
Capitulo 6 : Dia juntos
Edward Cullen
Mire la hora removiéndome en mi lugar sintiéndome completamente nervioso.
Sarah dijo en la mañana, pero no me había aclarado a qué hora exactamente nos reuniríamos hoy.
Le había dicho a Alice sobre lo de hoy y no dudo en ayudarme con lo que iba a utilizar. En realidad no fue una ayuda solo me ordeno lo que tenía que llevar puesto.
-Tranquilo Edward – Se burló Emmet desde el sillón
-¡Estoy tranquilo! – me defendí
Esme nos miraba divertida mientras colocaba nuevos cuatros en la sala, al parecer estaba de muy buen humor. Mire nuevamente el reloj de mi muñeca.
7:00 am.
Ok, creo que es hora de irme. En unos cuantos segundos ya estaba en la línea del tratado, esperando.
Pasaron algunos minutos antes de que ella apareciera frente mío, llevaba solo unos short y una blusa pequeña dejando a la vista su abdomen plano. Sin duda ya se había acostumbrado a la manada.
-Algo me decía que no ibas a cruzar la línea – su voz detonaba diversión, se cruzó de brazos con una leve sonrisa en sus labios.
-Aún no estaba seguro si podía cruzar, no quería que ninguno de ustedes apareciera de la nada e intentara atacar – ella dejo salir una pequeña risa, un nuevo retorcijón apareció en mi estómago.
-Ya eres parte de la manada Edward, Familia es familia – algo en mi pecho salto al escuchar la palabra "Familia", se adelantó unos pasos hasta quedar frente de mí.
Mi respiración se aceleró un poco y el aroma de ella llego a mis pulmones, no era asqueroso como el de los demás, ella desprendía un aroma a rosas y lilas...delicioso.
-¿No pasaras? , no te pasara nada...confía en mi – tendió su mano izquierda en mi dirección. Dude un poco e internamente estuve debatiendo si era bueno o malo pasar un día con una loba.
Pero...ya estaba aquí y no había vuelta atrás.
Cogí su mano sintiendo rápidamente el cambio de temperatura, el intenso calor se du piel fusionado con mi piel fría resultaba extrañamente agradable. Una corriente eléctrica me recorrió el cuerpo iniciando por mi mano hasta mi columna vertebral.
-Vamos – Alentó jalando de mi mano, caminamos en silencio por unos cuantos minutos hasta que ella decidió romper el hielo – Quiero que veas como soy realmente, convivir contigo...sé que estás enamorado de Swan...pero quiero que dejes de pensar en eso solo por hoy – rio
En mi pecho volví a sentir esa calidez, era algo que no comprendía aun...ni con la compañía de Bella me sentía así. Era tan acogedor, como si...como si estuviera en casa.
Despues de esas palabras yo no sabía que decir...así que me mantuve callado.
Pasaron algunos minutos antes de que llegáramos a la push.
Nunca en mi vida había estado aquí, el tratado me lo impedía...pero sin duda el lugar se veía impresionante.
El agua era totalmente cristalina, la arena era blanca y lo mejor era que no había a nadie a sus alrededores.
¿Sera una estrategia?, busque en su mente algo que me excusara para irme pero, no había nada excepto de lo que estábamos viviendo ahora.
Era muy temprano para que la gente saliera a la playa además que el viento era frio pero a nosotros obviamente no nos afectaba.
Caminamos con los zapatos en nuestras manos para que el agua rozara nuestros pies, hablábamos por horas y horas aprendiendo cosas del otro. No me aburrí en lo absoluto, era un escape de mi rutinaria vida, estar con ella no se comparaba con nada.
Sarah era agradable, dulce y alegre hasta el punto de contagiarte un tanto parecida a Jacob.
Ella se mostraba autoritaria y serena cuando se trataba de un tema de importancia pero solo en esos casos, tuve suerte de conocer esta nueva parte de ella para mí y sin duda fue memorable.
La gente había comenzado aparecer pero eran muy pocas, la mayoría venía con trajes de surf y tabla en mana yendo directamente al mar.
-Es gracioso como la vida puede tomar un rumbo realmente confuso de un día a otro – rio mirando como el agua bañaba sus pies – Yo no quería una imprimación...no por ahora, quería vivir sin depender emocionalmente de alguien, siempre pensé que la vida la pasaría viajando de un lugar a otro ayudando a los demás con mi vocación, pero ahora veo que eso no se compara con las sensaciones que me produces Edward Cullen.
Busque su mirada, por alguna razón necesitaba ver sus ojos, mi cuerpo necesitaba saber si lo que había dicho era cierto.
-Son cosas que nunca había sentido, he estado con hombres que alguna vez trataron de ser algo más en mi vida, pero ninguno de ellos hizo que mis sentimientos estén tan revueltos como los tengo ahora...hiciste que tuviera una pelea conmigo misma, ¿Cómo puedo solucionarlo? – pregunto levantando la mirada, sin darnos cuenta estábamos a pocos centímetros del otro...esperando una reacción o que uno de nosotros diera un paso
-Yo me encuentro en esa misma situación – reconocí con toda la sinceridad que tenía.
-¿Qué haces aquí? – Sarah se separó de mí y por un momento extrañe esa cercanía entre nosotros.
¿Por qué no había notado la presencia de ese lobo?
-Lo siento Sarah, pero...- el pobre niño parecía muy nervioso tratando de buscar las palabras exactas para no hacerla enojar más de lo que ya estaba. Sarah y el se alejaron un poco ignorando que yo podía escucharlos perfectamente desde aquí.
-Vete – ordeno.
-Me mando Emily, quiere que lleves a tu vampiro a comer o bueno...hablar, todos irán – El lucia realmente emocionado hasta podía decir que en cualquier momento saltaría en un pie.
-Esto tiene que ser una broma – rio divertida esperando una negación de su parte.
-No culpes a Emily por querer conocerlo – sonreí, al parecer todos ya sabían de la imprimación – Además no es la única que quiere conocerlo.
Antes de que pudiera contestar aparecí a su lado colocando mi mano en su hombro para tranquilizarla, lo cual funciono apenas estuve cerca...era increíble como su cuerpo reaccionaba con mi cercanía.
Era algo...extraordinario.
-Estaremos ahí – sonreí, el niño de unos dieciséis sonrió de oreja a oreja como si le hubieran regalado el celular de última generación
-Soy Seth – se presentó ofreciendo su mano, la tomo sintiendo el calor similar al de Sarah
-Edward Cullen
-Bueno, los veré luego – fue lo último que dijo antes de echarse a correr
-No quiero que te sientas comprometido, puedo decir que tenías que hacer alguna otra cosa – se cruzó de brazos volteando a mirarme.
-No te preocupes por eso, vamos...deben estar esperándonos – sus mejillas tomaron un color rosa dándole un aspecto tierno y hermoso.
Ella era hermosa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro