|CAPÍTULO 23|
VINCENT
Quinientos años más y dieciocho desde que deje de verla, a penas y era una bebé recién nacida, una preciosa rubia de ojos verdes que se robo mi corazón— Cuando fuí creado por Gregor, el fundador de Bremen— Me dijo que si le servía fielmente junto a los demás cazadores que vendrían después de mi, la primera descendiente mujer de su linaje sería para mi, mi esposa, el amor de mi vida y la que sería madre de mis hijos, fue una promesa, cuando el murió le servi a su familia, en la segunda guerra destrozaron a los cazadores y los eliminaron uno por uno, solo yo sobreviví, siendo el primero, soy más poderoso y me a servido de mucho. Con el tiempo cumpli mi palabra, seguí sirviendo para la familia Bremen hasta que nació Arthur, ese hijo de perra me traicionó a penas supo que su mujer estaba embarazada de una niña, se rehusó completamente a darme a su hija, de todos modos estaba pactada a mi desde hace muchos años y el no podía hacer nada al respecto, hasta que me amenazó, me dijo que si no me iba, la iba a entregar junto con las demás jóvenes de diecisiete años a los licántropos, cumpliendo así la tradición del pueblo y a su vez para alejarla de mi, sabía que lo haría así que me fuí pero lo mantuve vigilado, lo que jamás espere era que asesinara a mis espías y me ocultara el paradero de Mía, para cuando llegó la hora, el ya la había entregado y fue demasiado tarde, en este mismo momento ya es la esposa del Alpha Rey y su mate.
Hago mis manos puño, me las va a pagar, suspiro y apagó el cigarrillo cuando mi chofer estaciona el auto fuera de las puertas de la casa de Arthur, salgo cerrando a mis espaldas y me dirijo hasta ella, golpeo un par de veces y me recibe una sirvienta, me hace pasar al living y en el veo a Aurora, los años han pasado por ella pero sigue siendo la misma hermosa mujer que conocí hace tanto tiempo, cabe mencionar que ella no sabe nada al respecto de mi verdadera relación con Arthur y su familia, ni mucho menos que su hija fue pactada para mi, lo único que sabe es que soy un fiel amigo, tanto suyo, como de su marido.
— Vincent— Me saluda con entusiasmo al momento en el que me ve— Bienvenido, por favor, acercate— Me sonríe y me acercó a ella.
— Aurora— Beso su mejilla en forma de saludo y nos separamos— Como siempre tan hermosa.
— Y con años de sobra— Se ríe.
— Te mantienes bien— Le aseguro— ¿Y Arthur?
— Fue a realizar unos trámites a la ciudad paro no tarda en llegar— Nos sentamos en un sofá de dos cuerpos— ¿Que haces aquí? Pensé que te habías ido a vivir a Italia.
— Así era pero decidí venir a Alemania para visitar a los amigos— La convenzo— Recuerdo que la última vez que te ví, tenías una linda niña recién nacida entre tus brazos, ¿Mía? Así la nombraste ¿No?— En cuanto la menciono su expresión se torna triste.
— Si, mi pequeña bebé— Dice nostálgica— Ella ahora está casada y...— Niega con la cabeza, le cuesta hablar, estoy seguro de que no estuvo de acuerdo con la decisión que tomó su esposo con respecto a su hija— Es una historia bastante larga para explicar— Sonríe pero esa sonrisa no llega a sus ojos— En fin, ya no vive con nosotros, te lo contaré más tarde si es que te quedas a cenar— Propone y río.
— Ahí que esperar a Arthur para ver que opina al respecto— Justo en ese momento siento la puerta abrirse, segundos después su olor y sus pasos acercándose— Creo que ya está aquí— Agregó y Aurora alza una ceja, ella sabe lo que soy a la perfección.
— ¡Ya llegue amor!— Se anuncia Arthur y entra al living, me giro a verlo y empalidece en cuanto me nota.
— Que bien que llegaste, mira quien nos vino a visitar— Se pone de pie Aurora y se dirige hasta el para recibirlo.
