|CAPÍTULO 16|
En multimedia feria de juegos de Rothenburg...
MÍA
Una vez mamá dijo: »El amor verdadero existe y vendrá de la persona que menos esperas«. Supongo que tenía razón o simplemente es una de esas tantas almas enamoradas del amor, aún no lo sé bien, jamás he experimentado lo que se siente, pero estoy segura de que cuando me pase lo voy a saber.
— Hace muchos años no venía a la feria— Dije cuando bajamos del auto que nos espero en la carretera en cuanto salimos del bosque. Debo reconocer que fue horrible, estuve todo el camino recargada en el asiento del copiloto con la ventanilla abierta y una bolsa de papel en la boca, la cual recibía mi vómito.
— ¿Hace cuantos años?— Pregunto mientras nos reunimos frente al auto y nos dirigimos a la entrada de la feria.
— Desde que tenía cinco, mi padre junto a mamá me trajeron— Dije viendo el panorama, la gente pasaba alegre con algodones de dulce o paletas, familias unidas, parejas, adolecentes, todas personas normales. Como me gustaría ser parte de esa normalidad.
— ¿Y aún lo puedes recordar?— Parecía sorprendido.
— ¿Como olvidarlo? Fue en mi cumpleaños número cinco, es un lindo recuerdo y a la vez algo triste, después de esa ocasión, jamás volví a venir— Explique algo melancólica. ¿Como recuerdos tan hermosos de tu niñez ahora te causen tanta pena?
— Entiendo— Dice de manera simple tratando de no ir más allá en el tema y se lo agradezco, no eran conversaciones en las que me gustaba entrar— Espero que te agrade mi idea— Agrega en cuanto llegamos a la entrada y el de los boletos nos recibe en la casilla.
— Es algo cursi y raro para un vampiro— Murmuro pero se que pudo escucharme ya que sonrió de lado mientras pagaba— Sin embargo es un gesto lindo.
— Que extraña manera de decir que algo te gusta— Me entrega uno de los boletos al pagar y me río— Vamos— Agrega y entramos a la feria, por lo que puedo ver, se a renovado, ahí más juegos que antes, muchas cosas nuevas, aún así la icónica rueda sigue en pie, de todas las atracciones era la que más me gustaba— ¿Que quieres ver primero?
CRISTIÁN
— ¿Donde rayos esta? No me mientas— Estaba perdiendo la paciencia.
— Adentro, en el baño, cagando... ¿Quieres más información?— Respondió de manera sarcástica.
— Voy a entrar— Iba a hacerla a un lado pero no se movió.
— No es tu casa, no vas a entrar, Mía no quiere verte, esta conmigo, dejala en paz aunque sea dos minutos— Dice molesta y frunzo el ceño.
— Gema, escucha...— Iba a continuar pero James llegó y me interrumpió.
— ¿Que esta pasando?— Alza una ceja.
— Vengo a buscar a Mía, tu chica dice que no quiere verme y sospecho que miente— Le hago saber— Imaginate y se escapo de nuevo, ella sería cómplice— Agregó y mi amigo la observa, no se que dice la mirada que compartieron pero luego de unos segundos, habla.
— Ella está aquí— Ante sus palabras, Gema se impresiona— Pasará un rato con Gema, más tarde yo mismo la iré a dejar a tu casa, lo prometo— Me mira fijamente a los ojos.
— Bien— Suspiro, James es mi amigo, supongo que jamás me mentiría— Esta bien, pero por favor, controla a tu mujer— Le doy una mirada rápida a Gema, la cual evita dándome un desprecio y me voy.
A pesar de todo esto, se que algo anda mal, lo presiento, su olor permanece en esta casa pero no es intenso, no es fuerte como en otras ocasiones— Niego con la cabeza— Debo confiar en James, es mi mejor amigo, no me traiciónaria nunca, además, no creo que Mía sea tan estúpida para intentar escapar otra vez.
— ¡Cristián!— La voz de Ana a mis espaldas me hizo girar a verla— Te estaba buscando, quería pedirte disculpas por el incidente de la otra noche con esa chica— Dice a penas esta frente a mi.
— Ya es tema olvidado, solo procura mantenerte lejos de ella— Le aclaro.
— Esta bien— Rodea mi cuello con sus brazos, es de noche y no ahí nadie en las calles, aún así y por alguna razón que desconozco, me siento incómodo— Te extrañe, podemos ir a mi casa y tener una dulce reconciliación— Deja un corto pero húmedo beso en mis labios— ¿Que dices?
— Hoy no me siento bien— La rechazo apartando sus extremidades de mi cuello. Anoche no me fui con Ana, estaba frustrado porque mi primer intento de acercarme a Mía no funcionó y me hizo parecer un falso ante sus ojos así que decidí ir a la ciudad, quería estar en un bar y beber toda la noche, lo conseguí pero no fue suficiente, en ese sentido odio no tener el metabolismo de un humano, ni siquiera logre emborracharme, así que los sentimientos confusos y la rabia siguieron ahí— Estuve bebiendo toda la noche, no he dormido, necesito descansar— Agregó y me mira incrédula.
