente curioso. Sin embargo, decidió que ya era mayor para meter el hocico en asuntos que no le correspondían. ¿No era él quién siempre decidía que detestaba a los guardianes? Revisar papeleo de los casos que estos habían resuelto sería ir en contra de su propia ideología, y Kim Taehyung no era ningún hipócrita.

-Supongo. - Jimin respondió sin darle demasiada importancia, con la cabeza metida hasta el fondo en una caja que contenía peluches. - Me llevaré esta caja completa, no quiero que se queden atrás y me odien por ello.

Taehyung sonrió.

-Sí, de hecho apuesto a que los peluches irán hasta el sur para reprochártelo si los dejas atrás.

-De todos modos me los llevaré por si acaso. - Jimin sonrió y envolvió con sus cortos brazos la caja de peluches. - Vamos, todavía queda mucho por revisar.

La charla momentánea terminó cuando los dos amigos continuaron seleccionando objetos y bajando cajas. Ambos estaban cansados y ansiaban terminar con esa absurda mudanza lo antes posible. La noche en el exterior era cálida y la brisa volvía a sentirse tan agobiante como si una ola de calor hubiese caído sobre su territorio nuevamente.

-Aggg. Estoy cansado y sudando, necesito darme un baño de agua fría lo antes posible. - Jimin lloriqueó.

-Estoy cansado también, la ducha suena bien. Podríamos ir hasta Crystallo cuando acabemos con esta tortura.

-En realidad es una buena idea.

-Bien, entonces trato hecho.

Tanto Taehyung como Jimin se habían sentado en el suelo de madera y movían con pereza sus manos de una caja a la siguiente, mandando al montón de basura la mayor cantidad de cosas posibles.

-Niños. - los fuertes pasos del padre de Jimin se escucharon por toda la casa, su respiración estaba acelerada y los ojos encendidos mostrando la fuerza de su lobo para cuando llegó hasta ellos. - Dejad eso, hay fuego en el norte. Tenemos que marcharnos en este instante.

-Pero...

-Nada de peros, vámonos. Dejad todas esas cajas, ya no son importantes.

Jimin ni siquiera pudo preguntar al respecto, su mano fue rápidamente jalada por su progenitor quien le obligó a descender las escaleras de dos en dos en una rápida carrera. Para cuando llegaron al exterior seguidos por Taehyung, el olor a madera quemada cubría el ambiente haciéndolos sentirse ahogados y aunque las llamas no estaban cerca las cenizas se percibían flotando en el ambiente alrededor de ellos.

-Taehyung sube al coche, llegaréis antes de esta forma. Vosotros dos, al sur directamente. Me quedaré para ayudar. - la señora Park estaba usando un tono que no daba lugar a réplicas.

-Me quedaré también. - Taehyung no podía huir, si el norte estaba en llamas él ansiaba ayudar en la evacuación de los lobos con los que había convivido toda su vida y el traslado de los animales que se verían atrapados entre las llamas de fuego. Incluso si su corazón dolía y sus piernas temblaban ansiaba hacer todo lo posible por ayudar. - Quiero ayudar.

-Tae...

-Voy a quedarme. - sus ojos se iluminaron ante las palabras de la señora Park y su lobo prácticamente aulló con decisión.

-Entonces yo también lo haré. - Jimin gruñó. - Si me convierto en guardabosques algún día, esto entrará dentro de mis tareas. Quiero ayudar.

Los padres de Jimin dudaron. Sus ojos estaban llenos de miedo mientras recorrían a los dos muchachos ante sus ojos, sin saber qué decir tan solo tragaron aire en un intento por tranquilizarse.

-Bien. Es vuestra decisión pero debéis obedecer las órdenes de la guardia en todo momento. No queremos héroes suicidas. ¿De acuerdo?

Y los dos lobos asintieron con lágrimas en los ojos. Su hogar estaba ardiendo.




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Hiiii!!!

Nuevo capítulo, antes de tiempo y un pelín más largo de lo general. Espero sinceramente que os haya gustado, hace unos días pregunté en mi perfil acerca de los aspectos de la fic que creéis que podría mejorar y alguien mencionó que los negocios entre lobos y humanos no habían quedado del todo bien explicados. Hoy he puesto un poquillo más sobre eso y prometo esforzarme en ir explicándolos mejor paulatinamente. Siempre agradezco y aprendo a través de vuestras opiniones, no tengáis miedo a criticarme porque lo agradezco muchísimo.

Para noticias sobre esta y otras fics podéis seguirme en mi Instagram secundario (wastedsoul_girl ) o bien en el principal (melaniegerpeleon). Aunque al principal generalmente solo subo fotos mías y recomendaciones de música o series y pelis que me gustan y a nadie le importan jeje.


Un beso,

os amo

Mel

💜


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