— Lo estoy viendo Aurora— Se quita la chaqueta y se la da a su esposa en cuanto esta llega a su lado, se besan y se apartan— ¿Ya está lista la cena? Tengo mucha hambre— Agrega apartando los ojos de mi para mirar a Aurora.
— Bueno, falta preparar algunas cosas, pero ya me encargo de eso— Toma el maletín de Arthur y me mira— ¿Te quedas a cenar Vincent?
— Déjame hablar con Vincent y luego te aviso— Responde Arthur por mi— Ve y termina la cena, nosotros vamos a ir a mi despacho— Me señala con la cabeza y me pongo de pie.
— Okey— Dice Aurora algo extrañada.
— Ah, y que nadie nos moleste— Añade Arthur y su esposa asiente con la cabeza antes de salir del living.
— Siempre es un placer verte querido amigo— Le sonrió y me mira mal.
— Vamos— Ordena y comienza a caminar, río y lo sigo detrás.
Llegamos a su despacho, abre la puerta y entra, lo hago después del y cierro a mis espaldas, se dirige a su escritorio para sentarse en su lugar y yo me siento frente a este.
— Bien, ¿Que rayos haces aquí? ¿Por qué regresaste después de tantos años? ¿Que quieres?— Bombardea con preguntas, aunque la última es más precisa.
— Quiero a Mía, solo estoy aquí por lo que me pertenece— Respondo de manera sutil.
— Mía esta casada con Cristián Donovan, el es su mate así que llegas tarde— Sonríe en victoria— Mi hija no es para ti Vincent.
— Eso se puede arreglar— Puntualizó.
— Tiene de alma gemela al gobernante de la aldea de los vampiros: Ares y el camino no lo tienes fácil— Contraataca.
— No me importa ninguno de esos dos niñitos— Le reitero— Los eliminare en cuanto menos te lo esperes pero no quiero hacer las cosas a la mala— Le hago saber— Por eso vine a hablar contigo, entregame a Mía y me iré en paz, no causare destrozos ni cargaras con el peso de más muertes.
— ¿Por qué la obsesión? Lo que buscas es la palabra de un hombre que murió hace más de quinientos años y ya no existe, es mi hija Vincent y sabiendo de lo que eres capaz, y como esta de dañada tu mente, jamás la entregaría a ti— Me aclara y me río.
— No es una obsesión, es la palabra, una promesa que han seguido tus antepasados, merezco mi recompensa por tantos años de servicio— Me pongo de pie— Pero si no lo quieres hacer por las buenas, lo harás por las malas— Velozmente me pongo tras el, lo sujeto del cuello, saco mi arma y la pongo en el costado de su cabeza— Vas a escribir una carta, especialmente dirigida a tu hija y le dirás todo lo que yo te ordene que escribas ¿Ok?
— ¿Con que fin?— Alza una ceja, no me teme.
— Con el fin de que odie para siempre a Cristián Donovan y al mugroso chupa sangre, tendrá tanto odio en su corazón que será capas de asesinarlos sin miramientos— Sonrió al recordar la carta que le hice llegar a los Ángeles.
— No lo haré, dispara si quieres, no pienso escribir absolutamente nada— Se decide y justo en ese momento entra Aurora con una bandeja en la cual trae dos cafés, al ver la situación se sorprende y asusta.
— ¿¡Que esta pasando aquí!?— Grita.
— ¡Corre, huye de aquí!— Le grita Arthur y antes de que ella pudiera dar un paso, le disparo en una pierna, suelta la bandeja, las tazas se rompen, el café se derrama por el suelo, ella grita y Arthur también— ¡No, maldito!
— El próximo será en su cabeza— Le advierto— No estoy jugando Arthur, he esperado mucho tiempo por lo que es mío, no voy a esperar más— Agregó y se ríe.
— ¿Crees que Mía te amara si sabe que mataste a sus padres?— Dice adivinando su futuro y el de su esposa.
— Ella ni siquiera va enterarse de que fuí yo— Le aclaro y le disparo en una pierna, y grita— Ahora maldito infeliz, saca una hoja y la pluma, vas a escribir una linda carta de despedida para tu hermosa hija— Agregó y lentamente hace lo que le pido, sacando una hoja de sus papeles y la pluma para escribir.
