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|CAPÍTULO 12|

MÍA






Casi toda mi vida tuve diferencias con mi padre, de hecho, de hace un tiempo a ahora no se a comportado como uno, sin embargo, a pesar de todo eso, lo quiero, se que por eso duele lo que hace, pero sería incapaz de lastimarlo, yo nunca podría ni siquiera pensar en hacerle daño y Cristián, el tuvo la sangre tan fría para matar a su propio padre, no se los motivos, Nana no me contó muchas cosas, solo me hizo saber que Agustín Donovan era un gran hijo de puta, el cual lastimó a su madre y que lastimó tanto a Cristián para convertirlo en quien hoy es, sobre todo, lo llevó a acabar con su propia vida, si bien nadie decide quienes van a hacer sus padres y aunque sean unos verdaderos bastardos, siguen siendo nuestros padres, es por eso que no logró entender, tal vez si debió odiarlo, tal vez debió tener un resentimiento, repito, no se los detalles de su historia y solo quede más confundida que antes.



— ¿Que?— Parpadee un par de veces— Nana lo que me acabas de decir es muy grave, ni siquiera yo, con lo mal que se a portado mi padre conmigo, sería capas de lastimarlo.

— No lo entenderías, se que suena descabellado y hace ver a Cristián más cruel de lo que ya sabes que es, sin embargo...— Un fuerte ruido, proveniente desde la planta baja nos sobre salto y la interrumpió.



Fue similar al ruido que hacen las bombas al explotar, pronto pudimos escuchar gritos desde la calle, gente correr de aquí para allá, cosas romperse y más sonidos de bombas explotar, Nana me abrazo, mi corazón pálpito a mil por segundo, mi respiración se agitó y me llene de miedo, pegue un grito cuando alguien rompió la puerta del cuarto, era un hombre que jamás había visto, pero por el rostro de Nana Sofía, supe que lo conocía, vestía un uniforme militar y su altura era imponente.



— ¡Vamonos ahora!— Grito el militar acercándose a nosotros.

— ¿¡Que sucede, Ben!?— Le preguntó Nana.

— Un ataque señora— Nos rodeó por detrás con sus brazos, sin tocarnos y nos hizo caminar hasta la salida— Los vampiros han invadido la manada— Agrega y me tenso.



Vampiros... Los vampiros son peores que los hombres lobo, son seres inhumanos que se alimentan de sangre, a diferencia de los lobos, nosotros no tenemos un acuerdo de paz con ellos, así que cada fin de año atacan el pueblo, siempre hemos tenido que prepararnos, nos encerramos en nuestras casas, aseguramos puertas y ventanas, nos protegimos en nuestros sótanos y pobres de los que se encuentren en las calles, solo los guardias y militares lo hacen, mi padre siempre participó de aquellas batallas, se defendían con armas y con lo que podían, desde los quince años comencé a hacerlo con el, aunque nunca he llegado a matar a uno, solo a causarles daño y no porque no hubiera querido, son demasiado rápidos y fuertes, solo causan destrucción y muertes, y la verdad, ya me canse de ver como se llevan vidas inocentes cada uno de estos años.



— ¿Por donde vamos a salir?— Le pregunte a Ben cuando bajamos las escaleras.



Toda la casa estaba llena de humo, en la entrada habían más guardias y militares, más uno que otro cadáver de vampiro ardiendo en llamas, no me sorprendí por eso, aun así me estremeci, toda la entrada estaba destrozada por la bomba, Ben nos hizo girar por el pasillo, hasta el pateó de atrás.



— Salida de emergencia señora— Repuso el hombre concentrado en su trabajo.



Salimos hacia el jardín trasero, habían más guardias custodiando todo y en el se encontraba un auto gris, Ben nos hizo subir al vehículo a la parte trasera, el subió al lugar del conductor y cuando estuvimos adentro empezó a manejar.



— ¿A donde nos llevas?— Pregunto Nana.

— A la casa del señor James, señora, es un lugar seguro, sobre todo ahora que el Alpha no aparece— Explicó y frunci el ceño.

— Que buen día decidiste esfumarte Cristián— Murmure y mire a Ben— ¿Que pasa con la gente de la manada? ¿Cual es el lugar seguro para ellos?

— Ahí un búnker militar al otro lado de la manada, los guardias y mis superiores los están trasladando hasta allí, no se preocupe por ellos señora— Respondió sin dejar de mirar hacia el frente.



