Capítulo 6
"Voy persiguiendo fuego cuando corro detrás de ti. Tienes ese algo que nunca quiero perder. Es como bailar cuando la canción ya se ha terminado, moviéndonos sin acercarnos más. Voy persiguiendo fuego cuando corro detrás de tí "
—Chasing Fire
(Lauv)
☽
Yoongi decidió que no le gustaba ese coche en el instante en el que Hoseok se inclinó sobre su cuerpo desde el asiento de conductor para hacer que una de las esposas de su mano se conectase al asidero del vehículo. De nuevo, probablemente creyendo que trataría de escabullirse en cuanto le quitasen la mirada de encima.
La irritante sonrisa del guardián mientras lo inmovilizaba de una manera en la que nunca podría huir fue sencillamente humillante e hizo que todo su interior se estremeciera en consecuencia. Yoongi tuvo que soportar el peso de los trabajados músculos de Hoseok sobre su regazo por al menos un par de segundos mientras esté cerraba la esposa y aunque el instante podría ser considerado por otros como un simple parpadeo… Al lobo de viento le resultó eterno.
Y cuando este finalmente le dió espacio, Yoongi y sus cachorros todavía se vieron obligados a tener que lidiar con el maldito aparato que ese hombre usaba para comunicarse con sus compañeros de trabajo. El objeto no dejaba de sonar con un sonido chirriante que despertaba de su tranquilo sueño a Winter y Drako mientras Hoseok conducía a través de caminos de tierra más actos para lobos que para coches. Podía sentir las vibraciones de las conversaciones que atravesaban la línea haciendo sus tímpanos pitar una y otra vez.
—Kim Namjoon para Jung Hoseok. Los líderes me informan de una salida autorizada con el prisionero alfa de la Tribu del Viento. No tengo constancia de que otros guardianes hayan sido requeridos para ayudarte en la tarea de asegurar la zona a visitar y controlar al lobo, lo que desde luego se desliga de tu forma de actuar normal. Pretendes llevar al chico a una tienda de artesanía local y regresar en menos de una hora a la vivienda de seguridad en la que debe quedarse hasta que los líderes actualizen su situación. ¿Es eso correcto? Cambio.
—Aquí Jung para Kim, recibido. Es correcto, no necesito refuerzos por el momento. El prisionero se está comportando de forma pacífica y no hay muestras de un posible ataque por su parte, lleva a los cachorros en sus brazos por lo que no creo que sea una amenaza mientras estos se encuentren presentes. Para tranquilidad de los líderes, puedes comunicar que he asegurado sus manos con esposas de metal y plata, le impedirán moverse más allá del rango que yo he marcado. Tengo la situación bajo control, jefe. Cambio.
—Copiado, JH. Estaremos atentos a las comunicaciones, si la situación se complica debes informar de inmediato, espero tu informe después de la visita a la tienda local. Cambio.
—El informe será realizado con total exactitud, jefe. Cambio.
—Ah y Hoseok, trata a nuestro chico de viento de la manera adecuada. No olvides que además de ser un prisionero es un invitado de la Unión. Saca ese palo que llevas en el culo cuando se trata del trabajo y pon un poco de ilusión en la tarea que te ha sido encomendada. Cambio y fuera.
Hoseok lanzó su walkie talkie sobre la guantera del todoterreno que la guardia usaba en horas de servicio para intercambios de comida con los intermediarios humanos y se llevó una mano hacia la barbilla mientras dejaba salir un sonido de frustración desde su boca que casi sonó como un aullido. Yoongi no pudo evitar reírse ante el hecho de que ese guardián altiorem pareciese tan sumamente harto de tener que ejercer de niñero. Qué se jodiese, definitivamente no era su culpa que una manada de lobos quisiera mantenerlo bajo el yugo de una prisión.
—La tienda está cerca pero tendremos que usar el coche para transportar los muebles.
—Eso y que no me vas a per..permitir mover..moverme por la montaña con libertad incluso contigo ca..caminando cer..cerca.
