♡ Parte Cuatro
Mina
Volví a Japón.
Momo, la alfa malhumorada y tonta, era la única que me esperaba fuera del aeropuerto porque Sana y Hikaru tuvieron cosas que hacer pero no dudaron en llamarme.
No me quejo, son mis amigas de toda la vida. Momo se burló cuando lloré al ver a mi familia, pero no me importaba mucho, no cuando yo también los extrañé y más al estar tan lejos.
Ese día me habían recibido con una comida entre todos, mis dos hermanas, mis dos padres, mis tres amigas y hasta ahí llegaba mi pequeña pero linda familia.
Con mis dos hermanas, casualmente ambas alfas, no tenía mucha relación al siempre estar distanciadas entre sí pero aún así las consideraba mi familia. Mis padres, beta y omega, siempre me apoyaban en todo y me aconsejaban, eran buenos padres.
Y llegó con mis amigas de la infancia; Hikaru era siempre sonriente pero casi no hablaba y cuando lo hacía era porque se soltaba de repente. Momo solo tenía cara de querer matar a todos pero aún así me apoyaba y me ayudaba en lo que podía. Sana era más de 'abrazos y besos lo solucionan todo'.
Desde infancia estando juntas y eso me alegra.
Les hablé de Jisung ese día, de lo que pasó esos días aunque en las llamadas diarias ya les había contado antes. También les hablé sobre Chistopher y Nayeon, cómo los conocí y cómo me trataron.
Aunque creo que hablé más de Nayeon que de su propio hijo, pero extrañamente no me molestaba hablar tanto de ella.
Era una alfa realmente interesante. Podía aún sentir sus ojos oscuros puestos en mi presencia, su aroma lo podía sentir envolverme aún cuando no había ni una pizca de su olor allí.
Simplemente sentía que estaba ahí y me encantaba.
Solo que en ese tiempo no le tomé importancia.
Momo hasta bromeó que me gustaba Nayeon pero fui tan ciega que lo tomé como una locura, cuando en realidad me estaba gustando demasiado esa alfa.
Aunque Hikaru, silenciosamente puso una mano en mi hombro y me sonrió.
Tal vez ella lo sabía de alguna manera antes que yo. Y la odiaba por no haberlo dicho pero también la entendía.
Hubiera entrado en pánico si me daba cuenta allí que me gustaba mi suegra.
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