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Capítulo 57


"Si no miras demasiado de cerca ni siquiera puedes decir que estoy solo. Aunque me mantiene despierto por la noche, intento mantenerme distraído. Pero tengo todos estos horribles hábitos de escuchar voces en mi mente."

—Intrusive Thoughts

(Natalie Jane)

La mirada de Hoseok siguió el movimiento de los dos pequeños sobre la alfombra que Yoongi había estirado en el suelo de la tienda. Sus nervios continuaban crispados después del encuentro con Vianea y ni siquiera el viento que fluía a través de la puerta de tela abierta le servía para refrescar la sensación de fuego ardiente que quemaba en el interior de su garganta y se extendía por todo su cuello.

Había regresado directamente a su lugar seguro, incluso si sabía que como guardián altiorem a cargo de una unidad de rastreo debería estar escuchando lo que los líderes y el consejo acordaban. Se esperaba que así lo hiciera. Namjoon estaba allí como también lo estaban otros muchos guardias. Mas no lo estaban él o su hermano mayor, ninguno de ellos quiso tomar la decisión de acudir a una mesa de debate en la que en el mejor de los casos la guerra se retrasaría a través de medidas de protección más exhaustivas.

—El consejo —Yoongi estaba estirado a un lado de los dos cachorros, una mano colocada contra la espalda de Winter y la otra acariciando el pelo de Drako—. ¿Crees que aceptará la i..idea de esa mujer?

Yoongi llevaba un tiempo entre ellos, mucho del cuál se había limitado a escuchar sin decir una sola palabra mientras analizaba hasta el más pequeño de los aspectos que rodeaban su nueva vida. A Hoseok no debería sorprenderle lo bien que el chico entendía las telarañas enrolladas y cruzadas de su manada, sin embargo lo hacía. Porque el lobo de viento era listo y malditamente rápido para aprender. En otras circunstancias podría haber formado el dúo perfecto para su unidad de rastreo junto a Elia.

—No puedo saberlo con seguridad pero lo cierto es que llegados a este punto no sería del todo descabellado —Hoseok abandonó su posición y se dejó caer sobre el camastro sin dejar de observar a los pequeños que jugueteaban sobre la mullida alfombra situada a un lado de la cama—. La manada al completo está nerviosa, muchos empiezan a cansarse de la sensación de inseguridad, lo que dijo Taemin esta mañana no solo se aplica a los mestizos de sombras. La mayoría de personas que conozco darían lo que sea por terminar con el tema de una buena vez por todas, incluso si eso implica ir a buscar al enemigo dentro de su territorio como kamikazes en lugar de continuar reforzando nuestras zonas. Hemos estado demasiado tiempo en guerra, demasiados años teniendo que vigilar fronteras y mucho más lanzando ataques o luchando diariamente sin descanso. Cuando la Unión se formó la gente creyó que la paz llegaría de forma definitiva, imaginaron una montaña con libertad de movimiento y felicidad. Nadie quiere otra guerra y mucho menos desean estar confinados en un campamento u obligados a tener que moverse con cuidado dentro de nuestro propio hogar...

—Aún con eso, si deciden atacar p..primero podrían m..morir.

—Bueno, digamos que el corazón de los lobos de este lugar están lo suficientemente desgastados como para que eso les importe lo más mínimo. Nada lo hace, salvo terminar con todo aquello que amenace las posibilidades de lograr una calma definitiva.

Yoongi se estiró sobre la alfombra, sus ojos mirando hacia el techo de la tienda mientras trataba de ordenar sus ideas.

—¿Q..qué es lo que p..piensas tú, lobo de tierra?

Los dos se observaron, Yoongi no había apagado su mirada después del encuentro con Lae Vianea y Hoseok tampoco. Ni siquiera para jugar con los cachorros, precisamente con los bebés cerca, sus lobos parecían más protectores y territoriales de lo habitual. Otro motivo que se sumaba al hecho de haber evitado una reunión inútil en la que con seguridad guardianes y miembros del consejo gritarían sus consignas hasta perder las voces.