— En otras ocasiones hubieras aceptado, te he encontrado en peores condiciones y aún así has querido follar— Se ríe sin gracia— ¿O es por Mía?— Alza una ceja y en mi mente le respondo que si, aunque no se que me lleva a pensar así, sin embargo lo evitó.
— Deja tus celos estúpidos de lado, no estoy bien y punto, ve a pintarte las uñas o algo así, no me sigas hinchando los huevos— Le respondo de manera brusca y se indigna.
— Es por ella— Afirma y suelta una risa seca— Jamas me habías respondido así, nunca me habías rechazado— Sigue riéndose— Has cambiado desde que ella apareció. ¡Es por esa niñita Cristián! No puede ser, te esta afectando su cercanía.
— Basta...
— Es la verdad— Se rie más fuerte— ¿Es por su jodida conexión de mates? ¿O tal vez es algo más?— Inquiere y termina por sobre pasar la poca paciencia que tengo.
— ¡Cierra la maldita boca de una vez y dejame en paz!— Gruño y se sobre salta, esta asustada— Basta con tus celos, basta con esas insinuaciones estúpidas, ¿Cuantos años tienes? Ya no eres una tonta adolescente Ana, no quiero que vuelvas a mencionar a Mía, si te digo que no es por una razón y punto, conformate con eso y si no lo aceptas, simplemente esto se acaba, seguramente pronto encontrarás a tu mate y por mi parte, sabes que ahí un sin fin de mujeres esperandome, ten una buena noche— Le di la espalda y comencé a caminar.
— ¡Cristián!— Chillo pero la ignore, no tengo paciencia para melodramas de mujeres celosas.
MÍA
Hemos visitado cada juego y atracción, Ares me compró muchos dulces y chocolates (Los cuales sirvieron para quitarme el mal sabor del vómito y el olor del mismo) ganó un enorme oso de peluche para mi, el cual tendré que dejar con Gema hasta que se me ocurra una excusa de su presencia y hemos hablado mucho, es muy divertido, fuera de su apariencia de hombre duro he imponente, es alguien tierno, además de caballeroso, me regalo una rosa blanca y hubieron algunos momentos donde nos acercamos más de lo debido, nos tomamos de las manos, le permiti que me abrazara, incluso que besara mi mejilla y mi frente, fue extraño pero no sentí las estúpidas mariposas que según se, (Gracias a libros y a mamá) se sienten, hizo varios intentos por besarme en los labios, sin embargo se lo impedi, me dejó conocer un poco más del y yo le comente solo un par de cosas de mi vida, aun así la velada no a estado tan mal, le dije que no me gustaba lo cursi pero puedo manejarlo, por ejemplo, ahora estábamos en la magnífica rueda, acabamos de subir y la vista es hermosa, el cielo nocturno esta lleno de estrellas y la media luna que adorna la noche parece brillar más de lo normal.
— ¿Te gusta Cristián?— Su pregunta me trajo de vuelta a la realidad, sinceramente me estaba perdiendo en el paisaje.
— ¿Que?— Lo miro incrédula y con algo de gracia— Claro que no, es ridículo que pienses eso, ya te he contado lo que he pasado con el, jamás me podría gustar Cristián.
— Lo se pero se siente raro, es decir, entre ustedes existe la misma conexión que en nosotros, sin embargo a ti no te parece afectar mucho ninguna de las dos y aún así...— Suspira— Creo que piensas más en el que en cualquier otra cosa— Agrega mirándome fijamente, buscando algo en mis ojos, algo que no sabría descifrar lo que es.
— ¿Por qué lo dices?— Frunzo el ceño.
— Porque en todo el tiempo en el que hemos estado aquí, no ahí ninguna oración que salga de tu boca y no termine con su nombre— Me hace saber y me sonrojo, bueno, puede que sea cierto pero eso no tiene nada que ver con los sentimientos— Es casi humorístico y en el fondo me molesta un poco pero creo que no lo podré evitar hasta que decidas— Toma mi mano y se acerca un poco más a mi— Estaré aquí siempre Mía...— Con su otra mano acaricia mi mejilla y termina sosteniendo mi mentón para inclinarse un poco más a mi.
— Ares yo...— Me siento nerviosa he incómoda, veo claramente sus intenciones pero soy incapaz de moverme, tal vez porque deseo que me bese o simplemente porque quiero comprobar si siento algo cuando lo hace o no.
— Déjate llevar— Me interrumpe y rosa sus labios con los míos— Eres hermosa, tan delicada, yo podría cuidarte muy bien Mía— Me besa.