No era su forma preferida de moverse por la montaña pero no estaba dispuesto a comprobar lo que podría llegar a ocurrir si de repente animaba a Yoongi a corretear en su forma lobuna a través de los frondosos bosques de abedules después de meses encerrado. Con esto tendría que ser suficiente de momento.
El lloriqueo de Drako casi saca a Hoseok de su nube de frustración por un instante. El lobezno estaba moviéndose incómodamente entre los brazos de su padre.
—¿Tiene hambre?
Yoongi negó.
—No. Cr..creo que necesita algo qu..que poder mordisquear, sabes que los caninos de un cachorro con lic..licantropía crecen con mayor rapidez que los de un h..humano normal.
Hoseok hizo un nuevo sonido de frustración, la mano sobre su barbilla rascando ahora el suave rastrojo de barba de dos días que se había generado durante el tiempo de guardia nocturna de esa semana. Desde la llegada de Yoongi y los lobeznos, no había tenido ni una sola hora para sí mismo a parte de esas tan escasas que a veces usaba para dormir. De por sí le gustaban las guardias nocturnas, le permitían escapar de su madre y hermanos mayores por un tiempo al verse obligado a dormir durante el día, los bosques durante la noche eran tranquilos y la luna brillaba en el firmamento. Él era un lobo solitario a pesar de su enorme familia.
Sin embargo, ahora hacia las guardias en la noche, se encargaba del papeleo y la vigilancia de los límites del sur por las mañanas y lidiaba con tres personas durante la tarde. Tendría que cambiar su horario si quería seguir trabajando tan bien como acostumbraba a hacerlo. Era eso o terminar agotado en menos de un mes.
—Está bien. Pararé para comprarle un mordedor. ¿Alguna preferencia?
—Mader..madera de abedul dulce.
—¿Betula lenta? ¿Lo que rodea el bosque más cercano a la cima del norte antes de que las rocas y la nieve acaben con la vegetación?
Yoongi asintió y Hoseok rodó los ojos.
—¿Te haces una idea de lo complicado que puede ser conseguir un mordedor con ese tipo de madera? Sobre todo después de los ataques, no hay artesanos que se atrevan a subir hasta esa parte de la montaña ahora. Antes eran pocos los que lo hacían pero en este instante… En realidad dudo mucho que alguien suba hasta ahí después de lo que pasó en lo absoluto.
Yoongi se hundió en su asiento, estrechando a Drako entre los brazos y tratando de calmar el llanto de este a medida que mecía los brazos. Sabía que la cima no era un lugar frecuentado por esas manadas, jamás lo había sido. Incluso antes del ataque las veces en las que su manada tenía contacto con la de Hoseok se reunían en inviernos demasiado fríos que los obligaban a bajar un poco desde su territorio hasta el centro de la montaña o bien a ocasiones en las que ellos necesitaban con urgencia a un sanador experimentado.
—Tú pr..preguntaste si tenía una preferencia. Con..consígueme lo que sea que p..puedas, no soy estricto.
—Haré lo posible pero dudo que la boticaria logre encontrar un mordedor hecho a partir de betula lenta. Aún así, le pediré que busque.
—Ajá, gr.. gracias.
Hoseok aparcó el coche en frente de una cabaña de madera pequeña frente a la que gran cantidad de recipientes de barro y piedra se encontraban tapados con tapas oscuras. Algunos ramos de hierbas secas colgaban desde las ventanas, provocando que Yoongi inevitablemente pensase en su madre y en el modo en el que ésta solía clasificar hierbas medicinales en la entrada de su cueva cuando su familia vivía sin preocupaciones en la cima. Por un instante sus ojos se sintieron irritados, la imagen del recuerdo tan clara en su mente que casi quemaba.
—Solo tardaré unos minutos. ¿Necesitas algo más para esos dos granujas? ¿Tal vez pañales?
—La señora Jung me dió to..todo lo necesario p..para cuidarlos por al menos va..varios meses. El mordedor es t..todo lo que necesito ahora.
—Okay. Quédate aquí, la boticaria es una señora muy mayor y podría tener ideas equivocadas acerca de tí. No quiero que te haga sentir nervioso a tí o a los cachorros. Ella es una buena mujer pero no cree en el perdón, especialmente después de perder a dos hijos en la guerra que mantuvo a mi manada enfrentada con el sur durante décadas.
