Nayeon

Si mintió es porque sabe que estábamos haciendo algo mal, Mina sabía que estábamos en algo que no se debería hacer o que no sería común hacerlo entre nosotras.

No regresó y sé porque no lo hizo, después de todo, Jisung fue de todo menos silencioso y me di cuenta de sus razones. La entendía, problemas económicos, no se podía dar el lujo de viajar cada mes a un país diferente.

La entendía en serio.

En otros datos, se japonés intermedio, lo he estado aprendiendo desde que conocí a Mina, y Tzuyu como toda políglota me ayuda. Tzuyu sabe coreano, japonés, chino, inglés y esta aprendiendo uno nuevo, creo que tailandés. Mucho y sorprendente para mí.

Estaba lavando un vaso en la cocina para tomar un poco de agua y de repente unos pasos vinieron de atrás mío.

— Mamá — la voz que tanto me disgusta me llamó con un tono que solo me enfureció pero con calma seguí lavando mi vaso mientras le hacía una seña, para que supiera que lo escuchaba — ¿Recuerdas la vez que me ofreciste dinero para ir a Japón con Mina?

Paré lo que hacía y lo miré, no le podía creer nada pero asentí prestándole toda mi atención.

— Bueno, pues... quisiera que me lo des para ir, creo que es hora — no podía creerle nada, tal vez no lo crie ni viví mucho con él pero podía detectar cuando alguien me mentía, y él no era disimulado.

— Bien, te compraré el boleto. Empaca tus cosas, yo misma pagaré dónde te quedaras, tú solo irás. — todo resuelto para él, no podría negar si no es por otra cosa. Negó y con eso ya tenía mi respuesta en mente.

— No, no te molestes, no quisiera quitarte tu tiempo. Prefiero que me des el dinero y hacerlo yo mismo — cada maldita palabra, no era verdad.

— Te estoy diciendo que yo lo haré. ¿Para qué quieres hacerlo tú? — empezaba a ser ruda, eso podía hacerlo confesar o solamente rendirse y irse.

— Ya sabes emm... para no sentirme inútil — no era eso, él quería dinero.

— Bien — le dije, tentando mi bolsillo y sacando algunos billetes. Eran pocos, no alcanzaría para un boleto pero yo sabía que el no quería comprar un boleto — Ten — los tomó casi maravillado.

Cuando se iba a ir, me apresuré de tomarlo del cuello de la camisa y hacerlo retroceder. Él estaba de espaldas y no me miraba, podía sentir sus feromonas asustadas.

— Solo una cosa, Jisung — me acerqué lo suficiente y me incliné llegando a su oído — Si me doy cuenta que compras drogas o alguna otra mierda, no solo tú te irás de casa, tú y tu padre quedarán en la calle... ¿Se entiende? — lo podía sentir temblar y no había nada más satisfactorio que saber que yo era la causante.

— Sí — bien. Lo solté y se fue casi corriendo.

Sabía que no compraría un boleto, sí se iría a comprar alguna mierda y inventara alguna escusa por la falta de el boleto.

No importaba, era poco dinero.