Mire por la ventanilla del auto y observe la manada, toda la gente corría siendo escoltada por un montón de guardias y militares, el restante de uniformados luchaba contra los vampiros que se abalanzaban sobre ellos como una gigantesca ola interminable, ví a los lobos transformarse para poder seguir la pelea, mientras otros optaban por permanecer con su forma humana para atacarlos con armas, las cuales no servían de mucho, a menos de que sean rifles llenos de balas con sangre de muerto, un veneno letal para los vampiros.
Pronto estuvimos en la casa de James, Ben bajo del auto y nos ayudó a bajar a nosotras, este lugar estaba rodeado de más guardias y militares armados, la casa era tan grande como la de Cristián, similar a una mansión, aunque no pude reparar mucho en los detalles ya que Ben nos condujo hacia la entrada rápidamente, los guardias que estaban en la misma se hicieron a un lado, Ben golpeo un par de veces y la puerta se abrió por otro hombre vestido de militar, el cual se hizo a un lado y pudimos entrar, cerro la puerta a nuestras espaldas y llegamos a la sala, ahí estaban James y Gema, el primero se encontraba dando órdenes a otros guardias y militares, organizando un plan, mientras que mi amiga, estaba sentada en un sofá individual, con la cabeza entre las manos, temblando completamente.



— ¡Gema!— La llame y me miro, corrí hasta ella y se puso de pie, entonces nos abrazamos.



James les ordenó a los demás guardias irse a sus lugares y se acercó a nosotros.



— No sabes cuanto me tranquiliza que estés aquí— Me dijo con voz temblorosa y nos separamos.

— Ben— James le extendió la mano a el militar y este se la tomo— Gracias, eres un excelente general.

— Estoy a sus órdenes señor— Se soltaron— Volveré a mis labores— Anuncio.

— Adelante, haya a fuera te necesitan más que aquí— Lo autorizó James y el hombre salió— Nana— Ahora abrazo a Nana Sofía.

— Mi pequeño— Le correspondió la misma y se separaron— Me alivia saber que están bien— Agrega y finaliza con una sonrisa.

— A mi también me alivia saber que están bien— Me mira— Aunque no me creas Mía, también estaba preocupado por ti— Fue sincero, aunque soy demasiado terca y desconfiada para creerle.

— Por supuesto— Trate de ser amable pero no me funcionó— ¿Donde está Cristián? Se supone que el es el Alpha, tendría que estar aquí.

— Estaba con Ana, pero seguramente ya debe venir para acá— Informó y se acercó a la mesa de centro donde solo ahora vengo a darme cuenta, habían muchas armas— Iré a fuera, ustedes están bien resguardadas, si veo a Cristián le diré que están aquí— Agrega tomando una pistola para cargarla.

— Te acompaño— Me acercó a el y todos me miran como si estuviera loca, todos menos Gema, quien me conoce de sobra.

— ¿Que? No, tu no puedes salir— Frunzo el ceño.

— No estaba pidiendo tu autorización James— Veo las armas que me servirán, no puedo ir con mucho peso, así que tomó un rifle para cargarlo y luego tomaré una pistola— Quiero ayudar y puedo hacerlo.

— Esto es trabajo de hombres Mía, además, eres humana, te mataran— Insistió y cargue el rifle con las balas impregnadas con sangre de muerto.

— Ya lo he hecho antes, también atacan a mi pueblo ¿Sabes?— Cuando cargue el rifle tome la pistola que me gusto para hacer lo mismo— Y créeme, si no le temo a tu amigo, tampoco a esos chupa sangre— Termine de cargar la pistola ante su atenta mirada.

— No puedo dejarte ir, lo siento— Toma sus armas— Te quedaras aquí y no vas a salir, no pienso correr riesgos, una mujer entre medio de tantos hombres no es bien visto, además solo serias un obstáculo y yo no soy niñero— Antes de que pudiera decirle algo, me dio la espalda y se fue.

— Me dejó con las palabras en la boca ese hijo de...— Nana me interrumpió.

— Su madre era una linda y buena mujer— Repuso y quise reír— No me gustan las groserías Mía.

— Ok, ya entendí— Escondí el arma entre mi pantalón y tome el rifle— Aún así iré, me importa un culo lo que James diga.

— Te vas a poner en peligro Mía, por favor, no vayas— Me pidió Gema y la mire.

— La muerte es mejor que estar bajo la dictadura de Cristián Donovan— Salí de la casa, por el pateó trasero antes de que cualquiera de las dos me dijera algo para detenerme.



