|CAPÍTULO 45|
Un mes después...
Aquí abajo les dejo la canción que me inspiró a las escribir este capítulo, solo escuchenla y lo entenderán todo
———————————————————————
OMNISCIENTE
Nadie puede saber lo que significa la luna para Cristián y Mía, no es la típica cursilería de: “Te bajaré la luna y las estrellas”, no, ella no necesitaba quien bajara la luna a sus pies, ella podía bajarla sola y el lo sabía, y por eso la idolatraba, porque era única y especial, distinta a las mujeres de aquella época, el suponía que su amada había nacido en la década equivocada y ella estaba segura de ello… Todas las noches, en aquellos momentos de soledad y silencio, admiraban el cielo y se perdían en esa esfera grande y brillante con la esperanza de poderse encontrar en su reflejo, incluso, en algunas ocasiones solían hablarle a la luna, tomándola como una paloma mensajera para que transmitiera el mensaje del otro— Los días pasaron— Y a pesar de que ya no estaba aquella única conexión que los unia, la distancia y la evidente falta de contacto, ellos seguían sintiéndose uno al lado del otro, seguían teniendo una conexión más haya de lo que se debía, ellos se amaban y lo sabían y se sentías felices de no tener aquella marca porque así todo le aseguro que lo suyo era real y trascendía de lo habitual.
Aquellas almas poco afortunadas que compartían un amor marcado por la tristeza y el odio sufrían al no poder tocarse, aún así sabían que los esto era por una razón, un medio justificado. La agonía de Mía iba más haya de lo físico, su espíritu agonizaba lentamente al lado de Vincent, todas las noches soportaba que la tocará, incluso el tener que tocarlo a el para darle en el gusto y lograr que la dejara en paz, aunque esto tenía grandes recompensas, ella pudo averiguar todo antes de lo planeado, el cazador tenía un gran ejército y mucho poder, sobre todo económico, secuestraba brujas, lobas y vampiras, no pasaban de ser niñas y adolecentes, la carne joven, su esencia de vida, eso lo fortalecía y lo aprovecho al instante, no le importaba la tortura y el sacrificio de vidas inocentes, solo le interesaba ser más fuerte y lo gozaba, tenía grandes planes para Cristián, el no pensaba asesinarlo rápidamente, quería que sufriera, incluso más de lo que ya había sufrido al quitarle a Mía, el quería hacer de la muerte de Cristián una verdadera agonía, aunque no contaba con una cosa, el hecho de que su prometida, la mujer que amaba y en la cual confía ciegamente le otorgaba información valiosa a James, los lobos, los vampiros, los brujos he incluso los humanos se habían unido a la causa, todos lucharían por la paz y la muerte del tirano que los estaba amenazando, ellos podrían lograrlo, tenían un ataque preparado y guardaban esperanzas de que funcionará.
Por otro lado, Cristián se mantenía lejos de Mía, no porque quería, si no porque debía hacerlo, no hablaba con ella, ni siquiera una carta, aunque el tenía una sorpresa para ella, una que podría cambiar todo y podría ocasionar un destino distinto para ellos, aunque el no contaba con que ella se lamentaba en silencio porque también tenía una sorpresa para el, una gran noticia, que al igual que la suya, podría cambiarlo todo o destruirlo al instante.
Mía luchaba y junto a su amigo, Jayden, se sentía segura, el como cazador debía estar en la guardia de Vincent, como amigo de su prometida, ganó su confianza, aunque por los evidentes y obsesivos celos que sentía, cuando estaban juntos, solía hacer lo posible para mantenerlo lejos de Mía.
La historia de los amores frustrados vienen desde tiempos inmemorables, las almas que sufrieron y no pudieron amarse en vidas pasadas, solían volver en reencarnaciones de vidas futuras para darse una segunda oportunidad… Quizá y como lo había escrito Cristián en uno de sus poemas no era su tiempo, quizá no era ahora y tendrían que ser en otra vida…
MÍA
Mis manos tiemblan, sudo frío, mi corazón palpita con fuerza y mis ojos están llenos de lágrimas, corro hacia el baño de mujeres, entro y por suerte no ahí nadie, me acerco a uno de los lavabos y doy el agua, mojo mi rostro más de tres veces y suspiro.
»Son seis semanas y media Mía, ya no se puede interrumpir«
Yo no quiero interrumpir nada, es mío, el es solo mío.
