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|CAPÍTULO 17|

MÍA

— Ya nos volveremos a encontrar imbécil— Escucho a Cristián a lo lejos y no me detengo, sigo caminando, aunque la verdad, poco conozco de este sendero— ¡Mía, espera!— Grita y siento sus pasos apresurados detrás de mi, sigo avanzando y a mi pesar, logra alcanzarme— No es por aquí— Aclara y me detengo.

— ¿Por donde diablos es entonces?— Alzó una ceja y el toma una de mis manos, dejando mi brazo izquierdo ocupado con el oso de peluche y lo demás— ¡Hey!— Me jala y me lleva por otro camino.

— Quiero que veas algo antes de llegar a la manada— Resopla, esta molesto, aún así no es brusco, miro nuestras manos, no se siente mal estar así.

— ¿A donde?— Interrogó— ¿Vas a matarme en un lugar alejado a la manada para que nadie lo vea?— Expresó una de las tantas ideas retorcidas que vienen a mi mente sin sentir miedo por ello.

— No— Puntualiza y no dice nada más, tampoco yo, así que le sigo sin problemas.

La caminata no duro más de veinticinco minutos, pronto pasamos unos arbustos y pude escuchar el sonido de un río, los búhos, los animales del bosque, no era quisquillosa a ninguno de ellos, a mi me encantaba la naturaleza, aunque de pequeña mi padre siempre me prohibió explorar el bosque y cuando crecí le tuve un gran recelo porque del aparecían estas criaturas mitológicas, en el fondo lo único que quería era explorarlo.

— ¿Donde carajos estamos?— Pregunto cuando Cristián derriba el último arbusto.

— En mi lugar especial...— Me suelta y me revela el paisaje.

— Wow...— Quedó sin palabras al ver la magnificencia del paisaje.

Es simplemente hermoso, lo más hermoso que había visto en mi vida, casi irreal, jamás había estado aquí, ni siquiera pensé que existiera algo como esto tan cerca de la manada.

— ¿Te gusta?— Su voz me trae de vuelta a la realidad. Parpadeo un par de veces y lo miro.

— ¿Como es que nunca lo había visto?— Alzó una ceja.

— Solía venir aquí cuando era un niño, me escapaba por miedo, por los problemas con mi padre, cuando quería estar solo y pensar, la única que sabe de este lugar es Nana Sofía, ella con su magia me ayudó a ocultarlo de las personas— Comienza a explicar— Nadie a venido aquí antes y no eres la única a la que le a parecido invisible, solo yo decido a quien se lo enseño, sin mi autorización nadie más puede verlo, la magia de Nana lo protege— Concluye y me siento asombrada.

— ¿Por qué me trajiste aquí?— Pregunto y comienza a caminar por la orilla del lago, lo sigo.

— Aquí me siento seguro, es el único lugar donde no te podría mentir o disfrazar un sentimiento— Se detiene frente a una gran roca y se sienta, luego me extiende la mano para ayudarme— Si te traje hasta aquí, es porque quiero que hablemos con honestidad, esta vez, nadie me envió, quiero que veas al verdadero yo o al menos, al hombre que era antes— Agrega y tomó su mano, me siento y me suelta.

— La idea no me parece mal, aún así me intriga saber a que viene todo esto— Digo y nos miramos.

— No me importa lo que piense el resto de mi, de hecho, jamás me a importado, pero por alguna estúpida razón, lo que tu pienses de mi me importa— No deja de mirarme, aún así le cuesta hablar, siento que se está sacando un peso de encima— Ni yo se los motivos pero Mía, quiero hacer las cosas bien y se que va a tomar trabajo, y tiempo pero deseo que dejes de verme como un monstruo...— Sus palabras, sus gestos, incluso el paisaje a mi alrededor hacen efecto en mi, más bien, estragos de los cuales estoy atemorizada.

Dejó los obsequios que me dio Ares a mi lado y vuelvo a verlo, el quiere ser honesto, dice que en este lugar jamás me mentiría, así que debo aprovechar la oportunidad.

— No se que decir, suponía que lo que pensara de ti te daba igual— Me encojo de hombros.

— Al principio así era pero ahora cambio— Suspira y mira hacia el lago— El te beso ¿No?— Me sonrojo. ¿Como mierda lo supo?

— ¿Tu? ¿Nos seguiste?

