Capítulo 32
"Mi teléfono no tiene señal, está haciendo que mi piel se arrastrase. El silencio es tan fuerte, las luces brillan y parpadean con monstruos más grandes de lo que puedo controlar ahora. Bienvenido a la habitación del pánico. Donde tus miedos más oscuros vienen, vienen por ti. Bienvenido a la habitación del pánico. Sabrás que no estaba bromeando. Cuando los veas también. (...) No hay lobos llorando ahora porque la verdad se ha asentado. Escondiéndose bajo el plumaje del ganso para que tu pesadilla empiece. No hay lobos llorando ahora."
-Panic Room
(AURORA)
☾
Tras dos horas de camino hacia la cima, todavía no había rastro del territorio de las tribus norteñas, Jungkook ya no podía evitar preguntarse con cierta intranquilidad cuánto más tendrían que seguir avanzando hasta llegar a su destino. El comienzo de su ansiedad por obtener respuestas ya no solo se debía a la necesidad que inevitablemente experimentaba por saber si tendrían que enfrentarse a un lugar lleno de lobos heridos con ansias de venganza o a su curiosidad por el asunto que envolvía todo aquello de lo que el hijo de los Kim se encargó de contarle durante días. El motivo de su ansiedad estaba centrado plenamente en que el sol se pondría en tan solo un par de horas y en una montaña desconocida, dentro del territorio de una tribu que ni siquiera los norteños conocían con total precisión y de la que se rumoreaba formaban parte los más grandes lobos... Peligro. Jungkook estaba seguro de que todos ellos se encaminaban hacia una situación llena de peligro, esa que ninguno de sus líderes quería ocasionar con la petición del inicio de un proceso de exploración.
No había rastro de pruebas todavía, tan solo el silencio roto por el movimiento de las ramas y los animalillos de la montaña que nunca se interponían en su tarea de exploración. Las sombras de las copas de los abedules se estiraban a medida que el atardecer proporcionaba una agradable brisa que chocaba contra la piel de sus frentes sudadas y enrojecidas. Todos ellos estaban sedientos tras el esfuerzo de subir la montaña manteniendo su forma humana, centrados en el objetivo de explorar pero también en la tarea de no alertar por error a algún lobo que inesperadamente se encontrase escondido o en su defecto al acecho de presas interesantes.
El bosque se había hecho mucho más rocoso a esas alturas, los tramos por los que se movían comenzaban a estar repletos de pequeñas piedras que se desprendían de las zonas de tierra y las plantas a la altura de sus rodillas se limitaban a hierbajos llenos de espinas punzantes que continuaban pegándose y clavándose a sus ropas con cada uno de sus pasos. Pero la mayor complicación sin duda se hallaba en la inclinación de la montaña, las zonas se tornaban más y más verticales a medida que avanzaban. Tanto que el sureño se preguntaba cómo era posible que una manada de lobos fuese realmente capaz de vivir en zonas cercanas a esa.
-Nada. - susurró Jungkook, observando el modo en el que el señor Kim alzaba su mirada para analizar eso que se encontraba ante sus ojos. - Tan solo árboles y malas hierbas.
-Todavía queda un buen tramo hasta llegar a los poblados de las tribus. - informó Namjoon.- Hemos cruzado los bosques más cercanos a sus cuevas pero definitivamente si queremos tener un punto de vista completo sobre si ha sucedido algo o no, debemos seguir avanzando.
Jungkook dudó, los líderes de sus manadas habían sido claros al dar la orden de que esa solo sería la primera exploración de unas cuantas. Debían llevar a cabo una corta tarea de inspección sin importancia. Su trabajo esa tarde se limitaba a llegar hasta los bosques para ver si había algún otro lobo con necesidad de vengarse y por supuesto para comprobar si quienes presuntamente atacaron a las tribus se habían olvidado de tapar su rastro en el camino hacia la cima. Pero cada vez que miraba al padre de Taehyung, entendía que las intenciones de los norteños parecían ir mucho más allá de las órdenes recibidas por sus líderes.
-¿Cree adecuado seguir avanzando? - preguntó. - Los líderes han indicado con precisión el objetivo de esta primera exploración. Señor Kim, no pretendo llevarle la contraria u ofenderlo de algún modo pero estoy seguro de que conoce el importante detalle de que la guardia no actúa nunca por cuenta propia. Nuestros líderes son...
