
|CAPÍTULO 43|
"Tal vez fui yo, tal vez fuiste tú, tal vez fuimos nosotros, tal vez fue el resto, tal vez no fue nadie o tal vez no fue nuestro momento, si, tal vez no era ahora y quizá sea más adelante, no lo se, lo único que tengo claro es que te amo y te seguiré amando en otra vida, si es que existe una, si es que nosotros estábamos destinados a ser y nos volvemos a encontrar, lo único que te puedo asegurar es que te buscare, lo juro mi amor, voy a encontrarte, pues, si no logre amarte en esta vida, te amaré en la siguiente como es debido..."
-----------------
MÍA
No se exactamente lo que estoy haciendo, solo se que debo estar aquí, que debe ser así, el no puede luchar, no mientras siga teniendo esa herida y aunque su comportamiento anterior para con mi persona no haya sido de excelencia, no merece morir, no ahora, no así. Suspiro, hace frío, el viento es helado y me sigue pareciendo extraño porque no me afecta, sin duda alguna me tomara tiempo adaptarme a esto, golpeo un par de veces, esperaba que me abriera Nana Sofía o James, sin embargo el que salió a recibirme fue Cristián.
-Pequeña rubia...- Dijo al verme y sonreí de manera graciosa.
-¿Estabas buscando apodos para mi lobo feroz?- Alzó una ceja y ríe.
-Siempre estoy pensando en ti Mía- Se hace a un lado- Adelante, pasa.
Sin decir nada entró a su casa, Cristián cierra a mis espaldas y la mezcla de aromas es una armonía, no se porque estoy tomando tantos detalles de este lugar si lo conozco a la perfección, aunque ahí algo que no cuadra, Nana Sofía, James ni los niños están en casa.
-¿Dónde están todos?- Pregunto en cuanto nos adentramos al living.
-Fueron a ver a esa mujer que se ofreció para alimentar a los niños, así podrán dormir mejor- Explica y me siento en el sofá largo.
-No se porque James no lo hace, sería una excelente mamá, se lo había dicho- Digo cuando se sienta a mi lado y este ríe.
-¿Qué haces aquí Mía? Se supone que Vincent esta en el pueblo, esto es arriesgado.
-El sabe que vendría- Le confieso, aunque no todo, conociéndolo, jamás aceptara lo de la marca- Confía en mi.
-No entiendo mucho pero si estas aquí y así de tranquila esta bien, además, yo confío en tus decisiones- Dice y quiero reír, ni siquiera yo confío en ellas.
-Bien- Lo miro fijamente a los ojos- Estoy aquí porque mañana muy temprano me iré a Venecia, todo marcha según el plan- Le hago saber y miro a mi alrededor, el tocadiscos esta a un lado del mini-bar.
-¿Vienes a despedirte?- Pregunta y me pongo de pie para seguir en aquella dirección.
-Si- Buscó entre los discos hasta encontrar las melodías del gran Elvis y colocó mi canción favorita.
-¿Qué haces?- Dice Cristián divertido mientras se pone de pie.
-Baila conmigo lobo feroz- Sonrió y me acercó a el dando giros en la sala mientras lo escucho reír.
Cristián me atrapa entre sus brazos y comenzamos a bailar, la música nos envuelve por completo, nuestras miradas se conectan y mi subconsciente me repite que esto es lo único que necesito, que aquí es mi lugar seguro, que siempre a sido así.
-Pero no puedo evitar enamorarme de ti, ¿Debo quedarme? ¿Seria un pecado? Si no puedo evitar enamorarme de ti...- Cristián Donovan me estaba cantando, eso es nuevo, jamás lo había oído cantar y además, lo hace muy bien.
-¿Qué haces?- Sonrió divertida y enternecida.
