
Capítulo 11
"Dentro del abismo no puedo ver nada. Si sigo siendo olvidado puedo convertirme en polvo. Date prisa y sálvame, no siento mis piernas, ni mis brazos. Estoy cayendo. Estoy cayendo lejos, cada vez más lejos. Estoy roto."
-Into The Abyss
(Suran ft Coogie)
☾
Jungkook podía sentir la forma en la que sus pulmones quemaban mientras seguía a Taehyung entre los frondosos árboles de los bosques del norte. Si bien él era mucho más silencioso y ágil, el alfa Kim se movía con una rapidez envidiable que probablemente encontraba su explicación en su gran tamaño. Las patas de Tae eran más largas y estilizadas que las suyas, este conocía cada una de las zonas por las que se estaban moviendo, sus giros certeros o la forma en la que siempre esquivaba las precipitadas bajadas de terreno lo demostraban.
Usaba los rastrojos de hojas para tapar sus propias huellas sin tan siquiera detenerse, arrastrando levemente sus patas traseras hasta las delanteras de la misma forma en la que lo haría cualquier felino.
"Digno hijo del jefe de los guardianes del norte."- pensó Jungkook. Namjoon definitivamente le había enseñado a moverse sin ser descubierto, Taehyung cubría cada uno de sus pasos por puro instinto. Ni siquiera parecía pensar demasiado acerca de esa extraña característica suya.
Lo interesante del modo de correr de este se encontraba en que Kim Taehyung era un lobo, al igual que él mismo, ninguno de los dos tenía nada de felino. A esas alturas ni siquiera le sorprendería si el norteño decidiese escalar alguno de los altos abedules para ampliar sus zonas de visión.
- "¿Lo hueles? " - la voz de Taehyung se coló alta y clara en su mente. Jungkook perdió hasta el más mínimo hilo de pensamientos cuando su lobo lo obligó a detenerse en seco como consecuencia. Su respiración todavía agitada mientras miraba con atención la postura dominante del gran lobo albino ante sus ojos. - " Jeon, ¿hueles al lobo o lo has perdido? "
Jungkook se encogió un poco ante la intromisión de otro alfa que no fuera su abuelo o su padre en su cabeza, mas se limitó a negar ante la pregunta del hijo de los Kim. Los olores nuevos y definitivamente más intensos que los del sur, lograban que sus fosas nasales terminasen confundidas en cada una de las ocasiones que intentaba hallar el olor del lobo que habían estado siguiendo a través de la mitad de la montaña por al menos media hora.
Había visto probablemente mucho más del norte durante esa persecución improvisada que nunca, muchísimo más de lo que vería jamás si llegaba a conseguir el objetivo de convertirse en guardián altiorem de la manada Jeon.
También había encontrado un problema que debía ser solucionado lo antes posible, los nuevos olores confundían su olfato entrenado y podría jurar que le sucedería lo mismo a cualquier guardián sureño que no aprendiese a identificar esos aromas tan diferentes que se encontraban escondidos entre los bosques de la manada Yook. Si bien el señor Kim le había ayudado a identificar algunas hierbas y plantas, era difícil distinguir a través de la diversidad dentro de aquel terreno y el detalle de que los norteños parecían llevar impregnado en su olor identificativo la naturaleza de sus tierras.
El bosque estaba repleto de lavanda, y la lavanda era también el principal aroma del alfa que los dos se encontraban persiguiendo.
- " No puedo diferenciar su olor con el del bosque, hay muchas cosas nuevas que mantienen a mi lobo en alerta." - contestó. - " Pero puedo escucharlo si guardas silencio. Llevo toda mi vida entrenando para ello."
El contrario no respondió, en lugar de eso movió sus orejas y mantuvo sus patas completamente quietas para evitar cualquier posible rastro de ruido innecesario.
Taehyung le creía a Jungkook, sabía que su padre entrenaba a diario y eso probablemente se llevaba al siguiente nivel en un territorio que decidía enseñarle a luchar a los lobos desde que estos comenzaban a aullar. Así que definitivamente no tenía el más mínimo motivo para dudar de la seguramente buena capacidad auditiva del alfa sureño que ahora inclinaba la cabeza levemente en un intento por concentrarse en los sonidos más destacables, esos que podrían ayudarle a saber si el intruso se encontraba cerca todavía.
- " Creo que..." - sí, definitivamente había hojas moviéndose tras él. Y a pesar de que la brisa era ahora más notable que en la frontera del sur, todavía era muy poca como para hacerlas hojas crujir. Pudo notar el modo en el que las patas se apoyaban contra el suelo, tal vez a solo un par de centímetros de dónde ellos estaban. Concretamente... - "Está justo..."