—Me quedaré aquí. —en silencio, como siempre trataba de hacerlo.
Yoongi prácticamente se había quedado dormido cuando notó a Drako removerse y lloriquear de nuevo. Hoseok estaba tardando mucho más de lo prometido y él se culpó a sí mismo por haber mencionado el abedul dulce, cualquier mordedor estaría bien si con este lograba calmar un poco el dolor que seguramente estuvieran sintiendo en la boca los dos pequeños lobeznos.
Sus ojos soñolientos no se abrieron del todo mientras trataba de calmar al cachorro que seguía lloriqueando y removiendose entre sus brazos. Últimamente nunca lograba descansar del todo bien, echaba de menos aquello que él conocía y lo ansiaba de vuelta. Su mal descanso tal vez estuviese conectado con el hecho de que había logrado acostumbrarse al hostal tras un año residiendo en ese sitio, al modo en el que la señora Jung siempre mantenía las ventanas abiertas para él y los bebés, generando una corriente de aire agradable que le permitía recordar el clima fresco de la cima de la montaña. Al olor a lavanda fresca de aquellas mantas o el zumo de naranja recién exprimido en la mañana, por no hablar de esas deliciosas galletas de canela y…
Olía a humo. Demasiado como para tratarse de una simple hoguera o una quema controlada. Yoongi se obligó a sí mismo a espabilarse y a salir de la ensoñación en la que se había permitido caer. Su cabeza giró bruscamente hacia la parte trasera del vehículo y sus ojos se abrieron al instante por la sorpresa. Algo estaba quemándose en el remolque, generando que las llamas se extendieran por el prado que rodeada el lugar en el que Hoseok había aparcado varios minutos atrás.
—"Está bien Drako, papá ya ha visto el problema. Vamos a salir de aquí, sea como sea."
Pero aunque trataba de tranquilizar a sus cachorros, Yoongi realmente no podía hacer más que pelear con las exposas que lo mantenían atado a ese asqueroso asidero. La plata que contenía el metal y sus nulas fuerzas tras un año sin entrenar, le estaban impidiendo romper algo que en el pasado podría haber hecho estallar con un fuerte movimiento de su brazo. En menos de un par de minutos se sentía agotado y el humo estaba comenzando a causar que su respiración se volviese dificultosa y pesada.
Tenía que relajarse para poder pensar en algo, alguna forma de soltarse y salir de ahí de inmediato. A pesar de la escasez de gente que habían visto en el trayecto, todavía tenía que haber lobos por la montaña y Hoseok se encontraba a solo unos pasos de distancia. Si este realmente era un buen guardián tendría que oler el humo o al menos escucharlo gritar. Así que Yoongi tomó una decisión motivada por la desesperación y comenzó a llamarlo tan alto y fuerte como fue capaz.
—¡Hoseok!
El fuego se extendía con una rapidez alarmante y la temperatura elevada del vehículo había comenzado a causar que sus lobeznos empezasen a llorar de una manera que sobrepasaba por mucho lo habitual. El ambiente ya no le permitía respirar en lo absoluto a esas alturas y la maldita ventanilla estaba bloqueada, al igual que la puerta.
—¡Hoseok!
La botica estalló en llamas ante sus ojos, causando que su corazón se acelérase y sus movimientos en contra de las esposas se hicieran más vehementes y desesperados. La vida de sus cachorros y la suya misma dependían de que alguien lo escuchase, si Hoseok no lograba salir de ese lugar a tiempo... Sus ojos buscaron alrededor. Era imposible que los lobos del territorio no hubieran escuchado la explosión, aunque también sería razonable que nadie se acercase ahí hasta que un guardián llegase para inspeccionar la zona. De todos modos, volvió a gritar y volvió a intentar soltarse de ese maldito agarre férreo.
—¡Ayuda! ¡Necesito ayuda!