— Te irás al infierno maldito hijo de puta— Me dice y me vuelvo a reír mientras que Aurora aún llora en el piso por su herida y el miedo.
— Si, puede ser, pero será después de ti...
JAMES
— Ana— La llamó a penas entra a la manada, me mira sorprendida ya que nunca le he dirigido la palabra pero de todas formas se acerca.
— James, que sorpresa— Me sonríe falsamente al momento de estar frente a mi— ¿Como se encuentra tu mate? ¿Gema? Ese es su nombre ¿No? Dicen que es muy hermosa, aún no he tenido el gusto de conocerla en persona.
— Ni lo tendrás, jamás permitiría que alguien como tu se acercara a Gema— Le hago saber y me mira confundida.
— Sabía que no era de tu agrado pero no hasta este punto. ¿Que te hice James?— Se acerca un poco más de forma coqueta— ¿Por qué me odias tanto?— La apartó y se ríe.
— Siempre me has generado desconfianza y es por esa razón que te he mandado a seguir, te tengo vigilada Ana— En cuanto le reveló esto empalidece— Se que últimamente te has visto con Ares pero de forma extraña, en cuanto pido que las fotografías lleguen a mis manos, algo malo sucede y mis informantes mueren, la evidencia desaparece y todo queda en nada.
— Es porque nada a pasado James— Responde de mala forma— No es mi culpa que desconfies así de mi, jamás me has dado una oportunidad para conocernos mejor— Me aclara— Y si, puedo decirte que si me he visto con Ares pero solo para decirle que deje en paz a Cristián, ¿O crees que tu eres el único que lo quiere y desea su bien?
— No, pero se que tu le deseas todo menos su bienestar Ana— Puntualizó— Seré rápido, así como mis informantes mueren y las pruebas de que te estas viendo con Ares desaparecen, también ahí otros informantes que sobreviven y fotografías que si alcanzan a llegar a mis manos— Alzó el sobre café frente a sus ojos, lo abro y de su interior tomó las fotografías instantáneas en blanco y negro para arrojarselas a la cara, sorprendida retrocede y mira las imágenes esparcidas por el suelo— Sabía que eras una persona en la que no se podía confiar, te creía ambiciosa pero jamás pensé que estuvieras tan enferma como para abusar de menores de edad— Agregó con asco mientras la observo recoger cada fotografía.
En ella se revela sus salidas en la ciudad a centros de explotación sexual infantil, se le a visto comprando niños y abusando de ellos, teniendo sexo en orgías incluyendo a más adultos, todas pruebas para hacer que se pudra en la cárcel pero sobre todo para que Cristián al fin se quité la venda de los ojos y vea que clase de persona a tenido al frente todos estos años.
— ¿Como conseguiste esto?— Las recoge todas y se pone de pie para mirarme aterrada.
— Ya te lo dije Ana y no son las únicas que tengo, las otras se las mostraré a Cristián ten por seguro que después de que el las vea, vas a preferir ir a la cárcel antes de que el ponga sus manos sobre ti— Le advierto y se pone nerviosa.
— No, por favor, no le digas— Se me acerca— Puedo explicartelo, yo tengo gustos muy extraños en el sexo, no es nada malo pero...— La interrumpo.
— ¿Gustos extraños? ¿Nada malo?— Alzó una ceja incrédulo— ¡Maldita enferma estas abusando de menores de edad! ¡Son niños por Dios!— Grito y retrocede— Si no te mató ahora mismo es porque deseo que Cristián lo haga, se que el será mucho peor— Agregó y Ana se pone a llorar— Es mejor que te cuides y no hagas ninguna estupidez, cuando mi amigo regrese, deberás darle las explicaciones a el...
°°°
Hola:
Bueeenoooo.... No diré nada, deseo ver sus reacciones, opiniones y teorías aquí abajo. ¿Les abra gustado el cap? Espero que si😉
Un beso😘 los amo😍 bye✌
RubiaApasionada❤
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