—¿Lo que yo opino? —Hoseok imitó el movimiento del chico, tumbandose en el camastro y dejando caer una de sus manos fuera de este para apoyar los dedos en el cabello de Winter—. Creo que en realidad no estaría del todo mal, ¿sabes? Acabar con toda esta cosa enrevesada que no nos está llevando a ningún sitio por mucho que lo intentamos. Pero le estás haciendo la pregunta a alguien que ha aprendido a proteger a su pueblo antes incluso de saber cómo aullar. Imagina la respuesta de un guerrero sureño si esta es la mía, yo ni siquiera disfruto de la sangre, me limito a respetar mi trabajo porque amo lo que hago y aún así prefiero lanzarme al enemigo si eso puede evitar que tengamos que dedicar años y años a la defensa de nuestro territorio hasta sentir que ni siquiera tenemos una casa. Para ellos, en cambio, golpear es una sensación que les llena el cuerpo de cierta armonía. Nunca he visto a Jeon Jungkook más vivo que cuando se encuentra en una arena de batalla, ya sea entrenando o luchando. Ocurre lo mismo con Namjoon, sin importar los muchos años que lleva en el norte, su interior... Lo más profundo de ese lobo, lo que lo hace proteger a su familia y gruñir cuando el enemigo se acerca, es sureño en todas las formas que yo conozco. Sin importar el que la Unión quiera romper las fronteras poco a poco, todavía hay diferencias que deben limarse. Y cuando una guerra se encuentra bordeando y acechando, dichas diferencias deben ser usadas o desechadas lo antes posible.

—¿Y cómo s..se lucha en un mismo b..bando c..con tantas dis..disparidades?

Hoseok sonrió, su mano pasando a tomar en brazos a Drako tras dejar ir los mechones blancos como la nieve de Winter. Lo alzó y observó el brillo plateado de la mirada del pequeño.

—Las diferencias no nos hacen débiles, Yoon. Las diferencias nos convierten en la mejor arma que el enemigo pueda esperar toparse. Y para cualquier tipo de guerra implica una regla de oro, el enemigo de tu enemigo es tu amigo.

—Los mestizos de sombras —Yoongi preguntó, sentándose y girando su cabeza hacia Hoseok—. ¿Qué se supone q..que son ellos entonces? ¿Taemin tiene r..razones para enfadarse? ¿Para convertirse en amigo de nuestro e..enemigo?

—Una pieza en un tablero.

Hoseok se encogió de hombros y Yoongi frunció el ceño, al fin algo que ese muchacho parecía no ser capaz de entender.

—¿No lo somos todos acaso? Ni uno solo de nosotros es algo más o menos que eso y cuando aprendas a jugar lo sabrás distinguir. Somos piezas en manos de aquellos que realmente saben cómo jugar el juego. Y de momento, la única forma en la que podremos salvarnos es luchando a favor de aquello en lo que creemos. Taemin no es más que una pieza pero si se convierte en el que decide mover...

Yoongi quería hablar, sin embargo no sabía qué decir. Así que finalmente no dijo nada, en lugar de hacerlo se limitó a tomar a Winter en brazos y caminó hacia el camastro para tumbarse sobre el cuerpo de Hoseok. Su nariz buscó la glándula de olor del guardián, deseando que por una maldita vez este rompiese esa norma acerca de no dejar su aroma sobre otros. No lo hizo, pero al menos le rodeó la nuca con la mano y el tacto frío se sintió como una caricia llena de relax.

—De todos modos, no creo que Taemin quiera mover ninguna pieza. No deberíamos pensar en eso. Mañana iremos a revisar la estaca y visitaremos la biblioteca, esos dos niños parecen querer hablarnos de algo importante.

Hoseok no rompió la norma ni al inicio ni mucho después, pero le permitió quedarse dormido a Yoongi mientras este absorbía sin disimulo la embriagante fragancia del aroma que combinaba con el suyo. La familiar esencia de las mandarinas.

—E..espero que esa guerra no t..termine con los dos de n..nosotros m..muertos —susurró el lobo de viento adormilado—. Sería una p..pena.

(***)

Cruzar la montaña habitualmente no sería complicado.

Cruzar la montaña para el grupo de rastreo de Hoseok con los guardias del consejo territorial delimitando las zonas y acotando los lugares por los cuáles podrían moverse, fue sencillamente una pérdida de tiempo llena de estrés innecesario. Más todavía viajando con dos cachorros a los que no podía evitar necesitar proteger, principalmente debido al vínculo que compartían.

