Arthur  Bremen en multimedia...

GEMA

Han pasado muchas horas, ya es de noche y aún no se nada de Mía, lo único que quiero es verla y salir de aquí. Desde hace unos momentos e escuchado murmullos desde abajo, como si estuvieran discutiendo, ahora sentí  pasos acercarse, abren la puerta y agacho la cabeza, por los pantalones grises se que es James pero luego veo unos zapatos negros perfectamente lustrados, no me atrevo a mirar a su acompañante, por alguna razón su sola presencia me da escalofríos.

— Gema...— James pronuncia mi nombre con suavidad, algo seductor en un tono de voz tan masculino como el suyo, pero no le preste atención— Levanta la cabeza, traje a mi amigo, el es el Alpha, quiere hacerte algunas preguntas— El no era rudo, no me trataba de mal, era cuidadoso, como si pensara cada palabra antes de decírmela.

Levante la cabeza y los observe, ahí junto a Jamss estaba un hombre alto, de presencia imponente, bastante apuesto, el  era el Alpha Rey, un maldito miserable, por su culpa mi amiga, las demás chicas y yo estamos aquí, el es el causante del dolor y la desgracia de todo mi pueblo.

— Mi nombre es Cristián Donovan y Mía Breemen es mi mate— ¡Dios! ¿Que le habrá hecho a mi amiga?

— ¿Dónde tienes a Mía?— Lo enfrente y en respuesta me dio una sonrisa miserable.

— Tal parece que la altanería es algo contagioso, debes tener cuidado con tu lengua, estas lejos de casa y nadie se tentara el corazón al momento de arrancártela— Advirtió y James lo interrumpió.

— No es necesario que la amenaces, puedes preguntarle lo que sea pero no voy a permitir que le hables de esa manera— Frunció el ceño, Cristián lo miro de reojo y suspiro.

— Entonces enséñale a mantener esa lengua impertinente quieta amigo, sabes que no soy un hombre de paciencia— Me miro— Y tu, me vas a contestar todo lo que te pregunte, no tengo mucho tiempo para desperdiciarlo aquí contigo.

— Esta bien, dígame señor Alpha Rey— Fui sarcástica pero parece que no me salió bien o no entiende el sarcasmo ya que otra vez me sonrió de manera canalla.

— Pero que agradable mujer— Ironizó— Si no fueras la mate de mi mejor amigo, tomaría otras medidas contigo, considérate afortunada— Suspiro— Pero bien, dime: ¿Qué eres de mi Luna?

— Somos amigas desde la infancia— Me cruce de brazos y mire a James quien me observaba como pidiéndome paciencia.

— Entonces puedo suponer que se tienen un gran cariño ¿No?— Asentí— ¿Crees que es capaz de dar la vida por ti?— Lo mire aterrada por su pregunta.

¿Querrá matar a Mía? El no podrá hacer eso, a pesar de todo ella es su Luna, tiene que mantenerla viva. ¿Pero si la lastima? ¡Dios! No quiero ni imaginarme los horrores que este animal le este haciendo pasar a Mía.

— Si, como yo daría la vida por ella— Conteste honestamente.

— Bien...— Dice el energúmeno— Me retiro— Se da media vuelta y pasa  por el lado de James, pero lo detuve justo cuando llego a la puerta.

— ¡Espera!— Me levanto de la cama poniéndome de pie—. Por favor, dime… ¿Como se encuentra Mía? ¿Ella está bien? ¿Esta a salvo?— El voltea a verme y me da una sonrisa macabra.

— Por el momento…— Su respuesta me desconcertó, estaba segura que lo dijo con un doble sentido, uno oscuro y aterrador, quise preguntarle algo más  pero no me dio tiempo, el ya se había ido de la habitación cerrando a sus espaldas.

Al quedarme a solas con James, me vuelvo a sentar en la cama, el se sienta a mi lado y lo miro seriamente, me alejo un poco, su cercanía me incomodaba, aunque por lo menos con el si se podía platicar.

— ¿Que fue todo eso?—Alce una ceja— Tu amigo es un psicópata.

— Ya tendremos tiempo de conversar sobre Cristián y su extraño comportamiento, por ahora puedes estar tranquila, te aseguro que aquí nadie te va a hacer daño, de eso me encargaré yo, voy a protegerte— Asiento levemente sin darle mayor importancia a sus palabras, aún no me convence del todo, algo me dice que me esta ocultando asuntos importantes.

MÍA

— ¡Malditos alambres!—Exclamo al herirme con uno de ellos.