- " ¡Jeon! "
Un parpadeo, a Taehyung no le llevó más que eso saltar hacia la zona en la que él había permanecido quieto para apartarlo con un escandaloso sonido que provocó que tanto el humano como el animal respondiesen con total obediencia. Había algo en los ojos del lobo norteño y el brillo del tatuaje de su cuello, que creaban un aspecto amenazante en una persona que generalmente se apartaba por completo de esa definición. Jungkook solo lloriqueó un instante al sentir una roca afilada lastimar su hocico debido a la caída inesperada que el empujón de Tae le había provocado.
Pero él pudo comprenderlo con facilidad cuando otro lobo de tamaño sobresalientemente mayor al de Kim se enfrentó a este con los dientes afilados mostrándose y la saliva resbalando de su boca en forma de ríos. Parecía... estar defendiendo algo.
Su pelaje era blanco, pero con un brillo menor que el de Taehyung debido a las continuas manchas de tierra y rastros de sangre desperdigados alrededor de sus patas. Parecía haber huído de alguna especie de pelea o batalla, su olor a ira y venganza era tal vez la única parte que lo convertía en amenaza a pesar del gran tamaño de este.
- " Si es un norteño, ¿dónde está el problema? " - Jungkook habló confundido, levantándose rápidamente del suelo contra el que había caído tras el fuerte choque de Taehyung. Caminó hasta colocarse a la derecha de este, manteniéndose tan solo la mitad de un paso por detrás del hijo de los Kim y enseñando sus dientes sin dejar caer la actitud defensiva.
Podía ser un aprendiz de guardián, pero era consciente de que no podría hacer mucho contra un lobo del tamaño al que ambos se estaban enfrentando. Sobre todo si tenía en cuenta que se encontraba lejos de sus montañas, no conocía los bosques del norte ni los peligros que estos pudiesen ocultar entre las frondosas ramas de sus árboles coloridos.
- " No es un norteño. No al menos uno que forme parte del clan Yook. " - Taehyung volvió a gruñir. Todavía sin mostrarle los dientes al contrario, pero sin osar apartar la mirada de este ni por un solo instante. Manteniendo la calma a su propia manera pero nunca bajando la guardía. - "No lleva su marca de nacimiento. En el clan Yook no hay desertores, porque somos un pueblo que decide en manada. Un desertor no tendría sentido a no ser que tal persona quiera obtener el dominio sobre el líder o busque lastimar a nuestra gente. Las marcas de nacimiento son algo que se considera un honor, significan que eres alguien y que vales para algo. El hecho de no portarlas es más un acto de humillación que una decisión racional. Ni siquiera las personas que le han quitado el apoyo a Yook Sungjae han dejado de llevar a sus hijos a las ceremonias en las que se le aportan sus primeros tatuajes. Marcan nuestro inicio como lobos y la conexión entre nuestras vidas, la naturaleza y la luna. Son más importantes de lo que nunca llegarás a entender. "
Y el olor. Ese asqueroso hedor a rabia y venganza que estaba haciendo que el lobo de Jungkook se retorciese ante la necesidad de mostrarse a la defensiva con la figura de un alfa amenazante. Sin importar que aquel no fuera su territorio.
- " ¿Qué quieres hacer con él entonces? ¿No eres tú quien presume siempre sobre el modo en el que los Yook solucionais los problemas sin luchar? "
- " No es el momento para pelear acerca de cuál de las dos manadas tiene métodos más efectivos. " - Taehyung volvió a gruñir, dando un paso hacia delante mientras trataba de imponerse por completo ante el alfa contrario. - " Un Yook no pelea por el simple hecho de lastimar, pero sabe cuando usar la fuerza de su lobo para defender su propia vida. "
Aquello fue suficiente, porque el lobo contrario pareció entender las intenciones de Taehyung y dió un paso adelante hasta hacer su cabeza chocar contra la del hijo de los Kim como lo harían un par de alces a punto de iniciar una pelea por el liderazgo. Todavía sin atacar del todo, a pesar de su clara intención de hacer valer su poder por encima del otro. Taehyung no movió ni un solo centímetro sus patas mientras empujaba en respuesta.
Jungkook se sentía casi inútil sabiendo que no debía intervenir en un asunto que claramente no era de su competencia, pero también siendo consciente de que la fuerza que emanaba el alfa norteño significaba que ni siquiera era necesario.
