|CAPÍTULO 40|
Maratón 2/3...
MÍA
Cuando desperté Cristián ya no estaba, no es que me importe pero me pareció extraño, tal vez esperaba otra cosa, en fin, voy al baño, me lavo el rostro, la manos y mojó un poco mi cabello para que no se vea tan horrible, luego hago mis necesidades, ¡Dios! Estaba en paz hasta que James entra al baño abriendo la puerta de un golpe, me hizo dar un salto en mi lugar, maldita sea, no lo sentí, desperté idiota.
—¡Aaaah! ¡Mis ojos, mis hermosos ojos!— Se cubre la cara y frunzo el ceño— ¡Y que olor, por Dios! ¿Cómo una mujer pequeña puede expulsar algo con un aroma tan repugnante?
— Tu amigo siempre me decía que le gustaba mi olor— Bromeó mientras lo veo hacer arcadas— Vamos, no es para tanto y ya vete de aquí, ¿No te enseñaron a golpear antes de entrar a algún lado animal?— Le lanzo una toalla— ¡Vete!— Grito.
— Okey, okey, ya me iba a ir, moriré sofocado aquí— Sale con su mano libre extendida tocando las paredes para no darse con algo— Solo venía a buscar a Cristián, el no está por la casa— Cierra a sus espaldas.
¿Cristián no está? ¿Y a donde Diablos se fue? Mierda, terminare aquí y me iré a casa, necesito darme una ducha y cambiarme de ropa antes de que traigan a Gema. Media hora después de aquella perturbadora escena con James fui a mi casa, me duche y cambie de ropa, cuando regrese todos estaban en pie, recibiendo a la gente que venía a instalar el servicio funerario, aunque el ataúd con el cuerpo de Gema aún no llegaba he inesperadamente, Cristián ya estaba aquí.
— Acabo de hablar hace poco con los encargados de traer el cuerpo, ellos vienen en camino, estarán aquí dentro cinco minutos— Anuncia Cristián.
— No lo digas así— Todos me miran— No lo llames: “los encargados de traer el cuerpo”, solo di que Gema ya viene en camino, solo eso, ¿Okey?
— Oh, cariño…— Nana Sofía se acerca para intentar consolarme.
— No, no hace falta— La detengo de forma delicada— Solo no vuelvas a repetir eso Cristián— Lo miro fijamente— Para mi es raro, la conozco desde que puedo recordar, hemos sigo amigas durante toda la vida, era mi hermana y jamás voy a acostumbrarme a su ausencia— Mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas, no quería llorar delante de ellos.
— Si, lo siento Mía, tienes razón— Dice Cristián algo apenado.
Hago un ademán con la mano para restarle importancia, suspiro y controló mis ganas de llorar para acercarme a James, quien hablaba con Jayden, por otro lado estaba Victoria, aquella mujer de quien no sabía nada y que se mantenía en una soledad y silencio absoluto al otro extremo de la estancia.
— ¿Dónde están los niños?— Alzo una ceja al preguntar.
— Nana Sofía los llevó donde Sara, aquella mujer quien se ofreció a amamantarlos— Me responde James.
— ¿Y tu no pudiste?— Pregunto y junto a Jayden reímos, mientras que James me miraba mal— Vamos, tienes que tener ese lado de mami— Volvimos a reinos.
— Ahm… Mía— Me habla Victoria y giro a verla— Disculpa la interrupción pero necesito hablar contigo y es urgente…
***
— Bueno, espero que lo que tengas que decirme sea verdaderamente importante, mi amiga acaba de llegar y quiero estar con ella— Puede sonar raro que hable de Gema como si aún estuviera viva y viniera de visita pero aún por más que lo intento, no puedo verlo de otra forma.
— Lo se, disculpa, esto es importante y muy urgente, al menos para mi— Suspira— Por lo que se, Cristián y tu están separados, supongo que mi sobrino te hizo mucho daño y no te culpó el no querer volver a estar con el, sin embargo me sorprende el hecho de que ninguno de los dos haya decido romper el último vínculo que queda entre ustedes en todo este tiempo— Explica y frunzo el ceño.
— ¿Qué vínculo?
— La marca…— Dice he instintivamente llevó mi mano a mi cuello— El no te a rechazado para liberarte ni tu tampoco lo has rechazado a el para romper ese lazo, es más, aunque tu olor humano se haya modificado un poco por ser cazadora, el aroma de Cristián sigue en ti por eso— Cruza los brazos sobre su pecho— Mi duda ahora es: ¿Por qué? ¿Por qué jamás lo han hecho? Digo, si ya están separados y tu no lo amas, no veo el motivo de que sigas con esa marca en tu cuello.