Estoy en el bosque, al frente al alambrado de plata, se supone que esto nos mantiene a salvo de licántropos, vampiros y cualquier otro monstruo que ande suelto por aquí, aunque no sirve de mucho si se les permite entrar. Sigo mi paso hasta llegar detrás de la casa de Jayden, el, al igual que Gema, han sido mis mejores amigos desde la infancia, tenemos la misma edad y nos fascinan las mismas cosas, se que si le pido ayuda, me la dará sin pensarlo un segundo.

Al llegar a la parte trasera de su casa, trepo la reja, ayudándome de los pequeños huecos que hay en ella, así mismo bajo, hasta tocar la tierra, corro hasta estar frente las ventanas corredizas, que muevo con cuidado y las cierro de la misma forma, me guió hasta llegar a las escaleras, subo por ellas hasta llegar al pasillo, cual camino en puntillas para no despertar a los padres de Jayden, llego a la ultima puerta, que es la habitación de mi amigo, la abro despacio y entro... De la misma forma la cierro y me dirijo a la cama donde dormía, lo remuevo un poco y despierta asustado, pero al verme sus facciones se suavizan y me sonríe.

— Pequeña monstruo— Sonrió, hace tiempo no me llamaba así— Estas con vida...— Se levanta rápidamente de la cama y al estar de pie me abraza.

— Jayden— Digo su nombre como si fuera una plegaria mientras le correspondo el abrazo y reposo mi cabeza en su pecho— No sabes lo mucho que te e extrañado, se que no paso mucho pero lo sentí como una eternidad— Digo sollozando.

— Y yo a ti pequeña— Me toma de los brazos separándome del— Pensé que te habían asesinado o convertido en una esclava— Dice con lágrimas en los ojos, me suelta y mira a nuestro al rededor— ¿Y Gema?— Pregunta desesperado.

— Gema aun esta en la manada, Dios quiera que con vida— Jayden me toma del brazo y me hace sentar en la cama, luego el se sienta a mi lado.

— ¿Qué significa eso? ¿No la has visto?—Me encara mirándome fijamente.

— Te explicare todo, pero por favor no interrumpas— El asiente en respuesta— Bien... Cuando nos llevaron, desperté en la mansión del Alpha Rey, sin conocimiento del paradero de Gema, pero supe al instante que yo estaba intacta, no me sentía rara y todo estaba en su lugar— Logre hacer que sus expresiones se relajen— Entonces lo vi, me dijo que yo era su Luna, que le pertenezco y que tendría que casarme, como veras no soporte esa idea, así que escape lo mas pronto que pude y aquí estoy— Suspiro— No tuve tiempo para buscar a Gema, ni siquiera quise aventurarme dentro de la manada, tenía que huir lo más pronto posible.

— ¿Por que llegaste al lugar mas obvio donde te encontraría?— Me cuestiona y ruedo los ojos— Sabes que vendrá, es un lobo, seguirá tu aroma.

— No estaré aquí por mucho tiempo, tal vez un día o dos, solo necesito tu ayuda— Me explique rápidamente— Y amigo, tu mejor que yo, sabes que a veces el lugar más obvio es donde menos buscan.

— Si, tienes razón— Acaricia mi mejilla— Voy a ayudarte, dime que es lo que debo hacer.

— Bueno, lo primero es ocultarme, nadie puede saber que estoy aquí, mi padre no puede enterarse de nada— Comienzo a explicar— Lo segundo es que tienes que conseguir que mi madre venga a verme, necesito hablar con ella, es primordial, ya cuando consiga conversar con mamá, te diré el siguiente paso de mi plan.

— Esta bien pero antes, ve a darte una ducha, apestas— Arruga la nariz y me río, después de todo lo que pase no esperaba oler a rosas— Vamos, ve al baño, te prestare una de mis pijamas y no exijas tanto porque solo tengo ropa de hombre ya que no tengo hermanas— Sonrió—. Dormirás en mi cama y yo pondré algo en el suelo— Me acerque a el y bese su mejilla.

— Gracias, de verdad, sabía que no me decepcionarías, eres un gran amigo— Le sonreí.

— No me agradezcas pronto te cobrare el favor— Me guiña un ojo y me río— Bueno y ahora ve a ducharte, ya mañana nos organizáremos bien— Asentí y me dirigí al baño que por suerte, estaba dentro de su habitación.

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Hola:

Mía es una loquilla... Pronto subiré el siguiente capítulo, esperenlo😉👌
Un beso😘 los amo😍 bye✌

RubiaApasionada❤