Cuatro meses después...

MÍA

Una vida normal… Eso es lo que yo quería, una vida normalmente humana y la conseguí, en estos últimos meses me he sentido como una chica de dieciocho años cualquiera, las primeras semanas fueron duras, tenía que acostumbrarme a las clases, a la gente en general y dejar de sentir esa sensación extraña de que alguien me estuviera mirando desde algún punto en donde yo no lo podía alcanzar, si bien soy una cazadora, aun falta demasiado para que mis sentidos se agudicen, aunque de por si la fecha es incierta, puede ser ahora o más adelante, quizá en algunos años, nada estaba asegurado, por otro lado, conseguí hacer un par de amigos, más bien conocidos: Dante, Bruna, quienes eran novios y Enrico, chicos agradables, humanos, ahí que destacarlo, chicos normales con problemas y dilemas universitarios, después de ellos todo fue un poco más fácil, incluso celebre mi cumpleaños número dieciocho junto a ellos, debo admitirlo, me he vuelto más fiestera y quizá abuse un poco del alcohol pero es lo único que me ayuda para no pensar en el pasado.

Mi pasado, ese pasado del que por más que quisiera no puedo escapar, lo único que me salva de no perder la razón es tratar de poner mi mente en blanco, así que las fiestas y el alcohol me ayudan bastante en eso. Cambiando de tema, pasemos a mis queridos amigos, Gema esta a un mes de dar a luz, por lo general y según lo que me ha contado ella en nuestras regulares llamadas telefónicas es que el embarazo de un hombre lobo dura aproximadamente cinco meses, lo que en términos humanos serían los nueve que se darían con normalidad, me alegra por ella, aunque me entristece no estar ahí personalmente, me conformó con que sabe que la apoyo, esta enamorada de James y el la trata muy bien, incluso la sobre protege más ahora que sabe que serán dos sus hijos, mellizos, hombre y mujer, la última noticia que me dio es que James le había propuesto matrimonio, así que después de que nacieran los bebés se casarían, me encantaría poder ir pero el estará ahí y no me gustaría verlo, aun no estoy lista, no después de lo que vi en los diarios, ni lo que la misma Nana me contó, me alegraba saber que todos ellos estaban bien, incluso cuando llame a los padres de Jayden y me avisaron que este se había ido a estudiar a España, todo me hacia muy feliz, aunque la amargura domo mi corazón cuando leí el título de aquel diario.

»¡Cristián Donovan se casó a escondidas!
El joven, apuesto y exitoso empresario ya encontró el amor«

La imagen que tomó ese paparazzi fue aquí en Venecia, el imbécil la presentó como su luna y se casaron, el no perdió el tiempo, se casó con Ana, la quiso a ella y sospecho que así siempre fue, dolió, fue una puñalada directo al corazón pero sobreviví, no iba a caer por un hombre como el, por supuesto, no hemos hablado desde la última vez que lo vi y después de aquella noticia, le pedí a Nana que ya no me hablara del, no me hacia bien. Por último estaba Vincent, el era un hombre enigmático, solíamos hablar de vez en cuando por teléfono, ese lazo que ahora nos une me hace querer saber siempre del pero me contengo, he estado investigando algunas cosas y solo estoy reuniendo las pruebas suficientes para atacar, lo que puedo asegurar es que se viene una guerra muy grande donde rodarán bastantes cabezas.

— ¡Hey, enana, ya vámonos, se nos hace tarde!— Grita Enrico desde la puerta de mi departamento— Los chicos nos esperan abajo— Agrega y me río, en estos cuatro meses me a sido fácil aprender el idioma del país, aunque me es grato que ellos sepan hablar español, todo lo hace mejor.

— ¡Ya voy señor histérico, ya voy!— Le grito en respuesta, tomó mi bolso y el último trago a la botella de vodka para salir de aquí.

Hoy es viernes por la noche… ¡Hora de la fiesta!

VINCENT

— No me puedes dejar sola, no te puedes ir así sin darme una solución— Decía Ana de manera desesperada siguiendo mis pasos desde atrás— Se supone que dentro de una semana más daré a luz y no ahí nada, mi estómago volverá a la normalidad y Cristián va a odiarme— Agrega mientras término de cerrar mi maleta— ¡Vincent, por favor!— Grita tomándome del brazo pero me suelto de ella con violencia.