— No, el idiota no fue discreto Mía, te llevó a la feria de juegos de la ciudad más cercana a la manada, los chicos de aquí van a divertirse a ese lugar ¿Crees que no me dirían que mi Luna estaba con otro hombre?— Alza una ceja, su tono de voz es neutro pero algo me dice que oculta una infinidad de sentimientos— Fui a buscarte a la casa de James, tu amiga no me dejó pasar y por cierto, se le da muy mal mentir, quizo protegerte diciendo que estabas con ella pero sabía que no era así, tu olor estaba en esa casa pero no era fuerte, solo una mísera huella de que por breves momentos estuviste y luego te habías ido— Se ríe sin gracia— Incluso mi mejor amigo me mintió para ayudar a Gema he incubrirte a ti, ¿Sabes lo que es eso? James nunca me había mentido, no estoy molesto con el por eso, en cierta parte lo entiendo, quiere apoyar a Gema incondicionalmente para que al fin lo acepte— Resopla— Si no fui a buscarte es porque quería que te divirtieras, aunque no fuera conmigo y fuera con el, aunque corriera el riesgo de que jamás volvieras, aunque te hubieras escapado, solo por esa ocasión, no quería ser yo el que te diera problemas— Me mira— Y no sabía que el te había besado porque nadie los vio haciéndolo, aunque por como respondiste a esa pregunta, no ahí que ser muy listo para deducir que así fue— Trago en seco.

— Me parece extraño que no explotes en ira y que no me hayas encerrado en los calabozos o algo peor— Digo lo primero que pienso y sonríe de lado.

— ¿Con que fin? Ya me odias lo suficiente para hacer que me odies más— Me aclara— No te voy a mentir, estoy molesto y deseo buscar a Ares, y matarlo con mis propias manos, habría una guerra otra vez, pérdidas de vidas inocentes y no es lo que quiero para mi manada, además, si algo he llegado a conocerte en este poco tiempo que has estado conmigo, es que no le hubieras permitido besarte si así no lo hubieses querido— Agrega y bueno, tiene razón, yo deseaba que me besara y lo peor de todo es que no pude sentir nada.

— Parece que estas cansado...

— Y lo estoy, es por eso que ya no quiero que me veas como un monstruo— Junta sus manos, entrelazando sus dedos, aún lleva puesta la argolla de matrimonio— Mía quiero contarte algo de mi pasado, algo que solo las personas más cercanas a mi saben y que nunca he compartido con nadie al rededor de todos estos años.

— Si así lo quieres, adelante, te escucho— Le pongo mi total atención y vuelve a perder su mirada en el lago.

— Creo que Nana Sofía ya te adelanto algo, mi madre era de tu pueblo y mi padre fue un tirano con ella— Resumió lo que Nana me había contado.

— Bueno, si, algo sabía— Dije algo nerviosa.

— Bien, cuando ella murió fui criado por Nana Sofía, ella me dio el amor que estoy seguro, mi madre me hubiese dado, en cambio mi padre, el no era un hombre que expresara sus sentimientos libremente, jamás me dijo un: “Estoy orgulloso de ti hijo", es más, siempre me dejó ver que me odiaba— Suspira, su tono de voz se hace más ronco— Cuando tenía cinco años empezó a turturarme, tenía que aprender a hacer un hombre, un Alpha jamás tenía miedo, un Alpha no sentía dolor, un Alpha no se doblega ante nadie, un Alpha tiene carácter, un Alpha jamás llora— Resopla, sus ojos poco a poco se oscurecen— Lo que más detestaba era cuando yo lo hacía, siempre fue estricto, si no hacia algo bien me golpeaba, me azotaba con un látigo de castigo, los mismos que utilizan en los calabozos, me escupia a la cara y en frente de mi se acostaba con cada mujerzuela que pasaba, el decía que tenía que aprender a satisfacer a una mujer.

— Tu padre estaba enfermo— Refutó sorprendida y entristecida, Cristián tuvo una infancia difícil.

— Desde su punto de vista era algo que llamaba: “La Guía Del Macho Alpha"— Sonrió sin gracia— A medida que fui creciendo, todo empeoró, el hacia negocios turbios con la mafia, iba a los casinos, apostaba dinero y disfrutaba torturando, y asesinando a sus deudores o traidores, muchas veces lo ví reír cuando su rostro era salpicado por la sangre de aquellas personas, eso siempre me traía pesadillas— Comienza a jugar con la argolla algo inquieto— No son cosas agradables, lo se, a mi no me gusta hablar de esto, es incómodo, no lo tolero pero estoy haciendo un gran esfuerzo— Me mira— Quiero que sepas mi verdad— Explica y asiento con la cabeza en respuesta— Cuando tenía once años comenzo a llevarme a las peleas clandestinas, hombres de mala reputación se reunían a beber y a follarse putas, apostaban dinero como si nada y se divertían a costas de las vidas pérdidas, una noche me dejó solo para ir a cogerse a una chica y en su grupo de amigos, había un tipo, un pedófilo que llenaba sus bolsillos de dinero a costa del abuso, comercio sexual y explotación de menores, era grotesco y cada vez que podía me hacia insinuaciones asquerosas, papá solía reírse de eso, incluso de broma le dijo que estaría dispuesto a darme por una noche a ese psicópata si le daba todo lo que poseía, jamás aceptó y siempre se rieron, pero para mi era aterrador— Pronto hizo sus manos puños y se tenso— Esa noche estaba solo...— Suspira, le cuesta hablar, sus ojos se llenan de lágrimas.

— ¿Que sucede?— Le tocó el brazo con cautela— ¿Cristian? ¿Estas bien? — Se gira a verme de manera brusca y toma mi muñeca con algo de fuerza.

— Es difícil— Por primera vez, desde que lo conozco lo veo llorar— No puedo hacerlo, pero es esencial, solo así podré sentirme algo más aliviado, esto nunca se lo había mencionado a nadie, es la única cosa que no saben Nana ni James— Presiona más fuerte mi muñeca, tiembla y me sentí asustada, no por mi, si no por el, juro que podía sentir su terror, su pánico.

— Si no puedes hablar, si no puedes decirlo no lo hagas, no te fuerces Cristián— Pongo mi mano libre en su mejilla y la acarició, no deja de verme a los ojos, pero lentamente comienza a relajarse— No te preocupes, tranquilo— Limpio sus lágrimas y suspira.

— Quiero contartelo, quiero decirlo, son años de silencio, ya es tiempo— Suelta mi muñeca y toma la mano que tenía en su mejilla, la besa y la baja, poniéndola entre medio de las suyas— Ese tipo me saco de ese lugar a la fuerza junto a otros tres sujetos, me llevaron a la oficina del cerdo que gestionaba las peleas clandestinas, grite, luche, incluso llame a mi padre muchas veces pero jamás escucho, nadie lo hizo...— Presiono mi mano un poco, no me miro, sus ojos estaban en nuestras extremidades— El y esos tres mal nacidos abusaron de mi sin compasión— Suelta con dolor, sus lágrimas mojan mi mano y pronto comienzo a llorar, es terrible— Toda la noche, incluso tomaron tiempo para descansar, cuando amaneció me amenazaron que si le decía a papá, todo sería peor, pero yo tampoco iba a hablar, tenía vergüenza, me daba asco, sentía asco de mi mismo, por mucho tiempo crei que yo tenía la culpa, no me atreví a decir nada y gracias a mi cobardía, esos bastardos aprovechaban siempre la oportunidad que tenían cuando mi padre me dejaba solo en ese lugar para violarme, así fue por mucho tiempo, hasta que cumpli los dieciséis y mi papá me inscribió a mi en esas jodidas peleas— Me suelta y se quita la chaqueta, y la camisa, otra vez puedo ver las heridas en su cuerpo— Todas estas marcas no sólo fueron hechas por mi padre, también fueron ocasionadas en ese maldito lugar, estaba frustrado y lleno de ira, así que en un arranque de locura, los mate a todos de forma lenta y dolorosa, me encargue de que cada uno de mis agresores sufriera y me sentí satisfecho, papá había logrado su cometido, me hizo un ser capaz de no sentir nada, un hombre con las manos manchadas de sangre, una bestia— Limpia sus lágrimas y yo limpio las mías, levanta la cabeza y me mira.

— Lo siento tanto, yo no puedo imaginar el dolor por el que pasaste.

