Nayeon

¡Por fin!

Puedo ver a la carita toda hermosa de Mina.

Ya había acabado mi celo, hace unas horas, no tengo ningún síntoma, y ella probablemente estaba por llegar.

La había invitado a la casa donde nos mudamos las tres, ahora que Tzuyu y Jeong estaban fuera con los Zhou's y estaría la casa sola para que no la incomoden.

Pedí pizza porque recientemente me dijo por mensaje que le gustaba. Le gustaba con kétchup, raro, sí, pero todo de ella es lindo, así que es raramente lindo.

Solo faltaban minutos, unos minutos más.

Solo esperaba que llegara antes que la pizza se enfríe, estaba caliente porque la pedí solo hace un poco. De hecho, me había emocionado porque pensé que era ella, pero resultó que había sido el repartidor que trajo la pizza.

Resulté decepcionada pero ella vendría en cualquier momento y yo era lo suficientemente paciente para esperar.

Tocaron el timbre y corrí con el paso más discreto posible.

Solo tropezando un poco con un mueble, no me acostumbraba al acomodado todo cambiado que Tzuyu hizo, claramente con Jeong dandole la razón en que todo se ve lindo, pero la entendía, yo haría lo mismo por Mina.

Me vi a mí misma y me miré muy bien, como comúnmente me vestía y me resultaba cómodo y siempre esperaba que le gustara así. Me sentí avergonzada por un momento pero mejor sacudí la cabeza y abrí.

- Nayeon - fue lo que me dijo para después abrazarme. El olor a chocolate de las tiendas no se comparaba con el hermoso aroma a chocolatito que ella desprendía.

Miré detrás de ella para verificar que venía sola y cerré la puerta porque hacía mucho frío afuera.

Sería solo el principio de frío ya que mientras más avanzan las horas, más frías se ponen las calles y las personas se resguardan en sus casas.

- Estás temblando - lo noté, se hundía en mi pecho mientras a la altura de mi estómago se frotaba las manos para calentarlas - Debí proponer ir por ti, es muy lejos con éste frío - solo así salió de mi cuello y me miró.

- No, está bien. Te lo hubiera dicho... solo no supuse que habría tan baja temperatura - mejor tomé sus propias manos con las mías.

Las mías estaban incluso sudando un poco porque había estado manteniéndolas cerca del fuego de la estufa donde calente agua para café si ella quería en algún momento de la noche.

Así que pude sentir sus dedos fríos en mis palmas mientras frotaba para calentarlos. Podía sentir su mirada en mi rostro pero no me animé a devolverla porque estábamos muy cerca.

Solo cuando sentí sus manos más cálidas fue que la solté, pero ella me las tomó para ponerlas de nuevo.

Era tan linda.

- La pizza se enfriará... no sé si quieras café - no podía decir que no me gustaba tenerla abrazada a mí porque sería mentira, sería una gran traición a la sinceridad que me juro hacia Mina.

- Quiero estar aquí - lo malo, es que mi corazón quiere explotar y con ella ahí, a mi órgano latente se le hará más fácil estallar.

No dije nada pero tampoco al dejé de rodear, simplemente nos quedamos allí hasta que ella alzó la mirada.

- Vamos a comer - me sonrió para luego apartarse pero tomando mi mano. ¿Cómo solo unos simples toquecitos podían hacerme sentir tan bien? - ¿A ti también te gusta con kétchup?

- No lo he probado, lo compré porque recordé que te gusta - no sé de qué manera me miró porque en realidad estaba más concentrada en mi mano encajando con la suya.

- Eso es muy lindo - tú eres más linda y ojalá me animara a decírtelo libremente.

Porque no hay nada más lindo que tú.