»Son varios los factores Mía, aún eres muy joven y no estás casada, pero es tu decisión, a fin de cuentas, el embarazo ya pasó el tiempo permitido para una interrupción«
Cierro la llave del agua y miro mi reflejo en el espejo, yo lo sabía, al menos tenía una sospecha, estoy embarazada, voy a ser mamá, por todos los problemas que había tenido y desde que murieron mis padres me olvidé de mis controles, no me importa ser mamá a esta edad, fue mi responsabilidad no la del bebé, aunque algo que me perturba y que no me permite ser feliz ni disfrutar la noticia es que las fechas no concuerdan con nada, primero Vincent y luego Cristián, una diferencia de un par de días y son seis semanas, y media… Suspiro y vuelvo a llorar, me siento avergonzada, de alguna forma lo que sucedió fue mi culpa, yo estaba distraída, no pude cuidarme y me aleje de mis amigos, este bebé puede ser de Vincent o de Cristián y aunque mis esperanzas están en que su padre sea mi lobo feroz, puede que sea el maldito cazador.
No voy a negarlo, me destruiría que este niño fuera el producto de aquella violación pero no lo culparía por eso, es mi hijo, es parte de mi y lo amo, ya lo amo y lo voy a seguir haciendo, si ese fuera el caso, haría lo posible para que Vincent no se enterará, no vale la pena, un hombre así no merece nada, mi hijo sería mío y solo mío, ni siquiera Cristián podría opinar algo, se que el no lo aceptaría, dañaría su orgullo y su reputación, en estos tiempos es mal visto que un hombre este con una mujer que tiene un hijo de otro y no estoy dispuesta a exponer a mi bebé a ese tipo de humillaciones, si Vincent resulta ser su padre, mi niño será solo mío. Aunque optando por la opción de Cristián también sería muy complicado, en la situación en la que estamos todo se ve imposible y se que el niño correría peligro estando Vincent vivo, el se volvería loco, más loco de lo que ya está y sin dudar se que puede lastimarlo, además está esa herida que tiene Cristián en la pierna, lo debilita y aún no consigo arreglarlo pero no sé lo escondería, definitivamente le haría saber que será padre y en otras circunstancias hasta le hubiera permitido verlo pero ahora no se puede, ¡Ni siquiera se quién de los dos es el padre, demonios!
Vuelvo a mojar mi cara, me seco y salgo del baño, recorro los pasillos del hospital en busca de la salida, es increíble, hoy en la tarde me voy a casar y lo primero que hice fue venir aquí, por supuesto que Vincent no lo sabe y no me preocupo, confía ciegamente en mi, ese es el único error que a cometido— Abandono el hospital— Salgo a la parada de autobuses para esperar un taxi, es ahí cuando un auto negro y grande se estaciona frente a mi, la puerta de atrás se abre y me paralizó al ver a Cristián bajando del enfundado en un traje negro el cual lo hacía verse muy guapo, aunque tenía ojeras evidentes y una barba de unas cuantas semanas, a pesar de un aspecto demacrado, seguía siendo hermoso, ¿Cómo lo lograba? Sin decir nada, se acercó a mi con rapidez y me abrazo a su pecho, no pude responderle, el no tiene que estar aquí, ¿Por qué está aquí? ¿Cómo me encontró? Definitivamente tengo una suerte de mierda, no es que no me guste verlo, me hace feliz, sin embargo no es la ocasión, no después de salir del hospital con los exámenes de mi embarazo en el bolso.
—Te extrañe tanto mi pequeña rubia— Se separa de mi, toma mi rostro entre sus manos y me sonríe— ¿Qué pasa? ¿No estás feliz?— Pregunta he iba a responderle cuando frunce el ceño y me suelta para alejarse como si estuviera asustado.
El lo había oído, el ya lo sabe…
— Cristián yo...— Mordí mi labio inferior, las lágrimas empañaban mis ojos y las ganas de llorar sobraban.
— ¿Por qué dentro de ti palpitan dos corazones?— Pregunta apuntándome con el dedo— Estás…— Resopla— Estás embarazada— No lo pregunta, lo afirma.
Saco los exámenes de mi bolso y se los doy, este un poco desconfiado los toma y comienza a leerlos, bueno, al parecer las cosas tenían que ser así, hubiese tenido el valor de contarle por una llamada o una carta, pero cara a cara no, ¿Cómo le diría? »Cristián, Vincent me violó, no te lo conté antes, a nadie mejor dicho porque me daba vergüenza y aún me da vergüenza, luego me acosté contigo, no me estaba cuidando desde la muerte de mis padres, falte a los controles así que no se quién es el papá porque las fechas tampoco coinciden« ¡Rayos! Suena horrible.