Yoongi apretó a los cachorros contra su amplio suéter y envolvió un poco más la manta alrededor de estos para evitar que el humo llegase a sus hocicos. Entonces tiró de las esposas, tanto como pudo, tanto como para que el dolor y la sangre corriesen a través de la piel de su muñeca. Sus pies empujaron contra la puerta a la par, si no podía romper el agarre de estas alrededor del asidero, tal vez podría fracturarse algunos dedos para liberar el agarre del interior de las mismas.
Su mente estaba tan centrada en lograr soltarse que apenas logró distinguir la figura de un herido Hoseok entre el humo, acercándose al coche entre jadeos acelerados. La puerta del vehículo se abrió bruscamente para el lobo de viento, haciéndolo resbalar del asiento hasta golpearse contra el suelo, sus caninos se mostraron por instinto. Había sostenido a los lobeznos con la mano libre sin que estos sufrieran daño alguno pero su muñeca izquierda continuaba atrapada y ahora colgaba en vertical desde su posición, dañándo la piel todavía más y cortando a través de esta.
—Me encantaría pelear ahora pero no es el mejor momento —Hoseok se movía con dificultad, uno de sus brazos casi completamente inmóvil y la tela de su chaqueta evidentemente chamuscada sobre su piel—. Ten, las llaves de las esposas —el guardián altiorem usó el brazo sano para tomar la mano libre del lobo de viento, la manera en la que lo levantó hizo evidente el motivo de que fuera un guardián altiorem porque incluso herido estaba ahí de pie, soportando el dolor de una quemadura que nunca se curaría del todo sin hierbas medicinales y ungüentos—. Suéltate y busca un buen lugar en el que esconderte con los niños. Han atacado la montaña y no habrá una sola zona segura aquí hasta que revisen las fronteras. Puedes moverte conmigo hacia el poblado más cercano, sin embargo no aseguro que eso sea bueno para vosotros. Si quieres mi consejo, deberías esconderte hasta que sepamos lo que sucede exactamente.
Yoongi logró oler el dolor asfixiante en el aroma natural de Hoseok, aún por encima del humo era evidente. Se apuró a tomar las llaves para abrir las esposas que rodeaban su mano, recordando su principal causa mientras miraba al guardián. Tan pronto como se liberó y corrió lejos del vehículo, entendió la falta de personas alrededor de la zona. Más allá de su posición y entre el frondoso bosque, eran muchas las casas que al igual que la botica habían estallado en llamas. Muchos lugares que ahora seguramente estarían tratando de ser apagados por el pueblo de la manada de aquella montaña.
—¿Y qué pasa con..contigo?
—Apuesto a que hay heridos—Hoseok señaló con una mano el frondoso bosque que rodeaba el prado en el que la botica y algún otro negocio cerrado se encontraban situados—. Esto está lejos de ser un ataque sin importancia. Había algo en la botica preparado para estallar y no creo que sea casualidad que lo haya hecho cuando yo decidí entrar. Y en cuanto al coche… Alguien prendió fuego a las cajas amontonadas en el remolque. Ya he avisado a la guardia pero sin refuerzos o una explicación de lo ocurrido… Sinceramente no es seguro que yo te lleve a ningún lado y mucho menos con los cachorros en tus brazos.
Yoongi observó a Hoseok, confundido por el hecho de que este fuese a dejarlo escapar así. De repente. Tras un año vigilando cada uno de sus pasos.
—Incluso si no me crees, mi deber es mucho más importante que yo mismo o mis ideologías y un guardián sabe que los niños son una de las principales prioridades cuando se trata de rescatar y proteger. Así que lárgate y busca un lugar seguro para tus cachorros mientras todavía puedas.
Tan solo el humo y las llamas alejadas advertían de aquella circunstancia tan fuera de lo normal que ellos habían dejado atrás sin tan siquiera percatarse hasta que fue tarde. Tal vez demasiado entretenidos con discusiones absurdas que ahora parecían no tener el más mínimo significado o sentido.
—La boticaria… —susurró el lobo de viento—. ¿Ella…?