-Soy muy talentoso ¿No?- Bromea como siempre demostrando su gran ego y vuelvo a reír negando con la cabeza- Ahora no sólo la recordaras por ser tu canción favorita, también lo harás porque yo te la dedicó a ti- Saca sus manos de mi cintura y con ellas toma mi rostro- A pesar de todo, a pesar de cuanto intente no hacerlo, Mía, mi pequeña rubia, yo no pude evitar terminar perdidamente enamorado de ti- Me besa y el tiempo se detiene...
***
Los muros que había puesto a mi alrededor se derrumbaron, solo con el, solo por el y no me arrepentía en lo absoluto, sabía que lo de nosotros no fue ni va a ser, aun así prefería disfrutar el ahora, este momento y no mancharlo con los pensamientos de la cruel realidad.
Ni siquiera me di cuenta cuando terminamos en su habitación, yo sobre el, en ropa interiorinterior
Intentando dominar al que siempre había sido el dominante y el cual ahora se estaba dejando guiar por mi, sus manos recorrían mi figura, sus labios se deslizaban por mi cuello y viajaban entre mis pechos haciéndome estremecer, mi cuerpo vibraba al contacto del suyo, lo ansiaba y lo necesitaba, lo extrañaba y se notaba.
Oh, Cristián, si tan solo supieras lo que has logrado hacer en mi, me cambiaste, abriste mis ojos, me hiciste ver a la mujer que era y el poder que podía tener sobre los hombres, el valor que permanecía escondido, lo mucho que he madurado, pero sobre todo me has enseñado el poder que tengo sobre tu corazón y los grandes estragos que puedo dejar en ti con solo una palabra o una acción, ¡Santo cielo! Pensé que la débil sería yo, pero todo el tiempo fuiste tú, solo tu y ahora quisiera preguntarte: ¿Cómo fuiste capas de hacerlo? ¿Por qué me concediste la capacidad de destruirte sin siquiera herirte físicamente? ¿Por qué fuiste tan inconsciente? Seguramente después de esto vas a arrepentirte.
Poco tiempo paso y terminamos sin ropa, su piel cálida contra la mía, sus manos grandes y fuertes tocando aquí y allá, exactamente donde debía ser, el conocía cada rincón de mi cuerpo a la perfección, sabía dónde debía tocar para causar grandes fuegos artificiales en mi bajo vientre, trate de mantener el control y el trato de otorgarlo pero nos conocíamos, a el le encantaba dominar y a mi, solo en su cama, solo por el, me encantaba ser dominada, su cuerpo se poso sobre el mío, sin poner todo de su peso, acarició mi rostro y sus ojos negros brillaron, y yo no podía creer que solo en ese abismo de oscuridad estaba dispuesta a perderme.
-¿Qué significa esto?- Pregunta temeroso de la respuesta. Significa tantas cosas Cristián... Quise decirle pero no pude.
-No tiene que significar nada, al menos por ahora tiene que ser así, ¿Bien lobo feroz?- Alce ambas cejas y este me sonrió.
-Esta bien, solo por ahora pequeña rubia- Volvió a besarme y entró en mi.
Mordí su labio interior y gemí con fuerza, solo Dios sabe cuanto lo necesitaba, siguió besándome, moviéndose dentro de mi, acariciándome y repitiendo lo mucho que me amaba, ambos nos volvimos uno y estaba segura que esta ocasión era distinta a las anteriores, no sólo porque podía ser la última, sino porque ahora sentí lo que mi madre me contó que sintió cuando supo que estaba enamorada de mi padre.
Mi corazón estaba ardiendo en llamas...
Paso el tiempo, todo término, Cristián como si fuera un niño pequeño se quedó dormido en mi pecho mientras acariciaba su cabeza, aproveche el tiempo que me quedaba para sentirlo un poco más, luego me levante y me vestí con cuidado para no despertarlo, me senté en la cama, junto a el, descansaba boca abajo, su mejilla estaba apoyada en la almohada y así parecía tan indefenso, acaricie otra vez su cabello, viaje por el contorno de su rostro y sonreí mientras mis ojos se llenaban de lágrimas, si algo me sirvió dormir a su lado por el tiempo que estuvimos juntos fue que tenía la costumbre de hablar dormido y ahora estaba soñando conmigo.