" Mantente varios pasos por detrás de mí si no quieres acabar con una cicatriz en tu bonita cara, Jeon. " - Taehyung ladró antes de saltar sobre el enorme lobo blanco que lo enfrentaba, de nuevo sin una clara intención de atacar pero sí buscando hacer retroceder a su rival. Sus movimientos fueron rápidos y precisos, en un intento por mostrar el poder ante un alfa claramente más grande pero también mucho más deteriorado y delgado. - " No hagas que tenga que atenderte a tí también Jungkook, deja que me ocupe de esto. Es mi hogar, el norte es cosa mía. Aquí no importa tu futuro rango como guardián altiorem o las técnicas de lucha que te han transmitido."
Jungkook obedeció, incluso si Taehyung no estaba usando una voz de mando sino una clara petición. Lo mejor que podía hacer para ayudarle era mantenerse quieto o salir en busca de ayuda, pero la frontera se encontraba lejos y sus sentidos no lograban hallar la forma de regresar hasta ella.
Entonces escuchó un alarido y los dos lobos volvieron a ponerse de pie, enfrentando miradas todavía sin lanzarse a morder o pelear.
- " ¿Qué has venido a buscar? " - esta vez la voz del hijo de los Kim fue mucho más gruesa mientras trataba de obtener una respuesta por parte del lobo blanco de mayor tamaño.
- " No te incumbe. " - y la voz de aquel alfa sonó rasposa en su cabeza, mas no tan profunda e intensa como la del hijo de los Kim. - "Deja que siga mi camino y no habrá consecuencia alguna. No pretendo lastimar a nadie. "
Jeon era un apellido importante, algo que indicaba que el alfa que portaba esa palabra en su nombre sería un lobo fuerte e indomable. Jungkook había crecido de ese modo, conociendo su enorme fortaleza y sintiendo orgullo del hecho de que muy pocos alfas en su territorio lograsen atreverse a mirarlo directamente a los ojos.
" ¡Vete! " - la voz de mando de Kim Taehyung sonó con el suficiente estruendo como para que las propias patas de Jungkook pretendiesen iniciar una carrera, a pesar de que el alfa norteño ni siquiera se estaba dirigiendo hacia él. - " Vete, pero si lastimas a mi gente puedes estar seguro de que no se te perdonará. "
Como humano Jungkook era ágil, atlético y su cuerpo entrenado podía soportar los golpes más dolorosos o carreras más rápidas. De la misma manera, como lobo se había acostumbrado a ser parte de la mejor casta. Su animal interior estaba repleto de fuerza y magnitud.
Con todo eso no pudo evitar bajar las orejas hacia Kim Taehyung. El hijo de Namjoon era mucho más grande que él en cuestiones de tamaño y definitivamente bastante más llamativo en lo que concernía al olor, así que trató de decirse a sí mismo que ese también era el motivo por el que en los instantes que este usaba la voz de mando él parecía querer obedecer aún siendo un alfa entrenado y fuerte. El intenso aroma que Taehyung estaba dejando escapar para ahuyentar al intruso le hacía querer esconder la cola entre sus piernas o tumbarse sobre el suelo con la barriga expuesta. Era humillante, para un Jeon tenía que serlo... Incluso si en el fondo para el animal salvaje que lo completaba como lobo parecía sentirse sencillamente correcto.
Un gruñido fue suficiente. Taehyung no estaba ejerciendo la voz de mando para él, en realidad este parecía dirigirla hacia quien quiera que fuese el lobo que había osado entrar en un sitio que este consideraba su hogar, una parte de la montaña que debía permanecer intocable para aquellos que pretendiesen dañar a los norteños. Sin embargo a Jungkook estaba costándole mucho el simple hecho de mostrarse como un Jeon debería hacerlo. Maldita sea, ni siquiera podía dar un paso adelante ahora. Pronto se convertiría en un guardián pero estaba olisqueando con vehemencia la esencia alfa de Taehyung mientras permitía que el gran lobo de este lo protegiese de cualquier posible peligro.
Y en ese instante supo que quizás estaba un poco perdido. Él no era un delta, no quería serlo sin importar lo que la gente del otro lado de la montaña se estuviera empeñando en contar acerca de estos. Toda su familia lo repudiaría si decidía exponer su cuello ante otro alfa.