— Y espero nunca tengas que hacerlo— Resopla— Así hice mi vida, tuve más independencia, continúe mis estudios, viaje por el mundo, disfrute de las fiestas, de las mujeres, en fin, de todo, hasta que cumpli los dieciocho años y mi padre me entregó la manada, es una tradición, al cumplir los dieciocho cada heredero pasa a ocupar el trono y el título del Alpha Rey, me sentía orgullo, me sentía bien y pronto todo eso iba a mejorar, solo unos meses más y conocí a Esmeralda, mi primer mete, ella era una rogue, había escapado de su manada y la encontré merodeando mis territorios así que la traje como prisionera, aunque pronto nació el amor— Sonríe, más esa sonrisa no llega a sus ojos— Al menos por mi parte, ella era unos cuantos años mayor que yo, hermosa como ninguna otra, tenía experiencia pero era muy ambiciosa, mis amigos ya tenían a sus mates pero a ninguno le convencía mi relación, mucho menos a Nana que solía advertirme de los peligros, harto y cerrado de mente los aleje a todos, Nana Sofía se fue y me quedé solo con ella y con papá, meses más tarde quedó embarazada, es la niña a la que viste en los cuadros, Julieta, mi pequeña hija— Me cuenta y aunque lo sospechaba, no podía dejar de sentirme sorprendida y con un sentimiento que no podía comprender dentro de mi pecho.

— Lo suponía, era bastante parecida a ti— Agregó y me sonríe.

— Era raro que el primer hijo de un Alpha hubiese sido una niña, pero según las brujas y los más antiguos, siempre existía una excepción en la cadena, las niñas Alpha son más poderosas que los niños, inclusive su poder si no se sabe manejar, puede llegar a ser peligroso a niveles mortales, en fin— Suspira— Era feliz con mi familia, sin embargo algo andaba mal, Esme como solía llamarla, no me amaba y eso podía sentirlo por nuestro vínculo, ella me era infiel y no sabía con quien, hasta que un día después del trabajo, la descubrí en la cama de mi padre, me volví loco, escaparon pero antes de eso, ese maldito mal nacido asesino a mi hija de una forma cruel, quería quitarme todo lo que me dejó mamá y lo que me pertenecía por ley, no me importaba, perdí la razón, habían acabado con mi hija y la perra de su madre lo apoyo, así que salí tras ellos, les di caza y los asesine, creo que ese fue el golpe final para que conocieras al Cristián que soy hoy en día— Soltó mi mano y me miro fijamente a los ojos— Si alguna vez te preguntaste ¿Que me había llevado a ser así? Ahora lo sabes— Agrega y quedé sin palabras.

Mi cabeza esta tratando de procesar toda esa información, el, el sufrió bastante, la vida lo jodio más que a nadie en el mundo, paso por cosas horribles y por eso, por eso es así, aún así no puedo dejarme envolver por la pena y la lastima, no voy a olvidar lo que me hizo después de que me contó su historia, puede sonar cruel, pero ahí marcas que jamás se borran, incluso después de haber alcanzado la felicidad.

— Ahora entiendo un poco mejor las cosas— Suspiro— Pero la idea que me he hecho de ti en la cabeza no a cambiado, sigo pensando lo mismo— Agregó y en sus ojos veo algo de decepción que pronto se borra para transformarse en una mirada dura.

— No creas que te conte esto para que sintieras lastima y pena por mi o para que me perdonaras, el que usa ese tipo de trucos baratos es Ares, como por ejemplo la feria, el sabía que me iban a contar de su beso Mía, es un vampiro, pudo oler a los míos y si lo hizo fue para hacerme perder el control, algo que no le resultó— Explica y algo en mi cabeza hace “clic", Cristián es un mal nacido pero dice la verdad a la cara, aunque duela y en mi situación es que Ares solo me utilizó, el tiene razón— No pido que me perdones después de lo que acabo de decirte, es algo muy personal y me costo un montón, pero solo quería que vieras lo que ahí detrás de esta bestia, si lo pudiste notar, me daré por complacido.

— Tranquilo, lo pude notar— Afirme, me sonrió y bajo de un salto la piedra.

— Bien, eso es estupendo— Se pone frente a mi— Vamos, te ayudo— Me extiende sus manos y con cuidado me pongo de pie.

Me sostengo de sus hombros, doy un salto y me atrapa, sosteniendome de la cintura, me baja delicadamente al suelo y nos quedamos así, en esa posición, cerca, tan cerca que nuestros pechos se rosan, esta inclinado hacia mi, siento su aliento cálido mezclarse con el mío, su respiración y la mía chocan, nuestras miradas se encuentran, sus ojos bajan a mis labios para subir a mis ojos lentamente, hago lo mismo, me siento nerviosa, mi corazón late con fuerza, una corriente eléctrica recorre todo mi cuerpo, me abraza, mi estómago se vacía, puedo sentirlo, son más que mariposas, parecen elefantes corriendo uno tras del otro, trago en seco, se inclina un poco más a mi, nuestros labios se rosan y cuando creo que me besaría, se aparta rompiendo el hechizo, me suelta, se aleja y carraspea, toma su camisa y su chaqueta para vestirse.