—La he sacado hasta una zona alejada de las llamas por la puerta de la despensa trasera, pronto llegará un equipo de guardias para ayudar a desalojar la zona y le he recomendado lo mismo que a tí. Le dije que corriese hasta una zona alejada de árboles, sin prado seco cerca, tal vez algún cortafuegos de tierra. Ahora preocúpate solo por tí mismo y por tus cachorros, corre y vete lejos del lugar en el que puede llegar a suceder algo más grave. Si los cazadores son responsables de estos ataques, tal vez no paren hasta que...
Pero el lobo de viento simplemente no pudo evitar mirar esa masa de carne quemada que recorría la totalidad del brazo derecho de Jung Hoseok y se extendía por parte del cuello de este. No lograba entender cómo es que aquel alfa seguía en pie, tan solo mostrando su dolor a través de la respiración agitada y el ceño fruncido.
—Ven con..conmigo. Conozco l..la montaña mejor de lo q..que imaginas. Si s..subimos hasta el territorio cercano a la c..cima podríamos escondernos b..bien.
—Hay gente que me necesita aquí. Solo ve—Hoseok sonrió levemente—. No me digas que tienes una especie de síndrome de Estocolmo de repente, prometo encontrarte de nuevo incluso si te escondes en una de tus cuevas. Así que ve, me encargaré de atraparte cuando todo esté tranquilo y sea seguro traerte de nuevo hasta mi manada. No te me escaparás tan fácilmente.
Pero como si la Diosa Luna los hubiese escuchado, el sonido que Yoongi detestaba hizo presencia y Hoseok alcanzó como pudo el walkie talkie que colgaba de la cinturilla de su pantalón de trabajo al mismo tiempo que el coche que habían usado crujía a lo lejos, amenazando con causar un nuevo estallido de fuego.
—Jung Wheein para Jung Hoseok. Hemos sufrido un ataque coordinado de un enemigo no identificado, la orden de los líderes es clara, debes proteger al lobo de viento bajo cualquier circunstancia hasta que se aclare la situación. Mantente con Min Yoongi hasta que se te informe de que el lugar ha sido revisado y permanece estable. El poblado de guardianes no está todavía blindado pero podría suponer un buen refugio, aunque si quieres aceptar mi consejo no sabemos quién podría estar moviéndose entre los bosques de nuestra montaña todavía y haremos lo posible por rastrear a los culpables lo antes posible. Suerte Jung, recuerda cuidarte a tí mismo además de a aquellos que lo necesitan. Cambio y corto.
Yoongi no necesitó esperar, su mano buscó el brazo aparentemente sano de Jung y tras alcanzar la mano de este, comenzó a tirar de él haciéndolo caminar.
—¿A dónde crees que me llevas?
—A una de las cuevas de mi familia. Un lu..lugar seguro y medianamente c.. cercano.
—¿Y qué pasa con mi familia?
Yoongi se detuvo por un instante.
—Yo s.. sé lo que se siente al dejar atrás a tus se..seres queridos p..pero ahora sería un suicidio cr..cruzar el bosque, ellos mismos h..han mencionado q..que desconocen a quienes han at..atacado la montaña. Deberías recuperar fuerzas, tu br..brazo está gr..gravemente herido. Serías un estor..estorbo para tus compañeros en este momento. Yo más que tú quiero sab..saber si los que han hecho esto t..tienen alguna conexión con qu..quienes atacaron a mi tribu pero t..tengo que pensar más en mis cachorros que en la venganza.
Aunque le dolía admitirlo, Hoseok sabía que ese muchacho estaba en lo cierto. La guardia no tenía todavía pistas acerca de quiénes eran los responsables de aquel ataque, de si se trataba de cazadores o de una revuelta que podría sumir a la montaña entera en una nueva guerra. También era consciente de que le habían indicado que debía permanecer protegiendo a Yoongi porque hacerlo tenía la suficiente importancia como para no poder ser ignorado.