— ¿A dónde quieres llegar con todo esto?— Trato de desviar el tema— ¿Piensas que esto es importante? ¿Estas hablándome de Cristián en el funeral de mi amiga? ¿Es en serio?
— Se que no es el momento pero para mi esto es importante, estamos hablando de mi sobrino, la única familia que me queda en esta tierra— Me aclara su panorama.
— Que conveniente que pienses así ahora y no lo hubieses hecho años atrás cuando era un niño necesitado de esa preocupación y afecto que le proclamas siendo ya un adulto— Me río sin gracia— ¿No crees que es un poco tarde para eso?— Di en el clavo, claramente pude notar en su mirada cuanto le dolieron mis palabras.
— Puedes tener razón, puede que sea tarde pero ya estoy aquí y me preocupó por el, aunque no quiera saber de mi— Suspira— Ahora por favor, respóndeme.
— Victoria, si lo que quieres escuchar es que aún lo amo y no quiero romper ese único vínculo que nos queda porque aún haya alguna esperanza de arreglar lo nuestro y volver a estar juntos, estas muy equivocada— Le hago saber y desvía la mirada— Tu no sabes lo que pasó entre nosotros, no sabes lo mucho que sufrí por tu adorado sobrino, no te lo voy a negar, por breves instantes me hizo feliz, sin embargo volvió a arruinarlo todo haciendo mierda cualquier avance que pudo haber tenido, tampoco sabes las cosas que he vivido y las grandes cicatrices que tiene mi alma, no sabes nada, en mi vida no sólo existe Cristián y ya estoy bastante jodida por todo, tenía cosas importantes que hacer y en las que pensar para recordar algo tan insignificante como esa puta marca— Resoplo tratando de controlarme— Lo había olvidado, pero tienes razón, en cuanto se de el momento, hablare de esto con Cristián y nuestro único vínculo se romperá, tranquila, tu sobrino ya no sufrirá más, ahora si me disculpas, iré a ver a mi amiga— Le doy la espalda dispuesta a irme pero esta me detiene con su voz.
— El te ama y tu lo amas a el, aunque lo niegues a todo el mundo, incluso a ti misma yo lo veo, más sabe el diablo por viejo que por diablo y creeme querida, yo se mucho de la vida y tu Mía aún amas a Cristián, si no, no te hubiera costado tanto darme una respuesta— Suspira— En fin, no fue mi intención robarte unos minutos tan importantes de tu tiempo, tampoco quiero que pienses que quiero ser tu amiga, si eso de da, se dará solo.
— Yo tampoco pensaba ser tu amiga, ni siquiera estaba en mis planes intentar agradarte, solo no vuelvas a meterte en mi vida, preocúpate por tu sobrino y has feliz a mi amigo, en serio, has feliz a Jayden o te mataré sin remordimiento— Le advertí para luego continuar mi camino he ir a la sala, donde estaría mi amiga esperándome.
Tranquila Gema, ya no estas sola, aquí llegó tu hermanita para cuidarte…
***
Tal vez yo también llegue tarde, tal vez yo también te abandone, tal vez si no me hubiera ido hubiese podido impedir tu muerte, solo tal vez, solo tal vez y hubieras podido seguir aquí con tu familia… La terrible realidad golpea mi rostro, rodeada de las personas de la manada, sus amigos, su prometido, Cristián, Nana Sofía y sus padres, vaya, ahí estaba ella, no podía verla, solo un ataúd lleno de adornos florales, sentí frío, es raro, hoy hace calor y no debería afectarme los climas pero temblaba como una hoja al viento, me abrace a mi misma, mis ojos se llenaron de lágrimas y por breves segundos me vi en mi casa, en el salón, repitiendo la escena de cuando nos estaban preparando para ser el sacrificio a los lobos, cuando ella estaba ahí, pude verla otra vez, luciendo tan hermosa como siempre y con una bella sonrisa en los labios, tan ella, tan pura, tan buena, tan Gema… Sonreí sintiendo las lágrimas mojar mis mejillas, tal vez si me volví loca y estaba viendo alucinaciones pero ella estaba aquí y eso era lo realmente importante. Me acerque a mi amiga con cuidado, quería abrazarla, quería sentirla, oler su aroma, saber de que era verdad pero nuevamente la realidad me golpeo a la cara y en cuanto estuve a punto de tocarla se desvaneció ante mis ojos. Retrocedí un paso asustada, había chocado con el ataúd, cerré los ojos y llore aún más, no puede ser cierto, no es cierto, no está pasando.