Aquí se encontraban un par de guardias, al principio me pusieron problemas para dejarme pasar, pero usé a Cristián a mi favor por primera y última vez, les recordé que era su Luna y que debían obedecerme porque si no le diría a Cristián, por supuesto, aceptaron y me dejaron pasar, de algo me tenía que servir ser su esposa. Rodeó la casa y sigo por la calle, los guardias ni siquiera se dan cuenta de mi presencia, así que se me hace más fácil abandonar los perímetros de la mansión de James, veo a la gente correr, escucho gritos y cosas siendo arrojadas contra las paredes, el llanto de los niños y el olor de la sangre, mi estómago se revolvió, llegue cerca de un parque, un vampiro estaba a punto de morder a un anciano, pero antes de que lo hiciera, tomó el rifle y le disparo justo en la nuca, el chupa sangre cae al suelo y el hombre me mira asustado he impresionado, me acercó a el y lo llevó con los militares— Sin dejar que estos me vean— Entonces sigo mi rumbo, cerca de aquí había una escuela, ví a cinco vampiros tras un ventanal de vidrio divirtiéndose con su comida: Unos niños pequeños que no pasaban de los diez años, sin pensarlo dos veces, entró por la salida de emergencia y los sorprendo disparandoles a todos, saco a los niños y les muestro el camino hacia donde están los guardias, me giro y siento un fuerte golpe en mi mejilla derecha, me quejó y caigo al suelo, trato de levantarme y recibo una patada en el abdomen, la cual me manda a volar directo a la pared de la escuela, dejándome por breves segundos sin aire y un dolor punzante en mi estómago y espalda, maldigo y veo a mi atacante.

Frente a mi ahí un hombre joven, el cual no pasa de los dieciocho años de edad, su piel es pálida, su rostro tiene perfectas facciones y sus ojos son rojos como la sangre, colmillos filosos brotan de sus labios, sus manos y ropa están manchadas de ese espeso líquido rojizo que corre por nuestras venas, hago una mueca de asco y trato de levantarme otra vez, sin embargo en menos de un segundo, el joven vampiro esta frente a mi y me da otra patada en el abdomen.



— ¡Hijo de puta!— Grito de dolor y se ríe.

— Pero que tenemos aquí, una bella humana, pareces una muñequita, no puedo creer que hayas matado a mis amigos— Me quita las armas y las hace pedazos entre sus manos— Es una pena, quizá hubiera jugado más contigo antes de matarte— Pone uno de sus pies sobre mi mano y la aplasta, vuelvo a gritar de dolor— Estas casada— Dice con incredulidad al ver la argolla de matrimonio en mi dedo, me la quita y la lleva a su boca, la muerde un poco con sus dientes y me escupe a la cara— Oro— Inhala mi olor— Eres de Cristián Donovan ¿Verdad? No estas marcada pero tienes su olor, es sorprendente— Se ríe y pone más presión en mi mano.

— ¡Ah!— Los débiles huesos de mi delicada extremidad crujen, veo como lanza el anillo lejos y sigue riéndose.

— Tienes suerte, no voy a matarte, te llevaré con Ares, estoy seguro que a el le encantaras muñequita— Quita su pie de mi mano y siento un alivio increíble, iba a tomarme entre sus brazos pero no lo hace, veo su cuerpo tensarse, maldice y segundos después siento un gruñido tras nosotros.



El vampiro se aparta y me deja ver a Cristián transformado en lobo, su hocico y pelaje están manchados con una sangre oscura, negra, nada igual a la humana, su olor era putrefacto, sabía que se trataba de la sangre de vampiros, sus fuertes colmillos goteaban de la misma, así se veía mucho más atemorizante.



— Cristián...— El vampiro también lo reconoce y le sonríe con sorna— Tu esposa es una verdadera belleza, debo reconocerlo, tienes excelentes gustos— Agrega y el lobo vuelve a gruñir con más fuerza— ¿Me la puedes prestar unos segundos? Prometo devolverla al menos en dos partes— Se ríe y es todo, el enorme lobo se abalanza sobre el y ambos dan un giro a unos cuantos metros de mi.



Cristián gruñe y lo veo luchar con el vampiro que saca sus colmillos y lo ataca, no puedo dar más detalles de su lucha porque se mueven muy rápido, sin embargo, dentro de pocos minutos, una cabeza rueda por el suelo y para justo a mis pies: El vampiro, me arrastró hacia la pared y me pongo de pie, siento ganas de vomitar, luego observo a Cristián destrozar el cuerpo del chupa sangre, dejando a la luz sus intestinos, vuelve a gruñir y gira en mi dirección, escupe un pedazo de carne y me estremezco, es sádico. Se acerca lentamente a mi y me paralizó, aun así no me intimida, solo se que no debo moverme, esta molesto y me lo hace saber al momento de gruñirme al llegar frente a mi.