Así que cerró su boca y siguió al chico a través de caminos conocidos y sin embargo poco usados por él o cualquier guardián. Había normas no escritas, zonas que solo los animales más antiguos de ese lugar recorrían. Meterse en su territorio implicaba influir en la vida de estos, pero de alguna manera no podía sorprenderse ante del detalle de que un lobo de las tribus, alguien que era más animal que humano gran parte del año, supiera cómo caminar y qué buscar en esas zonas boscosas. Porque precisamente aquellas zonas de alguna manera eran las que Yoongi parecía conocer perfectamente bien, este se había mostrado curioso al ver las carreteras de tierra o las casas y tiendecillas, en cambio ahora no dejaba de avanzar a trompicones sin necesidad de revisar dos veces el entorno que los rodeaba o el camino que debían seguir.
—En invierno la c..cima está demasiado fr.. fría como para que nuestros cul..cultivos sobrevivan, así que aquí es donde buscamos c..comida. Conoz..conozco tu montaña, norteño. La conozco casi igual de b..bien que tú.
Y teniendo en cuenta que había cuevas de las Tribus que atravesaban la montaña completa, a Hoseok eso tampoco podía sorprenderlo del todo. Él sabía que los lobos de la cima bajaban la montaña en invierno hacia territorios menos fríos y más fértiles, también era consciente de que algunos de ellos habían llegado en el pasado hasta el río y el poblado de guardianes suponiendo casi una atracción vistosa para los niños curiosos que los miraban desde el interior de las casas calentadas con fuego y leña. En cuanto a los caminos que estos solían recorrer, de esos él no tenía la menor idea.
Un sonido de dolor se escapó de entre sus labios inevitablemente cuando Yoongi avanzó sujetando fuertemente a sus lobeznos hacia una zona repleta de zarzas, los envolvió de nuevo en aquella manta que le rodeaba el torso y los giro hacia su espalda antes de agacharse. Tuvieron que reptar para pasar bajo las ramas afiladas, incluso en su forma animal tendrían que haberlo hecho. Cada movimiento parecía cortar a través de la piel quemada de Hoseok, la zona estaba tardando en curarse y temía que la tierra en contacto con la piel quemada pudiese ocasionar alguna infección especialmente inconveniente en esos instantes.
—¿Corremos peligro real? —preguntó el lobo de viento.
—No es algo que pueda afirmar o negar con certeza sin haber revisado la situación por mí mismo.
—Entonces, es mejor que evitemos cua..cualquier posibilidad de ser atacados. Cr..creo que este es un buen lugar pa..para esconderse.
Cuando finalmente pudieron ponerse en pie, más allá de las cortantes zarzas, una enorme entrada de cueva apareció ante sus ojos. ¿Cuántos mapas había revisado Hoseok en su trabajo? Al menos cien mientras repartía guardias en zonas de seguridad o realizaba rastreos. Todos ellos sobre su territorio pero en ninguno de estos parecía figurar ese lugar al que el lobo de viento lo había llevado, él lo hubiera recordado. Y quizás si su piel quemada no pareciese a punto de hacerlo llorar, se habría parado a observar todo con mucha más calma.
—Ven —Yoongi volvió a tomar su mano, siempre eligiendo la zona de su brazo sana para tocar—. Cómo lobo de viento tengo el derecho de invitarte a pasar. Esta es una pequeña parte de lo que soy, lo que son mis cachorros y lo que fue mi hogar y tribu.
Hoseok se mantuvo en silencio y sus pasos avanzaron a la par que los de Yoongi. Más allá de la enorme entrada se encontraba una cueva repleta de montoncitos de paja seca, herramientas de barro y madera descansaban al lado de lo que parecía una piedra usada hace mucho para generar hogueras controladas tal vez con el objetivo de cocinar.
Maldita sea. ¿Era posible que los lobos de las tribus tuvieran cuevas que ellos desconocían alrededor de toda la jodida montaña? Si así fuese, no era tan extraño que un guardián hubiese detectado un rastro de humor que iba desde la cima hasta el propio centro del territorio de la Unión.
Ahora algunas cosas tenían mucho más sentido… El problema era que Jung Hoseok seguía sin entenderlo. Él no entendía absolutamente nada.
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Hiii!!!
Perdonad por favor la tardanza, esta tarde al llegar de trabajar fui a ducharme y después de cenar por un instante se me olvidó que hoy es miércoles. Al menos he llegado a tiempo jaja.
Espero que os haya gustado.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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