-Yo Mía Bremen te rechazo a ti Cristián Donovan como mi mate, también rechazo tu marca y todo lo que tenga que ver con esta conexión- Susurre sintiendo mis mejillas húmedas y me acerque a su oído- Dime que aceptas casarte conmigo lobo feroz- Me aparte cuando comenzó a removerse, no despertó pero sonrió.
-Aceptó mi pequeña rubia- Susurro girando su rostro hacia otro lado.
El lo había aceptado y ya estaba hecho, un dolor desgarrador me abrazo, fue demasiado y tuve que salir corriendo antes de que despertara, me perdí en la oscuridad de la noche, en las penumbras del bosque y grite con todas mis fuerzas, ya no había nada, ya no estaba, solo quemaba y me estaba esforzando por respirar.
-Tranquila Mía, se fuerte, lo estas liberando y así es mejor para todos...- Me dije a mi misma dándome aliento.
JAMES
Íbamos de regreso a casa en el auto, los niños iban atrás mientras que Nana Sofía estaba a mi lado, últimamente a sido un gran apoyo y no tendré palabras para agradecerle todo lo que a hecho por mi y mis hijos, ahora más que nunca la necesito a mi lado y ella lo sabe, aunque ahora a estado muy extrañada, parecía estar en otro lugar y cada vez que tenía tiempo libre hablaba en latín, sabía que estaba conjurando algo pero no sabía que y eso realmente me preocupaba.
- ¿Qué está pasando?- Pregunte sin poder contenerme más y Nana giro el rostro para verme.
- Estoy preocupada por lo que se vendrá para ustedes, sobre todo lo que se vendrá para Cristián y Mía, mis pobres niños- Negó con tristeza.
- Nana, ellos son las dos personas más fuertes y testarudas que conozco, nada malo les va a pasar y ganaremos, te lo aseguró- Suspiro, en realidad la guerra es algo que también me preocupaba, antes no hubiera sido un problema pero ahora tengo hijos y temo dejarlos solos.
- Eso espero, Vincent es muy fuerte, el primer cazador creado por la humanidad, quien diría que algo que ellos mismos hicieron ahora amenace con destruirlos- Vuelve a negar con la cabeza- Y dicen que nosotros somos los monstruos.
- Los seres humanos tienden a cometer errores, nosotros también, nadie en esta vida es perfecto y creo que el único pecado que cometieron fue el de creerse superior a Dios- Doy mi opinión y dobló antes de llegar a la casa de Cristián.
Ahí me he estado quedando últimamente, mi amigo esta solo y junto a Nana han sido de gran ayuda para mi, somos una familia, algo peculiar pero lo somos.
- Ese a sido el gran error del ser humano desde que pisaron la tierra- Dice Nana con sabiduría y justo en el momento en el que me estacionó fuera de la casa de Cristián- ¡Espera!- Grita y me alarmó, me giro para ver a los niños, se removieron pero siguen durmiendo- No, esto no puede ser, no puede ser- La mire, sus ojos estaban llenos de lágrimas.
- ¿Nana que pasa?- La tomó por los hombros- ¿Qué ocurre? Me asustas.
- Estos niños, ¿Qué hicieron?- Pone las manos en su boca y sigue llorando- Ya no ahí vuelta atrás, ya todo está sellado- Dice al sacar las manos de su boca, parece estar en otra dimensión, la suelto y frunzo el ceño, nada de lo que esta diciendo me gusta.
- ¿A que te refieres Nana? ¿Qué ocurre? Dímelo ya- Pedí desesperado.
- Antes no veía el futuro de Mía, ahora no veo el del Cristián- Llora- Ya no veo el futuro de ninguno de los dos James...
°°°
Hola:
Bueno, bueno, estos dos necesitaban su momento, ¿Que opinan? Espero les haya gustado.
Un beso😘 los amo😍 bye✌
Pd: la imagen en multimedia me identifica con ustedes XD
RubiaApasionada❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro