Capítulo 15
"Deambulé en un laberinto. Nunca me detengo, nunca me detengo. Repito una y otra vez: nunca me detengo, que se pudran todas tus oposiciones. Por fin soy libre."
—Set Me Free
(JIMIN)
☽
La carretera ante los ojos de los tres guardianes parecía hacerse más larga a medida que sus pasos avanzaban y la niebla los rodeaba. Separarse un par de centímetros ya era un riesgo, por lo que caminar pegados los unos a los otros parecía la única opción segura para salir de ese lugar de una pieza.
La ansiedad se pegaba a sus nucas como el viento gélido del invierno. Ahora sabían que no estaban solos, no podían estarlo cuando alguien se había llevado su coche.
—Manteneos cerca, esta niebla puede convertirse en el peor de nuestros enemigos. No podemos ver más allá del lugar que pisan nuestros pies.
Hoseok desearía tener algo más en sus manos que un walkie talkie con el que pedir refuerzos. El hecho de que su coche de trabajo hubiera desaparecido era bastante más grave de lo que él había querido reconocer en voz alta.
—Maldita sea, en estos momentos me pregunto qué es exactamente lo que me hizo mover el culo de la cima de la montaña donde todo parecía tranquilo y seguro.
—Creo que el motivo es obvio, Jeon —Moon mantenía la mirada constantemente en el frente, sus ojos no se separaban del blanco horizonte que formaba la espesa niebla—. Nuestra manada está en peligro, lo que implica que la montaña al completo lo está y por supuesto eso incluye cualquier zona al norte sin importar si se trata de la cima. Eres un guardián desde tu nacimiento hasta ahora, no está en tu sangre el abandonar a tu gente. Forma parte de tí. Es una responsabilidad casi implícita en cada uno de nosotros.
—Ya, bueno, matices. No te haces una idea de lo complicadas que son las cuevas de la cima, podríamos habernos escondido en ese lugar por años sin ser descubiertos. Incluso si está en mi sangre proteger al pueblo, todavía sé que proteger a mi pareja es más importante. Por egoísta que suene. Vosotros tenéis muchas personas aquí dispuestas a morir por la manada y yo he aprendido que el sentimiento de querer vivir por quien amo es bastante más intenso que el deber que me fue enseñado desde el nacimiento. Aunque quisiera evitarlo, a estas alturas no podría.
—De nada serviría que te escondieses con él en las cuevas, no cuando cazar se volvería una necesidad que estoy segura que ni tu pareja ni tú querríais tener que experimentar. Salir se convertiría en una necesidad y en la mayor de vuestras necesidades.
—En realidad tenemos bastantes más necesidades que saciar, la mayoría mucho más placenteras que la caza. Te llegaría a sorprender, yo me sigo sorprendiendo…
Hoseok golpeó levemente con su mano la nuca de Jungkook. Un año atrás ese chico le había parecido realmente serio con respecto a su forma de realizar los deberes que la guardia le exigía, en la actualidad le resultaba demasiado revoltoso en comparación con el resto de guardianes de entrenamiento sureño con los que había podido trabajar.
—Mantened la boca cerrada, los dos. Vais a conseguir que nos lancen una flecha de plata directamente a la cabeza. No vemos lo que hay más allá de nuestras narices, nada de lo que nos espera a ambos lados de esta carretera o por detrás de la frontera a la que nos dirigimos. No tenemos conciencia alguna de lo que nos rodea ni sabemos nada salvo que debemos usar nuestros instintos con más ahínco del normal. Así que voy a pedir por última vez hoy que cerreis vuestras bocazas, es una orden. Si no sabéis cómo cumplirla os pondré fuera del equipo de trabajo en este preciso momento. Se han acabado los juegos o las bromas de cualquier tipo. ¿Me he explicado con claridad?
Jungkook se tensó. Lo cierto es que después de un año sintiendo la libertad de las montañas y la sensación de alegría que le provocaba mantenerse en su forma lobuna al lado de su pareja, era complicado volver a encasillarse en su papel como guardia altiorem. De vez en cuando olvidaba la importancia de aceptar órdenes y mantener controlado hasta el menor de sus sentimientos. La forma de trabajar que solía tener estaba oxidada y la parte animal juguetona tiraba con más fuerza de su personalidad de lo que lo hacía el humano responsable que le enseñaron a ser.
Se sentía enjaulado de alguna manera. Incluso cuando no lo estaba. No más de lo que lo había estado en el pasado al menos.
—Está bien —pero al menos Jungkook no necesitó mostrar una rabieta o replicar, entendía que Jung estaba al mando y que este tenía razones para preferir que se movieran en silencio—. Gracias por recordarme lo que significa estar en la guardia.
Hoseok se limitó a asentir. Aunque no entendía cómo era posible que Jungkook hubiese cambiado tanto, no podía juzgar las decisiones de este. Así que se limitó a hacer algo que sí sabía hacer, dar órdenes en función de aquello que había visto toda su vida. Dirigir a un par de guardianes como quizás lo hubieran hecho su padre y hermanos mayores. Cómo se suponía que un Jung debería saber hacer casi por naturaleza propia.
—MoonByul, usa tu poder de viento para alejar la niebla que tenemos a los lados. Es casi imposible que logres apartarla toda pero al menos nos ayudará a mantener una distancia con aquello que posiblemente nos esté vigilando desde la distancia.
—Al fin alguien lo dice —Jungkook susurró —. Esta niebla no es normal. Su espesura…
—Estoy seguro de que el que haya hecho desaparecer a los cazadores humanos tiene algo que ver con la intensidad de la bruma. Casi parece…
—Un hechizo.
Los dos guardianes mantuvieron la atención en MoonByul, los ojos de esta se habían iluminado de plateado mientras intentaba generar viento para alejar de las esquinas de la carretera los dedos de niebla que se extendían hacia ellos como brazos dispuestos a envolverlos.
—Pero los cazadores no se aliarían con un hechicero, ¿no crees? Al igual que con nosotros, ellos han sido cazados durante años. Incluso más. Tengo entendido que la quema de brujas es algo de lo que incluso hablan los cuentos para humanos. Algo que conocen aquellos que ni siquiera se han asomado a nuestro mundo.
Moon se encogió de hombros.
—Lo lógico sería que si lo llegasen a intentar cualquier hechicero o bruja con un mínimo sentido común se negase a aliarse con un cazador. Todos sabemos que usan los tratos que cierran en beneficio propio. Me gustaría pensar que tal vez el tablero se haya volteado y que puede que esta vez sean los cazados quienes hayan empezado a cazar —dijo la guardiana—. Podría ser una opción y de hecho me gusta esa opción.
—En tiempos de guerra a veces el enemigo es el aliado menos esperado, tu forma de pensar es peligrosa Moon —Hoseok no estaba de acuerdo con la teoría de la guardiana y mucho menos con la esperanza de venganza que albergaban las palabras de esta. Ir en contra de los cazadores significaría comenzar una nueva guerra que nadie querría vivir para ver—. Si pactaron con nosotros en su momento, no hay nada que pueda asegurarnos que no lo hayan decidido hacer con hechiceros y brujas. Y estos tampoco han sido grandes amigos de los lobos en el pasado, hemos chocado en más de una ocasión.
Jungkook se estremeció antes de hacer brotar una bola de fuego de entre sus dedos. La niebla que todavía los rodeaba pareció iluminarse de verde. Fue un flash tan rápido como el de un rayo, casi como una reacción química producida por dos elementos al chocar.
—La magia siempre reacciona a la magia. —susurró.
—Moveos —a esas alturas aquello era lo único que se le ocurría a Hoseok—. Dejaré raíces y trampas tras nuestros pasos para evitar que alguien pueda seguirnos. Así que necesito que os mováis rápido. Corred si es preciso, que haya magia a nuestro alrededor en una zona de cazadores no puede ser bueno.
Cómo tampoco lo era que su coche hubiera desaparecido de esa forma.
(***)
—Ese es definitivamente un buen libro.
Jimin sonrió, extendiendo su mano hacia el ejemplar que Yoongi había estado revisando por varios minutos. Se trataba de una enciclopedia de botánica repleta de imágenes ilustradas y coloreadas a mano, con la portada marrón y letras doradas narrando el nombre de quienes habían sido los autores del contenido recogido en su interior.
La sección de la biblioteca en la que los dos se encontraban podría ser perfecta para alguien como ese alfa, para quienes ansiaban comenzar a leer pero todavía no lograban juntar bien las letras con las que pronunciar las palabras escritas.
Allí, cerca de la cristalera situada más al fondo y lejos de la zona donde guardias y ancianos se concentraban alrededor de la recopilación de amenazas que su manada había recibido por meses, los libros siempre estaban llenos de dibujos acompañados de cortas anotaciones. Botánica, alquimia, flora e incluso jardinería. Aquellos ejemplares probablemente fuesen de los más antiguos y el que había seleccionado Yoongi olía a páginas de papel repletas de días de experiencia.
—No p..puedo leerlo p..pero conozco las plantas que hay en l..los dibujos.
El omega sonrió y asintió mientras tomaba asiento en la mullida alfombra de la biblioteca. Se suponía que habían acudido a la casa de líderes para ayudar con todo ese tema de las amenazas sin firma clara que desde hacía meses su manada estaba recibiendo. En cambio, leer sobre botánica con el alfa y los cachorros de este le parecía mucho más interesante de lo que lo era la idea de estar al lado de Taemin y todos esos alfas que se mantenían envueltos alrededor de las vitrinas en las que las pruebas continuaban expuestas. Parecía que estuviesen a punto de enfrentarse unos a otros para demostrar sus hipótesis y teorías, algo que lo agotaba.
Además, era más que adecuado mencionar que allí ese día había demasiados lobos presentes a los que no le gustaba su presencia, mucho menos su familia después de lo ocurrido con sus padres.
—Pero podrás hacerlo en algún momento, Yoon. Ha pasado muy poco tiempo desde que iniciamos tus clases de lectura y esto… —el omega sostuvo el libro en alto—. Es un objetivo a largo plazo, que conozcas las plantas de este ejemplar es en realidad bastante impresionante. Estoy seguro de que será algo que podrás leer y disfrutar cuando sepas un poco más acerca de las letras y las palabras. Pero de momento, tú puedes memorizar las plantas junto con la forma en la que sus nombres se forman y yo puedo decirte cuál es su uso en función de las anotaciones.
Yoongi mantuvo su mirada sobre las páginas del libro por un instante. Sabía que muchos de los sanadores que habían acudido en el pasado a las tribus usaban esas hierbas y sus padres también llegaron a hacerlo tras aprender la utilidad de la gran mayoría de estas. Al menos las que era posible encontrar en su parte de la montaña.
—Sé cuál es su uso. En mi t..tribu creíamos m..mucho en el p..poder curativo de la naturaleza.
—Entonces estaré feliz de aprender de tí, yo te enseño aquello que sé y tú podrías enseñarme aquello que sabes. Conozco algunas plantas pero ni de lejos las necesarias para convertirme en sanador.
—¿E..eso te gustaría?
—¿El qué? ¿Ser sanador? —el alfa asintió con los ojos llenos de curiosidad—. No lo sé. Yo… —Jimin se tomó un instante para pensar antes de hablar—. Bueno, mis padres siempre quisieron que fuese un guardián y yo nunca lo desee. Por un tiempo pensé en unirme a la brigada de incendios o incluso en hacerme forestal pero la verdad es que después de todo lo que ha pasado estoy más perdido que nunca. No sé qué es lo que quiero ser.
El omega revisó con calma algunos de los dibujos hechos a mano que se mostraban en el libro.
—Mi mejor amigo, Taehyung, soñaba con aprender el arte de las runas pero él tampoco parece saber lo que quiere ahora. Creía que convertirme en un adulto me permitiría tener ideas más claras pero esta mierda es igual de difícil que siempre. O incluso más. Puedo entender porqué Tae y él decidieron quedarse en las montañas.
Yoongi bufó, apoyando a los cachorros en su regazo.
—Omega tonto.
La ceja de Jimin se alzó en una expresión que podría significar diversión y ofensa por partes iguales.
—Sí, todo lo que tú quieras pero este omega tonto te está enseñando a leer para que puedas entender los libros que llaman tu atención o simplemente la etiqueta del jabón de baño.
Una vez más, Yoongi bufó y Jimin no pudo evitar reír. Desde la llegada de Taehyung se había sentido más feliz pero también en cierta manera perdido. Su mejor amigo era la única cosa estable que siempre había tenido pero un año después de todo aquello que sucedió en sus vidas, cuando observaba a Tae sentía que a este algo lo había cambiado. Tal vez el amor o su estancia demasiado larga en las montañas. Fuese lo que fuese, mientras que el alfa parecía un adulto él todavía se sentía estancado en la adolescencia.
—Hueles como a… T..Tristura.
—Tristeza. Creo que te refieres a tristeza —el omega apoyó la espalda contra el sofá que se encontraba cerca de la alfombra y respiró profundo—. Es solo que han cambiado demasiadas cosas a mi alrededor con excesiva rapidez. Se supone que en esta época de mi vida tendría que estar haciendo el tonto en el mundo humano con Tae pero en lugar de eso hago servicios comunitarios y coqueteo con un mestizo de sombras al que no me atrevo a preguntarle si quiere atravesar la barrera de los amigos con beneficios de una maldita vez por todas. Mi vida apesta, ¿lo entiendes?
—¿Apesta? —Yoongi olisqueó el cabello de Jimin y este solo logró reír en consecuencia —. Un poco, s..sí.
—Oye, tú —el dedo de Jimin golpeó el centro del pecho del alfa—. Solías ser una cosa deprimente y callada pero ahora pareces estúpidamente sarcástico. Vivir con Hoseok ha sido una mala influencia. No me gusta en lo que te estás convirtiendo.
Yoongi realmente se encogió de hombros, como si el propio Hoseok estuviera sentado en ese instante a un lado de Jimin.
—Él h..huele más fuerte que tú p..pero tenéis una mente p..parecida. Vosotros vivís más c..como humanos que como l..lobos.
—No estoy del todo de acuerdo con esa afirmación —Jimin pasó las páginas del libro de botánica mientras escuchaba a Yoongi tratar de formar palabras de manera ordenada—. Y me gustaría saber tu opinión de aquellos que viven al sur de la montaña si Hoseok o yo te recordamos tanto a nuestra parte humana.
—Más humanos q..que yo. Al menos.
—Bueno, en eso hay cierta verdad. Vuestro contacto con la parte animal que os forma es más intenso que el nuestro.
El omega estaba a punto de pasar una página más cuando Yoongi apoyó los dedos sobre el dibujo de una flor del color de la lavanda.
—P..Pétalos de zafiro —susurró el alfa—. Solo crecen en el interior de nuestras cuevas, d..dónde los rayos de luz lunar logran colarse a través de las g..grietas en los techos de roca. L..Los miembros de las tribus hemos cuidado sus flores desde siglos atrás. Alguien dejó escrito en algún m..momento que la magia de cien pétalos es tan fuerte como el mayor de los c..ciclones. En los últimos diez años solo recuerdo haber visto s..surgir una flor de sus capullos. Es tan c..complicado que florezcan lejos de su h..hábitat natural como lo es que el día y la noche se intercambien.
—Entonces es bueno que las hayáis protegido, me pregunto qué sucedería si caen en las manos equivocadas.
Yoongi se estremeció al lado del omega.
—Eso n..no debería ocurrir nunca.
—Pero ahora están desprotegidas. Incluso si vuestras cuevas son difíciles de entender para los foráneos.
—Por desgracia lo e.. están.
Hoseok se tomó un instante para respirar el aire de la noche fría del invierno mientras daban los últimos pasos hacia la frontera de la montaña. Incluso si no habían logrado ver nada entre la niebla, pudieron sentir la desagradable sensación de ser perseguidos a cada instante de su avance. Lo suficiente como para que les hubiera llevado horas lograr dejar atrás un poblado pequeño que entre la bruma parecía casi laberíntico.
—¿Estáis los dos bien? —la pregunta fue directa. Era lo único que necesitaba saber en ese instante. No importaba su deber como guardia o el estatus que le otorgaba ser el líder de esa unidad altiorem—. Vamos a convertirnos y a correr todo lo rápido que podamos una última vez antes de llegar a la zona segura. Dejar salir a nuestra parte animal es lo más recomendable en este momento y la línea de la frontera marcada por nuestros guardias no tardará en recibirnos.
Jungkook y Moonbyul no contestaron pero supieron cómo usar sus olores de una manera en la que Hoseok obtuvo su respuesta sin necesidad de volver a preguntar. Había algo ácido en ellos pero también un resquicio de tranquilidad dulce. Estaban bien en definitiva, cansados y agobiados por la posibilidad de que realmente hechiceros o brujas estuvieran tomando el lado de los cazadores, pero bien.
—Bien. Entonces, respiremos por un segundo y avancemos.
Así que así lo hicieron. Los guardias de la primera línea de defensa actuaron como deberían hacerlo ante la presencia de movimiento y solo cuando comprobaron que se trataba de ellos le permitieron ir más allá de la frontera que les abría el paso para adentrarse en su montaña. Algunos de ellos se desprendieron de sus puestos y se convirtieron a su forma animal para seguir a Hoseok a través de la montaña. Todos ellos sabían a dónde los tres altiorem habían ido y en base a sus acciones probablemente ahora se preguntasen qué era aquello que habían visto o cuál era el motivo por el que dejaron el coche atrás. Los vehículos no eran frecuentes en su montaña, solo contaban con algunos y generalmente se usaban para el comercio, las distancias excesivamente largas o las labores que desempeñaban los guardianes.
Después de aquello el camino hacia la casa de líderes fue silencioso y casi tenso. Los tres olían a nervios y a miedo, algo que inevitablemente parecía contagiarsele a quienes los acompañaban en el trayecto.
Solo cuando sus patas estuvieron a unos pasos de la entrada Hoseok aulló a la Diosa Luna y aunque Yoongi no lo hubiera escuchado hacerlo antes, de alguna manera pudo saber que se trataba del ese alfa desde su sitio en el interior de la biblioteca.
—Creo que algo no va bien —el chico llamado Taehyung se había sentado junto a Jimin y él un par de horas atrás mientras sujetaba con nerviosismo algunas de las notas que se suponía que la gente estaba invitada a revisar—. He estado dándole vueltas a esta nota toda la tarde. Es la primera que recibimos.
Jimin se tensó. Taemin y él habían estado allí cuando aquella primera amenaza llegó. La había repetido en su cabeza tantas veces que ya se la conocía de memoria.
—Los hijos de los antiguos protectores, no olvidan. Los pactos de sangre han sido revocados, la veda para cazar se ha abierto.
Fue entonces cuando algo en el interior de la mente del lobo Min pareció estallar. Escuchó cada paso dado por los pies del guardián sobre el suelo de madera de la casa, analizó la cantidad de personas que seguían a este y en el instante en el que Hoseok cruzó la puerta de entrada de la biblioteca, arropado por guardianes plenamente dispuestos a seguir sus órdenes, él se movió rápidamente hacia este.
Sin importar las miradas o el detalle de que ese alfa estuviera desnudo de cintura hacía arriba, mostrando abiertamente cada uno de los tatuajes que le cubrían la piel. Sin importar que otros guardianes quisieran acercarse a quien en esos instantes tenía en sus manos información que todos deseaban saber acerca de los cazadores humanos.
—Yoon —Jimin trató de detenerlo—. ¿Qué haces? Hay protocolos que deben respetarse y gente que debe encontrarse con él antes que nosotros.
No quiso escucharlo. Con los cachorros en brazos Yoongi llegó hacia este y no dudó en hacer soplar el viento para apartar a todos aquellos que tratasen de interponerse en su camino. Incluso a los guardias que le cubrían las espaldas a Hoseok. No le importaban, ni ellos ni nadie.
—¿Qué demonios te crees que estás haciendo? —Hoseok ladró.
Y Yoongi pronunció el nombre del guardián. Sin tartamudeos, claro y fuerte.
—Jung Hoseok. Sé de quién h..habla esa p..primera amenaza que recibisteis y c..creo que vuestro enemigo es t..también el mío. El de mi t..tribu.
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Hiii!!
Siento tardar y siento las posibles faltas ortográficas ya que no me ha dado tiempo a repasar el capítulo. Últimamente estoy hasta arriba baes. Así que solo espero que os gustase aunque sea un poquitín.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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