Sin embargo, y con todo, Kim Taehyung portaba una esencia tan deliciosa que lograba que hasta la más pequeña parte de su cuerpo cosquilleara. Esa era la única explicación a la inclinación de cabeza que inevitablemente le dedicó cuando Kim se giró hacia él tras dejar ir al gran alfa blanco. Estaba mostrando su respeto, con las orejas caídas y el corazón a punto de desbocarse.
Y si Taehyung hubiese dedicado un solo instante más a lamer la herida de su hocico del modo en el que lo hizo durante un par de segundos, Jeon Jungkook probablemente le habría mostrado la panza esperando una respuesta interesada del otro lobo hacia él.
- " Supongo que te he lastimado al tratar de apartarte del camino de ese alfa. Volvamos al poblado para recoger algunas plantas con prisa, necesito informar a mi padre sobre esto lo antes posible."
Taehyung suspiró, percibiendo el mal estado de su ropa antes de agacharse para alcanzar la llave de su casa que había dejado caer antes de salir en busca del alfa intruso con olor amenazante. Por norma general habría pensado mucho mejor las cosas, pero aquel hedor repleto de ira fue tan impactante que no pudo evitar tomar la decisión de defender su territorio.
-Vamos. Todavía tengo ropa en la habitación que solía usar. - volver a hablar en voz alta casi le resultó extraño después de haberse pasado la última hora en su forma lobuna. Con Jungkook metido en su cabeza y siguiendo cada uno de sus pasos.
El lobo sureño imitó el gesto del contrario, suspirando también mientras comprobaba que no había ni una sola pieza de su ropa que no estuviese hecha jirones. No sabía todavía lo que le había pasado o el motivo por el cuál su lobo había reaccionado de una forma tan vergonzosa a la fuerza del alfa de Kim Taehyung, pero quería mantener el recuerdo lejos de su cuerpo ahora que había vuelto a su forma humana.
Acarició con una de sus manos la tierra limpia del suelo que rodeaba la casa de los Kim y se permitió olfatear el aire concentrándose en la madera de los abedules, tratando de alejar sus pensamientos del continuo aroma de Taehyung.
-¿Se ha curado tu herida?
Kim parecía actuar con bastante naturalidad, como si el detalle de él inclinándose para mostrarle respeto fuese algo sin importancia. Y quizás lo era para un lobo que estaba acostumbrado a ver la manera en que los deltas se tornaban sumisos, pero para un Jeon a quién siempre le habían indicado que el deber de un alfa era mostrarse fuerte e infranqueable... La sola idea de mostrar sumisión o respeto hacia alguien que no fuera líder de su clan, era simplemente escalofriante.
Por eso no respondió a la pregunta del hijo de los Kim. Estaba tan perdido en sus propios pensamientos que ni siquiera notó que estaba siguiendo al contrario a través de la gran casa de madera, no al menos hasta que Taehyung frenó de un momento a otro y él terminó chocando contra la espalda de este.
Una vez más.
-Tu olor me está empezando a ahogar. ¿A qué se debe esa angustia? - Taehyung se giró, sus manos dudaron entre si la idea de tocar a Jeon era buena o mala, teniendo en cuenta el aspecto castigado del contrario. - ¿Qué ocurre?
-Mmm...
Jungkook alzó la mirada para encontrarse con los ojos de Taehyung sobre los suyos propios. Entonces decidió que tal vez era una tontería, que todo tenía que encontrarse ligado al hecho de que el lobo de ese chico era bastante más fuerte que el suyo y los olores de un territorio desconocido alteraban las capacidades de su lobo.
Quizás era normal, tal vez su naturaleza lo había hecho mostrar respeto ante un alfa de mayor tamaño.
-No es nada. Solo quiero volver al sur, los olores del norte me están afectando negativamente.
Taehyung no peleó en esa ocasión, tampoco mencionó que a él lo mareaban los olores del sur y especialmente ese que portaba siempre consigo Jeon Jungkook. Porque a pesar de que el aroma se le antojaba delicioso, también había comenzado a surgir con una magnitud exagerada. Parecía rodearlo a cada instante, como si el contrario buscase marcarlo con su olor sin tan siquiera percibirlo.
Se tomó unos segundos antes de contestar, notando la mirada perdida de Jungkook y el cuerpo temblequeante de este tras los sucesos que habían tenido lugar una media hora atrás. ¿Podía quizás deberse a la muestra de respeto que le había dedicado el contrario? Aquello era algo completamente normal entre los lobos norteños, el respeto existía en y hacia cada una de las facciones de su manada pero no estaba seguro de lo que podría significar para un sureño al que se le enseñaba que la figura de alfa debía ser constantemente superior e indudablemente intocable.