Sus ojos se cierran y yo no puedo hacer lo mismo, no se que hacer, no se que decir, mi mente se fue a blanco, ni siquiera puedo hablar y algo me arrebató las fuerzas para poder separarme del, poco a poco cierro los ojos, sus labios son fríos y se mueven de forma delicada sobre los míos. ¡Es mi primer beso! ¡Mi primer beso con Ares! ¡Y no siento absolutamente nada! ¿¡Que rayos pasa conmigo!? Trato de seguirle pero soy torpe, intenta ayudarme y detectó que desea profundizar el beso pero se lo impido y me apartó del lentamente, abro los ojos y desvío la mirada hacia el frente, aunque se que me esta mirando.
— Lo siento, supongo que fuí muy rápido, se que es tu primer beso y me pareció que sería lindo en un lugar así, quería que lo recordaras y te sintieras bien— Esta nervioso y algo tenso, en mi fue evidente el rechazo aunque lo encubri a la perfección con mi falta de experiencia.
— No lo sientas, fue muy lindo— Logró mirarlo— Es solo que no se que decir, repito, no me gusta la cursilería— Me río y el me sigue— Sin embargo, esto jamás lo olvidaré y si, será un fantástico recuerdo y justo en mi atracción preferida de la feria— Suspiro, la rueda termina su recorrido y para, es hora de bajar y de regresar con Cristián— Creo que es hora de volver a la manada— Suelto sin más y este asiente con la cabeza en respuesta.
— Esta bien— Baja de la rueda con ayuda de un asistente del juego y luego me ayuda a bajar a mi, tomandome de la cintura para posarme en el suelo.
Tomó mis regalos y lo sigo hasta el auto, el trayecto de regreso fue en un silencio incómodo, no me atreví a mirarlo, aunque se que el me estaba viendo, no sabía que pensar, mi cabeza estaba hecha un lío, al poco tiempo después nos tuvimos que bajar, pasamos el bosque y me dejó un poco antes de llegar al territorio de Cristián, iba a despedirme del, la noche habria terminado con éxito, sin embargo, como todo en mi vida, nada me sale bien y Cristián hizo su gran aparición.
— Sabía que no estabas con Gema— Su voz esta algo ronca, lentamente nos giramos hacia el.
— No tengo porque darte explicaciones de lo que haga o deje de hacer— Le aclaro.
— Eres mi esposa, claro que debes hacerlo— Se acerca a mi y Ares se interpone.
— Ahora no está sola, si quieres lastimarla, tendrás que pasar por sobre mi cadáver— Lo enfrenta y Cristián lo empuja.
— Esa es una opción tentadora imbécil— Escupe con rabia y me interpongo entre medio de ambos, sintiéndome una hormiga ante sus imponentes alturas.
— ¡Basta!— Pido y me giro a ver a Ares— Vete de aquí, estaré bien, no necesito que nadie me proteja— Le hago saber.
— ¿Estas segura? No voy a dejar que este idiota te haga daño, ven conmigo ahora y déjalo aquí— Pide y me paralizó.
— Bien, eso sería perfecto, así estarías tomando una elección— Dice Cristián y lo miro por sobre mi hombro para mirar de vuelta a Ares.
— No seas infantil— Me hago a un lado y observo a los dos— Ustedes son hombres adultos, no me pueden presionar así.
— No es presión Mía, es tu liberación— Me dice Ares— El te hace daño, te lastima, yo jamás lo haría.
— Puedo soltar mis ataduras sola Ares, no necesito tu ayuda ni la de nadie— Suspiro y miro a Cristián— Vámonos— En cuanto digo esto, abre los ojos sorprendido.
— ¿Lo estas eligiendo?— Pregunta incrédulo Ares.
— No, solo optó por lo más razonable— Lo miro— Por ahora no quiero estar con nadie, solo quiero ser libre y cumplir mis sueños pero eso lo haré sola, y será por mi esfuerzo, no necesito un hombre en mi vida para ser feliz Ares, hace mucho tiempo que deje de creer en cuentos de hadas— Le doy la espalda y paso por el lado de Donovan— Y tu Cristián, vas a terminar volviendote loco si no me dejas ir y me das el divorcio, yo jamás voy a amarte— Sigo mi camino, dejando a ese par detrás de mi.
No soy la típica chica que busca amor y rosas, aún soy demasiado joven para eso, por mientras solo quiero cumplir mis sueños, no quiero ser la mujer de la vida de alguien más, quiero ser la mujer que desee ser desde niña, quiero ser la mujer de mi vida...
°°°
Hola:
Bien mi gente, aquí está el primer capítulo del día... Ya lo saben, son cinco seguidos. ¿Desean un maratón y los subo más rápido? Sigo trabajando en ellos. ¡Cuarenta votos y cuarenta comentarios! ¿Que dicen? ¿Creen que podamos llegar a la meta?
Un beso😘 los amo😍 bye✌
Pd: Por cierto, tengo una novelita por ahí, novata en Wattpad, cien por ciento cliché o tal vez no tanto, por si quieren pasar a verla, esta en mi perfil y se llama: “Dominante".
RubiaApasionada❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro