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Capítulo 70

"Me golpea a toda velocidad, siento que no puedo respirar y nadie conoce este dolor dentro de mí. Mi mundo se está desmoronando, nunca debí dejarte ir, creo que estoy perdida sin ti."

—Lost Without You

(Freya Ridings)



La reunión del consejo tendría lugar en lo que quedaba de campamento después de la última batalla. Con los nuevos lobos convertidos todavía acostumbrándose a su nueva condición y la necesidad de retenerlos hasta que estos pudiesen ser plenamente entrenados. Con lo que sus nuevas capacidades implicaban.

—Bienvenidos —Jimin se asomó a una de las tiendas, seguido prontamente por Taehyung, Jungkook y los familiares más cercanos de estos.

—Es bueno ver que estáis sanos y salvos a pesar de lo ocurrido —Hoseok pasó un brazo de forma amigable alrededor de los hombros del omega y lo zarandeó levemente al notar el aroma de la ansiedad cubriendo notablemente la piel de este—. Lo peor ya ha pasado, amigo. Sea lo que sea que hablemos este día, espero que sirva para arreglar aquello en lo que habitualmente fallamos.

La señora Park estaba allí, presente a pesar de que trataba de pasar desapercibida moviéndose entre las altas figuras de Seokjin y Namjoon.

—Hay mucho que mejorar, supongo. —se atrevió a susurrar.

Todos ellos compartieron una mirada cómplice. Años y años de guerra y conflicto les habían mostrado las caras más crudas y complicadas de su manada, ya fuese separada o unida. Definitivamente no eran perfectos pero Hoseok estaba comenzando a comprender que nadie podía serlo. Fuese humano, brujo, lobo, chupasangre o cazador. Y él ese mismo año se podría coronar como el perfecto ejemplo de desastre, incluso habiendo tenido a buena parte de la guardia del territorio norteño a su cargo. Si las cosas lograron salir bien, fue gracias a la participación de muchos otros. Al poder de la Unión.

—Ni siquiera he podido acercarme a hablar con mi hermano.

Jungkook negó mientras todos caminaban juntos a través del territorio.

—No creo que haya sido la falta de tiempo —dijo—. He estado en esa situación, Jung. A veces es muy complicado lidiar con los sentimientos, así que simplemente nos negamos a enfrentarnos a ellos. Llegará un instante en el que comprendas que dejarlos para cuando ya es demasiado tarde, resulta la peor decisión posible.

Yoongi rozó su mano sin soltar a los cachorros que sostenía fuertemente entre los brazos, entonces le mandó fuerza a través de su vínculo.

"Deberías encontrar la forma de hablar con él y consolarlo cuando la reunión termine. Yo sé bien la ira y la pena que se siente cuando se va una persona que amas. Y el vacío... El horrible vacío que deja. También sé que tú conoces ese mismo sentimiento."

Hoseok se mantuvo en silencio y su mirada recorrió a las familias incompletas ante su mirada. Desde Yoongi hasta el propio Taehyung.

(***)

El ambiente era tan tenso que Yoongi y Hoseok no pudieron evitar estremecerse incluso antes de caminar hacia la arboleda en la que muchos de sus conocidos ya se sentaban esperando.

Gran parte de la manada estaba allí, por lo que no se trataría de una reunión cerrada. Los niños que un año atrás habían rescatado en la cima de la montaña, ahora correteaban entre los adultos. Quizás ajenos a lo que sucedía o puede que demasiado experimentados en el dolor como para que realmente la situación lograse asustarlos.

A Yoongi lo hacía feliz verlos bien pero también le apenaba que fuesen a vivir su infancia de una manera tan distinta a como lo hubieran hecho en su hogar, en el sitio donde sus padres y ancestros crecieron ligando su vida a la naturaleza y a los astros.

"Míralos" —el lobo de viento habló directamente a través de su vínculo familiar con Hoseok, a menudo le resultaba más sencillo de esa manera—. "Parecen haberse adaptado a este sitio" —sus ojos fueron más allá, hasta el centro del círculo formado por lobos—. "Joy y Sungjae lo han traído. Han venido con el pequeño que me prometieron cuidar como a su propio hijo."

Vagamente Hoseok recordaba haber conversado con sus líderes sobre un niño en concreto y vagamente también recordaba la manera en que Sungjae parecía haber conectado con ese mismo pequeño desde el primer día en el que su grupo de rastreo se adentró en el territorio de las tribus para lograr sacar a los sobrevivientes de la masacre. El líder Yook lo había tratado de tranquilizar contándole historias sobre la lavanda y los poblados de su montaña.

"Estoy seguro de que es parte de su familia ahora. No debes preocuparte por él" —la mano del guardián altiorem no había soltado la del lobo de viento desde el instante en que dejaron la forma lobuna poco después de abandonar el norte. Por donde sea que caminasen, continuaba oliendo a sangre, dolor y guerra—. " De alguna forma esos niños han empezado a vivir. Casi todos están adaptándose bien a sus hogares de acogida. Incluso los que se quedan en el hostal de mi familia. Mi madre..."

Hoseok tragó saliva. Ella había estado muy implicada en el proceso de integración de todos y cada uno de los muchachos. Con mayor o menor edad. Les enseñó cómo pronunciar las palabras o a escribirlas del mismo modo en el que Jimin continuaba haciéndolo con Yoongi. También se encargó de llenar los estantes de sus habitaciones temporales de curiosos libros repletos de ilustraciones coloridas.

"Sé que ella los cuidaba bien. No olvides que también se encargó de cuidarme a mí por un tiempo."

El apretón entre sus dedos fue suficiente. El vínculo que pulsaba con enorme intensidad entre los dos seguía siendo una novedad para el guardián y sin embargo ya no se podía imaginar a sí mismo viviendo sin ese sentimiento de plenitud que invadía su cuerpo al sentirlos a ellos cálidamente cerca.

—Ahora la entiendo mejor —susurró en voz alta—. Pero a la vez me cuesta comprender cómo pudo seguir adelante con tanta fuerza después de perder a mi padre.

Yoongi sonrió levemente.

—Bueno, ella tenía unos c..cuántos hijos a su cargo. Creo q..que sin duda, vosotros fuisteis una buena motivación.

(***)

Eran pocas las personas que no se habían presentado. Incluso aquellos que seguían heridos de gravedad lograron hallar una forma para acudir a lo que sin duda supondría la primera reunión pública del consejo en un tiempo. Los guardianes y los líderes no se habían juntado de ese modo desde tal vez un par de décadas atrás.

—Antes de comenzar —Jeon Joy mantenía al pequeño niño de las tribus sobre sus piernas y la mano de Sungjae fuertemente agarrada. El sur seguía debilitando al norteño tanto como el primer año de su estancia en aquella zona y las ojeras que se revelaban bajo los ojos del omega lo hacían evidente para todos los presentes. Necesitaba respirar pronto aire norteño, aire de su hogar—. Me gustaría aclarar que a menudo en las guerras se toman decisiones motivadas por la desesperación. Convertir a humanos en lobos no es algo que nosotros hacemos, sobre todo porque para ellos implica un enorme cambio en sus vidas. Un cambio que incluso si lo hubieran querido no podrían llegar a imaginar en qué gran magnitud les afectará.

Sungjae asintió a su lado.

—Soy consciente de que la petición que os hice en la pasada batalla ha roto pactos que se firmaron con un gran tiempo de reflexión previo y también entiendo que es injusto por mi parte pediros ahora que volváis a respetar esos pactos cuando cerca de nosotros tenemos a una treintena de semi licántropos convertidos —Sungjae carraspeó—. Sin embargo quiero pensar que cada uno de nosotros entiende el abuso de poder que implica obligar a alguien a convertirse en algo que no desea ser. La Guerra ha quedado atrás y con ello las medidas desesperadas de nuestra manada por lograr la supervivencia.

Los murmullos se extendieron alrededor del grupo de lobos que escuchaban a los líderes pero curiosamente Lae Vianea no interrumpió a pesar del constante movimiento rítmico de su pie contra el suelo terroso. Solo la mano de Yugyeom parecía detenerla ante la necesidad de argumentar algo.

—Hay cosas que estos tiempos de miedo y escapismo nos han ayudado a entender —Joy prosiguió, mirando a Sungjae por un instante antes de hablar—. Así que al líder Yook y a mí nos gustaría hablar de la posibilidad de abrir nuestras fronteras. Nos hemos escondido por demasiado tiempo y eso no ha ayudado a que la persecución hacia nuestra gente se termine. Por eso creemos que deberíamos vivir en armonía en la montaña como una manada, por supuesto protegiendo el secreto de lo que somos ante aquellos que desconocen nuestra naturaleza...

—Pero sin clausurarnos —añadió Sungjae—. Sin limitar nuestro escape a una montaña y nuestro hogar a un único bosque. Porque si en algún momento debemos volver a luchar quizás la respuesta adecuada sería permitir que cada uno tome el camino que quiera. Como han hecho en esta ocasión los mestizos. Y aunque nunca hemos obligado a nadie a quedarse, sabemos que siendo este nuestro único hogar y medio de vida...

—La mayoría ha sentido una especie de obligación. Un empuje invisible. Una responsabilidad casi evidente por no permitir que otros destrocen el único hogar que conocen. Son muy pocos lobos los que se atreven actualmente a salir de la montaña.

Cuando los líderes dejaron de hablar el murmullo general se hizo todavía más intenso.

—¿Podemos opinar ahora? —Lae Vianea finalmente alzó su mano, moviéndose para zafarse del agarre de su pareja.

Los líderes le dedicaron un asentimiento.

—No me importa lo que piense cada uno de nosotros. Me da igual. Lo único que sé es que las guerras se han llevado a personas importantes de mi familia en más de una ocasión y no estoy dispuesta a permitir que eso suceda de nuevo. Mantened esta manada lejos del peligro y yo me dedicaré a seguir empujando cada día el progreso para que nuestro pueblo sea un lugar mejor en el que vivir. Si podéis prometer una zona apartada de fuegos y balas de plata, puede que en algún momento mis protestas disminuyan y con las mías las del resto de este consejo territorial. No hay democracia sin oposición.

—Haremos todo lo que esté en nuestras manos, Lae. Puedo jurarte eso. —prometió Sungjae.

—Con eso no me basta, Yook. Recuerda que para mí todavía no me representas como líder. Fui criada en el sur y no en la Unión, soy más rádical de lo que tú jamás llegarás a comprender incluso con tu matrimonio suponiendo la primera unión legal entre lobos de dos manadas criadas en los ámbitos más diferentes posibles. Si quieres mi apoyo más vale que des tu vida entera por la gente aquí presente mientras nos lideras. O al menos que demuestres que estás dispuesto a hacerlo.

Las miradas se clavaron sobre el omega, todos esperando una respuesta en condiciones. Joy gruñó, sus caninos asomándose y sus pupilas dilatándose con el color de las amapolas presentes a su alrededor como símbolo de luto por los caídos en batalla.

—Está bien, Vianea —Sungjae forzó una sonrisa, poniendo su ancha mano sobre el muslo de su alfa en un intento por tranquilizarla mientras hablaba—. Creo que puedo tomarme eso como una apuesta. Es el primer paso para una buena amistad, espero. No creo en los imposibles y he visto cosas mucho más complicadas hacerse realidad en los últimos trece meses. Que podamos dialogar no está tan lejos.

—Estás creando una fantasía en tu cabeza, Yook. —Vianea trató de ocultar una sonrisa sincera.

—Quizás está manada necesita un poco de eso también. ¿No lo crees?

—¿Son esos sueños los que hicieron que tus norteños te escogieran como líder?

Yook se echó hacia atrás levemente, su porte recto y sus ojos comenzando a iluminarse a pesar del evidente cansancio que le recorría el cuerpo.

—Deberías preguntar a nuestro pueblo por qué me eligieron si quieres ser mi digna opositora. Aunque estoy dispuesto a jurar que tengo una o un par de cualidades más además de mis sueños.

Un guiño por parte del líder Yook causó que Lae bajase la mirada. Tal vez sorprendida por el juego del omega o puede que por el evidente atrevimiento. Quizás en el fondo, de omega a omega, sintiendo verdadera admiración ante su rival.

Porque si algo habían aprendido todos y nadie negaría nunca, era que Yook Sungjae sabía cómo defender a su pueblo.

(***)


Durante las siguientes horas se cerraron diferentes puntos que incluyeron la recuperación de los túneles y la formación de un nuevo grupo de rastreo más experimentado, se aprobó mantener a los cazadores humanos por un tiempo prudencial en el hostal Jung hasta que sus nuevas capacidades les permitieran moverse con soltura como semi licántropos e incluso se planeó una incursión a la zona en la que habían observado las extrañas glicinas para analizarlas con cuidado.

—Tengo una petición —la voz de Junho sonó torpe y demasiado alta entre el grupo de lobos que todavía quedaba a esas alturas reunido —. Pido la atención de los líderes de la Unión.

El mayor de los Jung se apoyaba en el hombro de su hermano a pesar de que todo el cuerpo continuaba temblandole, con los habituales nervios de un ataque de ansiedad.

Hoseok no había podido hablar todavía con Junho, no pudo de hecho hacer mucho más que alcanzarlo en cuando lo vió a lo lejos. Arrastrándose prácticamente para lograr llegar a la reunión.

—Quiero convertir a mi pareja —Junho no esperó a que le dieran la palabra aunque tampoco parecía que pudiese oír demasiado—. Los sanadores han dicho que su corazón todavía late, muy lentamente, pero lo hace. Quiero convertirlo en un semi licantropo.



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Hiiii!!!

Nuevo jueves y nuevo capítulo, las vibras spooky se están empezando a colar en mi perfil de Wattpad, así que no dudeis en dejarme saber si disfrutais de la epoca de Halloween. Yo estaré subiendo reseñas de libros perfectos para esta epoca en mi cuenta literaria de instagram (cozybooks3).

Espero de veras que el nuevo cap os haya gustado a pesar de que ha sido cortito, algunas tramas comienzan a finalizar :(

Un beso,

os amo

Mel

💜

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