— La luna ahora está llena y muy brillante— Murmuro sin saber que más hablar, cuando termina de arreglarse, gira a verla.

— Te aseguró que en ningún otro lugar se verá igual— Sonríe y gira a verme— Es hora de regresar a la manada— Pasa por mi lado, miro los obsequios de Ares, ahora con otro significado.

Soy una estúpida, ni siquiera estaba pensando bien lo que hacia, supongo que es normal, soy madura para mi edad pero aún sigo siendo una adolescente— Niego con la cabeza— Tomó todos sus obsequios y los lanzo al lago, es mejor que se pierdan en el agua a quemarlos, suspiro y me giro hacia Cristián, esta a unos par de pasos de distancia, se que vio todo lo que hice, aún así no dice ni hace nada, en cuanto me acercó, me da la espalda otra vez y comienza a caminar, creo que dejaré que sea mi guía, sin el estaría pérdida en el bosque.

***

En cuanto llegamos Nana Sofía nos hizo un montón de preguntas, aunque Cristián la ignoro por completo y subió las escaleras así que me quedé hablando a solas con ella, gracias a eso me entere de que Gema y James habían venido, estaban preocupados, mañana iré a hablar con ellos, después de esto, subí las escaleras y me dirigí a la habitación en la que he estado durmiendo estos días, abro la puerta y me encuentro a un Cristián con un pantalón de pijama azul, y una camiseta de manga corta del mismo color, se había tomado su tiempo hasta para ducharse, su cabello estaba húmedo, aún así se veía increíblemente guapo, este hombre debe tener algún secreto para verse así en cualquier situación, niego con la cabeza, se que el sabe que estoy aquí pero ni siquiera me mira, esta buscando algo en el armario, cierro la puerta detrás de mi y me acercó a la cama para sentarme en la orilla de esta, suspiro y lo miro, su ancha espalda es el único reflejo que tengo de su persona.

— Estuve pensando durante el camino algunas cosas de tu pasado...— Rompí el silencio pero no conseguí decir mucho ya que me interrumpió.

— Se acabó el minuto de confianza Mía— Aclaró y aprecie como sacaba sabanas y mantas.

— No estoy tratando de ir más haya de los límites, es solo una cosa en concreto— Frunci el ceño.

— Habla de una vez entonces— Comenzó a doblar las cosas de una manera casi perfecta.

— Tus cambios de humor son abrumadores— Resople— En fin, tu y Ares se conocen, eso es un hecho, mi duda es ¿Desde cuando? Y si  antes, cuando nombraste “amigos" En plural siento que también te referías a el— Agregó y veo los músculos de su espalda,  y brazos tensarse.

— Le pones atención hasta los pequeños detalles ¿He?— Se gira a verme— Pero bueno, tienes razón, en esa palabra iba incluido Ares, hace muchos años solíamos ser amigos, pero todo eso se acabó en nuestra adultez— Cruza los brazos sobre su pecho— Es por eso que te recomiendo no confiar en el, lo conozco como si fuera mi hermano lamentablemente, y te puedo asegurar, el es la misma o peor basura que yo.

— ¿Por qué terminaron su amistad? Recuerdo que una vez le nombraste a una mujer, ¿Tu...— Me interrumpe.

— Ya te di la respuesta que querías, dijiste que no irías más haya de los límites así que es mejor que no lo hagas— Me da la espalda y toma las cosas que dobló— Dormire en la habitación de huéspedes así que no te preocupes, buenas noches Mía— Se dirige a la puerta y sin darme oportunidad a nada, sale del cuarto cerrando a sus espaldas.


Eres un hombre misterioso Cristián y bien jodido, debería sentirme aterrada, algo me dice que lo que me mostraste de la bestia que llevas dentro no es ni la quinta parte de lo que puedes demostrar, sin embargo no lo estoy, lo único que quiero es conocerte más, me provocas mucha curiosidad o tal vez... Sea más que eso.



















































































































°°°

Hola:

Creo que no habrá mataron pero en fin, aquí está el cap... En verdad quiero ver sus opiniones al respecto del pasado de Cristián, lo que le sucedió, puede reflejarse en como es el ahora, muchas, muchas, muchas situaciones difíciles.
Un beso😘 los amo😍 bye✌

RubiaApasionada❤

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