— Iba a decírtelo— Digo sintiendo mis mejillas húmedas— De verdad, yo lo iba a hacer, me sorprendiste Cristián, así no me lo imaginé— Digo cuando termina de leer, levanta la vista y la conecta con la mía, ¡Dios! Sus ojos, sus ojos negros están llenos de lágrimas…
***
Estamos en el parque cerca del hospital, ambos sentados en una banquita, el chófer que manejaba el auto en el cual venía se estacionó cerca y ambos quedamos en silencio admirando como los niños jugaban y correteaban de un lado a otro, familias felices, parejas jóvenes, esto era como un mal chiste, el destino se estaba burlando de mí. No nos hemos dirigido ni una sola palabra desde que Cristián leyó los exámenes y todo este silencio me tenía en suspenso.
— Di algo al menos…— Dije sin mirarlo, la verdad no me atrevía a hacerlo.
— Estoy sorprendido, en shock, no me lo esperaba— Sus manos me tocan y me hacen girar para verlo— Estoy feliz pero tengo miedo, estás viviendo bajo el mismo techo que ese enfermo, no quiero que te haga daño, que les haga daño— Se corrigió— Voy ser papá— Esto último me terminó de romper el corazón.
— Lo siento Cristián— Alejo sus manos de mi cuerpo y mis ojos vuelven a llenarse de lágrimas— Pero no puedo dejar que te ilusiones antes de tiempo, llámame cobarde pero pensaba contarte esto por una carta o por llamada, no así, así no tendría el valor, es más, ni siquiera sé cómo lo estoy haciendo ahora— Suspiro— Esto es muy difícil para mí, desde que murieron mis padres perdí el norte, sabía lo que debía hacer así seguí estudiando pero bebía todos los días y comencé a ir de fiesta todos los fines de semana junto a mis amigos, de algún modo es mi culpa, solía emborracharme hasta perder las ideas— Limpio mis lágrimas aunque sigo derramando más— Una noche antes de saber sobre la muerte de Gema, salí de fiesta, bebimos mucho y cuando salimos alguien me atrapó, reconocí el olor de Vincent pero no pude hacer nada, había puesto un pañuelo en mi nariz empapado de algo con un aroma demasiado fuerte, me habían drogado— Baje la mirada, esto es difícil— Me llevaron a mi departamento a la fuerza, lo rompieron todo y cuando recuperé la conciencia tenía a un hombre sobre mi, no le pude ver el rostro porque todo estaba oscuro aunque algo en mi interior me gritaba que era el maldito cazador, el abuso de mi— Me tomo un minuto para respirar, el llanto no me dejó seguir hablando— Luego confirme que Vincent me había violado— Levanto la cabeza y miro a Cristián, sus ojos están fijos en los míos— Yo perdí mis controles con la ginecóloga, me olvidé de tomar los anticonceptivos por estar concentrada en mi carrera y hundida en el alcohol— Niego con la cabeza— Después de unos días me acosté contigo y ahora tengo seis semanas y media de embarazo, las fechas no coinciden y no sé si el padre eres tú o es Vincent— Rompo en llanto y volví a bajar la mirada.
Pasaron breves minutos y paso lo que menos esperaba que sucediera, Cristián me abrazo, me pegó a su pecho con fuerza y aspiro el aroma de mi cabello, el me estaba dando contención, mi llanto broto desde lo más profundo de mi alma, necesitaba esto, de verdad lo necesitaba, lo rodee con mis brazos y escondí la cabeza en su pecho, su exquisito aroma inundó mis fosas nasales, ¡Dios santo! Cómo necesitaba a mi lobo feroz.