— Ese ya no es mi problema— Me giro hacia ella— Te di todo lo que querías, ahora eres la esposa de Cristián y el imbécil te ama, solo inventa un accidente, pierdes al bebé y el se lo creerá todo— Pase por su lado y me detuvo otra vez.

— El no es estúpido, se dará cuenta— Dice y llega frente a mi— Además esta el hijo de puta de su amigo que aun no deja de molestarme, es una piedra en mi camino que prometiste quitar y aún no lo has hecho.

— Tengo cosas más importantes que hacer que perseguir a un lobo que es insignificante para mi— Le aclaro.

— Claro, se me olvidaba, esta tu obsesión por esa humana, Mía, es cierto que ahora perdió el control y se volvió una alcohólica, que pena, tal vez ya este follando con otro— Se ríe y la tomó del cuello para pegar su espalda en la puerta.

— No vuelvas a decir algo así de Mía, ella no es como tu y ya no tiene nada que ver contigo, yo cumplí con mi parte del trato, ahora estas sola— La suelto y lleva sus manos a su garganta— Y quítate de mi camino, estas libre para hacer lo que creas conveniente con James o con tu amado esposo— Agregó de forma sarcástica.

Ana se hace a un lado, tomó mis maletas, abro la puerta y salgo de aquí, tengo que ir urgentemente a Venecia, ya no puedo estar ni un minuto más sin Mía…

CRISTIÁN

— ¡Cristián, Cristián!— Los gritos de mi amigo me alertaron— ¡Cristián!— Llegó al living.

— ¿¡Que pasa!?— Me acercó a el— ¿¡Que esta pasando!?

— Es Gema, rompió la fuente, va a dar a luz ahora, no alcanzó a llevarla al hospital así que la traje aquí, trae a Nana mientras voy a buscar a Gema al auto— Dice todo de manera muy rápida.

— Espera, ¿Qué? Aun falta un mes— No entendía nada.

— ¡Oh, Cristián, vamos!— Me grito antes de salir corriendo.

— Okey, okey— Me puse nervioso— ¡Nana Sofía, Nana Sofía!— Comencé a llamarla a los gritos y bajo corriendo las escaleras— Nana, que bien que estas aquí, James tra…— Fui interrumpido por los gritos de Gema.

— ¡Oh, mi Dios, duele mucho!— Nana y yo giramos en su dirección, James la cargaba en sus brazos.

— Oh, mi niña— Nana se acercó a ellos— Ponla en el sofá, rápido— Me miro— Cristián trae una fuente con agua tibia y paños, muchos paños— Me indicó y fui corriendo a buscarlos.

Le pedí a la gente del servicio que me ayudarán, actuaron rápido así que volví enseguida, Nana estaba a los pies del sofá largo y Gema yacía tendida en el mismo, mi amigo sostenía su mano con firmeza mientras esta se retorcía de dolor. Deje la fuente y los paños justo al lado de Nana y retrocedí de la escena.

— Nana tengo miedo— Lloraba Gema— Falta un mes, no tenían que nacer ahora, por favor, has que no le pase nada a mis bebés— Suplicaba entre lágrimas.

— Tranquila, respira hondo, esto es normal, a ellos no les pasará nada, te lo prometo— Aseguró Nana— Ahora cierra los ojos— Rodeó el sofá, con una mano tocó la frente de Gema y con la otra su vientre— Esto te protegerá a ti y a los niños, todos van a sobrevivir— Comenzó a retirar un conjuro, sus ojos cambiaron de color al violeta y de sus manos salían destellos de todos los colores, después de un par de minutos término y miro a James, y a mi— James, como padre tienes que quedarte aquí, tu…— Sus ojos se enfocaron solo en mi, aunque con un dije de tristeza y nostalgia— Espera a fuera— Pidió finalmente y accedí asintiendo con la cabeza.

Los partos son algo hermoso, yo aún recuerdo como fue el de mi primera hija y aunque es un recuerdo maravilloso para mi trae dolor y nostalgia, no me hace bien y Nana lo sabe. Media hora más tarde unos llantos llenaron la casa, entonces Nana Sofía salió al pasillo limpiándose las manos con uno de los paños que traje.

— Ya…— Me interrumpió.

— Si, ya nacieron, están sanos y son hermosos, puedes ir a verlos si quieres, aunque la pobre Gema esta muy cansada— Me sonrió y pasó de largo.