— Si no la veo no es real, si no la veo no es real, si no la veo no es real, si no la…— Siento un cuerpo cálido a mis espaldas, guardo silencio y unos brazos fuertes me envuelven por detrás, era Cristián, tan solo con sentir su aroma, tan solo con ese abrazo que me dio, todo el miedo desapareció, deje de temblar, la angustia se fue, el estaba aquí y maldita sea, me sentí aliviada, protegida.
— Como quisiera que no fuera real— Susurra en mi oído y abro los ojos— Se que te duele mucho, se que esto no es lo que esperabas pero debes aceptarlo, debes dejarla ir para que pueda descansar— Dice en cada paso que nos acercamos al ataúd otra vez— Es difícil, es doloroso, pero aquí está ella, aquí está Gema y mientras más rápido lo veas, más rápido superaras el golpe— Nos acercamos al ataúd y la miro, ahí estaba, llevaba un hermoso vestido rosa pálido, su cabello precioso estaba perfectamente peinado, estaba maquillada, sus ojos cerrados y a pesar de la palidez de su piel, seguía siendo hermosa.
Un balde de agua fría cayó sobre mi, mis piernas flaquearon y si no fuera por Cristián hubiese caído al suelo de rodillas, abro la boca, quería gritar pero no pude sacar la voz, no había ningún sonido, un nudo se instaló en mi garganta, mi pecho se apretó, ella estaba ahí, ella estaba aquí, ella, ella…
— No, no puede ser, no— Me suelto de Cristián y tocó la madera del ataúd— ¡No, ahí que sacarla de aquí!— Grite causando que todos me mirarán— ¿¡Qué hacen!? ¡Ella está durmiendo y se puede asfixiar! ¡Sáquenla de aquí, ayúdenme!— Trate de abrir el ataúd pero estaba sellado, Cristián se acercó a mi para intentar apartarme pero no podía, Jayden y James se les unieron pero tampoco pudieron— ¡No, no, ella no tiene que estar ahí, saquen a Gema de ahí, sáquenla!— Cristián logra tomarme por la cintura, me eleva por los Aires y me aparta del lugar.
— Mía, ya, basta, tranquila, por favor— Me pedía James entre lágrimas.
— Mía, pequeña traviesa, por favor, cálmate— Me decía Jayden.
— Mi niña, tranquila, por favor cariño— Les siguió Nana, aunque todos lloraban.
— ¡No, no, no, Cristián, bájame! ¡Déjame ir con Gema, déjame estar con ella!— Grite y patalee pero no sirvió, Cristián me llevó a su cuarto.
Llegamos a la habitación, me dejó en el suelo y cerro la puerta con seguro, intente ir hacia ella pero me lo impidió, me tomó de las muñecas y me jalo hacia el para posteriormente abrazarme, abrazarme con fuerza, dándome contención, brindándome su calor.
— ¡Suéltame maldito bastardo, suéltame, déjame ir con mi amiga, ella me necesita, ahí que sacarla de ahí!— Gritaba y lloraba, mientras lo golpeaba en el pecho.
— Shhh…— Lo único que hizo fue acariciar mi cabello y besar mi cabeza sin soltarme— Ya, ya, Mía, tranquila mi amor, tranquila, yo estoy aquí, yo estoy contigo, no te voy a dejar sola, te lo prometo, por favor, no llores más, no llores más…
°°°
Hola🤧😭
Contenido con mucha carga emocional, para ser sincera llore mucho haciendo el capítulo, creo que deje plasmados mis sentimientos en los de Mía, ustedes saben que hace muy poco tuve una pérdida importante en mi familia y eso fue una inspiración para este capítulo, así que si, este capítulo va con dedicatoria y es para esa hermosa personita que ahora es un Ángel que quiero creer me esta cuidando desde el cielo, espero que este capítulo les haya gustado (¿Necesitan pañuelos, venganse, yo les puedo dar) Si quieren la parte tres y final, ustedes saben, 100 votos y 100 comentarios😉
Un beso😘 las amo😍 bye✌
Pd: ¡No puedo creer que hubiéramos llegado a la meta tan rápido! Ustedes son realmente increíbles, cada vez que mi teléfono sonaba con una notificación lo revisaba sin parar y sonreía por sus comentarios, en serio, sonaba mucho y a cada minuto, mi mamá pensó que tenía novio por como sonaba mi teléfono y en la forma tan estúpida en la que le sonreía a la pantalla, muchas, muchas gracias, al menos mi mamá ahora piensa que tengo vida amorosa fuera de los libros que leo y mis cómics🤧 gracias💋
RubiaApasionada❤
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