-Ya estamos aquí de todos modos, niño. - el señor Kim dio un par de palmadas sobre su espalda antes de apartar algunas ramas del camino. - Tan solo tenemos que subir las zonas rocosas y entonces podremos acceder a las cuevas de la cima. Sé que estás acostumbrado a obedecer a tu líder sin cuestionar sus órdenes, yo también fui así hace años, pero en el norte se nos enseña a pensar con lógica. Puedes estar seguro de que si Jeon Joy decide reprenderte, yo pondré mi cara para recibir las reprimendas. Ahora, sigue caminando y manteniendo tus pies lejos de cualquier posible desnivel del terreno. No hemos encontrado pruebas pero tampoco presencia de lobos en las cercanías de sus cuevas, deberías comenzar a pensar en qué ha podido suceder para que una tribu llena de vida no se asome a recibir a quienes llegan sin ser esperados.
Jungkook se mantuvo en silencio tan solo por un par de segundos. Había percibido el silencio y la falta de lobos que el señor Kim estaba destacando y en su opinión eso podría implicar una emboscada en el momento menos esperado. Otra razón por la que debían obedecer las órdenes de Yook Sungjae y Jeon Joy, sus posibilidades de ganar eran pocas pero se reducían a la nada si de alguna forma una tribu completa decidiera tirarse sobre ellos cuando la oscuridad comenzase a cubrir los bosques.
-Si realmente las tribus han sido atacadas o no lo han sido en absoluto... - añadió Jung. - Será mejor que lo averigüemos lo antes posible, soy yo quien tiene a un alfa embarazado y lleno de ira en una de las habitaciones de mi casa. No quiero arriesgar la vida de mis hermanos o de los empleados del hostal por una causa falsa. Si hoy podemos llegar hasta la cima, entonces no tenemos un solo motivo para no hacerlo sin importar lo que tu líder o el mío opinen. Ellos no son guardianes, nosotros conocemos nuestros límites y respondemos tan solo ante nuestros jefes. Y lo más importante, un sureño no es nadie para decirle a un norteño cuando debe o no dar un par de pasos más sobre su propio territorio. Yook Sungjae sabrá escuchar nuestros motivos cuando se los expongamos. - Hoseok puso la mirada sobre Jungkook. - El poder debe separarse para que funcione correctamente. Eso es lo que diferencia una manada democrática de una dictadura encubierta.
Jungkook frunció el ceño sintiendo el odio a través del modo de expresarse de ese alfa. Solo conocía a Hoseok desde unos días atrás, pero este había hecho completamente obvia su negación a cualquier tipo de unión. Ahora incluso se atrevía a definir como dictadura el modo de vida de su manada.
-No deberías hablar de lo que no sabes, tú ni siquiera eres uno de los guardianes que se han trasladado al sur. Solo hablas de nosotros con la idea preconcebida que te han inculcado tus conocidos.
-De la misma manera que imagino que tú lo haces si el tema se centra en el norte. - Hoseok gruñó levemente. - Las cosas son así de sencillas, si vuestros líderes deciden sobre alguien que trabaja a diario con la guardia y que se ha ganado el puesto de capitán o jefe, entonces simplemente os desprecian o están acostumbrados a reunir la totalidad de un poder que como he dicho siempre debe ser dividido y proceder de diferentes fuentes para mantener la balanza de la igualdad equilibrada.
Jungkook ya estaba preparado para responder, quería argumentar que si bien juzgaba a los habitantes del norte también se esforzaba en aprender acerca de estos y de la cultura que los envolvía, precisamente porque ansiaba que los cambios y la igualdad de la que se jactaba Jung llegasen a ser algo rutinario en los territorios de su montaña. De lo contrario nunca se habría molestado en acudir a su prima para informar acerca de la importancia que podría suponer una exploración en la presunta zona atacada de las tribus. Habría sido mucho más sencillo culpar a un lobo norteño de estar completamente loco y encerrarlo hasta que se dignase a hablar con un método u otro.
-No es el momento para iniciar un debate. - Namjoon los reprendió, cruzando sus enormes brazos alrededor del pecho y dejando caer sus condescendientes ojos sobre ambos. De alguna manera los dos guardias personales de Joy que los acompañaban en la tarea de inspección, asintieron rápidamente ante el regaño del señor Kim. - Puedo entender que todavía existan diferencias entre vosotros dos, pero cuando se trata de ejercer como guardianes tendréis que aprender a dejar a un lado los problemas y creencias exteriores. En el trabajo sois compañeros, iguales sin importar los dogmas que os han inculcado. ¿Lo habéis entendido? Nada saldrá bien si os mantenéis discutiendo hasta por el color de una orquídea.
Jungkook se limitó a asentir, dejando atrás a Jung a medida que sus pies se afianzaban con fuerza sobre el camino de tierra y piedra que en solo un par de minutos se convirtió en desnudas rocas grises afiladas.
-Balas de plata.
A pesar de que el sol tan solo les proporcionaba algunos rayos de tenue luz anaranjada a esa hora, no fue complicado encontrar la gran cantidad de casquillos de bala esparcidos por las entradas a las cuevas de la cima. Ninguno de ellos lo había dicho en voz alta, pero todos estaban seguros de que el olor a sangre era tan fuerte como para marearlos ahora que se encontraban en el medio de lo que en algún momento fue un poblado sencillo pero próspero en cuanto a presencia de vida.
-Balas de plata. - repitió Jung, sus ojos abriéndose de manera inevitable y sus manos temblando un poco mientras se acuclillaba a un lado del señor Kim para comprobar aquello que este había mencionado. El material que se encontraba ante su mirada lograba que todo su cuerpo se sintiera repelido. - Si son balas de plata no cabe duda de quién ha sido el responsable.
-Si son balas de plata es demasiado obvio y estúpido. - corrigió uno de los guardias de Joy, aquel que se había mantenido a la izquierda del padre de Taehyung durante gran parte del proceso de subida a la montaña. - Si pretendes poner la culpa sobre el sur...
Jungkook no pronunció ni una sola palabra, su atención estaba lejos del debate entre los dos guardianes pero aún así era consciente de lo que la escena ante sus miradas implicaba. Él no recordaba haber visto a los Yook usando armas desde que tenía memoria, ni siquiera cuando vivieron los conflictos más agitados. Todos en el sur eran conscientes y sabían que la mayor debilidad de los norteños en los conflictos bélicos se encontraba ligada a la negación que estos mantenían en cuanto a lo que conllevaba introducir armamento de origen humano en sus tierras. Por lo que encontrar casquillos de balas de plata tan solo los llevaba hasta dos puntos razonables y prácticamente igual de graves : o bien algún sureño había tomado la libertad de moverse libremente por la montaña como una excusa para atacar en el norte con armas que los lobos de esa zona no podrían combatir, o bien los legendarios cazadores de lobos con los que no se encontraban desde siglos atrás habían regresado a sus montañas para aniquilarlos sin hacer distinciones de clases o clanes.
En ambos casos la unión sería completamente necesaria para encontrar una solución adecuada que le permitiera a sus gentes vivir en paz, sin tener que regresar nuevamente a la guerra y las constantes peleas.
-De nuevo. - Namjoon alzó una mano, sus caninos asomándose levemente mientras lidiaba con su propia capacidad de mantenerse tranquilo y mostrarse paciente. El debate entre Jung y el guardián de la líder sureña no dejaba de crecer a medida que los segundos pasaban. - No quiero peleas durante la tarea de inspección. No percibo rastro de lobos cerca pero hemos olido la sangre y estamos rodeados de casquillos. Ahora hay algo mucho más importante que un culpable, nos dividiremos en dos grupos para entrar en las cuevas. Debemos buscar supervivientes de lo que sea que haya sucedido aquí. Mantened vuestros ojos atentos, cualquier pequeño detalle puede estar repleto de importancia. Huellas, marcas, más balas... Lo que sea que encontréis, quiero saberlo cuando volvamos a reunirnos.
Era estremecedor. Jungkook podía definir el silencio y el hedor a sangre seca y acumulada de esa manera. Estremecedor porque los rastros de una tribu que había estado completamente viva probablemente pocos días atrás, seguían plasmados en cada zona sobre la que sus ojos se depositaban. La ropa sencilla todavía estaba colgada en las cuerdas que cruzaban las entradas de las cuevas rocosas siendo mecida por la suave brisa veraniega del atardecer en la parte más alta de la montaña, la fruta recolectada todavía continuaba ordenadamente acumulada en el interior de grandes canastas de mimbre comenzando a obtener un aspecto antiguo al no haber sido consumida a tiempo y los rastros de hogueras probablemente destinadas a labores de cocina se mantenían perfectamente colocados en pirámides de leña que nunca llegó a ser quemada.
-La lluvia probablemente ha arrastrado la sangre del exterior montaña abajo y se ha perdido entre las hierbas. - el señor Kim señaló algunos charcos rojizos que permanecían intactos a solo unos pasos del interior de la primera y más grande cueva. - Supongo que por eso no pudimos percibir el intenso olor a muerte hasta que llegamos al centro del poblado.
Las tribus del norte llevaban un estilo de vida muy parecido al de los hombres de la prehistoria, sus lobos estaban en casi total contacto con la naturaleza y pocas veces se encontraban con la necesidad de recurrir a su forma humana o la vida que esta implicaba en la actualidad. Jungkook sabía eso gracias a Taehyung y por supuesto también debido a las herramientas sencillas y rudimentarias que la familia que murió en el interior de la primera cueva dejó preparadas sobre una especie de mesa de madera con el probable objetivo de usarlas para alguna tarea concreta antes de que el ataque sucediese. Era como si la vida entera de una manada hubiese sido aniquilada en un segundo, cada zona que sus ojos observaban le indicaba y confirmaba que esos lobos habían sido acorralados.
Sintió ganas de vomitar y las lágrimas acumularse en sus ojos. Ante su mirada lo que parecía el tortuoso rastro de una familia de lobos, se encontraba envuelto en un enorme charco de sangre escarlata.
-Tres lobos adultos y dos pequeños. - la voz del señor Kim sonó con pasmosa calma, creando eco entre esas paredes vacías y altas en las que Jungkook ya no podía evitar apoyarse para reunir fuerzas. - Ninguno de ellos tiene pulso... Agujeros de bala en cabeza, pecho y estómago. Por su aspecto podría decirse que llevan aquí desde antes de que la tormenta tuviera lugar, pero no soy un experto en este aspecto. Necesitaremos subir con sanadores que puedan inspeccionar los cadáveres en la siguiente ocasión. No toques nada.
Jungkook no quiso ver más allá de lo que sus ojos captaban y mucho menos todavía tocar algo de lo que permanecía en la cueva, por eso se obligó a mantener la mirada en sus manos cuando el padre de Taehyung obtuvo una linterna del bolsillo trasero de su pantalón para tratar de captar todos los detalles que la triste escena le proporcionaba. Memorizándola para ser capaz de informar a Seokjin de cada detalle que pudiese tener importancia en el estado de los cadáveres.
-No hay muestras de lucha, quizás... - un suspiro. - Es probable que los atacasen durante la noche y estuvieran desprevenidos. O puede que conocieran a su atacante y no les diese tiempo a reaccionar. Las dos opciones son igual de válidas en este instante, sea como sea... No se defendieron y aún así recibieron tres balas. Una sola los habría matado por el alto contenido de plata en su composición, pero quien sea que hizo esto se aseguró del buen resultado usando tres.
-Señor Kim. - Jungkook se encontró a sí mismo recriminándose ser tan débil. Como guardián tendría que hacerse cargo de muchas situaciones complicadas, quizás estaría obligado a tratar de resolver más de un asesinato y puede que en ocasiones desesperadas él mismo se viese atrapado en la tarea de lanzarse contra la yugular de otros lobos para salvarse a sí mismo o a alguien que necesitase de su ayuda. Pero nada de eso pudo contra el revoltijo de sentimientos de su estómago. - La sangre me está causando náuseas, pido permiso para salir durante unos minutos.
El señor Kim no tardó en abandonar su posición de cuclillas cerca de las víctimas para acercarse a ese chico que durante las últimas semanas se había convertido en un alumno para él. Las lecciones y la realidad eran cosas diferentes, Namjoon lo vivió en su propia carne años atrás. Por eso podía entender la reacción natural de Jungkook, humano y lobo probablemente se encontrasen acorralados ante las nuevas sensaciones que la situación les provocaba.
-Está bien, Jungkook. - su mano se posó sobre el hombro del muchacho en un intento por ayudarle a calmarse. - Nunca es fácil moverse alrededor de la muerte. Toma el tiempo que necesites para calmarte y solo cuando te sientas preparado, vuelve para ayudar si así lo deseas.
Namjoon fue entrenado por los Jeon, se había creído un alfa tan implacable como probablemente Jungkook también pensó que lo era hasta ese instante. Pero la primera vez que sus ojos se encontraron con un cadáver las imágenes no le dejaron cerrar los ojos con tranquilidad durante semanas. En aquella ocasión los deltas todavía eran perseguidos y sacrificados para la Diosa Luna, habían pasado muchos años y aún así tener que lidiar con la idea de que una persona podía estar completamente viva un minuto y al siguiente perder completamente la vida por culpa de otro lobo continuaba siendo complicado. Hacía que su tarea como guardián se tambalease incluso en el presente.
Así que no podía culpar al chico ante sus ojos por sentir náuseas debido al profundo olor a sangre, él sabía que al menos durante unos días incluso la tarea de comer sus platos favoritos se haría complicada porque ese aroma permanecería en su hocico por un tiempo haciendo que las imágenes de los cuerpos sin vida llegasen hasta su mente una y otra vez.
-Ve. - lo animó de nuevo. - Me encargaré de tomar los datos necesarios, puedes recoger algunos casquillos de balas en el exterior si lo prefieres. Este será un proceso largo y ninguno de nosotros es inmune al dolor, no habría deseado una tarea tan dura para un principiante nunca, así como tampoco la desearía para un guardián con años de experiencia. No importan las enseñanzas que te hayan inculcado en el sur Jungkook, no hay forma de que una persona pueda recibir la muerte sin sentimientos confusos y negativos. No te castigues a tí mismo por mostrar sensibilidad.
-Señor Kim. - Jungkook tragó saliva, sintiendo que el padre de Taehyung definitivamente estaba poniéndose en su piel al pronunciar esas palabras. - Gracias por entenderlo, prometo ser de ayuda en la próxima ocasión. Es solo que ahora...
-No tienes que decirlo. - Namjoon sonrió levemente. - Eres solo un poco más joven que mi hijo, si te miro con cuidado incluso puedo recordarme a mí mismo con tu edad temblando ante la orden de tener que apilar cadáveres de deltas para después prenderles fuego en fosas comunes. En el sur nos enseñaron a obedecer ante las órdenes de los superiores, nos dijeron que todo tiene un motivo esencial y que como alfas debemos mostrarnos siempre fuertes, pero eso no es del todo así. La teoría y la práctica tienden a diferenciarse con frecuencia. No eres débil por sentirte mal ante la clara imagen de una familia que fue masacrada aparentemente por sorpresa, serías una alimaña si tu lobo no respondiese con malestar. Tener sentimientos es lo que te convertirá en un buen guardián, nunca te olvides de eso.
Jungkook alzó su mirada por un instante y se atrevió a mirar un poco más allá del señor Kim, las sombras de los cadáveres podrían ser consideradas como algo aterrador para muchos pero para él sencillamente resultaban dolorosas. No tenía miedo pero estaba lleno de dolor.
-Supongo que es bueno saber que la muerte nunca es una respuesta. - susurró.
-Lo es. - Namjoon asintió. - Eso es lo que más de un par de generaciones de líderes deberían haber entendido hace mucho tiempo. La muerte y la guerra nunca son una forma de solucionar conflictos, solo sirven para aumentar el odio entre dos territorios y la gente de este.
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Hiii!!
Un miércoles más con Alpha War y ya van 32 caps. Lo cierto es que se me ha pasado rápido el tiempo con esta fic, ya casi va por la mitad y pronto comenzarán a ocurrir más y más cositas que quizás hagan la trama interesante.
En resumen, espero que os esté gustando. Yo personalmente estoy disfrutando escribirla porque es mi primer omegaverse y lo he hecho bastante a mi manera.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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