Suspire con nerviosismo y entre al living, quien diría que aquí nacerían los hijos de mi mejor amigo, cuando los vi me enterneció la escena familiar, Gema estaba empapada en sudor, sonriente y con sus ojos llenos de lágrimas, James estaba a su lado, sonreía y lloraba, no lo había visto tan feliz en mucho tiempo, en los brazos de Gema descansaban una pequeña niña de ojos azules, bastante parecida a su padre y un niño precioso de cabello castaño oscuro y ojos mieles como los de su madre, ambos eran preciosos y muy adorables.

— Hey— Gema me sonrió— ¿Estas llorando grandulón?— Me río y limpio rápidamente cualquier signo de lágrimas.

— No para nada— Digo serio y James se ríe.

— Ven, te los presento— Dijo mi amigo y me acerque a ellos— Ese hermoso niño en el brazo izquierdo de mi mujer es Ayden y la preciosa bebé que esta en su brazo derecho es  Dakota, Ayden es mayor que Dakota por cuatro minutos— Vuelve a reírse.

— Ayden y Dakota, muy original— Digo y Gema me mira mal.

— ¡Oye!— Me reprocha.

— Cálmate, era broma— Digo y todos nos reímos.

— ¡Oh, pero que sorpresa!— Dice Ana llegando a interrumpir nuestro momento— Me perdí el nacimiento de los mellizos, que fatal…— Agrega y Gema la mira con temor mientras pega aún más a ella a sus bebés, eso fue muy extraño.

ANA

Han pasado cuatro horas desde el nacimiento de los mellizos, la ambulancia llegó hasta acá, le dieron los primeros auxilios a Gema y sus niños pero como estaban bien, solo les dejaron un parte médico y se fueron, no la podían mover de la casa así que ella, sus hijos y James se quedarán en el cuarto de invitados, Cristián, Nana Sofía y el padre de las criaturas se encargaron de todo para hacer sentir a Gema en casa y cómoda pero a mi me ignoraron por completo. Ahora estaba sola a cargo de la que acaba de ser mamá y sus cachorros pues Cristián y James habían salido a no se donde, me habían dejado con Nana pero esa vieja bruja fue al jardín a hacer no se que cosa con sus plantas mágicas para darle una infusión a Gema, era fastidioso, harta y aburrida de todo el sistema, quise vengarme de James y ya sabía cómo hacerlo, fui hasta el cuarto en donde ahora estaba Gema, entre y está se sobre salto, los pequeños descansaban a cada uno de sus lados mientras estaba al medio de la cama, al verme su rostro se lleno de temor y sus expresiones se endurecieron.

— ¿Qué haces aquí?— Pregunto de forma seca.

— Vine a ver a los niños, ¿No puedo?— Pregunte con fingida inocencia.

— No, lárgate de aquí antes que llegue James y Cristián.

— Ellos van a tardar— Me acerque a la cama y haciendo muecas de dolor esta se paro de un salto frente a mi— Hey, puedes caminar— Me reí.

— No te acerques a mis hijos— Advirtió y le sonreí de lado.

— En mis planes no está el lastimar bebés— La tome del cuello con fuerza levantándola por los aires, soy una loba, por lo tanto tengo más fuerza que una simple humana que de por si ya está débil— Solo quiero lastimarte a ti, no me agradas y será un excelente castigo para el idiota de James— Presione mi agarre en su cuello.

— Has lo que quieras conmigo, golpéame si te hace sentir mejor, pero no me mates, mis hijos me necesitan— Suplico conteniendo el aire en sus pulmones.

— Estoy segura de que James no tardara en buscarles una madrastra, a pesar de lo idiota que es, es un hombre bastante guapo— Y eso fue todo, le quité la vida y como actor final lo hice parecer un suicidio lanzándola por la ventana.

Quiero ver tu dolor James…

MÍA

¿Qué horas son? No tengo idea, lo único que sabía es que faltaba poco para que amaneciera y la discoteca ya iba a cerrar, algo que me irritaba en sobre manera ya que tenía más alcohol en mi sistema que cualquier trago, y quería seguir la fiesta.

— ¡Vamos a mi departamento, esto aquí no para!— Grite a todo pulmón con una botella de whisky en una de mis manos mientras movía mis caderas al ritmo de la última tonada de la madrugada.

— No, ahí que pedir un taxi— Dijo Bruna quien también estaba borracha, al igual que todos, se suponía que su novio sería el conductor designado pero ya nada se puede hacer— Dante esta ebrio— Se río.

— Tu eres mi amigo, tu si que eres mi amigo— Decía su novio abrazando a Enrico y luego nos miro— Ustedes también son mis amigas, bueno, tu eres mi novia Bruna— Se ríe.

— Mía se ve tan bonita a la luz de la luna— Dijo Enrico suspirando como idiota enamorado y me reí.

Luz de luna…

Luna…

Cristián…

¡Ahg! Sal de mi cabeza, cuando volví a la realidad la masa de jóvenes borrachos que salían de la discoteca me envolvieron, busque a mis amigos por todas partes y no los pude encontrar, aunque tampoco podía moverme mucho, hasta que unas manos grandes y fuertes me envolvieron por detrás, podría reconocer ese olor entre millones, Vincent, aunque era técnicamente imposible, el no estaba en el país, una de aquellas manos se poso en mi nariz y boca, tenía un pañuelo que tenía un fuerte olor, trate de moverme y patalear, incluso de gritar pero nadie me prestaba atención, hasta que mi cuerpo comenzó a sentirse pesado, mis ojos comenzaron a cerrarse por si solos y llore porque no quería rendirme, ¡Maldita sea! Porque aún no me transformó por completo, maldito sistema inmunológico, ¿¡Que rayos estas esperando!?

— Shh… Estarás bien mi preciosa— Esa voz no la reconocía, era muy ronca, bastante ronca y aterradora, esa voz fue la última que oí antes de perder la conciencia.

Cuando abrí los ojos mire a mi alrededor, al principio todo estaba borroso pero luego reconocí el lugar, estaba en mi cuarto, por unos instantes me sentí a salvo pero eso no duro demasiado, todo estaba oscuro y entre medio de la negrura sentí unas manos tocar mi cuerpo, trate de moverme pero no podía, mi cuerpo no respondía, mire hacia abajo, había un hombre encima de mi, no podía ver su rostro ni ningún rasgo de su cuerpo para identificarlo, me aterrorice al notar que estábamos desnudos, quise gritar pero mi boca tampoco respondía, tenía rabia, impotencia, quería llorar y lo hice, era lo único que podía hacer, quise vomitar al sentir sus labios tomar mis pezones, me causaba dolor cuando los mordía, sus manos tocando mi cuerpo, por favor, que se detenga.

»¡Ayuda, por favor, que alguien me ayude, duele mucho!« Grite en mi interior sabiendo que nadie lo escucharía, ¿Es mi culpa por emborracharme de esa manera? ¿Por qué? Salí de mis pensamientos cuando el abrió mis piernas, gemí en protesta porque no podía hacer nada más y llore con más fuerza.

— Calma preciosa, te va a gustar— Dijo el hombre que me trajo aquí a la fuerza.

»¡Por favor, no, por favor, no lo hagas, por favor!« Grite en mi mente, sabía que el no me escuchaba pero con tan solo ver mi expresión debía darse cuenta pero no, era un maldito y lo odie con el alma cuando me penetró con fuerza y sin ser delicado, gemí de dolor, gemí tan fuerte que pareció un grito desgarrador, sus embestidas eran duras, solo me hacia doler y seguir llorando, me daba asco sentir su lengua en mi cuello, sus manos en mi cuerpo, esto no podía estar pasando, no debe estar pasando, es una pesadilla, por favor, es una pesadilla.

»¡Cristián, ayúdame, por favor Cristián, te necesito!«

°°°

Hola:

Si, lo se, me demore pero ya lo había explicado, el trabajo, el pre-universitario, las becas universitarias, etc, en fin, mi vida fuera de wattpad es una miseria estresante, por otro lado, ¿Como están?
Este capítulo contiene mucha tristeza, escenas fuertes y más, es un capítulo gris, se que todos pensaban que algo malo le pasaría a James pero finalmente le tocó a la pobre Gema, es una pena (no me maten por esto, dejen abajo las antorchas) en fin, ¿Que creen que pasará ahora? ¿Tienen algunas teorías? ¿Quien cree que haya sido este hombre que abuso de Mía?

#Dante

#Enrico

#Cristián

#Jayden

#Vincent

Dejen aquí sus votaciones y nos leemos en un próximo capítulo, cuídense mucho, los amo😍, besos😘 bye✌

Pd: He decidido hacer tres finales distintos para la novela, ustedes saben (para los que leyeron la primera versión del Alpha Rey) se quedará el final original así que por favor no hagan spoilers para los nuevos lectores y bueno, después de este vendrán los dos finales distintos, los cuales no voy a revelar ahora, así que si quieren averiguarlo, sigan leyendo 😉😉

RubiaApasionada❤