— Tengo ganas de mandar el plan a la mierda he ir a matarlo ahora, pero se que no se puede y estoy odiando controlarme así, de verdad me está costando trabajo— Comenzó a decir y apoyo su mentón en mi cabeza— Mía yo te amo, con marca, sin marca, aunque no hubieses sido mi mate, te hubiera seguido amando, eres mi vida entera pequeña rubia— Besa mi cabeza, se separa un poco de mi y vuelve a tomar mi rostro entre sus manos, con sus pulgares limpia mis lágrimas y besa mi frente— Tienes que tener algo claro, tú no tienes la culpa de nada, ninguna mujer tiene porqué sentirse culpable por lo que le hizo un enfermo como Vincent, es más, ninguna chica debería temer de salir a divertirse con sus amigos de noche, eres joven Mía, estabas en todo tu derecho, no debes sentirte culpable— Acaricia mis mejillas— ¿Y sabes algo más? No me importaría si ese niño que esperas resulta ser hijo de Vincent, si me lo permites, lo amaría y lo criaría como si fuera mío, mi hijo, porque es parte de ti y algo que venga de ti mi pequeña rubia, jamás sería malo…
°°°
Hola:
Primero que nada, en este capítulo quiero recalcar una triste realidad que hasta el día de hoy sigue ocurriendo. Ninguna mujer debe sentirse culpable o tener vergüenza cuando pasa por una situación similar a esta, son esta clase de tipos (no generalizó a todos los hombres porque no todos son iguales) Más bien estos bastardos enfermos son los que deberían sentir culpa y vergüenza. En este libro la situación de Mía es aún más complicada, la mujer era juzgada en aquellas épocas de una forma baja y humillante, más aún cuando resultaban embarazadas, ningún hombre las aceptaba, era muy difícil y bastante perjudicial en la sociedad de esos años, hasta los médicos preguntaban si querían interrumpir un embarazo cuando se era madre soltera por la razón que sea.
Ahora vuelvo y repito, las mujeres no debemos sentir culpa de nada, tampoco deberíamos sentir miedo de salir a la calle sola, sea de noche o de día, no es normal que tengamos que vivir con miedo de que un día un tipo enfermo llegué, nos golpee, los viole, nos secuestre o nos asesinen, esto debe parar, en mi país la cifra de femicidios a aumentado mucho, como los secuestros y la desaparición de mujeres (Chile) se que en otros países es igual y quizá peor, creo que México tenía una cifra más grande y eso duele, duele ver la cantidad de nombres de mujeres que han muerto a manos de un enfermo, que han sudo violas o secuestradas, todas debemos estar unidas y en situaciones como estás debemos apoyarnos entre nosotras💜
Regresando a la novela, ¿Que tal les pareció la actitud de Cristián? ¿Se lo esperaban? Un beso😘 las amo😍 bye✌️
Pd: Les contaré una situación de acoso callejero que viví a contexto con la temática del capítulo (cualquiera que quiera hacerlo deje su comentario aquí, a todas les responderé apoyándolas y espero que las demás también hagan lo mismo con las otras lectoras) Bueno, para las que viven en Chile, como ya saben, hace un calor enorme, al menos en mi ciudad es así (Santiago) Y ayer salí al mall (centro comercial) por unos artículos de primera necesidad obviamente con todas las medidas de protección sanitaria, el punto es que fui en transporte público y yo estaba usando un vestido, no tenía un escote provocador, no era ajustado ni muy corto para tan siquiera provocar a alguien (como he visto algunas veces que dicen que las mujeres tenemos la culpa por vestirnos de una manera provocativa) el vestido era ideal para un clima caluroso, muy fresco y a penas me subí ví a unos chicos sentados al fondo (eran tres) no deberían ser un par de años mayor que yo, así que en cuanto me vieron comenzaron a mirarme mucho, se reían fuerte y se decían cosas, me apuntaban incluso y eso me hizo sentir incómoda, así que opte por sentarme en cualquier lado (aunque todo estaba casi lleno) luego me baje cuando llegue a mi destino y ellos también se bajaron, iban al mismo lugar que yo o eso quiero imaginarme, la cosa es que uno de ellos paso por detrás de mi y me dijo cosas asquerosas y los demás pasaron por mi otro lado y se rieron, me tuve que ir por otro lado pero otro de ellos me siguió así que me acerque a un puesto pequeñito dónde vendían cosas para comer y beber (dulces, galletas, bebidas, etc) Compre algo y ese tipo me dio un agarrón en el culo, obviamente los insulte, a el y a sus amigos y les grité y todos los que pasaban por ahí se enteraron, incluso iban a llamar a carabineros y no tuvieron nada más que hacer que irse y dejarme sola. Por suerte una familia (una señora, su esposo y sus dos hijos pequeños) se ofrecieron a acompañarme para que no estuviera sola y pudiera comprar lo que me hacía falta.
Fue aterrador, tenía mucho miedo y llore, me dió un ataque de ansiedad, fue horrible y no lograba entender porque habían hombres con una mentalidad tan enferma como esa, ¿Eso les pareció unos piropos? ¿Un coqueteo normal? ¿Acaso yo llamé su atención? ¿O yo tuve la culpa por traer vestido cuando hace tanta calor? Me llegue a preguntar si debía cubrirme entera para salir incluso con el sol pegando tan ardiente pero pronto entendí que no es así, ese tipo de personajes están mal, están muy mal y yo comprendí que lo que había pasado no era mi culpa.
RubiaApasionada♥️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro