♡ Parte Cuarenta y Uno
Nayeon
Podía sentir el aire fresco de Japón chocar con mi rostro y abracé instintivamente a Mina contra mí al sentirla temblar un poco. Sabía que le gustaba más el frío pero no lo soportaba mucho ya que era sensible a temperaturas.
Sentía como se escondía en mi pecho y me olía haciéndome sonrojar y agradecía que nadie estuviera en le parque hoy, al parecer el frío no los hace salir.
Japón era diferente, obviamente lo sería pues es otro país pero era bonito igual.
Más bonito porque Mina vive aquí y está conmigo.
Después de ducharme, esperar que Mina se duche y luego ambas comer a solas en la casa -ya que los padres de Mina habían salido a con los abuelos paternos de Mina-, Mina me ofreció venir al parque.
Yo siendo alfa sentía mi instinto más fuerte que otros días ya que siempre lo mantuve encerrado al no relacionarme con muchas personas ni con pareja ya que no tuve además de Bang.
En cada cosa sentía la necesidad de estar al lado de Mina no solo por gusto, sino también para protegerla de cualquier cosa como si todo le fuera a hacer daño.
Pero así lo sentía y cuando le pregunté a Tzuyu me dijo que era normal ya que mis hormonas también estaban alteradas y buscaría en algún momento marcar a Mina.
Pero yo era fuerte, por Mina lo era y no la marcaría a menos que ambas lo decidamos.
El frío no me hacía mucho cambio a mí. De hecho, me agradaba mucho, pero sentía a Mina temblar y refugiarse en mi pecho, que le pedí irnos a casa mientras le besaba su frente.
Aunque parece que me equivoqué porque aún sentía a Mina temblar y refugiarse en mi pecho aún cuando ya habíamos llegado a casa y había tomado café caliente.
— Nayeon, estoy así porque mi celo me está por llegar en unos minutos probablemente — la miré asombrada. ¿Por qué no me dijo? ¿Dónde están los supresores? Me comenzó a alterar el hecho de que no sé qué hacer. ¡¿Qué hago?!
Cuando me iba a levantar a la cocina en busca de algún supresor, Mina se sentó en mi regazo solo poniéndome nerviosa.
— Y te quería pedir que me ayudes — antes estaba nerviosa, ahora me estoy muriendo.
Nunca había estado tan alterada creo, y el aroma fuerte que Mina esta volviendome más alterada. Yo miraba de aquí para allá intentando buscar alguna solución para todo.
Pero toda solucion se fue cuando me tomó de los pómulos, haciéndome mirarla directamente, y me besó.
Yo podía olvidarme de todo si me besa así.
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