— Si estas molesto porque salí de casa de James y no obedecí, debes saber que siempre será así, yo sigo mis propias reglas— Le sonrió y me gruñe— Seré tu puto dolor de cabeza Cristián, así que es mejor que te rindas— Agregó he inesperadamente se transforma y vuelve a su forma humana.

Abrí los ojos sorprendida. ¡El imbécil estaba desnudo! Trate de no mirar hacia abajo, no me interesaba ver esa parte de su cuerpo, me enfocó en la expresión molesta de su rostro y no puedo evitar notar su físico trabajado, sus fuertes brazos y su marcado abdomen, aunque fuera de eso, es otra cosa la que llama mi atención, su piel, la cual ahora se encuentra empapada en sudor, esta marcada por finas y otras gruesas líneas, como si hubiese sido azotado reiteradas veces, incluso, en el lateral izquierdo de su cuerpo, bajo su costilla, ahí una línea en diagonal que se desforma, parece la cicatriz de lo que algún día pudo ser una herida con un arma blanca. ¿Quien lo habrá lastimado tanto? Niego con la cabeza y vuelvo a mirarlo a los ojos.



— No me provoques, tu no debes estar aquí Mía— Refuta ignorando mi inquisidora mirada.

— Ya estoy aquí Cristián, no ahí marcha atrás— Le recuerdo y toma mi brazo.

— Te irás ahora— Me jala con fuerza y me remuevo.

— ¡Sueltame maldito imbécil!— Grito y sigo forcejeando.

— ¡Basta, Mía, se razonable!— Me grita en respuesta y luego se detiene abruptamente— ¡Maldicion!— Gruñe y me vuelve a pegar a la pared de la escuela.

— ¿¡Que rayos te pasa!?— Grito desentendida pero me paralizó cuando se acerca y se inclina hacia mi, poniendo una de sus manos al costado izquierdo de mi cabeza.

— Te agacharas cuando yo lo diga ¿Ok?— Susurró con un tono de voz más ronco de lo habitual y me sonroje.

— ¿Que?— No entendía nada. ¿Que pretendía hacer este pervertido?

— ¡Ahora!— Gruño y no pude comprender porque me dijo que me agachara, si el mismo puso sus manos en mis hombros y me lanzo lejos.



Mi cuerpo impacto con el árbol más cercano, todos mis huesos crujieron, mis ojos se llenaron de lágrimas, me faltaba el aire y me costaba moverme, no entendí porque mierda hizo eso, lo mire y por fin comprendí, más de veinte vampiros se lanzaron contra Cristián estando en su forma humana, un vacío enorme se instaló en mi estómago, un jadeo involuntario escapo de mis labios cuando se transformó en lobo soltando un gruñido ensordecedor, acabo con algunos pero más chupa sangre se abalanzaron sobre el, mi corazón se oprimio y el terror inundó mi alma cuando uno de los vampiros lo tomó por detrás y lo apretó entre sus brazos, rompiendo sus huesos para luego morderlo con brutalidad.



— ¡Cristián!— Su nombre salió de mi boca en un grito agudo y desgarrador, más aún cuando el vampiro soltó su cuerpo en forma lobuna y este se desplomó en el suelo— ¡No!— Me desespere, intente arrastrarme hacia el, no sabía muy bien porque lo hacía, debería estar feliz de que alguien me liberará del, sin embargo era una vida y su acto impulsivo y violento de hace unos segundos, sirvió para protegerme de una avalancha de vampiros sedientos de sangre, no podía dejarlo así, no podía.

— ¿A donde vas bolsa de sangre?— Sentí una voz masculina hablarme, segundos después un par de piernas se posicionaron frente a mi, obstruyendome la vista. Mire hacia arriba y la luz del sol me dificultó la tarea de apreciar su rostro, sin embargo, supe que era un humano— Tu eres la mate de Cristián Donovan ¿No?— Se ríe— Le encantaras a Ares— Agrega y antes de que pudiera decirle algo, me golpea dura y secamente en la cabeza, dejándome inconsciente.

































































































°°°

Hola:

Cosas interesantes están pasando... Pobre Mía, sale de una para meterse en otra, espero que les haya gustado el capítulo de hoy, un beso😘 los amo😍 bye✌

Pd: Quiero abrir una sección especial, será como un capítulo “extra" O de regalo para ustedes, tomenlo como una recompensa por mi demora😉 El capítulo extra se basara básicamente en preguntas para cada uno de los personajes que hasta ahora han aparecido en el libro, todas las que ustedes quieran hacerles y ellos les responderán, si quieren también pueden preguntarme a mi, es a libre elección, así que dejen sus preguntas aquí abajo⬇⬇⬇ Y los estaré leyendo👀👀

RubiaApasionada❤

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