-Pues tendrás que sufrir un poco más. - señaló, sin saber realmente cómo reaccionar al detalle de que los ojos de Jungkook parecían querer evitar su mirada confundida y curiosa. - Me temo que mi ropa tendrá mi olor, es eso o que vuelvas en tu forma lobuna. Pero teniendo en cuenta que nos hemos pasado una hora entera corriendo a través del bosque, creo que unos minutos de descanso son francamente necesarios.
El lobo sureño asintió, con su boca cerrada y los ojos barriendo por un instante el pasillo que estaban atravesando para llegar a lo que parecía la antigua habitación de Taehyung. Jungkook pudo ver una enorme ventana, cuadros y plantas colgadas del techo en macetas de barro. También logró distinguir lo que parecía una guitarra guardada en su funda negra y algunos lápices de colores desperdigados sobre un despacho de madera clara.
-¿Odias a los omegas o algo así? - estaba atacando porque se sentía confundido. Era absurdo, era un movimiento idiota y suicida, pero sencillamente no sabía qué hacer con esa extraña sensación que seguía burbujeando en su cuello mientras veía la espalda tatuada de Taehyung y percibía la manera en la que este comenzaba a vestirse tras obtener algunas prendas de ropa del armario que desprendía su aroma natural por todos lados. Era tan intenso que Kook sintió la necesidad de taparse la nariz, no olía mal y aquello lo asustaba. Sentía que podía percibir el sabor de la piel del alfa norteño tan solo olisqueando el aire.
Jungkook se apoyó contra la pared de la entrada de la habitación en ese instante, luchando por mantener la distancia mientras su mirada repasaba una vez más la espalda de Kim a medida que este continuaba buscando una camiseta que le agradase. Sus ojos volaron inevitablemente por tercera vez consecutiva hacia aquellos tatuajes y se reprendió a sí mismo por sentir curiosidad nuevamente al respecto. Parecía nunca salir de ese inexplicable bucle, los dibujos atraían su atención y la historia que podría haber detrás de ellos despertaba su capricho por saber.
-¿En qué mundo tendría sentido que los odiase? - Taehyung no se giró, mas clavó sus ojos en Jungkook a través del espejo de la puerta central del armario. - No tengo nada en contra de ningún lobo, en mi manada los rangos son un mero formalismo. Una de las personas que más amo en esta vida es un omega. Argumentar que los odio como único recurso es cuánto menos absurdo Jeon. Creí que serías más listo pero solo eres un guardián simple, caminas en línea recta siempre que puedes en lugar de rodear la zona para disfrutar del paisaje.
Jungkook bufó apartando la mirada del espejo en el que el reflejo de Taehyung mostraba el pecho repleto de tinta del contrario. Sintiendo su nariz arder otra vez por el simple detalle de mirarlo.
-Tu padre también es un guardián y parece amar su trabajo. - respondió.
Taehyung solo dejó escapar una carcajada.
-Precisamente por eso detesto lo que supone ser un guardián. He tenido que soportar como uno de mis padres se iba mientras el otro aullaba adolorido durante días por miedo a recibir una notificación que le indicase que su pareja había muerto. Reconozco que el trabajo de un guardián es realmente importante, pero a estas alturas solo es necesario debido a la codicia de otros. ¿Acaso la tierra tiene dueño? - Taehyung se giró finalmente. Sus largos dedos abrochando los botones de aquella camisa de cuadros que casi se le antojaba brillante al alfa sureño. - Yo tenía un hogar, un lugar en el que mi lobo era feliz... pero me han apartado de todo eso porque dos familias han decidido unir territorios que de por sí la naturaleza ha puesto en la misma montaña. Resulta absurdo en mi mente dividir lo que es una unidad.
Jungkook observó a Taehyung en silencio, en ocasiones se encontraba a sí mismo disfrutando de las palabras del otro. Kim tenía un modo de pensar distinto al suyo, sus afirmaciones hacían tambalear todo lo que le habían enseñado durante años pero se estaba obligando a pensar que solo se trataba de algo nuevo, una novedad en su rutina. Alguien de una manada distinta, con ideas soñadoras e inútiles.
-Cuando hablas de tus padres suena como si realmente se amasen a pesar de ser delt...
-Te dije que esa palabra para nosotros es solo un insulto. No existen los deltas, el olor de un alfa no cambia cuando encuentra su pareja en otro alfa. Su olor cambia cuando su manada lo acorrala hasta causarle depresión. Entonces empieza a oler como un muerto porque sólo encuentra en su interior ganas de morir. - Taehyung se giró por completo y dio un paso hacia delante. - ¿Mis padres huelen como un muerto?
-Eucalipto y Cereza. - admitió Jungkook. Los padres de Taehyung eran deltas pero ciertamente no olían como estos.
-¿Y yo? ¿A qué huelo?
Jungkook se tambaleó cuando Taehyung lo jalo de la cintura sin ningún tipo de delicadeza ni dificultad. Una de las manos de Kim se posó contra su nuca y lo guío hacia su cuello, la fuente de olor. Y si su nariz había ardido en la distancia, ahora definitivamente pudo notar que sus piernas se tambaleaban en consecuencia de la cercanía.
-Taehyung... - susurró Jungkook. Aquel olor estaba mareandolo por completo, era demasiado fuerte y atractivo. Cada vez que se atrevía a olisquearlo sentía que sus dientes brotaban de forma inevitable y su lobo se removía por la necesidad de marcarlo. Del modo exacto en el que no debería sucederle cuando estaba enfrentando a un delta y no a un omega o beta. - Hueles como... el bosque. El laurel mojado por las primeras lluvias, acacias y magnolias floreciendo. Como las frambuesas, moras y los arándanos.
Jungkook dejó caer su frente contra el hombro del alfa sintiendo nuevamente como la sensación de mareo lo rodeaba. Eran demasiados olores para un alfa. Jeon sabía eso, pero la realidad era que Taehyung olía como su bosque, ese que casi estaba extinto tras los incendios y el exceso de explotación de madera. Todo lo que implicaba la naturaleza que un día Jungkook conoció, Kim lo llevaba impregnado en su ADN gracias a los genes que su padre sureño le había transmitido. Pero también estaban presentes esos aromas dulzones del norte de los que le habían hablado en multitud de ocasiones.
Era... demasiado en infinidad de aspectos.
-Pero tú te atreves a llamarme delta. Mi olor proviene de mi hogar y mi legado familiar, no de la persona con la que decido meterme en la cama. - la voz de Taehyung era gruesa. Él también estaba sintiendo el olor de Jungkook, la esencia de este emanaba con fuerza de su cuerpo y cubría la habitación luchando con la suya propia.
-Es... lo que yo he aprendido. Un alfa sumiso hacia otro alfa solo es un inútil, un delta.
Taehyung suspiró antes de apartarse.
-¿Necesito dejar que un alfa me embarace para que empieces a abrir tus ojos? ¿Un cachorro de dos alfas te ayudaría a ver con más claridad que entre miembros de la misma clase puede existir el amor real sin importar que estos sean dos alfas? - bromeó, tirándole algunas prendas de su ropa a Jungkook mientras retrocedía de nuevo hacia el armario.
Aquello enfadó de sobremanera al lobo de Jeon. Lo sintió aullar nervioso en su interior y no lograba entender el motivo. Taehyung podía hacer lo que quisiera, era obvio que solo estaba usando una hipérbole.
-No digas tonterías Taehyung, ni siquiera has tenido tu ceremonia de mayoría de edad. ¿Cuándo cumples veintiuno?
Taehyung asintió.
-En diciembre. - contestó. - Mis padres son adultos y yo pronto tendré un hermano si todo va bien, ahora que hay paz entre los territorios ellos quieren intentarlo. Espero que cuando nazca te ayude a ver la realidad. Dos alfas pueden amarse y formar una familia tan válida como la de cualquier otra pareja de lobos.
Jungkook abrió los ojos sorprendido. Aquello era imposible, él estaba seguro de que los Kim habían adoptado a Taehyung a pesar de las claras evidencias que le demostraban lo contrario. Era imposible que dos alfas lograsen concebir, por mucho que Tae se empeñase en crear sus propias ilusiones. Incluso si el olor de los dos miembros de la familia Kim ahora formaba parte del alfa ante sus ojos, ese hecho podría deberse a una gran cantidad de años conviviendo juntos.
Tenía que haber alguna otra explicación... Jungkook todavía intentaba convencerse de aquello.
-Eso es imposible. - dijo. Su cuerpo aún afectado por el olor de Kim.
-No. Lo único imposible es que todavía existan personas como tú.
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Hiii!!!
Nuevo miércoles y nuevo capítulo. Las 0:49 en España concretamente.
Sé que este capítulo es un poco más corto que los demás pero me he resfriado y no encontraba las ganas de sentarme frente el ordenador para ampliarlo.
Espero que os haya gustado de todos modos.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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