—¿Y bien? —Yunho preguntó, su mano sobre el hombro del humano mientras caminaba al lado de los lobos. No todos ellos se habían convertido pero sí la gran mayoría lo que no dejaba de hacer que se sintiese solitario en medio de los árboles conocidos. Su lobo era algo que no podía controlar con raciocinio tras el ataque del museo—. ¿Alguien pretende decir qué es lo que se decidió en la reunión? Por favor.

El pelaje de Elia rozó al mayor de los Jung, mostrando su total apoyo ante la pregunta realizada. La loba al menos parecía tan ansiosa por respuestas como él. Él, que había decidido deliberadamente no asistir a la reunión después de mirar a Jongho a los ojos y entender que había cosas muchos más importantes que la guardia. De nuevo. Una vez más.

—Ni siquiera los que asistimos estamos seguros de si se ha decidido algo en lo absoluto.

Hoseok apoyó la mano sobre la parte baja de la espalda de Yoongi, alejando a este de la zona en la que se apostaban los seguidores de las hermanas Lae. A pesar de que escuchaba la conversación a su alrededor, sus ojos no podían abandonar la tensa situación que rodeaba a su grupo de rastreo.

—Pero si lo que queréis es una respuesta cercana a lo que me imagino que los líderes decidirán en base a lo hablado... —Jungkook avanzó, cada uno de sus pasos seguidos de cerca por el enorme lobo de Kim Taehyung. El tono bromista que habitualmente acompañaba a la pareja después de su descanso de un año en la parte más alta de la montaña, cada vez se disipaba con más claridad—. Conociendo a Joy, no permitirá que una revuelta amenace la Unión ni arriesgará a su pareja. Creo que Sungjae y ella buscarán la forma de complacer a aquellos que desean atacar primero sin necesidad de obtener una matanza a cambio.

El humano se inclinó levemente para susurrar en el oído de Yunho y este rodó los ojos como respuesta. Su tacto siempre contra la piel del policía. Bajo el suéter de lana gruesa, entre el hueco del cuello del hombre y el hueso que formaba su hombro.

—Lo cual sería francamente maravilloso si tuviésemos tiempo pero...

—Cerrad la boca —Hoseok finalmente intervino, su mano todavía contra la espalda baja de Yoongi y la mirada buscando las expresiones apesadumbradas de los cachorros. Ellos dos mejor que nadie a su alrededor podían percibir los sentimientos negativos que las personas cercanas vertían contra su presencia en el entorno de las Lae. Los cachorros generalmente eran sensibles pero Hoseok jamás había visto a un par con tal capacidad de intuición como el que formaban Winter y Drako—. Tenemos que llegar a la biblioteca, una vez allí podréis hablar de lo que sea. Mantened vuestros ojos abiertos pero todavía más vuestros oídos y hocicos. ¿Acaso no podéis oler lo mismo que Winter y Drako están oliendo ahora?

Todos silenciaron sus palabras.

Porque Jung Hoseok no se equivocaba.

Caminaban sobre la tierra que hace no mucho le había pertenecido a la madre de las hermanas Lae y que ahora era propiedad de la familia Jeon. En el territorio de aquellos que generalmente trabajan en los alrededores sin meterse demasiado en la política, los mismos que parecían haber comenzado a inclinarse hacia un lado de la balanza muy concreto.

Porque definitivamente la tierra olía a ceniza sin que el fuego estuviera ardiendo.

Y había una serie de palabras que ninguno de ellos sería capaz de olvidar jamás. Las que vertían la primera amenaza recibida tras firmar la paz de la Unión.

"La Unión caerá. La justicia divina brillará sobre lo sobrenatural. Muerte a la Luna y a todos los que presuman de ser sus hijos. Vuestros río se convertirá en sangre y vuestras tierras llorarán ceniza."




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Holiii!!!!

El cap es cortito porque el día de hoy está siendo inesperadamente agotador, pero espero que de alguna manera os sirva para sacar algunas teorías locas que amaré escuchar jeje

Como me imagino que a estas alturas sabréis bien:

Un beso,

os amo

Mel

💜

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